Hoy tenía previsto publicar
una de mis típicas entradas, con ese poso crítico que las caracteriza, pero me
he visto obligado a hacer un paréntesis para intercalar esta, dedicada a un
hombre de ciencia que acaba de dejarnos a la temprana edad de 61 años.
Desde estas líneas quiero, en
primer lugar, lamentar su pérdida como consecuencia de un grave trastorno
degenerativo cerebral conocido como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, y en
segundo lugar agradecerle su aportación a la oncología. Él, que ha salvado
tantas vidas, no ha podido salvar la suya.
Josep Baselga i Torres, nacido
en Barcelona el 3 de julio de 1959, fue el Jefe de Servicio del Departamento de
Oncología Médica, Hematología y Oncología Radioterápica del Hospital
Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona desde 1996 hasta 2010. Entre su dilatado
currículum figura haber ocupado, entre 2013 y 2018, la dirección médica del
hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, considerado el mejor centro
mundial en investigación oncológica. Pero entre sus aportaciones médicas a la
oncología hay que resaltar lo que me ha llevado a dedicarle estas líneas.
El Dr, Baselga apostó desde
sus inicios por los mecanismos biológicos de las enfermedades y más
concretamente del cáncer, enfocando sus investigaciones en lo que se ha dado en
llamar la medicina personalizada. Dicho enfoque fue fundamental a la hora de
desarrollar medicamentos que han acabado siendo introducidos en la práctica
médica habitual, cuando muchas compañías farmacéuticas dudaban de su
viabilidad. El fármaco más representativo es el anticuerpo monoclonal trastuzumab,
que ha contribuido a salvar muchas vidas humanas en pacientes con cáncer de
mama de tipo HER2, entre los que me encuentro.
Ahora, y durante un largo
periodo de tiempo, corre y correrá por mis venas ese fármaco cuyo desarrollo este
prestigioso oncólogo impulsó gracias a su visión de futuro.
Muchas gracias al doctor Josep
Baselga en nombre de todos los que se han visto favorecidos por sus
conocimientos y en el mío propio. Son ya muchos los oncólogos en nuestro país
que han tomado el testigo de su perseverancia e ingenio. De momento, gracias a
él, el trastuzumab sigue siendo uno de los tratamientos de elección en el cáncer
de mama.
Gracias, Josep María, por acercarnos una de esas figuras que tanto bien han hecho a los demás y que han pasado de largo en los grandes titulares a pesar de su gran contribución. Lástima que yo haya conocido a tan ilustre investigador cuando ya se nos fue.
ResponderEliminarLa terapia monoclonal supone un punto de inflexión en la oncología y este hombre fue un pionero. Este tipo de terapia ahora mismo es la puerta que se abre también a otro tipo de enfermedades autoinmunes y que, según mi opinión, va a dar muchas respuestas.
Genial tu homenaje a este doctor.
Un beso.
PD.La enfermedad que se lo llevó también tiene mucho que investigar (a mí el tema de los priones me pone muy nerviosa).
La lucha contra el cáncer ha avanzado mucho, aunque no lo suficiente, en los últimos años, de modo que hoy día la supervivencia en algunos tipos de cáncer, entre ellos el de mama, ha aumentado considerablemente gracias a la investigación y dedicación de científicos como el Dr. Baselga. Las terapias "personalizadas" están en auge y se instaurarán en un futuro en muchas otras enfermedades. Los anticuerpos monoclonales tienen la gran ventaja de actuar sobre las células diana, es decir las tumorales, sin afectar a las sanas, como ocurre con la quimioterapia convencional.
EliminarY en cuanto a la enfermedad que ha acabado con su vida, recierdo cómo se dio a conocer en los años 80 a la vez que su variante bovina, la encefalopatía espongiforme bovina, conocida como la enfermedad de las vacas locas. Y que fuera un prión, una proteína, el agente causante/trasnmisor puso los pelos de punta a más de uno, entre ellos yo, acostumbrados a los agentes microbiológicos.
Esperemos que a medio plazo podamos curar patologías hasta ahora incurables, como la ELA, y otras efermedades raras.
Un beso.
P.D.- Aprovecho la ocasión para lanzar, ahora sí, una de mis críticas a los que, una vez hecho público el deceso de este gran investigador, han publicado bastantes tuits criticándolo duramente a nivel personal, no como cientifico, sino sacando a colación sus supuestos maltratos al personal a su cargo y a su conflicto de intereses económicos cuando, siendo director del hospital neoyorquino que menciono, cobraba de algunos laboratorios por los servicios prestados, lo cual le llevó a dimitir de su cargo.
Mezclar asuntos personales, suponiendo que sean ciertos, con su valía profesional, no solo me parece fuera de lugar, sino también de muy mal gusto, dadas las circunstancias. Si ahora me dijeran que, por ejemplo, Alexander Fleming era un misógino, aunque me disgustara, prevalecería su enorme mérito como descubridor de la penicilina y haber salvado millones de vidas humanas por encima de ese hecho, por muy deplorable que fuera.
He querido dejar constancia de ello ante posibles opiniones negativas que se puedan verter en algunas redes sociales sobre la figura de este, para mí, insigne médico.
Merecidísimo homenaje hacía un hombre que ha dedicado su vida a a la ciencia y cuyo medicamento ahora corre por la sangre de muchos pacientes. Creo que la terapia monoclonal también se estaba utilizando o investigando para ciertos tipo de virus. Creo que por eso es vital que los estados dediquen un porcentaje más elevado a la investigación y el desarrollo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Josep.
En efceto, Miguel, hay mucho trabajo por hacer en la curación de las enfermedades en general y en las que tienen un alto nivel de mortalidad en particular. La medicina tiene muchos frentes abiertos y se requieren grandes inversiones, tanto en personal científico como en dinero contante y sonante. Lo de "que investiguen ellos" no es de recibo en una sociedad moderna.
EliminarUn abrazo.
Gracias por ayudarnos a entender la importancia de su aportación en la lucha contra el cáncer.
ResponderEliminarD.E.P.
Gracias ti, por venir a leer mi humilde aportación.
EliminarUn abrazo.
Sabía de la muerte de este hombre porque un amigo mío, científico él, me lo había dicho en un wasap. Pero si te soy sincero desconocía completamente toda la faceta profesional de este médico. Gracias a ti mi opinión sobre él pasa de nada a todo, o sea, me has dado a conocer a un importante investigador y creador de desarrollos médicos o medicinales valiosísimos.
ResponderEliminarEspero y deseo con todo mi ser que el anticuerpo monoclonal trastuzumab que el Dr. Baselga contribuyó a poner en circulación para la curación de enfermedades como la que tú combates se porte como es acostumbrado en él, o sea, que te cure por completo.
Un muy fuerte abrazo
El Dr. Baselga abrió la puerta a una línea de investigación que sigue su curso de la mano de otros muchos investigadores. Creyó en un proyecto a priori difícil y este ha acabado viendo la luz después de años de estudio. Lo que al principio fue algo revolucionario, acabará siendo el modo habitual de enfocar muchos tratamientos. Hace años que la ciencia trata de hallar fármacos que solo actúen en el órgano diana, y gracias a la biologóa molecular esto será un hecho en un futuro no muy lejano.
EliminarDe momento, es en oncología donde se aplican estos fármacos, pero muy probablemnete nuestros nietos disfrutarán de sus beneficios en muchas otras enfermedades, gracias a científicos como el Dr. Baselga.
Un abrazo.
Es una pena que personas como este doctor que aportan con éxito descubrimientos para favorecer la cura de enfermedades, tengan que morir, y encima no poder hacer nada para el mismo. De más está decir que se merece un buen reconocimiento como el tuyo por dejar una esperanza en la cura del cáncer.
ResponderEliminarQue descanse en paz, y que otros sigan con su gran labor.
Un abrazo Josep, y buena semana.
La muerte prematura (hoy día 61 años no son nada) de científicos de la talla de este médico oncólogo trunca la posibilidad de hallar nuevos adelantos médicos. ¿Cuánto más habría podido hacer en el tratamiento del cáncer de no haber fallecido? Afortunadamente, hay muchos otros especialistas en la materia que siguen sus pasos y que aportarán mucho a la ciencia.
EliminarUn abrazo.
Debe ser un importante consuelo marcharse al otro mundo con la satisfacción de haber contribuído a salvar vidas.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Un abrazo.
Ojalá pudiera darse cuenta de eso. En su defecto, los que quedamos y conocimos su labor sí podemos dar fe de ello.
EliminarUn abrazo.
Un homenaje precioso, Josep. Tristísima la pérdida.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta.
EliminarUn abrazo.
Un referente de oncología. Su padre fue profesor mío en le Clínico. Gente especial, muy humanos.
ResponderEliminarUn abrazo y porque el futuro nos sea perfecto, dando profesionales como él.
Una humanidad qe se tradujo en dedicar su vida a salvar la de otros.
EliminarOjalá la Ciencia siga dando investigadores de la talla del Dr. Baselga.
Un abrazo.
Qué pena, cuando alguien ayuda a salvar vidas, es imposible pagárselo. Ojalá se haya sentido, en vida, lo suficientemente reconocido, o al menos, lo suficientemente querido.
ResponderEliminarFeliz día.
No hay dinero suficiente para pagar el servicio que estos científicos dan a la humanidad.
EliminarUn abrazo, Gemma, y que pases un buen día.
Me comentaron ayer la muerte de este hombre y me impresionó mucho por la causa de la misma. Yo pensaba que esa enfermedad solo se podía adquirir por comer carne de animales enfermos. Ahora resulta que se puede adquirir de otras formas en las que no interviene una mala práctica.
ResponderEliminarMe impresionó también porque el hombre nació justo cuatro días después que yo.
No me extraña que le hagas este homenaje si ha sido el creador del medicamento que tú estás usando para tu curación. Te ha tenido que afectar doblemente.
Un beso.
Ahora su hija ha iniciado una campaña para recaudar fondos para la lucha contra esta enfermedad tan devastadora que acaba con la vida de quien la padece en cuestión de semanas o muy pocos meses. ¿Quién le habría dicho a él, dedicado a salvar vidas, que la suya tendría un final tan rápido y desagradable?
EliminarYo ya conocía la trayectoria de este oncólogo, como la de otros médicos españoles que están centrados en estudiar el mecanismo por el cual se producen las metástasis, y sabía que era un pionero en los tratamientos personalizados, pero no caí en la cuenta de que era él quien impulsó el desarrollo del anticuerpo monoclonal con el que me están tratando hasta que vi la noticia de su muerte y refirieron su autoría. La verdad es que me impresionó mucho y sentí, de pronto, una gran gratitud y la necesidad de dedicarle estas líneas.
Un beso.
Precioso homenaje, Josep Maria.
ResponderEliminarCuando leí la noticia me dio una pena inmensa, y es como dices: Él, que ha salvado tantas vidas, no ha podido salvar la suya. Por eso desde aquí y gracias a tu sentida entrada, le debemos un reconocimiento por todo lo que nos ha cedido.
Un beso.
Si bien este médico oncólogo ya recibió en vida algunos premios y condecoraciones, necesitaba hacerle este pequeños homenaje personal a título póstumo en señal de gratitud por su labor y por ser yo, además, uno de los muchos pacientes beneficiados por la terapia que impulsó.
EliminarUn beso.
Es una lástima que se vaya una gran persona que ha salvado muchas vidas. Lo importante es que ha dejado abierta la vía para salvar muchas más. Estos científicos deberían vivir mucho más. Un buen homenaje Josep. Un abrazo.
ResponderEliminarPues sí que es una lástima, porque todavía hubiera podido aportar más a la ciencia y con su muerte hemos perdido a un gran investigador.
EliminarUn abrazo.
Interesante tu texto
ResponderEliminarMe alegro que te haya parecido interesante la contribución de este médico español en la lucha contra en cáncer de mama.
EliminarUn saludo.
Un gran homenaje a alguien que ha dado tanto por salvar vidas, y que gracias a él estoy segura que tú te vas a curar, estoy segura.
ResponderEliminarYo había oído hablar de él porque fvue el que intento curar en un principio al hijo de Ana Obregón y me interese por él y quien era, fijate que curioso.
El gran consuelo para su familia es que lo ha dado todo por los demás.
Un abrazo.
Disculpa, Tere, la tardanza en contestarte, pero me acabo de dar cuenta de que me habías dejado un comentario.
EliminarYo doy por hecho de que le deberé mucho si salgo de esta, cosa de la que estoy seguro. Hombres como él deberían ser recordados siempre y pasar a la historia de la ciencia.
Un abrazo.