Vivimos inmersos en la cultura
del engaño. Solo hay que ver la publicidad engañosa a la que estamos sometidos.
Productos mágicos para adelgazar, cosméticos milagrosos para eliminar lo que la
edad ha ido irremediablemente añadiendo, ofertas extraordinarias a las que no
podemos sustraernos, mientras que en la base de la pantalla del televisor se desplaza a gran
velocidad un texto diminuto, y por lo tanto ilegible, que explica la verdad, aunque
sea a medias, por si a alguien se le ocurre denunciar esa farsa que pretenden
vendernos como algo real.
Pero esto ya parece que lo
hemos asumido y entendemos que forma parte del juego. Pero de un tiempo a esta
parte, el “arte” de engañar ha adoptado diversas y peligrosas formas cada vez
más originales y sofisticadas. Ante esa propagación del fraude a domicilio, no
cesan de llegarnos mensajes advirtiéndonos de todo tipo de engaños: no llamar a
un teléfono desconocido del que has recibido una llamada perdida y sin mensaje,
no entrar en un enlace que te han enviado con la excusa de que debes confirmar
algo, no abrir documentos de origen desconocido, y por supuesto no dar nunca
datos personales e intransferibles aunque quien los solicite sea una supuesta Compañía
conocida con la que mantenemos una relación comercial. No seguir estas recomendaciones
puede llevar a que esos desaprensivos se hagan con datos privados con los que
pueden vaciarnos la cuenta bancaria, cargarnos una factura del teléfono brutal
o hacernos la vida imposible.
Como ya estoy prevenido ante
tales engaños, intento no caer en esos intentos de fraude. Pero hay Compañías
que, por su conducta negligente o ineficiente, provocan que sigamos expuestos a
posibles engaños.
Prueba de ello es que hace
unos meses, en un gran centro comercial, se nos acercó, a mi mujer y a mí, un
individuo preguntando si éramos clientes de Endesa. Al contestar
afirmativamente, nos preguntó entonces si conocíamos la nueva tarifa Tiempo
happy, con la que ahorraríamos significativamente en la factura de la luz.
Al mostrar nuestro posible interés, nos llevó hasta un mostrador y nos fue
detallando las ventajas de esa nueva modalidad. Tanto el personal como el
pequeño stand estaba claramente identificado con el nombre y logo de Endesa,
así que no había nada que temer. Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando, al
rellenar el impreso de adhesión a la nueva tarifa, el comercial nos pide que le
facilitemos el número de cuenta bancaria, a lo que nos negamos en redondo,
aduciendo que este dato tenía que constar en su base de datos, pues solo
estábamos cambiando de tipo de prestación, no de Compañía. A ello respondió que
sí era necesario porque esta modificación equivalía a firmar un nuevo contrato,
para lo cual era imprescindible anotar la cuenta bancaria a la que nos
cargarían las nuevas facturas. ¿Cómo una Compañía del calibre de Endesa no
puede obtener esa información de su base de datos después de tantos años de
usarla para el cobro de nuestras facturas? Ante nuestra renuencia, el comercial
llamó a un supervisor contándole el problema, tras lo cual fuimos informados de
que al día siguiente recibiríamos una llamada de un agente para resolver el
entuerto. Pero ¿y si ello también formaba parte de una trampa?
Al día siguiente, acabé dando
el número de nuestra cuenta bancaria por teléfono, algo que, en teoría,
deberíamos haber evitado. Debo aclarar, sin embargo, que antes llamé a Endesa
para que me confirmara que esa oferta era cierta y que todo estaba en regla. En
primer lugar, me dijeron que, para montar un stand en un centro comercial, la
empresa debe pagar bastante dinero por ello, con lo cual difícilmente un
estafador haría tal cosa; en segundo lugar, me confirmaron la existencia de la
nueva tarifa con ese nombre tan happy; y en tercer lugar me corroboraron
que se trataba de un contrato nuevo a todos los efectos y que, efectivamente,
debía facilitar el número de cuenta, aunque no supieron justificar por qué no
la podían hallar en su base de datos.
Esta historia ejemplifica el
hecho de que a veces puede resultar difícil distinguir entre un fraude y un
acto burocrático legal, por muy atípico o ilógico que nos parezca, y que, en
consecuencia, pueden pagar justos por pecadores.
Por culpa de los desaprensivos
nos hemos vuelto desconfiados, aunque también es cierto que más vale pecar por
exceso que por defecto. De hecho, mientras escribía esta entrada, qué
casualidad, me entró en mi móvil un SMS de la Compañía de seguros del automóvil
advirtiéndome que la póliza estaba a punto de caducar y que si deseaba recibir
más información entrara en un enlace que acompañaban. Algo parecido hace
Movistar, MediaMark, Leroy Merlín y otras empresas, con ofertas de distinto
tipo. ¿Cómo saber si se trata de un fraude y el enlace que adjuntan contiene un
virus? Lo que dice siempre mi mujer: «Si quiero algo ya les llamaré yo».
Pues bien, llegado a este
punto, hace unos días, a pesar de mi supuesta conciencia antifraude, fui objeto
de dos tentativas de engaño en un solo día y en un breve margen de tiempo.
Debía ser el día mundial de la mentira.
En el primer caso, me llamaron
(supuestamente) en nombre de Endesa para tratar sobre mis facturas.
Casualmente, dos días antes había presentado una reclamación por el coste
desorbitado de la última factura y que, en mi opinión, se debe a un error. La
reclamación estaba, pues, en curso, así que mi subconsciente me traicionó e
interpreté, sin prestar demasiada atención a lo que me decía una joven con
marcado acento latinoamericano y hablando atropelladamente, que me intentaba
justificar el monto exagerado de la factura objeto de mi reclamación. Como yo
incidía en los detalles de la misma y justificaba por qué consideraba que se
trataba de un craso error, le di, sin darme cuenta, información a su favor.
Desde ese momento, sus explicaciones se volvieron más incongruentes, para finalmente
decirme que, como no querían perderme como cliente, me ofrecían un descuento
que ya vería reflejado en mi próxima factura que, por cierto, vendría a nombre
de Iberdrola, pero que daba igual, que era lo mismo y no cambiaba nada. Total, peccata
minuta. Como durante la charla, o mejor dicho su diatriba, me preguntó mi
edad y le dije que tenía 71 años, debió pensar que era un viejo al que se le puede
timar fácilmente. Seré viejo, pero no idiota, como dijo Carlos Sanjuan, el
promotor de la campaña contra los bancos que no atienden a los mayores como es
debido.
Así pues, como ya me percaté
de sus perversas intenciones, decliné su oferta, a pesar de sus airadas protestas,
y colgué. Llamé de inmediato a Endesa para informarles de lo acontecido y me
confirmaron que se trataba de un truco para que el cliente cambie de Compañía
y, por lo tanto, si yo no tenía intención de hacerlo, que me opusiera. De
hecho, en mi reclamación pendiente de respuesta, “amenazaba” a Endesa con
cambiarme de comercializadora, así que quizá lo acabe haciendo, pero libremente
y no a través de engaños. Y ahora me pregunto cómo la joven que me llamó sabía
mi nombre y apellidos, mi domicilio y mi correo electrónico. Quiero creer que
Iberdrola no forma parte de ese complot deliberadamente —de hecho, su base de
datos ha sido recientemente hackeada—, sino que contrata a terceros la caza y
captura de nuevos clientes, sin reparar en los métodos empleados para ello.
El segundo intento de engaño
se produjo al cabo de escasos minutos, cuando recibí un mensaje de texto
diciendo que «el paquete enviado por Correos Exprés no ha podido entregarse
porque no se han abonado las tasas de aduana —unos pocos euros—, por lo que
debía pinchar en un enlace para satisfacerlas. Borré de inmediato el texto.
Pero, ¡qué curioso! Aquella misma mañana me habían entregado un paquete por
Correo Exprés.
Me pregunto si ambas cosas
fueron casuales o por obra de ciber espías —a fin de cuentas, nos tienen
fichados—, que cuando detectaron que había presentado una reclamación a mi
Compañía de la luz o que era el destinatario de un paquete que me tenía que
hacer entrega Correos Exprés, pasaron esa información a un grupo de delincuentes
organizado para que, de un modo u otro, me colaran un gol. O dos.
La existencia de esos estafadores anónimos hace que nuestra vida sea un poco más insegura e incluso peligrosa. Y los supuestos adelantos tecnológicos están de su parte. ¿Cómo luchar contra ello? Supongo que siendo más y más desconfiados. Una pena.
Los trucos y los mercachifles se han prodigado siempre. La diferencia es que ahora hay más y están en las grandes compañías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Del timo de la estampita hemos pasado a trucos más sofisticados.
EliminarUn abrazo.
Es alucinante lo pillados que nos tienen. Se te ocurre mirar algo por por internet, en general, y enseguida te están haciendo ofertas de comercios concretos a los que tú no has accedido.
ResponderEliminarHay una publicidad que debe estar aceptada por la ley y me crispa. En cualquier cadena de televisión o emisora de radio te la encuentras. Me refiero a cuando te ofrecen algo tan barato que solo te cuesta 50 € al mes, pero sin decirte si estás pagando dos meses o doscientos. Encima tienen el morro de decir que no te cobran intereses por el fraccionamiento. Lo triste es que hay gente a la que le parece bien.
Un abrazo.
Vamos dejando nuestro rastro por donde pasamos, aunque solo sea para mirar o consultar. Y algunos programas, algoritmos, o lo que sea, son tan inútiles que aunque ya hayas hecho un viaje a Bilbao con, por ejemplo, booking.com, al cabo de poco esta misma agencia online te lo vuelve a ofrecer, una y otra vez. Todavía me pasa.
EliminarEl truco más frecuente sobre ofertas en telefonía, alarmas, seguros, etc., es dar un precio muy bajo pero sin decir (o lo dice la letra pequeña) que solo es una oferta durante los primeros 6 meses, y luego la cuota acaba siendo mucho más alta. Cualquier cosa es válida para que piques. Ahora que se está haciendo mucha publicidad de coches, ves precios que luego, cuando vas al concesionario, no son reales, pues hay un montón de accesorios necesarios (y que algunos ya vienen de serie) que hay que añadir al precio básico teórico.
Un abrazo.
Estamos a merced de una panda de desaprensivos que no siempre son ilegales porque mira que roban los bancos, las compañías eléctricas, etc.
ResponderEliminarA mí cada poco me entra un correo electrónico diciendo que se ha bloqueado mi cuenta de Amazon y que no se podrán entregar los pedidos por problemas con mi modo de pago y que pinche un enlace. las primeras veces entraba en mi cuenta de Amazon para ver si efectivamente había problemas y como jamás vi nada raro, ahora ya borro los correos sin más.
Hay que andar con un cuidadín...
Un beso.
Pues sí, la verdad es que "algunos" se dedican impunemente al engaño, con el agravante que no podemos hacer nada, excepto protestar. Al menos el movimiento encabezado por Carlos Sanjuán tuvo su efecto. Creo que los jubilados (que, al parecer, somos los más vulnerables porque nos toman por tontos) deberíamos asociarnos y crear una plataforma de denuncia contra los fraudes, je,je.
EliminarY sí, tenemos que andar con pies de plomo, porque el timador aparece cuando menos te lo eperas.
Un beso.
Hola Josep Ma como tenemos tanta avalancha de información a traves de correos, de redes o de teléfono por mucho que seamos desconfiados hay momentos en los que las estrategias son tan elaboradas que nos hacen caer. Es una vergüenza que no se cuide más todo este tema porque las estafas están a la orden del día y especialmente entre la gente más mayor. Nos han hecho desconfiados y ni siquiera así estamos a salvo porque hay gente que no tiene ningún escrúpulo en engañar y cada vez las estafas son más sofisticadas y si te cogen con prisas es fácil que se caiga.
ResponderEliminarY sí estos profesionales del engaño lo utilizan todo para hacerte caer, a mi cuando me llaman y me dicen que la conversación está siendo grabada ya me escama porque yo no he llamado y esas grabaciones las utilizan como contrato así que ahora no atiendo a nadie ni doy ningún dato por teléfono ni por correo.
Un beso
Hola, Conxita. Cuando recibo llamadas al teléfono fijo (que casi no utilizamos), ya anticipo que será una llamada comercial, por lo que estoy tentado de no descolgar el aparato. Pero como mi fijo no tiene identificación de llamadas (antes sí porque este servicio, al igual que el de contestador, era gratuito y ahora hay que pagar por ello), temo que pueda ser una llamada importante y acabo atendiándola. Si después de decir "¿si?" hay un intervalo de tiempo sin respuesta, ya sé que es una llamada comercial, pues deduzco que quien llama desde una centralita no le pasa la llamada al comercial hasta que se aseguran que alguien descuelga el teléfono. Si al repetir "¿Si?" nadie contesta, cuelgo inmediatamente. Aun así, en el caso que menciono, no debí seguir esta regla o bien (no me acuerdo) contestaron enseguida, y esto me llevó a lo que siempre he temido. Y es que por mucho que te protejas siempre hay un momento de vulnerabilidad. A veces he pensado que nosostros también podríamos grabar esas llamadas de intrusos y luego tratar de averiguar el número desde el que han llamado para hacerles la puñeta, je,je.
EliminarUn beso.
El tema de las compañías distribuidoras de electricidad es de cárcel: facturas hinchadas, cobros cuando a ellos les parece, acumulación de facturas que no te cobran y luego vienen todas de una vez, precios desorbitados...y esto es el fraude "legal". Si luego hablamos ya del spam telefónico o al correo parece que vivimos en una sociedad de estafadores sin que nadie mueva un dedo. Una verdadera vergüenza.
ResponderEliminarAbrazos, Josep.
A mi mujer la están llamando al móvil, casi cada día, desde números desconocidos y distintos y con prefijos de diferentes provincias, y lo curioso es que no hay forma de colgar, tiene que dejarlo sonar hasta que cuelga quien llama, si es que es una persona. Como ella es mucho más precavida que yo, jamás ha caído en ninguna trampa y cuando es a mí a quien llaman y nota que es un tema comercial, no para de decirme que cuelgue, je,je.
EliminarUn abrazo.
P.D.- Lo de mi reclamación a la Compañía eléctrica esté tomando visos de irrealidad. Por dos veces me han contestado por correo con un texto que se nota preestablecido, pues son mensajes calcados y que, además, no tienen nada que ver con el asunto de mi reclamación. Según acabe esta historia para no dormir, le dedicaré una entrada.
Esto me recuerda el timo que le gastarón a la pobre de mi madre hace ya unos cuantos veranos. Llamaron a la puerta donde veraneabamos en el Campello(Alicante) y le dijeron a mi madre que eran del butano y le enseñaron una identificación y todo,y que tenian que hacer una revisión del gas, y además le dijeron que tenian que cambiar la goma de la botella porque estaba mal, total que mi madre cayo, y se marcharon a los cinco minutos aparecio el vecino de enfrente y le dijo a mi madre que le acababan de timar y sacarle no me acuerdo cuanta cantidad, y efectivamente nos cercioramos y le acababan de timar, se quedo la pobre echa polvo pero son cosas que por desgracia pasan y por internet ya ni te cuento.
ResponderEliminarYo correo que veo extraño o que lleva algún enlace directamente lo elimino, ni me molesto en abrirlo.
Y nos acabamos de cambiar de compañia precisamente a Endesa, tu información me viene bien para posibles problemas.
Un abrazo.
A mi padre también intentaron timarle diciéndole que eran de Telefónica y que, como era una persona mayor, le ofrecían un precio especial. Él, aunque mayor, todavía tenía entonces la cabeza clara, sospechó cuando le pidieron unos datos que consideraba que ya debían tener después de muchos años de ser cliente. El caso es que los envió a freir espárragos y llamó de inmediato a la Compañía telefónica, quienes le confirmaron que no exitía ninguna tarifa especial como la que le habían ofrecido y que lo más probable fuera que pretendían que firmara un contrato con otra Compañía.
EliminarHan pasado más de veinte años de eso y siguen intentando estafar a la gente, pero ahora con métodos más sofisticados, para que no nos demos cuenta del engaño.
Mi problema actual con Edesa espero que sea puntual y acabe resolviéndose a mi favor. Llevo con ellos más de 40 años y nunca he tenido ninguna queja, y es que el problema no es de la Compañía en sí sino del personal inútil que se encarga de facturación y, más aun, de las reclamaciones. Este tema daría para otra entrada, pues tengo entendido que hay Empresas que cuando reciben una queja, automáticamente la deniegan con cualquier excusa, esperando que el cliente se conforme o se canse. Solo cuando vuelven a recibir la misma reclamación por parte del mismo cliente, ya se lo toman un poco más en serio. En mi caso, es la tercera vez que lo hago y la persona que me atendió la última vez se puso a la defensiva con un tono maleducado. Si me vuelven a contestar con el mismo texto estándar que han venido utilizando en las dos ocasiones anteriores y que no tiene nada que ver con el motivo de mi reclamación, me presentaré en una de sus oficinas, a ver si con la factura errónea en la mano, el ser humano que me atienda se da cuenta del despropósito. Y si no, me cambiaré a otra Compañía, que hay muchas y se pelean por conseguir clientes, aunque algunas ulilicen métodos poco ortodoxos, je,je.
Un abrazo.
Es alucinante el mundo en que nos ha tocado vivir. La verdad es que si vivimos en alerta permanente corremos riesgo de infartar (ja, ja...) pero por otra parte no hay que ser pardillos, claro. En fin, Josep, que te entiendo perfectamente.
ResponderEliminarLo de los correos que dicen que tienes que pagar no sé cuánto para que tu pedido llegue a tu casa cuando uno no ha pedido nada de nada es de traca. Yo los ignoro sistemáticamente y los borro a decenas un día sí y otro también; menos mal que Gmail me los envía a Spam y allí, lo sé lo sé, se aburren muchísimo hasat que llego yo y zás, zás, zás, me los cargo de una sentada.
Lo que nunca abro son los enlaces que me llegan a no ser que conozca al emisor. Y respecto al número de las cuentas corrientes estoy contigo en que no hay que darlo alegremente. Una vez plantee el asunto en mi oficina del banco y me vinieron a decir que dar el número en sí no es muy de riesgo dado que para los pagos se exige confirmación por contraseña o/y código enviado por sms; pero bueno, es verdad que nunca se sabe lo que los malos pueden urdir.
Otra cosa, y ya acabo, es lo de las llamadas telefónicas que te hacen de números desconocidos con prefijos de otras provincias e incluso países. Yo los bloqueo sistemáticamente especialmente cuando el móvil me dice que es Spam lo que está entrando. Pero los muy c****** cambian de números y vuelven a la carga una y otra vez, aunque desde que practico el sistema del bloqueo muchísimo menos.
Un abrazo
Tengo que reconocer que, si no fuera por algunas de las advertencias recibidas sobre posibles engaños, habría caído de cuatro patas en alguno de ellos, pues los muy c***** (je,je) se las apañan para idear nuevos trucos. En dos ocasiones recibí a través de Messenger, el correo de facebook, una pregunta (no recuerdo cuál) que procedía aparentemente de uno de mis contactos, e incluso aparecía la imagen de su perfil. Como me olí algo raro, le escribí yo preguntándole si había sido él/ella el remitente de ese mensaje, cosa que negó. Al poco vi cómo ese y otros usuarios de facebook advertían de que alguien estaba utilizando su perfil para enviar mensajes engañosos, que los borráranos y no contestáramos pues, de hacerlo, podíamos ingresar un virus en nuestro ordenador.
EliminarComo digo en mi entrada, llegará un momento que pagarán justos por pecadores, pues rechazaremos cosas perfectamente legales y sin ninguna trampa.
Un abrazo.
Hola Josep, pues sí la única forma que nos queda, como dices tú, es ser cada vez más desconfiado porque estando las redes por medio, todo puede pasar, y se siente uno totalmente desprotegido. Yo no cambio absolutamente nada de lo que tengo ni aunque me ofrezcan la luna, además no les doy opción a que me lo expliquen, y también alguna vez he dicho que si quiero algo ya lo haré por mi cuenta.
ResponderEliminarHay un timo bastante grande... llaman por teléfono una persona que habla inglés, y muy mal español pero se le entiende, de parte de Microsoft diciendo que han recibido desde nuestro ordenador una avería que ellos tienen que arreglar y que el costo es de ciento y pico. Un amigo mío se lo creyó, menos mal que la mujer estuvo avispada y pudieron arreglarlo. A mi me han llamado un montón de veces y les corto diciendo que ya se que es un timo y cuelgan rápido. Una vez lo miré en Internet, y efectivamente es un timo.
Antes venían a vender seguros y demás, por las puertas y también tenía uno miedo de dejarlos pasar por si acaso... y ahora por teléfono, es tremendo.
Un tema interesante y extendido.
Un abrazo y buena semana.
Hola, Elda. La llamada de Microsoft ya la he recibido tres veces y en las tres he enviado a ese individuo de habla inglesa o con acento inglés (real o simulado) a hacer puñetas. Lo de que han detectado un virus en mi PC y tienen que entrar en él para resolver el problema no hay quien se lo trague, pero insisten a ver si dan con un incauto que se deje engañar. Supongo que alguna vez se han salido con la suya y por eso repiten.
EliminarDebería existir un sistema para identificar a esos piratas y así poderlos denunciar. Pero son muy listos y supongo que tienen mil trucos para escabullirse de cualquier pesquisa.
Un abrazo y que también disfrutes de la semana, por fría que sea.
¿Sabes lo más "gracioso" del tema? Que, desde hace unos años, existe una "Ley de Protección de Datos" que los politicastros de turno aprobaron en el Parlamento -menuda panda- precisamente para proteger al ciudadano frente a este tipo de estafas. Y yo me pregunto, ¿cómo es posible que permitan que ciertas compañías (de telefonía, eléctricas, de Internet, ¡hasta de venta de colchones!), sigan acribillando con llamadas a todas horas del día y de la noche al cansado consumidor y posible víctima habiendo obtenido nuestros datos personales de no se sabe bien dónde? ¿Por qué las autoridades competentes no toman cartas en el asunto? ¿Por qué no prohíben este tipo de prácticas? Recuerdo que durante el confinamiento se llegó a un acuerdo para que no se efectuasen este tipo de llamadas, una especie de "tregua". Y, efectivamente, durante esos tres meses no recuerdo recibir llamada alguna de ese tipo. Si pudieron hacerlo entonces, ¿por qué no lo han prolongado? :(
ResponderEliminarMe pregunto si a los "jefazos" de estas grandes compañías también los acribillan a llamadas indiscriminadas a horas intempestivas ofreciéndoles "cambiarse a una compañía o tarifa mejor de la que ya disfrutan".
Un abrazo.
Hola, Pedro. Hace tan solo unas semanas Mark Zuckerberg, amenazó con cerrar Facebook e Instagram en Europa si no le permitían trasnferir los datos de sus usuarios europeos a los EEUU, en cumplimiento de una sentenecia del Tribunal de Justicia de la UE que lo prohibe. Este tío cada vez me cae peor, se cree el dueño, si no del mundo, sí de nuestras vidas privadas. Y todo por la pasta. Tendríamos que darnos de baja de todas esas redes sociales que utilizan nuestros datos como moneda de cambio.
EliminarLo malo es que son muchas las aplicaciones que usamos con frecuencia que hacen lo mismo.
Y lo realmnete alarmante es que la inmoralidad se ha convertido en algo común y tolerado.
Un abrazo, amigo.
¡Hola, Josep!
ResponderEliminarGracias por contarnos tu experiencia y que sirva para estar atentos.
Yo me he vuelto muy desconfiada. Cuando recibo un sms de cualquier compañía, o algún enlace, no hago ningún caso. Si a mí me intersa cambiar, llamo yo. El caso es que una vez me puse de muy mal humor cuando llegué a mi casa y vi salir a dos hombres y le dije a mi madre. ¿Quienes son y a qué han venido? Ella me dijo, pues son de la compañía de la luz y me han hecho una oferta y le he dado los datos que me han pedido. Mi padre estaba enfermo y él no sabía qué decir. Se me cambió la cara totalmente y le dije. ¿Cómo? Sin estar yo presente? Le eché la brona. La pobre no sabía cómo reaccionar a mi enfado momumental. Afortunadamente no pasó nada y realmente la tarifa era buena. Pero desde entonces, le tengo totalmente prohibido que abrala puerta a nadie desconocido y mucho menos las llamadas de númeos que no conozca. Le grabé los necesarios para que le se más facil ponerse en contacto con familiares y algunos amigos. Punto!
Yo no uso bizum, ni compro por internet. Pago normalmente en efectivo. A no ser que tenga que hacer la compra del mes.
El caso es que estamos vendidos y nuestros datos pululan a su libremente. Así que andar con mil ojos.
Ah! y suelo mirar en ls RRSS, las páginas de la policía porque cada dos por tres, alertan de las estafas que hay todo los días.
Que tengas una estupenda semana.
Tendremos que hacernos un listado de fraudes para estar alerta, je,je. Pero como los estafadores profesionales se superan día a día, la única solución es decir que no a todo el mundo que nos ofrece el oro y el moro, como se suele decir. Lo malo es que, actuando así, nos podemos perder alguna cosa realmente cierta e interesante. Pero, si tenemos dudas de la veracidad de la oferta en cuestión, con solo llamar a la empresa que la ofrece y verificar si es o no cierta, ya vale.
EliminarUn abrazo y que también tengas una buena semana.
Yo también soy de la opinión de tu mujer, cuando me llaman para ofrecerme oferta súper estupendas les contesto que ya les llamaré yo y así me cercioro de que estoy hablando con quien dicen ser.
ResponderEliminarA todo lo que comentas yo añadiría que algunos estafadores saben si el potencial estafado es una persona mayor. Hace unos años llamaron al teléfono fijo de mi padre para hacer una revisión del gas, decían llamar de Gas Natural y le dijeron que pasarían esa misma tarde y que se querían asegura de que "les abriría la puerta", cuando mi padre me lo comunicó yo noté algo ahí que no cuadraba. Llamé a la compañía del gas y me dijeron que ni tocaba revisión ni habían sido ellos (o las empresas que trabajan con ellos, que ese es otro problema, las subcontratas que dicen ser la empresa matriz). Total que le digo que no abra a nadie y acto seguido me llama la vecina octogenaria del primero para consultarme una llamada muy rara de Gas Natural; le querían hacer también la misma inspección. Me consta que en el edificio no llamaron a nadie más, solo a las dos personas mayores. Inquietante.
De la compañía de la luz también me han llamado varias veces para preguntar por mi factura, pidiéndome datos y yo les digo que esos datos los tienen en la factura por la que preguntan y que ellos mismos han emitido, entonces me salen por peteneras, que si la base de datos que si hay cruce de información y errores, total que les digo que ya llamo yo a la empresa para dar la información y es cuando me encuentro que no han sido ellos. Yo no sé cómo no se persigue más esto porque, a lo que cuentas, está a la orden del día. Si les pegaran un buen multazo o los metieran en la cárcel se les quitaba las ganas de engañar.
Por cierto, si hubiera ido a recoger la cantidad de paquetes que me están esperando a que clique en el enlace pertinente ya tendría un trastero lleno con los envíos, ja, ja, ja.
Un beso.
Si llaman con antelación para anunciar una visita, aunque sea fraudulenta, por lo menos tienes tiempo para comporbar con la Compañía que supuestamnete tiene que hacer la revisión si es cierto o no. Lo malo es cuando a la gente mayor se les presenta un individuo diciendo que viene de parte de la Compañía de la luz o del gas para hacer una revisión. De todos modos, como apuntaba en mi entrada, a veces la negligencia de algunas Empresas te hacen sospechar injustamente. Hace unas semanas recibí una llamada de un individuo que dijo que llamaba en nombre de la empresa que instaló la alarma en nuestra segunda residencia, asegurando que la batería se estaba agotando y que debían proceder a recargarla. Cuando le pedí la contraseña (siempre que esa Empresa se pone en contacto conmigo o yo con ellos, tenemos que identificarnos cada uno con una palabra clave. Pues en ese caso, el intefecto me dijo que a ellos, los técnicos, no les dan acceso a esa clave. Como no me lo tragué, le dije que no me creía nada de lo que me decía y le colgué. Cuando llamé a atención al cliente me dijeron que era cierto, que la batería de la alarma estaba muy baja y que había que hacer un mantenimiento y que también era cierto que los técnicos que se encargan de ello no saben la palabra clave. ¿Por qué demonios no me informaron previamente desde la Central de este hecho y de que recibiría una llamada? No habría enviado a freir espárragos al pobre técnico, aunque también me dijeron que había hecho bien. ¿No es una contradicción? Mucha seguridad por un lado y ninguna por otro.
EliminarUn beso.
Efectivamente Josep, no queda otra opción que volverse más y más desconfiados, pero como bien señalas, y es algo que creo desde hace tiempo, más vale pecar de exceso. Mejor quedar como el hijo de puta que no ayuda al desconocido que como el gilipollas al que timaron por querer ser amable con alguien. A eso nos han orillado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por culpa de esa desconfianza, en más de una ocasión no hemos actuado correctamente. Si alguien te pide ayuda en la calle ya piensas que te prente timar o robar (lo más probable). Podría contar dos experiencias (pero no lo haré porque sería muy largo, je,je) que mi "generosidad" para con alguien aparentemente muy necesidado de ayuda y un gran actor por cierto, me timó una buena cantidad de dinero. Desde entonces me he vuelto egoísta y declino toda ayuda económica, aunque sea un euro, que me pidan en la calle con cualquier excusa (para comprarse un sanwich o para el billete del autobús). Es una verdadera lástima.
EliminarUn abrazo.
Hola.
ResponderEliminarEs terrible, nuestros datos están emn manos de desaprensivos. Yo recibo muchas veces lo de Correos Exprés, ya ni lo miro.
Y lo de tu factura, uffff, la última que he pagado es terrible, me pilló la subida y no se puede decir la cifra tan brutal, se han pasado. Y nos tienen pillados porque era para que todos nos negásemos a pagar, pero claro, a ver quien vive sin luz hoy en día, que todo es eléctrico.
Feliz martes.
Hola, Gemma. Con nuestros datos corriendo de mano en mano estamos sometidos a un tremendo control y quedamos a expensas de cualquier estafador. Lo de mi factura de la luz, que asciende a más de 800 euros, es harina de otro costal, pues no tiene que ver con el encarecimento de la luz sino que me han tergiversado el consumo. En el detalle del mismo por franjas horarias resulta ser de unos 3.000 kWh, mientras que en la primera página, en la que figura el resumen y el montante de la factura, ese dato se ha convertido, por acto de magia, en más de 4.000 kWh, y no hay forma de que entiendan que se trata de un error (no sé si humano o informático), pues en todas las demás facturas ambos datos coinciden. Su respuesta a cada reclamación es la misma (parece un texto estandar que copian cada vez): que las lecturas son correctas y reales. Lo que más me saca de quicio es que sean incapaces de comprender en qué se basa mi queja. Sospecho que como deben estar recibiendo centenares de quejas por el encarecimoento de la factura, las tratan todas del mismo modo sin atender al detalle. Si esta vez vuelven a darme idéntica respuesta, me presentaré en una oficina de Endesa con las facturas (las correctas y la incorrecta) en la mano, y si aun así no me lo solucionan, cambiaré de Compañía.
EliminarUn abrazo.
Estamos viviendo en un mundo que los engaños y timos están a la orden del día. Yo caí en una donde me cobraron una suscripción a una cadena de música y no me di cuenta hasta haber pagado la sexta cuota. Pude hablar en ingles con ellos y conseguí que me devolvieran todas las cuotas menos la primera. Los fraudes creo que me llegaron a través de Amazon. Debí pinchar algo. Menos mal que se portaron bien la casa, no Amazon que a ellos no hay por donde pillarles. desde entonces yo borro todos los correos que no espero sin abrirlos. Un abrazo.
ResponderEliminarPues sí, Mamen, estamos rodeados de estafadores que no pierden la mínima oportunidad para atacarnos del modo que sea. En tu caso parece que más que un fraude fue un error por tu parte, y tuviste suerte que te reintegraran las cuotas menos la primera. Lo único que tengo que reprochar a Amazon es la gran dificultad para contactar con ellos telefónicamente. Todo lo tienen diseñado para que lo hagas a través de su página web, pero no puedes escribir tu consulta o queja particular, sino que tienes que buscar en un desplegable el motivo y, si lo encuentras y pinchas en él, te sale ya una respuesta preconcebida, que muchas veces no te soluciona nada. Yo dí con un teléfono con el prefijo 91 de Madrid, pero aun así las personas que lo atienden suelen ser incapaces de resolverte el problema. Este es uno de los problemas de la comunicación con las grandes Empresas (algo que ya traté en una entrada antigua), que tienen muchos filtros para dificultarte el contacto directo con un responsable.
EliminarUn abrazo.
Hay que estar alerta en todo momento, esto ya es agotador. Es que por todas partes intentan sacarnos dinero, porque es eso: sacarnos dinero de manera engañosa, fraudulenta. Pero ¡cómo no puede haber nada ni nadie que impida a esta cantidad de "timadores" obrar de manera impune! Y nosotros vale, pero, ¿y la cantidad de personas mayores que viven solas que por sí son gente incauta que creen que todo el mundo es bueno?¿Qué es de ellos?¿Quién mira por ellos?
ResponderEliminarTerrorífico.
SAludos.
Ayer mismo recibí un correo de la (supuestamente) Financiera de El Corte Inglés pidiéndome que verificara mis datos para, de este modo, poderme ofrecer un mejor servicio. Para ello debía pinchar en un enlace adjunto. ¿Verdad o mentira? El caso es que borré el email y pensé que si era cierto ya actualizaría lo que fuera cuando volviera a comprar algo a plazos. Existiendo tantos engaños de este tipo, ¿cómo es que una empresa como El Corte Inglés (si es que era esa entidad) envía este tipo de mensajes que te hacen sospechar? Por eso decía en mi entrada que a veces son las propias empresas las que, con su conducta negligente, nos ponen en un brete.
EliminarSaludos.
Hola, Josep Maria.
ResponderEliminarLa verdad es que soy bastante desconfiada y nunca doy datos por teléfono, es más no cojo ni promociones que me ofrezcan, (soy contable), ja, ja, se tiene que notar algo mi profesión, somos huraños y recelosos, si no cuadra no lo aceptamos, ja, ja Pero es que si quiero alguna promoción seré yo quien la busque, a parte que me parece abusivo el tema de que nuestros datos los tenga cualquier compañía y por más que insistas en que te den de baja de su base de datos, pasen, y vuelvan a llamar al cabo de 5 minutos.
Un beso.
Hola, Irene. Haces bien, no hay que fiarse de nadie y menos de los que ofrecen duros a cuatro pesetas, como se decía antes, je,je. Nadie regala nada y, si puede, te toma el pelo. Yo también he dejado de aceptar promociones que te dicen, por ejemplo, que si contestas a un cuestionario te obsequian con un producto y luego resulta que para recibirlo tienes que abonar unos gastos de envío que suben más que el valor del regalito, o bien el obsequio consiste en una demostración en directo de un artilugio que luego te intentan vender o un análisis del agua del grifo para determinar su dureza y con ello pretenden que compres un descalcificador o un aparato de ósmosis. Estos son ejemplos reales con los que me he encontrado. Ahora ya ni me paro a escuchar sus maravillosas ofertas. Pero como los estafadores cada vez perfeccionan más sus artimañas, no estaoms del todo libres de caer en una trampa.
EliminarUn beso.