jueves, 3 de octubre de 2019

Otra vez la maldita informática



Hay un libro titulado “Ya está el listo que todo lo sabe”, cuyo autor es el bloguero Alfred López, dedicado a dar respuesta a curiosidades y preguntas que muchos nos hemos hecho en más de una ocasión. Pues bien, a mí se me podría atribuir algo así como “ya está de nuevo el pesado que se queja de todo”. Pero es que es algo más fuerte que yo y no puedo refrenar mis ansias de arremeter contra todo lo que me molesta.

Así pues, siguiendo esta tónica, voy a dedicar hoy este espacio a quejarme, una vez más, de la informática y sus inconmensurables desmanes y misterios.

Son muchos los disgustos que la informática me ha dado y, siendo sincero, no todos atribuibles a sus programas o aplicaciones, sino, muy probablemente, a mi falta de conocimientos y torpeza. Estos fallos me los tengo que tragar y entonar el mea culpa. Uno sabe lo que sabe y a mi edad no se pueden esperar prodigios. Pero lo que realmente me subleva son los fallos “de origen” y que te dejan con el culo al aire, debiendo recurrir a un auxilio externo. El más grave y reciente tuvo lugar el día antes de marcharme de vacaciones.

Yo suelo guardar una copia de todos mis documentos en un disco externo de gran capacidad, pero hacía unos días que no había realizado tal operación. Esa tarde, la víspera de mi viaje a Asturias, al apagar el ordenador, en la pantalla apareció “actualizar y apagar” o “actualizar y reiniciar” (opciones que me aparecen con cierta frecuencia cuando apago el PC). Si hubiera optado, como de costumbre, a la primera, no habría sabido lo que había ocurrido, pues al día siguiente ya no estaría en casa. Algo debió inspirarme para optar por reiniciar tras la actualización automática, que, digo yo, ¿por qué te obligan a ello en lugar de darte la oportunidad de omitir esa operación?

El caso es que, cuando, pasado unos minutos, el ordenador se reinició, lo primero que observé es que la imagen habitual de fondo de pantalla era la típica e insípida de Windows (la ventanita con fondo azul) en lugar de las bellas imágenes que últimamente aparecían. Algo andaba mal, me dije. Cuando entré para revisar mis documentos e imágenes archivados en las carpetas correspondientes ─pues tuve un pálpito de que algo grave había ocurrido─, todos habían desaparecido por arte de magia. Todas esas carpetas estaban vacías. Podéis imaginar mi enojo. No era mucho lo que había perdido (unos cuantos relatos, decenas de fotografías y documentos varios), pero aun así eran importantes para mí e irrecuperables.

Tras varios intentos infructuosos, reiniciando el sistema, por si se producía el milagro y lo que había desaparecido resucitaba entre los vivos, tuve que echar mano de alguien con conocimientos de informática. Y ahí estaba, por fortuna, un seguro que me cubría, entre otras cosas, un “servicio de ayuda tecnológica integral” disponible las 24 horas del día y los 365 días del año. Eran las 21:30 cuando llamé a ese servicio y no fue hasta pasadas las diez de la noche cuando un “técnico informático” se puso en contacto conmigo.

Entretanto, mi mujer iba buscando, desde su portátil, información al respecto y cómo solventar el problema. Las noticias que me dio no podían ser más desalentadoras. Según pudo leer, Windows 10 (la versión que tengo instalada de origen) había dado serios problemas al actualizar el equipo, uno de ellos la pérdida de archivos, que no eran recuperables.

Cuando ya estaba subiéndome por las paredes, el informático, muy amable a pesar de la hora intempestiva, intentó tranquilizarme, pero sin darme demasiadas esperanzas. Se introdujo en mi ordenador por control remoto y empezó la búsqueda del Santo Grial. Estuvo largo rato buscando por aquí, buscando por allá, sin resultados. Todo eran expresiones de extrañeza. Hasta que, de pronto, yo diría que casualmente, encontró una carpeta de imágenes en una ubicación distinta a la habitual, concretamente en “OneDrive”, un lugar de almacenamiento que descubrí tiempo atrás por darme unos problemas que omito para no convertir esta entrada en un panfleto reivindicativo. Solo diré que es gratuito hasta que superas un determinado nivel de almacenamiento, a partir del cual es de pago mensual. Por tal motivo y con la ayuda de otro informático del mismo servicio, decidí eliminado. Pero ese sí que, contra todo pronóstico, ha acabado resucitando (o no estaba definitivamente muerto, sino catatónico). Otro motivo de queja. Aparece lo que te fastidia y te limita, pero lo que desaparece, te lo tienes que currar para encontrarlo.

Pude, de este modo, recuperar las imágenes perdidas, que el informático se limitó a copiar de donde las había hallado y pegar en el escritorio, y ya harás con la carpeta lo que te plazca. El resto de documentos no pudo recuperarlos. Pero uno que es terco y no se resigna fácilmente, sin haber cenado todavía, inició una búsqueda por los mismos andurriales por donde aquel hombre había navegado y ¡zas!, allí estaba una carpeta con el nombre “Documents”, así, en inglés, que volvió a su lugar de origen y que no me he atrevido a traducir al castellano por si acaso se rebela y me hace otra jugarreta.

Cuando, a la vuelta de mis vacaciones, volvió el ordenador a plantearme esas dos opciones de actualización de las que uno no se puede escapar, me eché a temblar, pero con la tranquilidad de que todo estaba almacenado en el disco externo. En esta ocasión, sin embargo, todo quedó intacto, pero me he percatado que ahora, cuando guardo un documento por primera vez, se despliega un cuadro de diálogo que pregunta dónde lo deseas guardar y que, por defecto, lo haría en OneDrive, algo que ahora evito. ¡Que se jorobe ese OneDrive!

Ojo, pues, con las actualizaciones forzosas. Guardad una copia de seguridad antes de aceptar cualquiera de esas dos opciones (actualizar y reiniciar, o actualizar y apagar). Afortunadamente se puede optar por una tercera opción que mantiene encendido el equipo y que dice algo así como Suspender.

Yo a quien suspendería, si pudiera, es a los programadores culpables de estos despropósitos, intencionados o no.

¿Realmente son necesarias todas esas actualizaciones? En el móvil ocurre algo parecido. A veces el sistema te advierte que hay una serie de actualizaciones disponibles y podemos decidir activarlas o no. Pero muchas otras te informan de que se han actualizado automáticamente un buen puñado de aplicaciones sin contar con tu aprobación. ¿Es normal que Facebook, Amazon shopping, Instagram, Shazam, YouTube, etc. requieran actualizaciones cada poco tiempo? ¿Hay algo pernicioso que nos quieren introducir con ellas? En el ordenador hay actualizaciones optativas que, si no te fijas bien, incluyen la inserción en paralelo de programas no deseados, una forma de engaño encubierto.

Y no menciono esas “advertencias” que aparecen de pronto, como un desplegable que asoma por la base de la pantalla, poniendo en duda la seguridad del equipo, cuando el antivirus indica que todo está correcto y a salvo, porque esto entraría en el terreno de los intentos claros de fraude, de lo que trataré en mi próxima entrada.


37 comentarios:

  1. ¡Madre mía! Esto de la informática es para contar y no parar. Muchas veces es mejor dejarlo todo como está y no moverlo. Yo no tengo mucha idea, solo se lo de andar por casa, y para lo que hago con eso me basta, pero me fastidiaría mucho perder los trabajos que tengo guardados desde hace años. Quizá no tengan mucho valor, pero para mí son importantes.De momento con mi ordenador me entiendo, pero pánico me da el día que se estropee y tenga que cambiarlo. La informática nos ha facilitado muchas cosas, pero también es verdad que nos dificulta otras. Hay que armarse de paciencia con ella. Un abrazo, Josep

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    1. Como suele decirse, tenemos conocimientos de informática "a nivel de usuario", que es como decir justito, justito, jeje.
      Creo que, en algunas ocasiones, ni un informático profesional sabe lidiar con algún problema, y es cuando te dice que reinicies el ordenador. A veces, apagar y volver a encender soluciona el problema, pero otras veces no y entonces ves cómo todo se va al carajo. Es cuando uno dice aquello de "virgencita, virgencita, que se quede como estaba", jajaja.
      Un abrazo.

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  2. Eso de ordenador personal desapareció con el sistema MS-DOS. Evidentemente con windows se ha adelantado mucho y es todo mucho más sencillo, pero yo todavía recuerdo con cariño cuando las cosas estaban donde yo quería, en vez de (como ahora) donde le da la gana al sistema.
    Ya veo que tu próximo libro se va a titular "La informática y la madre que la parió".
    Un abrazo.

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    1. El sistema siempre manda, jeje.
      Pues me gusta más el título que propones para del libro que el que tenía pensado: "Un tonto en apuros".
      Un abrazo.

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  3. Es cierto que el papel impreso se puede quemar pero creo que al final la única seguridad total es guardar los archivos en papel o en algún dispositivo externo a nuestro propio ordenador. Y dicen que la Nube es segura, ja, ja, ja. También decían que quien tuviera los comentarios asociados en su blog a Google + podía estar tranquilo...claro tranquilos de que algún día les iban a desaparecer. Bendita, pero también maldita informática.
    Un abrazo Josep.

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    1. Desde luego, todo en esta vida tiene sus pros y sus contras, y la informática no es una excepción. Lo que ocurre es que uno carga contra ella solo cuando las cosas no funcionan como debieran, y creo que, en contra de todo pronóstico, eso ocurre con demasiada frecuencia. Por lo menos a mí, jeje.
      Un abrazo.

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  4. A mí me pasa a veces, y me da mucha rabia. No podemos enemigos de la informática, pero yo creo que maiga de ella no lo seré nunca.

    Un abrazo

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    1. Yo me enfado con ella como con los niños, cuando se porta mal. Para mí, la informática es como un niño rebelde y maleducado.
      Un abrazo.

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  5. Las actualizaciones están pensadas para petar el ordenador, o el dispositivo correspondiente (móvil, tablet, etc...) Cuando cargas una actualización nueva los requerimientos de software que exige cada vez son mayores y llega un punto en que el dispositivo no alcanza ese nivel y entonces deja de funcionar correctamente, (va muy lento, se queda bloqueado, etc, etc) y es entonces cuando te ves en la obligación de comprarte un modelo más moderno, con más potencia y... más caro.
    A mí, cada vez que sale el mensajito de que va a actualizar se me llevan los demonios, me tiro un buen rato jurando en arameo... y actualizo porque no me queda otra. Eso sí, siempre hago salvado de ficheros muy a menudo porque una vez una de esas actualizaciones a punto estuvo de cargarse mi portátil y de que a mí me diera un infarto porque estaba en pleno proceso de escritura de la tesis y no había salvado todos los ficheros. Menos mal que tengo un informático en casa que es un artista y me salvó el ordenador y la salud.
    Ahora la UE dice que va a obligar a los fabricantes de electrodomésticos a tener piezas de repuesto para que una lavadora o un frigorífico no se queden obsoletos a los cuatro años de fabricarlos, a ver si también tienen narices de meterse con las empresas informáticas para que dejen de actualizar tan a menudo y no den la paliza.
    Espero que no tengas más problemas, pero si los tienes, aquí estamos para que te desahogues y denuncies.
    Un beso.

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    1. Al menos tú no puedes decir aquello de "en casa del herrero cuchillo de palo", jeje.
      Yo, en cambio, no tengo a nadie que pueda echarme una mano y así me va. Mi ordenador tiene poco más de dos años, así que todavía es lo suficientemente joven como para que le dejen en paz, pero sí noto que de vez en cuando hace cosas raras.
      Lo de la presunta falta de repuestos es otro tema de juzgado de guardia. Esa cantinela de que le va a costar más caro repararlo que comprar uno nuevo, ya nos la sabemos de memoria, pero no nos queda otra que aguantarnos. Ojalá la UE meta mano en este asunto y en el de la obsolescencia programada y dejan de tomarnos el pelo.
      Un beso.

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  6. Sí, la verdad que es un fastidio, estás tan confiado de que todo va bien, y de repente se fastidia algún asunto. A mi me paso con el móvil, me estuvo saliendo cada vez que encendía la pantalla: actualizar sistema. Ya me tenía tan harta que le di a actualizar, salió el muñequito de los cuernos, jajaja, y claro que se actualizó, pero a cuando sale de fábrica... se me borró todo, pero todo. Después de pasar un soponcio (más que nada por los teléfonos, y las fotos) estuve medio día buscando en otro móvil que tenía a mano, como solucionarlo. Ya no me acuerdo, pero los teléfonos los conseguí aunque no todos, y las fotos estaban en Google, pero wsp lo tuve que descargar de nuevo, y las fotos que allí tenía, esas no aparecieron. En fin, la tecnología es para estudiarla a fondo, pero a mi me pasa lo que a ti, hasta que no lo consigo no paro, y toco en todos los sitios y miro en los tutoriales. Yo si volviera a nacer, estudiaría informática porque me encanta.
    Un abrazo Josep.

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    1. Los móviles son otro motivo de enfado. Ahí sí que se nota que a medida que vamos actualizando el sistema cada vez rinden menos y empiezan a dar quebraderos de cabeza. A mi anteior smartphone, un Samsung Galaxy, al final o tenía que poner a cargar dos veces al día, y eso que no lo usaba mucho. Hace poco me lo cambié por un Huawei bastante bueno y va muy bien y hace unos fotos estupendas, pero con la controversia entre los EEUU (o debería decir Trump) y la China, algún día me quedaré sin Google, Facebook o WhatsApp. El caso es tenernos cogidos de pies y manos y depender de las grandes multinacionales, que son las que están detrás de todos estos problemas informáticos.
      Si me reencarnara, yo también quisiera ser informático, pero no porque me guste sino porque están muy solicitados y algunos cobran un pastón, jajaja.
      Un abrazo, Elda.

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  7. Hola.
    A mí esas cosas me las programa mi marido. Él formatea, resetea y me arregla todo, que es el que sabe, yo a veces lío cada una...y respecto a Drive yo lo tengo a puntito de llenarse, pero no lo uso, está ahí, aún no sé porqué, jejeje.
    Muy feliz finde.

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    1. Así que, al igual que Paloma, tú también tienes ayuda en casa. ¡Qué suerte! A ver si me prestáis vuestros maridos algún dia, jajaja.
      Lo que a mí me ocurrió con OneDrive es que, sin saberlo, todo se guardaba por defecto en él en lugar de en el disco duro, y solo me enteré cuando me avisó de que había superado la capacidad de almacenamiento gratuito y que si quería seguir con él debía pagar no recuerdo cuántos euros al mes. Entonces, iluso de mí, creyendo que todos los documentos y fotos estaban guardadas en ambos lados, en Drive y en el disco duro, empecé a borrar el contenido del Drive para dejarlo casi vacío, pero entonces, tachaaan, se borró todo de todas partes. Menos mal que en aquella ocasión había hecho una copia de seguridad hacía tan solo un par de días. Aun así, con la ayuda de un informático me lo cargué. Y ahora parece que ha resucitado (seguramente gracias a alguna actualización), pero, por lo menos, ahora tengo la opción de guardar los archivos donde yo quiero.
      Puf, vaya rollo que te he pegado, jajaja.
      Un abrazo y feliz finde.

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    2. De rollo nada. A mí me pasó más o menos igual, al recibir el aviso me di cuenta de qu ese guardaba por defecto pero fui borrando sin problemas. Muchas cosas eran tonterías que guardaba para enviarle a mi hermana, o cosas sin importanca y tenía el disco duro y el One Drive petados. Las fotos y vídeos están en un ordenador y una batería externa que tenemos para eso y menos mal, que en mis manos esas cosas son peligorrosas.
      Muy feliz fine.

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  8. La verdad es que no puedo quejarme porque todas las actualizaciones del Windows 10 que he hecho no han tenido las consecuencias perniciosas que algunos contáis. Mi único problema de pérdida de archivos ha sido cuando se me estropeó el disco duro del portátil y me tuvieron que poner uno nuevo. Yo también lo meto todo en un disco externo. Y lo importante lo tengo además en Dropbox y en el OneDrive ese que tú odias. El tener cosas en la nube se vuelve muy cómodo porque yo trabajo con un portátil en León y con otro en Santander y así tengo acceso a todas mis cosas en cualquier parte.
    Un beso.

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    1. Me alegro que no hayas tenido mi mismo problema, aunque, por desgracia, nunca estaremos a salvo de un incidente como el que cuentas.
      Si odio el OneDrive es por lo que le cuento a Gemma, por lo mal que se portó conmigo, jeje. Igual se hubiera podido solventar el porblema de otro modo, pero el informático al que consulté y que me lo desinstaló no me lo dijo. Seguramente, el que está en las nubes soy yo, jajaja.
      Un beso.

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    2. Es cierto que a mí, últimamente, pretende guardarme los word y los PowerPoint en OneDrive por defecto, pero es solo desde hace poco, desde que actualicé el Office.

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  9. Llevas razón en quejarte, Josep, porque como no tengas conocimientos de informática, cosa dificil para quienes no pertenecemos a esta era de las nuevas tecnologías y tampoco tenemos intención de formarnos en este área, pues seremos posibles víctimas propiciatorias de Microsoft y toda su política de datos, aplicaciones, etc.
    Personalmente también he tenido que recurrir al disco externo para el almacenamiento de documentos, fotografías y otros datos menos importantes, porque por supuesto he sufrido algo parecido a lo que nos comentas, con mi ordenador de sobremesa anterior, que tenía instalado el Windows 7 Home Premium, hasta que una aciaga mañana por torpeza e ignorancia, me lo cargué al volver a iniciar el programa sin esperar el tiempo suficiente, dándome el error constante de "Inició sesión con un perfil temporal", total que desaparecía todo lo que había guardado en carpetas, etc.

    No entiendo tampoco ¿por qué nos obligan a actualizar el sistema en lugar de darnos la oportunidad de omitir esa operación?, quizás para que compremos otro nuevo o recurramos a algún servicio técnico, los que carecemos de suficiente preparación o tampoco en casa contamos con un informático.

    Un abrazo.

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    1. Quien más quien menos ha sufrido algún desmán de este tipo, y si no eres un experto en informática estás perdido. Me da la impresión de que cuanto más moderno es el ordenador, más complicaciones tiene.
      Yo tampoco soporto que te veas obligado a actualizar algo a la fuerza. Y en cuanto a las actualizaciones "voluntarias", especialmente en el móvil, esas que te ofrecen, siempre acabo picando porque pienso que la nueva versión será mejor que la anterior. Y me temo que he estado haciendo el "primo".
      Un abrazo, Estrella.

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  10. Lo que cuentas también me ha pasado,pero afortunadamente tengo informático en casa y soluciona cualquier incidencia que le ocurra al ordenador.
    Nosotros si utilizamos la nube para guardar todo lo importante, y hasta ahora no he tenido problema alguno.
    Y en cuanto a la normativa de que va a obligar la UE a que se tengan piezas de recambio durante diez años para todos los electrodomésticos, cuando sea cierto me lo creere, porque no se yo, que quieres que te diga, la< última fue la lavadora, que tuvimos que cambiarla por eso de que le va a costar a ustedes mas la reparación que una nueva, y eso hicimos, de modo que veremos, eso si tenían que hacer lo mismo con los móviles y demás.
    Un abrazo.

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    1. Caramba, cuántas tenéis informático en casa, jajaja.
      En cuanto a la vida de los aparatos en general, muchas son las buenas intenciones de la UE para solventar la falta de mantenimiento, pero, al igual que tú, solo me lo creeré cuando vea los resultados. Supongo que los fabricantes se van a resistir. Hace poco alguien quiso comercializar una bombilla inagotable y le boicotearon de tal forma que dudo muchísimo que lleguemos a verla en las tiendas.
      Un abrazo.

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  11. Desde luego es una faena y con las actualizaciones pasa mucho. En la última a mi se me quedaba la pantalla en negro y estuve leyendo que era un problema de la propia actualización y al final conseguí solucionarlo. Así que ahora cada vez que hay actualizaciones me pongo a temblar.
    Me explicaron que muchas veces lo hacen a propósito para obligarnos a cambiar el aparato por una versión más nueva.
    Vamos que nos toman el pelo, no sé yo si el libro debería ser muchos (y me apunto) tontos en apuro porque es la cara que se te queda con los problemas informáticos.
    Besos

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    1. Parece mentira que algo que debería servir para mejorar el rendimiento, provoque todo lo contrario. Yo, al principio, me apresuraba a acualizar lo que fuera porque pensaba que era un adelanto, pero ahora, si me permiten elegir, me lo pienso mucho.
      Desde luego que nos toman el pelo. Caemos en la trampa sin posibilidades de escapar de ella. Si un móvil o un ordenador te da muchos problemas y nadie te los puede solucionar, acabas comprándote uno nuevo. Así es la sociedad de consumo.
      Un beso, Conxita.

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  12. Creo Josep Mª que los has explicado a la perfección,... muchas veces me pregunto lo que con fines aparentemente lícitos como actualizaciones o mejoras del sistema no nos estarán espiando. Hace poco leí en un artículo que unas personas habían hablado de un lugar, pero sin escribir nada, y a partir de entonces empezaron a aprecer ofertas sobre ese lugar en el ordenador,... casualidad?
    PD.- Yo tampoco guardo nada en On drive.

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    1. Ya es habitual que cuando haces una búsqueda de cualquier producto o de un hotel, al poco recibes un montón de ofertas de los que has buscado. Yo es que no sabía lo que eran los "cookies". Creía que eran pastelitos, jajaja.
      Lo del espionaje, tal como lo cuentas, da miedo. A mí me lo habían contado de los televisores inteligentes que se accionan por la voz, pues las órdenes, me dijeron, no van dirigidas al aparato sino a una central de la que después dicha orden rebota al televisor. Parece ser que desde dicha central te pueden espiar.
      Un abrazo.

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  13. Muchas gracias por citarme al inicio de su post.
    Un cordial saludo, Josep Mª

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    1. De nada, Alfred. Tu libro me resultó muy ilustrativo y entretenido a la vez.
      Un cordial saludo.

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  14. Yo de informática cada vez sé menos, pero de lo que sí estoy segura es que nada de lo que se tenga en el pc está a salvo, primero por los piratas que andan por ahí investigando a dónde entran, segundo por los fallos de los mismos programas y terceros por los fallos que cometemos nosotros, total, yo no cierro el pc sin guardar mis documentos y fotos en un disco externo. Pero eso lo hago desde un tiempo a esta parte porque perder he perdido ni se sabe de información irreemplazable. SAludos.

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    1. Desde que tuve ese percance, cada día, antes de apagar el ordenador, hago una copia de seguridad en mi disco externo. Uno aprende de los fracasos o, como dice el refrán, más vale prevenir que curar.
      Y como una prueba más de los misterios informáticos, esta es la segunda vez que respondo a tu comentario, pues en la primera ocasión desapareció por arte de magia y un mensaje me ha informado de que se había producido un error. ¿Un error de quién? Menos mal que el texto es corto y he podido recordar lo que te decía palabra por palabra, porque a veces me ha sucedido después de escribir mucho y uno se tira de los pelos. Ahora cuando mi respuesta es muy larga, hago un copiar y un pegar en caso de que haya desaparecido.
      Un abrazo.

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  15. Qué pena que tengamos que aprender a base de pasar malos ratos, pero es así. En mi caso, hace muchos, muchos años se me rompió un ordenador, en ese caso, no se trató de ninguna actualización, pero aprendí algo muy importante que tenía que hacer copias de copias para no perder datos importantes.
    Un beso.

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    1. Todos estamos expuestos a esos desastres. Incluso el disco duro esterno puede dañarse y perderse la copia de seguridad. Un amigo, que es fotógrafo profesional, tiene copias de sus fotos guardadas en varios discos duros y en la nube, pero como a mí la nube no me interesa (él paga una tasa para su empleo masivo, pero no le importa pues forma parte de sus gastos profesionales), pues tendré que cruzar los dedos. La única portección extra que uso es con las películas grabadas con mi videocámara, que las tengo en mi ordenador, en el disco esterno y en DVD, aparte de en la cinta original. Pero también hay quien dice que las cintas y los DVD se van deteriorando con el tiempo. Pero ¿qué más podemos hacer para conservar a salvo nuestros documentos e imágenes?
      Un beso, Irene.

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  16. Hola Josep, si analizamos las palabras nos daremos cuenta que " reiniciar " quiere decir volver a los inicios, es decir volver a comenzar de cero y eso es lo que hace el ordenador cuando se reinicia.
    El tener como es tu caso un disco duro externo donde tienes una copia de seguridad es importante. Lo peor es cuando estás trabajando y se cae a red, y llamas a tu compañía y tienes que esperar y esperar por un agente que te de alguna solución y cuando aparece no sabe o tiene que pasarte con otro y así sucesivamente hasta que te desesperas y cuelgas y pasado un buen rato se soluciona solo.
    Cosas de la tecnología, ja ja ja-
    Un abrazo
    Puri

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    1. Muchas veces me pregunto cómo puede ser que, con tantos adelantos tecnológicos, todavía puedan suceder fallos tan básicos que ni un informático sabe resolver a la primera. De hecho, hasta en la NASA se han producido fallos garrafales que han costado millones de dólares o incluso vidas humanas.
      Todavía estamos muy lejos de la perfección tecnológica. Y si se trata de la informática "casera", ya ni te cuento.
      Un abrazo.

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  17. Con lo sencillo que sería encender y apagar y listo!!! Yo tampoco de me llevo muy bien con las nuevas tecnologías pero, tengo que reconocer, que sin ellas estaríamos perdidos.
    Un abrazo.

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    1. Sí, David, podríamos decir aquello de que más vale loco conocido que cuerdo por conocer, je,je. La informática nos ha facilitado muchas cosas, así que si queremos seguir beneficiándonos de ella no nos queda más remedio que apechugar con las consecuencias.
      Un abrazo.

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