No sabría decir si es algo
propio de la naturaleza humana o un defecto patrio, pero en este país, con un
refranero tan rico y sabio, aplicamos uno de los refranes más sensatos al
revés: más vale curar que prevenir.
Tras
un desgraciado accidente, un incendio forestal de gran magnitud (no provocado
por la mano de un pirómano) o unas inundaciones que se han llevado por delante
campos de cultivo, viviendas y vidas humanas, es cuando nuestros “diligentes”
dirigentes se sientan a pensar en las medidas de prevención. Reparar el mal
estado de las carreteras, mejorar la visibilidad y las señales de tráfico,
desbrozar las cunetas, limpiar los bosques y los lechos de los ríos y
torrenteras, canalizar ríos aunque habitualmente tengan poco caudal, mejorar el
alcantarillado, y un largo etcétera de medidas que siempre llegan tarde y nunca
se toman con la debida antelación. Se prefiere invertir el dinero en reparar
que en prevenir lo irreparable.
Hay
infraestructuras de coste muy elevado que, en momentos de recesión económica,
pueden perfectamente postergarse. Autopistas, más kilómetros de AVE y puertos
deportivos, por ejemplo, deberían quedar en la base de una pirámide de
prioridades, mientras que la preservación del medio y la evitación de
calamidades controlables, debería figurar en el ápice.
¿Por
qué, en pleno siglo XXI, todavía seguimos comportándonos en estos extremos como
en tiempos pretéritos? ¿Acaso no aprendemos de nuestros errores? ¿Cómo podemos
permitir pérdidas de millones y millones de euros en una catástrofe natural
cuando seguramente podía haberse evitado invirtiendo mucho menos de la mitad?
Aparte de los daños humanos, que son irreparables, los daños materiales son
predecibles y muchas veces repetitivos. ¿Cuántas veces tenemos que sufrir una
desgracia para que, por fin, alguien se decida a poner un remedio definitivo? ¿Por
qué siempre nos apoyamos en la improvisación en lugar de en la planificación?
Y si
bien, gran parte de estos errores son de la Administración, no es menos cierto
que muchos ciudadanos no ponen de su parte. ¿Por qué acampan y hacen fuego
donde no está permitido? ¿Por qué en un temporal marítimo salen a la mar o se
acercan excesivamente al rompiente de las olas? ¿Por qué circulan a mucha mayor
velocidad de la permitida por carreteras secundarias? ¿Por qué edifican su
vivienda cerca de un barranco? ¿Por qué siguen aparcando su coche en una riera
seca? ¿Por qué hay campesinos que queman rastrojos en días de viento? ¿Por
qué…?
Reproduciendo una frase de Fernando Gamboa González, en su libro
Ciudad negra, “Más valen cien porsiacaso, que un yopenseque”.
Pues sí, tienes toda la razón, prevenir es lo correcto, pero visto está en todas las cuestiones que apuntas, que la culpa la tiene el humano, y sin generalizar, las administraciones que siempre andan a la zaga pensando, ¿pensando qué, dónde pueden meter la mano?. Y muy de acuerdo en que los ciudadanos no ponemos de nuestra parte, en todas esas preguntas que haces y que realmente siempre lo pensamos cuando ya alguna catástrofe ocurre.
ResponderEliminarUna buena reflexión, que siempre viene bien recordar para cometer menos errores.
Un abrazo Josep.
La Administración es perezosa, parece que solo actúa cuando la gente protesta o ya ha sucedido lo que era previsible y no lo tuvieron en cuanta. Entonces todo son excusas.
EliminarMuchas gracias, Elda, por tu aportación.
Un abrazo.
Es verdad. Me encanta cuando nos piden prudencia en las carreteras, cuando algunas son de pánico. De terror por sus socavones, sin arcenes y un largo etc. Gamboa muy sabio.
ResponderEliminarUn abrazo
Es como pedir que la gente utilice el transporte público y este es escaso o no funciona como debería.
EliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que coincidamos.
EliminarUn abrazo.
Creo que la humanidad, y los países sureños en particular, está condenada a repetir un ciclo infernal de errores por la falta de prevención. Supongo que las medidas preventivas aportan pocos votos y luego los salva-patrias cuando ocurre una desgracia los buscan con denuedo. Me encantó la frase de Fernando Gamboa González :)
ResponderEliminarUn abrazo Josep.
Cuando ya ha ocurrido una desgracia, los políticos de turno se apresuran a hacer acto de presencia y hacer esas promesas que luego no se cumplen o se cumplen solo a medias, y echan la culpa a quien estuvo al frente a la administración local, autonómica o central antes que ellos.
EliminarA mí también me gustó esa frase, de ahí que la sacara a colación.
Un abrazo, Miguel.
Los seres humanos somos los únicos animales que tropezamos, no dos veces, más bien un montón, con la misma piedra.
ResponderEliminarEn mi edificio el tejado está de pena. Me ha costado años lograr que se arregle, los vecinos se negaban y el administrados ya no sabía qué hacer, y claro, ahora ya era necesidad imperiosa y menuda derrama hemos tenido que poner(más de 3000€ por vecino)por el abandono en el que estaba. Pues hemos esperado tanto a llevar a cabo esto que la obra se está demorando, ya que hay mucha espera en el tema de permisos. El otro día llovió mucho y se nos formó una gotera en la escalera como en las películas, tuvimos que poner un cubo y era impresionante. El seguro no lo cubre por falta de mantenimiento, y encima hemos tenido desperfectos en la pintura. Si el tejado se hubiese reparado hace muchos años esto no habría pasado, o al menos el seguro lo habría pagado. Somos dejados e imprudentes. Cuando hay ciclogénesis siempre hay gente en el paseo de la playa(el primer sitio que prohiben)haciendo fotos(como tú indicas), y he ido a varios rally y nosotros nos ponemos en un alto, pues la gente en plena curva, en zonas señaladas como peligrosas. Luego pasa la tragedia y hay que prohibir los rall o lo que sea, pues no, hay que saber ir a los sitios. Y así con todo.
Muy feliz día.
Este ejemplo que pones, es el típico y constante en una comunidad, ya sea de vecinos o general.
EliminarPodría citar otra frase de la que siempre nos olvidamos: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Pero somos obtusos y, como bien dices, seguimos tropezando con la misma piedra.
Un abrazo, Gemma.
Ja,ja,ja. Pues sí, son muchas las preguntas (y muchas más que podría hacer) que, efectivamente, son retóricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encantaría tener la respuesta a las preguntas que tú hoy nos formulas y en las que yo misma he pensado alguna vez. Supongo que a nivel de "diligentes dirigentes", gastar dinero en prevención no luce demasiado, porque si las cosas que no deberían pasar no pasan, nadie se de mucha cuenta. Así pues prefieren gastarse los impuestos de los ciudadanos en algo que les de más rédito electoral, que al fin y al cabo es por lo que se mueven todos. La ineptitud sería otra posibilidad.
ResponderEliminarA nivel de ciudadanos, la única opción posible es aceptar que somos, en ocasiones, unos inconscientes de padre y muy señor mío. Añadiría a tus preguntas otra más: ¿por qué hay padres que llevan a sus hijos pequeños a manifestaciones o actos multitudinarios donde, a poco que se tengan dos dedos de frente, es más que posible que haya peligro? Pues ni idea...
Buena reflexión, Josep, como siempre.
Un abrazo de martes.
Es muy cierto lo que comentas, Julia. Sería comparable a un seguro del hogar, que no se hace para no gastar dinero, pero luego, cuando hay una incidencia grave, uno se lamenta por no haberlo contratado.
EliminarDesde luego, existe mucha irresponsabilidad allí donde mires. Se prohibe hablar por el móvil mientras se conduce y una gran mayoría lo sigue haciendo. Luego, si hay un accidente por culpa de eso, todo son lamentaciones.
Muchas gracias, amiga, por venir a leerme y dejar tu comentario.
Un abrazo de miércoles, je,je.
Hola, Josep Maria.
ResponderEliminarComo el comentario de Julia, también me encantaría tener respuestas, pero no es así. Lo peor es que esto se dejará pasar como 'otro' desastre natural más, nada variará, y de nuevo cabe la posibilidad de que vuelva a suceder. Las inversiones innecesarias, dinero que se pierde en infraestructuras que realmente no necesitamos.
Es injusto, sobre todo por esas vidas que ya no están.
Un beso.
Hola, Irene,
EliminarEs muy lamentable ver cómo, a pesar de la repetición de una serie de catástrofes cíclicas, quienes podrían poner remedio minimizando, si no evitando, las consecuancias, no hacen nada. Y lo peor de todo es que no se sienten responsables de esas desgracias humanas, dando la culpa al clima o a los responsables que les precedieron.
Un beso.
Te voy a contestar a la mayoría de esos "por qué" que planteas: porque somos unos inconscientes y nos sentimos invulnerables, las cosas malas les pasan a los demás y a nosotros no. Pero, evidentemente, eso no es así, y luego vienen las lamentaciones.
ResponderEliminarEl problema es que realmente no aprendemos, nos sentimos afligidos cuando ocurren este tipo de calamidades pero luego, cuando se pasa el calentón, otras vez con las mismas.
Un besote y buen miércoles.
Pues sí, Paloma, muchos piensan que no va con ellos. Es como los anuncios aconsejando no superar la velocidad recomendada mostrando imágenes espeluznantes que golpean la conciencia de cualquiera, pero que las ignoran pensando que ellos son inmunes. Pura inconsciencia e irresponsabilidad. Y así nos va.
EliminarUn beso y que el miércoles te sea leve, je,je.
Desde luego la prevención no vende y es mejor inaugurar que mantener en condiciones lo que se construye. Es triste pero es así y después esos grandes políticos se lamentan pero siguen haciendo lo mismo.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo también en que con frecuencia la irresponsabilidad y la estupidez de los ciudadanos muchas veces sorprende.
Besos
Muy cierto, Conxita. Viste mucho más inaugurar una obra tras un desgraciado accidente que haberla hecho cuando correspondía y en silencio.
EliminarY en cuanto a la ciudadanía, las campañas de concienciación parece que no acaban de cuajar, sobre todo en aquellos a quienes les importa un comino lo que no debe hacerse y se hace.
Un beso.
En este país solamente se arreglan los desperfectos cuando se producen las desgracias y los políticos de turno tienen ocasión de prometer y prometer, pero luego hecha la foto también queda hecha la trampa, como ocurre con la ley.
ResponderEliminarEs bien sabido que en cualquier presupuesto se «engorda» el importe, por supuesto a favor de los políticos, no de los ciudadanos que pagamos fielmente los impuestos o Hacienda se encarga de llamarnos al orden... De modo que es una vergüenza el descaro y la codicia de nuestros ¿representantes?... (¿de qué? o de ¿quien? añadiría yo). Estos sinvergüenzas, sean de color que sean, nos utilizan como cobayas para llevarse ese «cazo» de prevendas y vivir a cuerpo de rey.
De ahí que no me canse de repetir que la auténtica revolución es no votar e impedir que esta gentuza se llene los bolsillos con cada convocatoria de elecciones. Y dejo el link, porque todavía hay ingenuos en esta España mía, esta España nuestra...
https://www.vozpopuli.com/espana/propaganda_electoral-Partidos_politicos-Votos-Escanos-Subvenciones-Elecciones_20D-VOZ_20D-partidos-comicios-elecciones-votos_0_870212986.html
Bueno, Josep, me alegro que todavía tengas moral como para promover estos debates que levantan ampollas.
Un abrazo.
No solo se arreglan los desperfectos cuando han causado daños materiales y humanos, sino cuando, además, hay protestas y manifestaciones ciudadanas. Entonces se apresuran a hacer los deberes y salir en la foto como benefactores de la sociedad. Y hasta que esto no sucede, el dinero presumiblemente destinado al mantenimiento, se ha escapado por agujeros negros.
EliminarMuchas gracias por el enlace y por tu aportación.
Un abrazo.
Hola, Josep Mª:
ResponderEliminarEstá claro lo que dices. Es así. Recuerdo -la edad es lo que tiene, que se aleja uno en el tiempo- los varios accidentes con muertos que tuvieron que suceder para que nuestros dirigentes comenzasen la eliminación de los pasos a nivel de ferrocarril. En fin, así somos. Ojalá que las cosas vayan mejorando, aunque... creo que seguiremos en nuestros trece. Me viene a la cabeza esa frase tan poco justificadora de nada pero que se repite mucho: "España y yo somos así, señor/a"
Un fuerte abrazo, amigo
Hola, Juan Carlos.
EliminarSí, la administración suele ser reactiva en lugar de proactiva. Y además es más proclive a poner parches que a sanear lo que está defectuoso. Mira lo que sucedió con el puente de Génova.
Las cosas solo cambiarán si los ciudadanos protestamos y obligamos a nuestros dirigentes a cumplir con sus deberes. Que espabilen. Pero como todavía les seguimos votando...
Un fuerte abrazo.
Lo que pasa es que prevenir es como tirar el dinero. Y si luego no pasa nada, ¿para qué tanto gasto? Así deben de pensar algunos porque si no, no se explica.
ResponderEliminarRespecto a los puertos, aeropuertos, autovías y aves, está claro que da lo mismo gastar el dinero. Es dinero público, mientras que lo que se embolsa el constructor y su primo el político de turno es privadísimo. Lo que no entiendo es por qué siempre ponen la rapiña al servicio de puertos que nadie usa y no en obras preventivas. Creo que tampoco es que se caracterice por su proverbial perspicacia.
Un beso.
Esa debe ser su forma de pensar. Pero lo que no piensan es que sale más caro reparar que mantener. Eso es como el pan para hoy y hambre para mañana. Amtes de invertir en obras nuevas, muchas de ellas innecesarias o, por lo menos, prescindibles, hay que hacerlo en conservar las existentes en condiciones óptimas. Pero, qué le vamos a hacer si no dan más de sí. Solo piensan en sus bolsillos y no en el bien público.
EliminarUn beso.
Por qué seguimos tropezando en la misma piedra una y otra vez...?
ResponderEliminarPorque somos (o son) peores que animales, je,je.
EliminarUn abrazo.
Yo no lo entiendo tampoco, es que la gente no tiene miedo, parece que piensan que las cosas les pasan a los demás. Por otra parte lo de la administración es de traca. Con lo sencillo que sería evitar muchos males.
ResponderEliminarSAludos.
Si uno no mantiene en condiciones su coche, pasando todas las revisiones necesarias, luego se encontrará con averías que se hubieran podido evitar y le costará mucho más caro el arreglo que el mantenimiento. Pues eso mismo es lo que nos ocurre con las infraestruturas en este país. Parece que nunca aprenderemos.
EliminarUn saludo.
Josep .como diría mi abuela, tienes más razón que un santo, es defecto del ser humano tropezar siempre con la misma piedra, y no aprendemos de los errores que comentemos de forma habitual.
ResponderEliminarMuy buena tu reflexión.
Un abrazo
Puri
Eso es porque muchos piensan que el tema no va con ellos, que solo sufrirán las consecuencias los demás.
EliminarMuchas gracias y un abrazo, Puri.
La cultura de prevención es siempre lo mejor. No obstante, es de lo más difícil hacérselo entender a la población común.
ResponderEliminarCreo, Alexander, que la "cultura de la prevención" debería inculcarse a los niños ya ee el colegio, del mismo modo que se intenta concienciarlos en contra del machismo.
EliminarUn saludo.