jueves, 27 de junio de 2019

La cultura, esa desconocida



Siempre había creído que el término “cultura general” era un cúmulo de conocimientos básicos sobre distintas materias, como las ciencias, el arte, la literatura, la historia, etc., etc. Y también creía que todo ciudadano de una sociedad mínimamente desarrollada debía tener una buena dosis de esa cultura. En más de una ocasión, sin embargo, algunas personas, a quienes les gusta polemizar, me lo han cuestionado, argumentando que saber, por ejemplo, dónde murió Napoleón Bonaparte, qué ocurrió en Pearl Harbour en diciembre de 1941 o en qué año Colón descubrió América, no era de ninguna utilidad para encontrar trabajo o ascender en la escala social y profesional. Un director de un banco no tiene forzosamente que saber qué provocó la primera guerra mundial ni qué son las células-madre.

Visto el nivel cultural de muchos de nuestros jóvenes, me inclino a pensar que esas personas tienen razón. También se me ha dicho que quien ha finalizado sus estudios no tiene necesariamente por qué haber aprendido de memoria hechos y fechas que acabará olvidando, sino que debe haber recibido la formación necesaria para saber analizar y resolver un problema, y no me refiero a uno de matemáticas. Desde luego, hay que enseñar a los jóvenes a pensar y dotarles de las herramientas necesarias para la observación, análisis y deducción en cualquier proyecto al que se enfrenten. Revisando la historia educativa reciente, he comprobado que en poco más de treinta años, hemos tenido en España seis sistemas o leyes de educación. Y yo me pregunto si alguna de ellas ha contribuido eficazmente a ello.

Vaya por delante que ni soy profesor, ni pedagogo y, por lo tanto, hablo de vista y oído, nada más, y por mi edad quizá tenga ideas un tanto retrógradas en cuanto a lo que significa la enseñanza. Por lo tanto, ruego a los que sí son profesionales de la misma que tomen esta reflexión como lo que es: una simple reflexión de un ignorante observador que busca respuestas.

Escribí hace algo más de un año una entrada titulada “La letra con sangre entra”, comparando el sistema educativo de mi época de colegial (años cincuenta y sesenta y pico) con el actual, en función de los conocimientos con los que salíamos entonces y salen ahora los jóvenes, y de los métodos utilizados para inculcarnos esos conocimientos. Afirmaba que, a pesar de la excesiva rigidez a la que éramos sometidos los alumnos de aquella época (al menos en la escuela privada y religiosa), nuestro nivel cultural supera al de los jóvenes que han recibido un trato mucho más tolerante. ¿Mano dura o mano blanda? ¿Dónde se sitúa el término medio y la eficiencia docente?

Pues bien, no sé si la aparente incultura de muchos o algunos jóvenes (pues los hay muy bien preparados e incluso brillantes) debe achacarse a un deficiente o laxo plan de enseñanza o bien al supuesto desinterés que muestran por todo lo que les rodea. Y para muestra un botón:

Hace unos días, en el programa de la Sexta “El intermedio”, uno de sus colaboradores, Santi Villas, se lanzó a la calle, micrófono en mano, a preguntar (supongo que de forma aleatoria) a varios adolescentes sobre temas de actualidad. ¿Quién es el actual rey de España? ¿Quién fue su antecesor en el trono? ¿Cómo se llama la reina actual? ¿Y la anterior? ¿Para qué sirve un rey? Para mi sorpresa fueron muchos los que no supieron contestar correctamente a esas preguntas tan elementales. Quienes acertaron con el nombre del regio personaje no supieron decir el número que le corresponde o le correspondió. Unos dijeron Felipe IV, otros Juan Carlos XV, los hubo que “bautizaron” a la reina actual como Sofía o Leonor. Hasta aquí pudiera pensarse que los jóvenes simplemente pasan de la Monarquía, a pesar de que una joven (la que no supo ponerle número a Felipe) se declaró rotundamente monárquica, aunque no supo explicar el papel de un rey. Pero la gota que colmó el vaso fue cuando el entrevistador preguntó cuál de las siguientes cosas (bikini, reggaeton, minifalda o partidos políticos) estuvo prohibida durante el franquismo (a algunos, Franco solo les sonaba de oídas). Ninguno de los encuestados dio con la respuesta acertada. Pero el colmo fue cuando a una chica, el simpático colaborador le ofreció el “comodín de la llamada”. Ni corta ni perezosa, la joven hizo una llamada desde su móvil. “¿A quién llamas?”, le preguntó Santi Villas. “A mi padre”, contestó la joven. Bien, pensé para mis adentros, al menos su señor padre sabrá darle la respuesta correcta. Si la chica rondaba los diecisiete años, su padre tendría unos cuarenta y muchos y, por lo tanto, debió haber nacido allá por los años setenta. Pero cuando la muchacha le repitió a su progenitor la pregunta y sus cuatro posibles respuestas, aquel contestó, alto y claro (estaba activado el manos-libres): “¡Y yo qué sé!”. Así que la ignorancia no era algo propio de una adolescente desinteresada por el mundo que la rodea, sino que era algo heredado en casa.

Pero ese no es un ejemplo aislado, pues unas semanas atrás, otra encuesta realizada por el mismo colaborador a pie de calle trataba el tema de las elecciones en España. Esta vez las personas encuestadas eran de todas las edades. Fueron pocas las que supieron decir cuántas elecciones iban a tener lugar en nuestro país esta pasada primavera, la fecha exacta y qué se votaría en cada una de ellas. La excusa más común para ese desconocimiento fue que no solían ver las noticias.

Por lo tanto, cultura es un concepto muy amplio y eso de saberse de memoria la lista de los reyes godos o de qué color era el caballo blanco de Santiago, es lo de menos. Cultura incluye el conocimiento e interés por lo que ocurre a nuestro alrededor y saber valorarlo e interpretarlo. Claro que debe haber una mano que guíe ese aprendizaje, pues, de lo contrario, lo único que interesaría a muchos sería lo que corre por las redes sociales.

Quiero pensar que ese ramillete de personas que tanto desconocimiento demostraron sobre algo tan cercano y básico, representa a una franca minoría. Tampoco sé si esas encuestas estuvieron sesgadas y solo se emitió lo que inclinaba la balanza hacia la más absoluta ignorancia. Pero lo primero que me vino a la cabeza fue: si esos jóvenes son los que tienen que gobernar este país algún día y esos otros, jóvenes y no tan jóvenes, los que decidan en las urnas quién debe gobernarnos, que Dios nos coja confesados. Y es que no sé qué es peor, si la ignorancia o la falta de interés en saber. Claro que lo segundo lleva a lo primero. Lo cual me recuerda ese chiste en el que uno pregunta al otro: “Oye, ¿tú sabes la diferencia entre ignorancia e indiferencia? A lo que el otro responde: “No lo sé ni me importa”.

Desde luego, hay políticos y empresarios importantes que son muy ignorantes, y a la vez sabemos que la ignorancia es mala consejera y muy peligrosa cuando hay que tomar grandes decisiones que afectan a los ciudadanos. Pero, por otra parte, por muy culto que sea quien ostente el poder económico y/o político, tampoco ello es garantía de la buena marcha y/o buen gobierno de nuestro país. Así que sigo preguntándome hasta qué punto es importante la cultura. Estoy hecho un verdadero lío.

26 comentarios:

  1. Creo que lo que llamamos “cultura general” está de capa caída, pero desde mucho antes. Nuestros padres también eran más cultos y tenían más inquietudes culturales que nosotros. En mi casa, el que jugaba al trivial en el equipo se mi padre, ya sabía que llevaba las de ganar. Se ha ido perdiendo esa curiosidad positiva de saber lo que pasa en el mundo, que antes tenían incluso personas que, sin haber estudiado apenas, se metían todos los días entre pecho y espalda una buena parte del periódico.
    Acertadísima la ilustración. Forges, siempre genial.
    Un abrazo.

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    1. Bueno, compañero, lo que os pasaba con tu padre, les pasaba a mis hijas conmigo, que, con lo que me gustaba jugar al Trivial Pursuit, no querían jugar conmigo porque siempre les ganaba, jajaja. Eso sí, cuando tocaba elegir tema, siempre me inclinaba por Ciencias antes que Deportes, mi punto débil. En deportes soy un perfecto ignorante, jeje.
      Ciertamente, el problema reside en la falta de curiosidad de las nuevas generaciones por saber lo que pasa a su alrededor, como si no fuera con ellos. Ayer por la noche, en el mismo programa que cito, el mismo entrevistador preguntaba a jóvenes sobre aspectos de la política actual en España, y parecía que venían de otro planeta. Pero seguro que si les preguntaran cuál es el último modelo de móvil que ha lanzado Apple o Samsung lo sabrían.
      Forges era un genio.
      Un abrazo.

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  2. La modificación de la carga horaria en las escuelas y las materias del curriculo son cada cierto tiempo, pienso que atendiendo primeramente a las tecnologías que hoy se tienen y que antes no existían o existían pero no estaban tan a l alcance como hoy. Por ejemplo, antes dibujábamos nuestros propios mapas, las ilustraciones eran hechas en dibujo no con recortes y si se usaban recortes, se buscaban en peródicos y revistas porque las había en casa, las investigaciones eran hechas desde libros. Ahora compras los dichosos: croquis, cromos o descargas de wikipedia lo que necesites para la escuela. Entonces la información que se recibía antes era variada y requería de tiempo y esfuerzo para procesarla y luego presentarla, así que irremediablemente se quedaba ahí en nuestro cerebro.

    YO pienso que los adolescentes de escuelas y adultos universitarios sí han recibido estas clases, de historia antigua, moderna, contemporánea, pero como casi todo entra por la pantalla, resumido y rápido, es poco lo que se queda en la mente y así no hay quien lo recuerde. Y si en casa no hay libros, no se lee periódico, no hay la costumbre de compartir o discutir lo curioso que se encuentra o se aprende, difícilmente nuestros hijos van a poder responderle algo inteligente a alguien por la calle.

    La información hay que ponerla al alcance como una tentación no como una obligación. Escuela = deber / Casa = Disfrute, es lo común. Pero ¿Por qué no eliminar el "debes saber esto" con el "te gustará saber esto" ? Hasta NETFLIX tiene documentales históricos magníficos, pero es probable que si nosotros los adultos no los reproduzcamos, nuestros hijos al prender la tv se sienten a ver avengers o Juego de tronos. Y ojo, no estoy diciendo que no me guste avengers jajajaja

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    1. Las técnicas usadas en las escuelas para el aprendizaje de los alumnos ha cambiado radicalmente. La aparición de la informática representó una revolución cultural, facilitando enormemente la elaboracion de ciertos trabajos. Eso no sería malo por sí mismo mientras que se incitara a los chicos y chicas a desarrollar su capacidad de iniciativa, comprensión y análisis. Los trabajos manuales ahora son muy distintos, excepto en los niños y niñas muy pequeños, que siguen coloreando y recortando.
      En mi época nos obligaban a estudiar y memorizar materias que no nos gustaban, pero eso es como obligar a una criatuta a comer fruta y verdura, aunque no le guste, porque es beneficioso para su salud.
      También hay que favorever el interés por temas culturales y que, cuando un joven se siente delante del televisor no solo desee ver programas de entretenimiento (reality shows) sino documentales de calidad, aunque reconozco que ello quizá sea pedir demasiado, jeje.
      Un abrazo, Fany.

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  3. Podría ponerme a escribir y no acabar nunca.
    1- Llevo 35 años en el sistema educativo español y, como bien dices, ha cambiado muchas veces, pero nunca en profundidad ni con los medios suficientes. Sigue primando el aprender datos de memoria y plasmarlos en un examen. Además es lo que quieren los alumnos. nada más incómodo para ellos que pensar, reflexionar, analizar o dar su opinión (que nunca tienen). Prefieren memorizar y soltar.
    2- La cultura se adquiere a lo largo del tiempo a base de leer, ver cine, viajar... etc. Yo sé muchas cosas, no por haberlas estudiado, sino por haber leído sobre ello en novelas o visto en películas.
    3- Es cierto que la cultura no sirve para triunfar en la vida y que muchos millonarios carecen de ella por completo (vease mister Trump).
    4- Puede que los gobernantes sean muy cultos, pero la cultura no es garantía de nada. se puede ser culto y perverso (muchos nazis lo eran) y, por otra parte, los gobernantes tienen las manos muy atadas a la hora de actuar porque sobre ellos están los empresarios y banqueros que como tienen el dinero, tienen el poder y pueden poner sus condiciones.
    5- No creo que hoy haya más ignorantes que hace cincuenta años. Seguramente, hay muchos menos. Lo que clama al cielo es que ahora, cuando todo el mundo tiene acceso a una educación gratuita y de calidad, haya un solo ignorante.
    No voy a seguir porque podría llegar hasta cien y tampoco es plan. Yo creo que la cultura es algo muy personal que sirve para disfrute propio y de los amigos igualmente cultos con los que se va a conversar.
    Muy interesantes tus reflexiones.
    Un beso.

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    1. Muchas gracias, Rosa, por tu pormenorizada exposición de hechos. Es una lástima, y creo que es el meollo de la cuestión, que los jóvenes prefieran aprender las cosas de memoria, en lugar de intentar entenderlas y asimilarlas. Ya no digamos cuestionarlas.
      Es posible (y en teoría así debería ser) que hoy día haya muchos menos ignorantes que antaño, cuando existía un alto absentismo escolar, pero, como muy bien dices, si el acceso a la educación es universal, no deberia existir si uno solo. ¿Cómo puede haber un adolescente, que ha cursado los estudios obligatorios, que no sepa qué río pasa por Zaragoza? Que no se acuerde de dónde nace tiene un pase, pero que tamposo sepa que desemboca en el Mediterráneo ya es para decir apaga y vámonos.
      Un beso.

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  4. Un tema candente este de la falta de interés por ciertas cosas en la gente, si a esos mismos entrevistados le preguntas por cosas de las nuevas tecnologías o del cantante de moda, o del equipo de fútbol correspondiente puede que supiera dar la respuesta.
    Muchos te dicen que las respuestas están encerradas en google y así no se molestan en aprender, con preguntarle al móvil porque ahora ya no hace falta ni escribir con hablar ya vale, es decir que se atrofia la escritura, asunto arreglad.
    El memorizar los nombres de los reyes godos o de los borbones ya es historia.
    Muy de actualidad este tema Josep.
    Un abrazo
    Puri

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    1. Es cuestión de prioridades y también creo que del ejemplo que ven los jóvenes en casa. De tal palo tal astilla, aunque siempre hay excepciones.
      Es cierto que internet facilita muchísimo las cosas, pero para buscar algo en Google debe existir un interés por ello. Hoy día apenas se consulta una enciclopedia porque ya está la Wikipedia, que te saca de dudas y apuros de forma más rápida, pero lo malo es que solo se busque la biografía de un cantante o actor famoso y no temas de literatura o historia.
      Un abrazo, Puri.

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  5. Desde esta claro que nuestros jóvenes no tienen la misma cultura que teníamos nosotros, te lo puedo asegurar porque mi hijo le dijo a mi hermana que Huesca estaba en Andorra, grite, exclame y alucine, y te puedo asegurar que es un niño que lee y lee de todo, que le gusta ir de Museos, y que le gusta la cultura, de hecho quiere ser Periodista cultural, pero esta claro que no tiene base porque decir que Huesca esta en Andorra, vamos alucinante, con lo cuál es claro ejemplo de que a la enseñanza hay que modificarla de manera que los jóvenes tenga una buena base, de todo y cuando digo todo es todo, que sepan Historia, Geografía etc, en fin, una pena que nuestros jóvenes no tengan interés no ya por la cultura en general si no por lo que ocurre en la actualidad mas cercana, una pena.
    Un abrazo y como siempre una muy buena reflexión.

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    1. No hace falta formar eruditos, simplemente darles una base sólida de cultura general y luego, si tienen interés en algo en concreto, ya profundizarán.
      Recuerdo que mi único suspenso en junio fue en primero de bachillerato, con diez años, y fue de Geografía, que tuve que recuperar en septiembre. Pero es que no solo trataba de saber las provincias y sus capitales, los montañas, los ríos y sus afluentes, cabos y golfos y demás, sino también las riquezas económicas (cultivos, industria, ganadería, minería, etc.) de cada comarca. Y eso sí me resultó un tostón que tuve que aprenderme de memoria para olvidarlo al año siguiente, jeje.
      Pero la cultura es como la calumnia, siempre algo queda, jajaja.
      Un abrazo.

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  6. Hola Josep; me temo como creo que tú sospechas también que este tipo de entrevistas a los jóvenes están sesgadas, y llevan un rasgo de manipulación periodística para escandalizar o simplemente divertir al espectador. Vi el programa que comentas y de hecho es de mis preferidos. Me reí bastante eso sí. Supongo, y quiero suponer que si las preguntas hubieran estado formuladas a la salida de una facultad las respuestas hubieran sido diferentes. Si no es para salir corriendo o llorar de pena. Pero lo que si reflejan, como bien dibujas, es que algo tan básico como es la cultura general está de capa caída.
    Un abrazo, y buen fin de semana.

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    1. Estoy de acuerdo contigo en que la población utilizada como muestra posiblemente estuviera elegida para provocar mi reacción de escándalo, pero aun así, un solo caso de ignorancia de tal magnitud entre jóvenes que han pasado por el instituto, me parece horrible. Y lo de que los estudiantes universitarios habrían dado una imagen mucho más "decente", posiblemente sí. Ahora bien, te voy a decir algo que han refrendado muchos amigos y compañeros que se han encontrado con lo mismo: no sabes la de faltas de ortografía que he visto en candidatos universitarios para un puesto en las empresas donde he trabajado. Incluso un bajísimo nivel de redacción. Quizá solo sea cosa de farmacéuticos, jajaja.
      Un abrazo.

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  7. Me sorprendió la incultura de la gente de ese Intermedio. No sé, tal vez la inmediatez de estos tiempos, hace que confiemos demasiado de que si necesitamos saber algo, ya lo buscaremos en ese instante.

    Par mí es una pena. Parece que perdemos vocabulario, y cultura a pasos agigantados. Un abrazo

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    1. Pero lo más preocupante era que confesaban no saber la respuesta porque, o no les interesaba la política o no veían las noticias. O sea, una falta total de interés.
      Si la gente no lee ni se informa, la cultura se resiente.
      Un abrazo.

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  8. Soy profesora "de toda la vida", Josep. Y en mis treinta y seis años de docente he conocido seis leyes de educación diferentes, con sus aciertos y fracasos, pero no quiere hablar de leyes de educación porque esa es otra historia y quedaría muy larga . Las generaciones de antes tenían mucha más cultura general que las de ahora. Es importante que a los niños y jóvenes se les den las herramientas necesarias para que se desenvuelvan en la vida con éxito, en las diferentes profesiones y trabajos que elijan, pero, bajo mi punto de vista, también es importante que tengan una cierta cultura, que sepan algo del mundo en el que viven. Me parece esencial. Si, ya se que eso no les va a dar trabajo en muchos sectores pero no podemos ser tan ignorantes y no saber quién es el rey de España o en qué lugar del mundo se encuentra su país o por qué en el invierno hace frío y en el verano calor. La cultura general sirve para comprender el mundo en el que vivimos y no admisible que todo un señor ingeniero o médico, pongo por caso y sin ofender nadie ( es sólo un ejemplo), no sepa qué es el Renacimiento.
    Es mi opinión. ¡Estamos perdiendo tantas cosas...!
    Por cierto, el chiste del comienzo de la entrada es buenísimo.
    Un abrazo

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    1. Totalmente de acuerdo contigo. Si yo (y cualquiera de nosotros) tuviera que volver a examinarme de historia, literatura, filosofía, etc. sacaría un suspenso de órdago, quizá incluso un cwro patatero, pero incluso si me examinara de cualquier asignatura de biología o farmacia, mis dos carreras universitarias, también haría el ridículo. Pero queda un poso que no solo nos da una idea lo más aproximada posible, sino que conservamos unos conocimientos y herramientas mentales para buscar y hallar la respuesta a cualquier cuestión que se nos plantee. Esa es la base que todo estudiante debe conservar: el conocimiento residual y la aptitud para la búsqueda y el análisis de cualquier tema cultural, lo hayamos o no estudiado.
      Un abrazo.

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  9. Muchas veces veo con cierta enviadia los medios que disponen los jóvenes hoy en día (ordenadores, internet, erasmus,...) y me pregunto que ocurriría si los tuviese cuando era joven,... luego enciendo la TV y veo que emiten "salvame",... y pienso con añoranza en mia años estudiantiles...
    Un abrazo!

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    1. Creo que lo que hemos ganado en aplicaciones informáticas e información a través de internet, lo hemos perdido en habilidades y actitudes mentales.
      Un abrazo.

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  10. Interesante como siempre Josep Ma.
    A mi también me sorprende esa incultura o ese desinterés por la cultura y el mundo en el que se vive pero creo que no se puede generalizar entre los jóvenes. De hecho creo que si algo ha cambiado ha sido la desinhibición. A varias generaciones, nuestros mayores que no habían sido tan afortunados como nosotros para ir a la escuela tanto como quisieran, nos inculcaron el valor del saber, esa curiosidad por aprender y descubrir, era importante conocer. Ahora los referentes pasan por programas como Sálvame o algunos de esos en los que se hace bandera de la incultura, de la mala educación, de la grosería y en el que se ríe al inculto que encima lo es porque quiere.
    Después también nuestros métodos de enseñanza siguen anclados en una época que no toca. Ahora tenemos la información de todo el mundo a nuestro alcance, lo que toca es enseñar a buscar, a seleccionar la información, a analizar lo qué sirve y lo qué no y sobre todo a pensar mucho. Nos interesa saber pensar y en eso debe ayudarnos la escuela y las propias familias.
    Besos

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    1. Hola, Conxita. Yo pienso que cuando se implanta un nuevo sistema (y no solo me refiero al educativo) hay que ver si los resultados son los esperados, si con el nuevo procedimiento se ha avanzado o no. Si no hemos logrado el objetivo, hay que revisar el sistema y así hasta lograr el éxito esperado. Me cuesta creer que con seis leyes de educación el resultado siga siendo un fracaso escolar que en algunas zonas de España es estrepitoso. Algo estamos haciendo mal.
      Y en cuanto al interés por lo que nos rodea, en una situacion como la actual, tanto económica, política, como medioambiental, no puede ser que nuestros jóvenes den la espalda a esos gravísimos problemas y se escuden en que "yo no entiendo de política" o algo similar. Ciertamente hay jóvenes muy concienciados y luchadores, tanto en relación con el cambio climático como en cuestiones sociales de todo tipo. Si alguien nos tiene que salvar del desastre son ellos, pero como son tratados por las altas jerarquías como jóvenes antisistema, unos desarrapados, mayoritariamente comunistas y populistas, lo tienen muy difícil. Si la cultura, en su término más amplio, llegara a los ciudadanos de todas las edades, tendríamos más posibilidades de cambiar el sistema, pero la gente mayor suele ser más acomodaticia y menos beligerante. La cultura es poder y es lo que no gusta a muchos. Pero creo que me he desviado del tema central de esta entrada, jeje.
      Un beso.

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  11. ¡Hola!
    A ver, aquí hay mucho que decir. La verdad es que las encuestas de la tele están sesgadas y ponen lo que hace gracia o lo que puede escandalizar a la gente.

    Yo creo que la cultura se adquiere con la vida. Lo del colegio cuenta, claro, y es importante, pero muchas de esas cosas que aprendemos obligados y sin interés se acaban olvidando.

    En mi caso mis padres, mis abuelos y mis tíos siempre nos contaban cosas y nos las enseñaban. Por ejemplo, un par de fines de semana al mes nos íbamos de excursión a diferentes sitios de Asturias. Pues siempre nos explicaban lo que veíamos, y nos contaban un poco la historia. Si veíamos una mina pues nos contaban qué era, la historia, la importancia en la economía y sociedad de mi región, y mi abuelo añadía anécdotas de cuando trabajaba allí.

    Si íbamos a una zona de campo nos enseñaban los cultivos, nos hablaban del origen de algunos productos(en plan la patata vino de América) y nos contaban historias relacionadas. O nos enseñaban un río, un molino por dentro o una charca con renacuajos y ranas para que viéramos la metamorfosis. En la playa nos enseñaban las especies marinas de los pedreros, o las clases de algas y nos acostumbraron a dejar todo como estaba, si levantábamso una piedra había que volver a dejarla en su sitio.

    Nos llevaban a fiestras tradicionales y nos explicaban la tradición, la razón por la que se bailaba tal danza o se vestía de cierta manera, el porqué de las ofrendas...

    Mis padres me llevaban al cine, al teatro y a conciertos. Y cuando llegó el vídeo nos ponían cine clásico. Y los fines de semana se leía el periódico, y escuchábamos las noticias en la tele o la radio.

    En mis cumpleaños siempre nos regalaban libros, y siempre hemos viajado bastante.

    Estas cosas hacen que uno vaya teniendo cultura general porque al tener esta base, en las conversaciones con otras personas puedes hablar de ello, mantener una conversación fluida en la que los otros también hablan y seguro que aportan algo que no sabíamos, y de aquí y de allá vamos aprendiendo y aumentando nuestra cultura.

    Mis hijos por ejemplo, tienen mucha cultura general, todos sus profesores me lo han dicho siempre, tenían mucha más que sus compañeros de clase, y estudiaban todos lo mismo, y es que yo creo que eso no se adquiere en el colegio, hemos intentado que viendo cosas, viajando, leyendo, acudiendo a obras de teatro, conciertos...

    Es importante tener inquietudes y transmitíselas a los hijos, sin esto poca cultura general van a tener. Yo por ejemplo, siempre, pero siempre, en vacaciones, buscaba sitios culturales para visitar, aunque fuera un viaje de descanso. Y mis hijos, que son muy muy viajeros, hacen lo mismo.

    Y el dinero que gana en trabajos puntuales(son estudiantes)lo invierten en viajar, en sus instrumentos musicales, en libros y en ir a espectáculos, lo cual me pone muy contenta. Muchos jóvenes invierten eso en beber y ellos por ahora(no me gusta asegurar nada que la gente cambia) son responsables y con inquietudes.

    Menudo tostón para decir que la cultura general se adquiere en casa y con los años, pero tiene qu ehaber una base y una educación previa, en caso contrario es difícil.

    Me ha encantado tu reflexión.

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  12. Eso, Gemma, es como la educación, que no solo debe enseñarse en la escuela sino aprenderla de la familia. Son los padres y no los profesores quienes tienen que velar por la educación de sus hijos. Pues con la cultura pasa igual. Si los padres se preocupan por enseñar a sus hijos y estos tienen un mínimo de interés por aprender, la cultura está asegurada. Si, por el contrario, los padres no tienen interés por instruir a sus hijos es cuando vemos a esos críos en el coche mirando como hipnotizados a su móvil o tableta. Yo, cuando iba con mis padres en coche, no paraba de mirar por la ventanilla para ver el paisaje y preguntaba lo que no sabía. Y si ellos, buenamente, me lo podían explicar, pues mejor que mejor. En una casa donde no hay libros difícilmente los niños se interesarán por la lectura. Se aprende con el ejemplo.
    Muchas gracias, Gemma, por tu valiosa aportación a este tema.
    Un abrazo.

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  13. Concuerdo con lo que piensas sobre cultura general Josep, y aunque creo que tiene razón quien cree que saber esos datos no sirve para nada en realidad pienso que hay cosas que uno debe saber precisamente como parte de la sociedad. Lo que queda es una sociedad cada vez más ignorante y a la que no le importa serlo mientras sepa quienes son los cantantes y artistas de moda.
    Me gustó esto: "Cultura incluye el conocimiento e interés por lo que ocurre a nuestro alrededor y saber valorarlo e interpretarlo. Claro que debe haber una mano que guíe ese aprendizaje, pues, de lo contrario, lo único que interesaría a muchos sería lo que corre por las redes sociales".

    Abrazos.

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    1. Siempre he creído que un ignorante no está suficientemente capacitado para reflexionar sobre lo que acontece en nuestra sociedad ni tiene espíritu crítico, pues le falta esa formación o cultura que ayuda a entender nuestra historia y nuestro comportamiento social. Cultura e interés van íntimamente ligados, y sin interés la sociedad no puede avanzar.
      Un abrazo.

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  14. La cultura abre caminos, es lo que pienso. Cuando se estudia se aprende no solo hechos concretos sino que a la misma vez se adquieren pautas de conocimientos importantes, y se aprende a discurrir. Con cultura tendremos criterio propio y será más difícil dejarnos engañar, y sabremos expresarnos mejor y así nos entenderán mayor número de personas... la cultura es imprescindible, la que se estudia y la que se adquiere por uno mismo. Pero que no sepan quién escribió el Quijote si no lo miran en Google o no sepan hacer una división con decimales sin calculadora, es un buen caldo de cultivo para una sociedad manejada al antojo de unos cuantos.
    SAludos.

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    1. Lo que se estudia se olvida en parte, pero queda un poso de "sabiduría" y conocimiento. Si a eso le sumamos lo que vamos aprendiendo por el camino, nos iremos enriqueciendo como personas.
      Hace unos días vi un programa de TV en el que se comentaba que hoy día hay empresas que, antes de contratar a un/a candidato/a, indagaban en las redes sociales qué tipo de cosas decía y publicaba, para así tener una idea de su personalidad y actitud ante la vida y la sociedad, como un ejemplo de su "cultura".
      Un abrazo.

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