jueves, 20 de marzo de 2025

Astrología o adivinación

 


Por definición, y abreviando, la astrología es el estudio de la posición y del movimiento de los astros como medio para predecir hechos futuros y conocer el carácter y comportamiento de las personas.

Las críticas que recibe la astrología se basan, como no puede ser de otro modo, en que sus predicciones carecen de validez científica o capacidad explicativa de acuerdo a los estándares de la ciencia moderna y, por lo tanto, son consideradas pseudocientíficas. Así pues, ¿por qué hay tanta gente que cree en ellas? Mi opinión es que se debe a la superstición —que aún persiste en nuestros días— y a la ignorancia, que van de la mano. Uno cree en lo que quiere creer, y punto.

Pero si bien yo tenía asociada esta práctica a personas, o personajes, de cierta edad —léase Sandro Rey, Aramis Fuster, Octavio Aceves, Paco Porras, Rappel, y toda esa caterva de vividores—, mi sorpresa ha sido ver en un programa de televisión, un espacio dedicado a la astrología, una o dos veces a la semana y en horario de mañana —cuando antes solía emitirse este tipo de espacios en horario nocturno dedicado a los echadores de cartas y videntes de pacotilla—, de la mano de un tal Jabifus (nombre artístico, por supuesto), un jovencísimo creador de contenido (como ahora se llama) especializado en astrología y signos del zodíaco, y en el que hace un repaso de lo que le espera al personal según el signo del zodíaco al que pertenezca.

En la era de los instagramers, influencers, tiktokers y otros especímenes que nutren las redes sociales, solo faltaba llenar este hueco: el de la adivinación o predicción del futuro inmediato. Pero si en las redes sociales, estos personajes ganan bastante dinero según las visitas que reciben y allá cada uno con su conciencia, lo que me parece increíble es que sea una cadena de televisión que presume de seriedad informativa (LaSexta), la que divulgue este tipo de espacios para ingenuos crédulos y supersticiosos. Y es que, además, las predicciones de este joven son gratamente acogidas por el equipo de presentadores y colaboradores. Aun tratándose —todo hay que decirlo— de un programa en el que el humor está siempre presente, aun así me parece una tremenda tomadura de pelo a la audiencia, ya que esta sección no se presenta como una más de las chanzas que en dicho programa se emiten, sino que se trata con el mismo nivel de aceptación que la sección dedicada a la meteorología y la predicción del tiempo.

Si los meteorólogos a veces se equivocan y se basan en pronósticos científicos, cómo van a vaticinar lo que nos ocurrirá el día de hoy o durante la semana alguien que se dedica a inventar sus predicciones con la connivencia de una cadena televisiva.

La astrología adivinatoria debe tener muchos adeptos, solo hay que ver las páginas de periódicos y revistas dedicadas al horóscopo. ¿Puede haber alguien que dedique un tiempo de su vida a leer esos pronósticos para saber qué le espera tan pronto salga de casa o qué le deparará el futuro a corto plazo?

Y, para terminar, una nota de humor a este respecto:

Me gusta leer mi horóscopo porque es el único lugar donde tengo pareja, dinero, trabajo y salud, todo junto en el mismo mes.

(Anónimo)

 

Javier Fuster (Jabifus)


11 comentarios:

  1. Me gusta leer mi horóscopo porque es el único lugar donde tengo pareja, dinero, trabajo y salud, todo junto en el mismo mes.

    (Anónimo) MEJOR DICHO, IMPOSIBLE. Ahí tienes la respuesta a por qué tanta gente lee eso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como decía en esta entrada, hay gente que quiere oír, ver y leer lo que le interesa, y creen a pies juntillas cualquier mentira que les satisfaga.
      Un saludo.

      Eliminar
  2. Sigamos con el humor aunque más bien lo siguiente es una tomadura de pelo. Rappel, caradura-dura mayor de reino, ha declarado en otro programa de televisión lo siguiente: ""igual que el ombligo es, por ejemplo, el nacimiento de la vida lo que nos lleva unidos a nuestra madre. El culo, el ojete te marca la longevidad de tu vida". Sin comentarios, porque además predice a partir de una revisión del citado lugar.
    Un abrazo, Josep.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya panda de estafadores. Lo que más me indigna es que vivan a expensas de los crédulos que se dejan engañar. Recuerdo haber visto a Rappel leyendo la buenaventura en el trasero de no recuerdo quién. Deplorable. Y en lugar de censurarlos, les dan publicidad en los medios.
      Un abrazo, Miguel.

      Eliminar
  3. Veo que nos hacemos las mismas preguntas. ¿Cómo se puede creer en tales patrañas? Es algo que uno se espera de ancianos supersticiosos de los de antes, del tiempo de mis abuelos, que mezclan la religión con la magia, pero de gente joven, se supone que formada, es increíble. No creen en el cambio climático y creen en el horóscopo. Increíble.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tengo entendido que hay personas de rancio abolengo que no salen a la calle sin antes haber consultado su horóscopo o, peor aun, a su astrólogo particular.
      Parece, efectivamente, que las supersticiones estén ligadas a gente mayor y especialmete ignorantes, pero por lo visto no es así. Mi padre, católico, apostólico y romano, siempre decía: quien no cree en Dios, cree en brujas, je, je.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Nunca he creído en esas cosas y menos en el zodíaco. Los charlatanes que lo venden siempre tienen argumentos para justificar sus equivocaciones. Tú puedes ser aries pero, como tienes un ascendente distinto, cualquier cosa que te pase tiene explicación.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como la religión, que siempre tiene respuestas para todos los gustos. Quien es creyente, se lo traga todo sin hacer más preguntas.
      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Desconocía ese espacio que comentas y me has dejado alucinada. El nivel de calidad de nuestras cadenas de televisión está rozando límites insospechados. Precisamente esa cadena de televisión me está defraudando mucho últimamente porque cuando hablan de nutrición traen, de vez en cuando, a cada cantamañanas que dice una sarta de estupideces alucinante.
    Ver para creer.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que lo desconoces porque lo emiten por la mañana, de 7:00 a 11:00 y tú debes estar currando, cosa que yo no hago desde hace años, je, je.
      Yo, la verdad, ya no sé qué cadena de TV ver pues en todas ha decaído bastante la calidad. Por eso, cuando quiero verla, selecciono aquellos programas que sé que no me van a defraudar. En este caso, sin embargo, veo este, titulado Aruseros, porque nos entretiene mientras desayunamos mujer y yo. Pero cuando le llega el turno al señorito astrólogo de pacotilla, cambiamos de cadena, no sin antes lanzarle unos cuantos improperios.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Josep. Como decimos en Chile, chantas (charlatanes) hay en todas las áreas de la vida: el que no sabe o apenas tiene un conocimiento básico de algo pero te vende el cuento de que es un ser superior, iluminado, el mejor en su rubro: y lo podemos ver en doctores, abogados, publicistas, zapateros, pasteleros, etc: que derechamente se inflan y se tiran flores, a sabiendas de que engañan a la gente asumiendo retos o aceptando trabajos en donde tienen claro que inventarán sobre la marcha una respuesta o solución. O sea, dicen saber algo que en verdad no saben. El engaño como base. Como venderte una prenda de vestir haciéndola pasar por original cuando es una imitación... Pero por hacerse de plata o fama...

    Es común asociar a los religiosos y a los astrólogos como chantas. Dan material para reírnos. Ellos van a la segura asegurando cosas que solo se sustentan en una fe subjetiva o en la respuesta que entregan las cartas y su consiguiente interpretación. ¿Cómo rebatirlos, si todo o mucho de lo que afirman está en el plano de lo "etéreo"? Entonces es campo fértil para que crezcan chantas robustos y saludables, sobre todo si tienen carisma y poder de convicción.

    Tristemente, desprestigian a los astrólogos y tarotistas (no sé si serán lo mismo) que realmente tienen un don psíquico. Sin entender mucho sobre este mundillo, las cartas las veo como una herramienta para que el poder psíquico se manifieste. Ridiculizar a todo el gremio, antes que iniciar una matanza (como se hacia en la edad media, por solo dar un ejemplo) es mucho más efectivo y chistoso sin que tengan que correr dramáticos ríos de sangre. A veces pienso, mañana me puedo contradecir, pero hoy pienso que al status quo no le conviene que la gente, la masa crítica de personas, la inmensa mayoría, sepa que tenemos dones psíquicos. Imagínate cómo nos empoderaría saberlo... En cambio, celebran nuestras limitaciones, como si eso nos hiciera "más humanos". Mejor riámonos "de esa gente extraña, desconfiemos de sus (seguramente) dobles intenciones, y no hagamos ninguna excepción: todos son iguales". No hay espacio para la duda razonable. No nos gustan los dogmatismos pero nos valemos de ellos lo queramos o no para exponer nuestro punto de vista (y no digo que sea tu caso en este texto necesariamente, Josep). Otro saludo.

    ResponderEliminar