Hoy debía publicar una entrada distinta, pero la actualidad
y tremenda trascendencia del tema que ha ocupado las portadas
de periódicos y las noticias más destacadas en televisión, me ha obligado a
postergarla para dar paso a la presente y que he titulado ¿Quién tiene más?,
aunque he estado tentado por un título menos política y socialmente correcto,
como sería “Quién la tiene más larga”
El todopoderoso Putin, en su
discurso durante el llamado Concierto de Moscú que tuvo lugar ayer para
celebrar la invasión de Ucrania, y en el que recibió un baño de masas, declaró
públicamente que se apeaba del carro del Tratado New Star sobre desarme
nuclear, dejando la puerta abierta, su puerta, a un incremento de su arsenal
nuclear.
Siempre me ha parecido
ridículo, y diría infantil si no fuera por la gravedad de los hechos, que dos de
las grandes potencias mundiales en armamento nuclear, se sienten para discutir
quién puede o no puede disponer de armas nucleares, marcando de este modo una
línea roja entre buenos y malos, amigos y enemigos. En cualquier caso, son un
buen puñado de países los que disponen de un arsenal nuclear: Rusia, EEUU,
China, Francia, Reino Unido, Israel, la India, Paquistán y Corea del Norte. Si
hay alguno más, lo debe mantener en secreto, aunque hoy día este es un secreto
muy difícil de guardar.
Como es sabido, el mencionado tratado,
fijaba, en un principio, un límite de armas nucleares desplegadas para, más
tarde, establecer una reducción de las mismas. ¿Qué significa, pues, que Rusia
abandone el tratado? Pues que, teóricamente, puede incrementar sus ojivas
nucleares hasta el infinito.
¿No resulta absurdo? Si con
una mínima parte del actual arsenal se podría, en cuestión de minutos, sino de
segundos, arrasar completamente el planeta, ¿qué más da si aquel se aumenta en
un 10, un 20 o un 50 por ciento? Por muchas amenazas por parte del reyezuelo
Putin y de sus seguidores lameculos, ¿alguien puede creer realmente que Rusia
se atreverá a lanzar misiles con ojivas nucleares sobre Washington, y varias
capitales europeas, tal como apuntaban unos descerebrados y probablemente
borrachos tertulianos rusos ante las cámaras de televisión de su país, sin
esperar una respuesta inmediata en sentido contrario? ¿Realmente están tan
locos —ellos y todos aquellos que se jactan de estar armados hasta los dientes,
como Corea del Norte e Irán— como para provocar un cataclismo mundial de tales
dimensiones que haría retroceder a nuestro planeta hasta una era anterior a la
aparición de los organismos vivos? ¿Son tan ignorantes que creen que ellos saldrían indemnes?
Mientras que lo razonable e
inteligente sería negociar la destrucción e inexistencia de cualquier tipo de
arma nuclear, esos niños megalómanos solo saben chulear, discutiendo quién
tiene más y lo que pueden llegar a hacer con ellas si les da un arrebato de
cólera o se les cruzan los cables, sin medir el alcance de sus palabras y de
sus provocaciones.
Cuánta razón tenía Einstein en
su célebre frase sobre la inteligencia y el Universo: «Dos cosas son infinitas:
la estupidez humana y el Universo, y no estoy realmente seguro de lo segundo»
Dios mío, ¿qué hemos hecho
para merecer esto?
Para desgracia nuestra la frase de Eisntein lo deja muy claro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Einstein era un genio y casi nunca se equivocaba.
EliminarUn abrazo.
Una frase contundente, lamentablemente
ResponderEliminarUn abrazo
Más claro imposible.
EliminarUn abrazo.
Decía también Einstein: «La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa». Algunas de las segundas incluso les ríen las gracias a las primeras. No he podido evitar recordar a Hitler.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto: quienes pueden hacer algo por remediar un grave problema y no lo hacen se convierten en cómplices.
EliminarAunque parezca mentira, hasta los dictadores más depiadados tienen sus seguidores.
Un abrazo.
Te doy la razón en todo. Hay tratados que son infantiles, todo para mostrar a la ciudadanía una cierta fachada, pero detrás no hay nada. Como tú bien dices, a saber las armas que existen y desconocemos, y además, en una guerra ¿¡quién va a limitarse por ningún tratado!? Rusia por lo menos lo ha advertido, que va a hacer lo que le de la gana.
ResponderEliminarUna pena, cualquier día nos vemos inmersos en una película de esas que se ve todo devastado, con unos pocos de humanos supervivientes.
SAludos.
Es un juego macabro en el que nadie sale ganando y todos salimos perdiendo. Además, hay quien en ese juego absurdo se atreve a hacer trampas y, por mucho que los observadores protesten, todo sigue igual.
EliminarEspero que al final impere la cordura, incluso en las mentes de los locos.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo, esta guerra es del ego de un tipo con poder. Pasado un año lo veo cada día más complejo y difícil de arreglar. Bueno, una enfermedad de Putin tal vez.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay una escalada de provocaciones que no sé cómo ni cuándo se va a acabar. Mala solución cuando no hay voluntad de rectificar.
EliminarUn abrazo.
Lo terrible de esto, estimado Josep, es que en mi opinión es resultado de la carrera armamentística que la URSS y la OTAN efectuaron durante más de 40 años tras finalizar la IIª Guerra Mundial. En esta carrera cada uno de ellos practicó lo de yo la tengo más larga que tú. Llegados al momento actual y con los arsenales nucleares llenos hasta los topes los dueños de los mismos se plantean qué hacer con ese material. Rusia ve que la guerra le va mal y de vez en cuando echa la vista a sus armas nucleares. ¿Qué hacer? La OTAN juega con la idea de que el loco de Putin no cometerá la locura de usarlas por muy limitado que fuera su uso. Está bien, pero yo me pregunto ¿y si el loco se ve tan hasta las cuerdas que toma una insensata decisión? No sé. Habría que considerar todo; desde USA estas bombas y su posible uso se ve lejos de ellos y quizás por ello se muestren tan serios, pero ¿los europeos?
ResponderEliminarEl asunto es muy muy serio y la guerra es muy muy cruel. Ojalá que todo acabe de la mejor manera y que las locuras queden sólo en el terreno de las imaginaciones y que los dictadores caigan y todo vuelva a la calma.
Un fuerte abrazo, Josep
Hola, Juan Carlos. Durante la guerra fría, la antigua URSS y los EEUU jugaron al ratón y el gato, enseñándose mutuamente los dientes y sacando las uñas. Recordemos la crisis de los misiles en Cuba, que estuvo a punto de desecadenar una tercera guerra mundial. Si entonces se logró apaciguar a las dos partes, supuestamente porque vieron las graves consecuencias de una acción militar de esa dmensión, espero que ahora, que la potencia de las ojivas nucleares es muchísimo más elevada, con un potecial devastador inmenso, los egos de los madatarios que tienen en sus manos la potestad de dar la orden de ataque, se soseguen e impere la razón. Este pulso entre la OTAN y Rusia, no puede llegar más lejos de las puras amenazas.
EliminarEn la Segunda Guerra Mundial, EEUU acabó implicándose solo cuando se vio atacada por Japón. Ahora supongo que se siente igualmente amenazada por un Putin que ha ido incrementando su poder armamentístico hasta extremos muy preocupantes y que tiene también en su punto de mira a los EEUU, pues al alcance de sus misiles más modernos llegan hasta los 10.000 Km, unos 2.000 Km más de lo que separa Moscú y Washington.
Ojalá que al final todo quede en una anécdota diabólica sin precedentes.
Un fuerte abrazo, amigo.
Leer la prensa diaria y ver los informativos en TV se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en un deporte de riesgo. Visto lo visto, casi sale más a cuenta tirarse en parapente desde lo alto de los Picos de Europa.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep.
Hace tiempo que las noticias no son buenas para quien sufre del corazón. Hemos quedado reducidos a simples espectadores de las refriegas entre poderosos que se odian y envían a inocentes a luchar por ellos. Ojalá algún día paguen por sus actos crueles e injustos.
EliminarUn abrazo, Pedro.
Siempre hay estúpidos que creen que a ellos no les va a tocar y que van a salir indemnes de todo. Yo tampoco creo que se atrevan, pero no me jugaría el meñique de la mano izquierda.
ResponderEliminarUn beso.
Es de una estupidez infantil creer que no pagarían las consecuencias de sus actos, como si tuvieran inmunidad nuclear.
EliminarUsando el sentido común, no parece probable que Rusia emprenda un ataque nuclear a nivel mundial, pero nunca se puede estar seguro de la reacción de un demente a quien le jalean sus bravuconadas gente tan desquiciada y fanática como él.
Un beso.
Está situación la veo cada vez más peligrosa. Las grandes potencias no están por la labor de ceder y dialogar, y si cada cual se va posicionando a un lado y al contrario, mal asunto. Encima Zelenski tampoco cede ni un paso. En fin, esperemos que no pongan las manos en el armamento nuclear sino, desapareceremos sin culpa ninguna.
ResponderEliminarMe quedé estupefacta cuando vi la cantidad de gente que había coreando a Putin.
Un abrazo Josep y buen finde.
Yo, ahora mismo, no veo una salida airosa a este conflicto. Ninguna de las dos partes quere ceder un ápice en sus pretensiones, lo cual enlaza con lo que planteaba en mi anterior entrada. ¿Resistir o rendirse? Hay quien habla de dialogar, pero ¿cómo se puede dialogar con un invasor que solo se dará por vencido si acaba apoderádose del país invadido? ¿Y qué puede hacer Zelenski? ¿Capitular y ceder parte de su territorio, dando así alas a Rusia para seguir con su polìtica de anexionarse territorioos que habían pertenecido a la URSS? Una situación muy comprometida para las dos partes, pues Putin no aceptará una derrota que debilitaría su imagen y poder en Rusia y Zelenski se ha convertido en un héroe nacional en Ucrania.
EliminarYo creo que si hay tanta gente coreando a ese dictador es porque no conocen la verdad, pues las noticias de occidente están censuradas en Rusia, porque les han lavado el cerebro y porque, en parte, se dice que muchos de los asistentes a ese acto estaba pagados, como hacía Franco cuando quería mostrarse en olor de multitudes.
Un fuerte abrazo, Elda.
La glorificación de Putin en el estadio recordaba como en otros tiempos las exaltaciones de Hitler, Franco o Mussolini. Lo del tratado parece otra pataleta de un Putin incapaz ni siquiera de controlar dos regiones ucranianas. Es tal el ridículo del ejército ruso que ya empieza a pensar uno que la guerra de Ptin solo intentaba enmascarar algo que no sé si algún día. sabremos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Josep.
A Putin le ha pasado como a Franco, que creía que la contienda sería un paseo que duraría unas cuantas semanas. La guerra civil española duró tres años y la invasión de Ucrania ya va para un año, y lo que durará no se sabe. A diferencia con la guerra española, al menos Ucrania recibe ayuda formal y explícita de otros países para derrotar al tirano, mientras que a la República Española le dieron la espalda.
EliminarUn fuerte abrazo, Miguel.
La guerra. Cuando los chiquillos y chiquillas hablan en clase de la guerra de Ucrania y de quién va ganando(¡lo más importante para todo!) yo les hago ver que una guerra nadie la gana. Claro, si nos paramos a pensar en la cantidad de gente muerta y la destrucción de los países implicados. Si Ucrania gana la guerra, ¿habrá ganado o perdido más? Con las disputas nucleares estamos hablando ya de otra cosa. Pienso como bien dices en tu entrada, en cuanto uno pulse el botón el otro responderá y ya no habrá marcha atrás. Dudo que quede algo de este nuestro platena con vida.
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente, José; aunque una guerra termine tras declararse ganadora una de las partes en conflicto, en realidad nadie sale ganando, pues todos han sufrido muchas bajas y los efectos de la guerra durarán muchos años. Pero, tal como planteaba en mi entrada anterior, ¿quién es capaz de rendirse?
Eliminar¿Qué sentido tiene ir engrosando el arsenal militar si no se va a utilizar? Y si se acaba utiizando, el desastre mundial está asegurado.
Saludos.
No lo entiendo, te dejé comentario hace días. Y terminaba de nuevo con la frase de Julio Anguita:"Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen".
ResponderEliminarFeliz semana.
Hola, Gemma. Recuerdo haber visto tu comentario en gmail, pero no apareció aquí. Debió desaparecer por el camino. Cosa de brujas, je, je.
EliminarSecundo totalmente la frase de Anguita. Si no hubieran canallas, no habrían guerras.
Un abrazo.