miércoles, 3 de noviembre de 2021

Música, por favor

 


Hace unos días volví a caer —a mi edad suele ser habitual— en un estado melancólico propio de la nostalgia. Y todo debido a un programa de televisión. Afortunadamente el efecto duró poco, pero fue lo suficientemente intenso como para que me llevara a escribir esta entrada.

El mencionado programa, una producción de TV3, la televisión pública catalana, rendía homenaje a un popular periodista, crítico musical y presentador de televisión catalán, cuyos programas, eminentemente musicales, también se emitieron en Televisión Española.  Se trata de Àngel Casas.

A nivel estatal, Àngel Casas participó en 1977, de la mano de Carlos Tena, otro conocido crítico musical, en Popgrama, y tres años después consiguió presentar y dirigir su propio espacio en TVE1, Musical Express, hasta 1983, un programa dedicado a difundir corrientes musicales alejadas de las más comerciales y mayoritarias en la España de aquella época. En 1984, tras el nacimiento de Televisión de Catalunya, se convierte en una estrella de la cadena catalana con Àngel Casas Show, un talk-show que se mantuvo en pantalla hasta 1988 y que obtuvo varios galardones.

El motivo por el cual sentí esa melancolía que menciono al principio fue doble: el primero, contemplar cómo la edad y la mala salud se ha cebado con este presentador que, con 77 años ha estado varias veces al borde de la muerte debido a la grave enfermedad que padece y que ha hecho que perdiera sus dos piernas. Ver aquella figura, que recordaba llena de vida y que fue para mí un referente en el ambiente musical de mi adolescencia, tan envejecida y vulnerable, cuyo homenaje interpreté como una despedida, me llenó de tristeza. El otro motivo de mi nostalgia fue el recuerdo de una época musical que no ha vuelto ni volverá a repetirse. Y no porque la música actual no tenga valor alguno, sino porque considero que ya no hay un interés de las cadenas de televisión, tanto públicas como privadas, para ofrecer programas musicales de calidad, con artistas y grupos de renombre internacional, en horario prime time.

Mi gusto por la música pop se inició con los Beatles y los Rolling Stones. A mis quince años, me gastaba todos mis escuálidos ahorros en discos de estos dos grupos. Pero no sería hasta 1969 cuando un compañero de Biológicas me introdujo en una música menos comercial. De este modo, el blues, el rock y el Jazz vinieron a enriquecer mis gustos musicales.

Para mí, la mejor música, progresiva y original, se produjo durante los años 70 y 80, aunque los 90 también fueron muy prolíficos. Desde entonces no ha habido nada nuevo bajo el sol, si exceptuamos la música disco y electrónica, el reggaetón, el rap y el trap, géneros que no son de mi agrado, siendo benévolo. Pero, claro, esta es una opinión muy personal y ya sabemos lo que se dice de los gustos.

En la época en la que Àngel Casas dirigía y/o presentaba los programas a los que he hecho alusión, la música solía ser, además, en vivo —cuando lo que abundaba era el playback, la música “enlatada”— y contaba con figuras de fama internacional. Boney M, Duran Duran, The Police, Eurythmics, Depeche Mode, David Bowie, Tina Turner, Bonnie Tyler, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Olé Olé, Joaquín Sabina, El último de la fila, y un larguísimo etcétera, pasaron por sus programas. Y aunque yo era más de Eric Clapton, Led Zeppelin, Jeff Beck, B.B. King, Black Sabbath, Phil Collins y otro largo etcétera, me complacía mucho ver y oír a aquellas estrellas.

Y viendo las imágenes del recordatorio que el programa de TV3 emitió en memoria de esos tiempos pasados y en reconocimiento del personaje invitado, Àngel Casas, caí en la cuenta de que hace años que no se producen programas musicales de la misma calidad en nuestro país, porque, de haberlos, se emitirían, como se hacía antaño, en horas de elevada audiencia.

Si retrocedemos más en el tiempo, aunque el panorama musical español de los años 60 no era, desde mi punto de vista, muy halagüeño —Georgie Dann, Fórmula V, Los Brincos, y luego Juan y Junior, Los Diablos y su rayo de sol, oh, oh, oh, Los Sirex y su escoba, etc. era lo más visto y oído— había programas de variedades, como Amigos del martes —que luego pasaría a ser de los lunes—, presentado por Frank Johan, que por lo menos intentaban amenizar la velada con cantantes y bandas de cierta relevancia.

Llegado a este punto, reivindico la existencia de espacios y programas musicales que ofrezcan la oportunidad de contemplar lo mejorcito del pop actual. ¿A quién no le apetecería ver a Ed Sheeran, Lady Gaga, Beyoncé, Rihanna, Adele y a otras tantas figuras internacionales del momento? ¿Falta de dinero, de voluntad o de interés musical? Si es por falta de presupuesto, ¿para qué sirven tantos anuncios?

Me apena tener que decir que la televisión actual, en lo relativo a programas de entretenimiento, ha retrocedido respecto a las últimas décadas del siglo XX. Los programas musicales han desaparecido, apareciendo en su lugar tertulias y otros programas basura. Si uno quiere escuchar música en la televisión, tiene que contentarse con sucedáneos como La Voz, Mask Singer, Tu cara me suena, o bien esperar a los programas de fin de año, construidos a base de un refrito de vídeos musicales. Por lo menos tenemos la radio —un medio que uso muy poco y solo mientras conduzco—, que emite la música del momento a todas horas y en distintos programas.

Así pues, si pudiera dirigirme a los directivos de las cadenas de TV, yo les diría «Música, por favor».

Sirvan, de paso, estas líneas, para rendir mi homenaje personal a la figura de Àngel Casas, por su especial y valiosa aportación al panorama musical español.


 

24 comentarios:

  1. A mi me encanta la música y me da lo mismo quien la toque o la cante si lo hace bien, y si de paso se puede ver algo que te provoque sentimientos diferentes, pues mucho mejor, como en alguno de esos programas que has nombrado, jajaja, puro entretenimiento para mi gusto. No aguantaría un programa de música solamente, :))).
    Un buen tema para los melómanos.
    Un cálido abrazo Josep.

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    1. Dicen que en la variación está el gusto, así que entiendo que te atraigan mucho más los programas con contenido musical, pero que también incluyan otras variedades.
      Yo estaría escuchando música todo el día, si no fuyera que también tengo otras aficiones y no puedo compatibilizarlas. Cuando iba a la universidad, mi padre no entendía cómo podía estar estudiando y escuchando música a la vez. Ahora no podría hacerlo, je,je.
      Un abrazo.

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  2. Yo no soy especialmente amante de la música, pero te entiendo perfectamente. Recuerdo programas musicales que había en TVE que han desaparecido por completo y mi marido dice lo mismo que tú de la música actual.
    La televisión en general es mucho peor desde que hay cadenas privadas. Ganar dinero es lo que tiene, hay que agradar a la mayoría y ya se sabe. Recuerdo cuando mi ejemplo de programa basura era El precio justo...
    Un beso.

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    1. La música, el cine y la lectura son mis tres aficiones favoritas, aunque no necesariamente en este orden. Depende del momento. No podría prescindir de ninguna de ellas.
      Desafortunadamente, quien manda hoy día en la televisión es la audiencia, y si esta quiere bodrios, pues se emiten bodrios. Hasta incluso los concursos han perdido calidad y se basan (salvo honrosas excepciones) en estupideces en lugar de cultura.
      Un beso.

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  3. Siempre se pensó que las cadenas privadas iban a traernos una sana competencia que conllevaría una mejor calidad, pero ha sido todo lo contrario. Las cadenas de televisión se han igualado en la mediocridad, bajando los niveles a lo chabacano. Lo que dices de la música se podría aplicar también a otras actividades culturales, como pueda ser el teatro. ¿Quién no recuerda —si tiene una edad— Estudio 1? Siempre que lo nombro no puedo evitar recordar Doce hombres sin piedad, donde hicieron coincidir a una docena de magníficos actores para sacar adelante la obra.
    Yo sí que soy más de radio. Independientemente de que te permite estar haciendo otras cosas, creo que tiene mucha más calidad que la televisión.
    Un abrazo.

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    1. Efectivamente, la disputa por alcanzar la mayor cuota de audiencia ha obligado a rebajar el nivel de exigencia y vender al público lo que este demanda. Y, por desgracia, el nivel cultural de este país no es muy boyante que digamos. Ver teatro hoy día por televisión es una misión imposible. Recuerdo perfectamente Estudio 1 y los Doce hombres sin piedad. Me encantaba. Una lástima esta regresión cultural que estamos viviendo en la TV.
      Un abrazo.

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  4. Recuerdo también con mucho cariño a Àngel Casas en algunas de sus intervenciones televisivas de cuando yo era un chaval. Desde luego es un gran periodista y sabía transmitir muy bien las emociones. Has mencionado a grandes artistas de la música y la verdad es que se echan de menos buenos programas musicales. El último que recuerdo y que me gustaba mucho fue uno presentado por Miguel Bosé que creo recordar se llamaba "El séptimo de caballería".

    Un fuerte abrazo, Josep, y qué viva la música.

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    1. Yo solo recuerdo a dos presentadores de aquella época con un interés especial por ofrecer al público televidente música pop de calidad: Àngel Casas y el ya desaparecido José Mª Íñigo. Parece mentira que con un menor presupuesto pudieran traer a España estrellas musicales que ahora mismo es impensable verlas en televisión.
      En este aspecto pienso que tiempos pasados fueron mejore.
      Un abrazo.

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  5. Recuerdo el programa con mucho cariño. Un presentador que hablaba inglés con los inivitados, esa música siempre en directo y su personalidad daban al conjunto una categoría nunca vista.

    Gracias por hacerme recordar. Un abrazo

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    1. Si no un pionero (aunque quizá sí lo fue), por lo menos fue un impulsor de la música pop de calidad en España e incluso un promotor de nuevos grupos musicales hasta entonces desconocidos y que gracias a él se hicieron famosos.
      Ojalá hubieran más Àngeles Casas en nuestro país.
      Un abrazo.

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  6. Recuerdo a Angel Casas y sus programas de música. En aquella época había muy buena música y la edad nos acompañaba. Hoy en día no se si es por la edad ya no veo esos programas tan buenos. Un abrazo.

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    1. Àngel Casas, en sus programas, traía artistas y grupos que nunca antes habían pisado un plató español. Y no solo cantantes, sino también otros personajes famosos, como, por ejemplo, Rock Hudson, que fue entrevistado justo cuando acababa de saber que tenía el SIDA.
      Casas, era un tipo arriesgado y original, especialmente si lo comparábamos a lo que abundaba en aquella época.
      Un abrazo.

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  7. Adoro la música, voy a todos los conciertos que puedo (soy afortunada y he ido a muchos), tengo cintas de casette, CD y vinilos desde tiempos inmemoriales, y echo de menos que pongan ese tipo de programas en la tele. Los de Navidad siempre son iguales, triunfitos (que he ido a ver a muchos, pero ya me cansan un poco) y los de siempre ne plan Carlos Bute, Rocky Martin y otros del estilo, calidad poquita, la verdad. Por eso no veo la tele, ni la enciendo, prefiero buscar en youtube música de mi gusto, o buscar nuevos descubrimientos(que no sean de trap o reggeton).
    Muy interesante el escrito, y qué nostalia me ha entrado al ver a Ángel Casas tan pachuchito.
    Muy feliz semana.

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    1. Como digo en mi entrada, si uno quiere hoy escuchar música de su gusto, tiene que recurrir a la radio. En cualquier emisora se emite música. Cuando voy en coche siempre tengo puesta una emisora local, RAC 105, en la que ponen música casi todo el día. Si oigo un tema que me gusta mucho, lo "cazo" con la aplicación Shazam del móvil (sí, ya sé que no hay que usar el móvil mientras se conduce, je,je.), que te dice quién canta y qué canción es. Luego, en casa, lo busco en You Tube y me lo descargo en mi iPod. Por televisión, esa misma emisora también tenía un programa de vídeos musicales, prácticamente las 24 horas del día, pero ha desaparecido. Al parecer, la TV no es una buena plataforma musical. Una verdadera lástima.
      Un abrazo.

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  8. Ángel Casas es, sin duda, un referente musical en nuestro país. Aún recuerdo con una mezcla de cariño y nostalgia las muchas veces que me ponía frente a la tele para ver sus interesantes entrevistas a los personajes más relevantes de la escena cultural de la época (los 80's y primeros 90's), y las actuaciones musicales de grupos de primer orden que llevaba a la pequeña pantalla. Gracias a Youtube he podido volver a revisionar algunas de esas entrevistas, como las que hizo a Barón Rojo en el momento cumbre de su carrera (1981-1982), recién venidos de su exitoso tour por Inglaterra presentando su grandioso "Volumen brutal". También quedé gratamente sorprendido cuando, hace poco, descubrí una entrevista que le había hecho a David Coverdale y Cozy Powell a propósito del ingreso de este último en las huestes de Whitesnake. Me asombró la erudición de Casas, que hablaba del pasado en Purple de Coverdale y el de Powell en Rainbow sabiendo de lo que hablaba. Hoy tenemos a Risto Mejide y Paz Padilla de críticos musicales (sic), y, sinceramente, no es lo mismo. : (
    Aunque suene a tópico, en este caso sí que cabe decir aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor".

    Como curiosidad, debo decir que me gustaba tanto Ángel Casas que uno de los primeros libros que me compré, allá por 1992, fue una novela suya titulada "Estamos en el aire", que aún conservo en mi colección. Se trata de una novela escrita en tono de comedia basada en un mundo que él conoce bastante bien: la televisión.
    Casualmente, hace unos días leía otro artículo escrito por Ramón de España dedicado a Ángel Casas, y en él también se lamentaba del cruel castigo del destino con este hombre, que tantas horas de buen hacer profesional y buena música nos brindó durante buena parte de su vida. Como le decía recientemente a una amiga: "Ya ves, y a otros ni una mala gripe".

    Un abrazo.

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    1. Este hombre era, sin duda, un amante y entenido de la música, en mayúsculas, y sabía transmitir sus conocimientos al público. Podía hablar de Soul, de Jazz, de Blues, de Rock duro (el de aquella época) y de cualquier otro estilo o género musical. Era, para mí, un divulgador musical que se apartaba de lo que se conocía como "música pachanguera", que era la dominante en la España de los años 70 y 80. Por aquella época había unos pocos como él, aunque no tan famosos, en la radio. Yo recuerdo, con 18 o 19 años, seguir con deleite un programa de Radio Juventud de Barcelona, "El clan de la una" (porque se emitía a la una de la tarde), presentado por un tal José Mª Pallardó, que también tocaba una música vanguardista. De hecho fue él (y luego el amigo que menciono en esta entrada) quien me empujó a adquitir discos muy poco vendibles en España. Con el tiempo, ese amigo y yo acabamos haciendo en esa emisora un programa nocturno (a las doce de la noche) de música "underground" por amor al arte. No solo no cobrábamos ni un duro, sino que encima aportábamos nosotros toda la discografía. Este porgrama duró más bien poco por falta de audiencia, ja,ja,ja.
      Será posiblemente una apreciacion muy subjetiva, pero me da la impresión de que hoy en día, en televisión, no brilla el que más vale sino el que más enchufe tiene. Ya lo dice el refrán: más vale caer en gracia que ser gracioso. Y, con respecto, a tu última afirmación, ahí está ese otro famoso refrán que dice: mala hierba nunca muere, je,je.
      Un abrazo.

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  9. Hola, Josep. Una pena, la verdad. La música es una amante exigente, pero también es un caramelo apetitoso de roer; me refiero al de las grandes esferas, y en ese caso, como buen dulce, aparecen muchas novias y padrinos que se dedican a buscar la mejor apadrinad@ para sacar el mejor provecho (el suyo). Tenemos listas, modas, estrellas que suben tan rápido como desaparecen; y ella, la música, en segundo plano. Porque al final, ella es lo de menos. La música en sí es inestable, debe ser inconformista, en su mensaje y su incontenible melodía/armonía/estilo inconformista. No debe atarse a otra cosa que no sea seguir evolucionando, seguir cosquilleando (me la inventé, je, je) en la psique de un artista con inquietudes nerviosas... Pero eso es largo y costoso, y no hay tiempo para ello, la cosa debe de ser instantánea.
    Con ello no quiero decir que no haya grandes artistas, ni grandes canciones, pero parece ser deben de cumplir varios requisitos para estar ahí, y lo políticamente correcto impera sobre lo imperable.
    Por otro lado, qué curioso que TV3 se fundara en 1984... No sé que pensará de ello el Gran Hermano, je, je, je. A mí de pequeño me encantaba, ya que en la comunidad Valenciana antes sí se emitía, pero no sé por qué (bueno, sí sé, pero no quiero despotricar del gobierno valenciano, eso es un pleonasmo) la quitaron. En fin.
    Genial reflexión, Josep. Un abrazo y a seguir escuchando buena música. Por cierto, cuando se acabe el mundo y comiencen a salir los créditos (director, productor y actores principales) sonará de fondo Stairway to heaven, seguro...

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    1. Supongo que el hombre "inventó" la música por necesidad, del mismo modo que inventó la escritura. Si con la escritura nos comunicamos utilizando la mente, con la música utilizamos, además, el corazón. Y tiene otra aplicación muy interesate: amansa a las fieras, ja,ja,ja. Dicho de otro modo, tiene un efecto terapéutico. Nos relaja y nos transporta. Bueno, no toda la música es relajante, porque la hay muy estimulante y excitante, je,je.
      TV3 ha tenido muy buenas producciones, pero últimamente ha perdido en calidad y me da la impresión de que se debe a que también ha cedido a lo más comercial. Menos mal que sigue emitiendo algunos programas culturales y divulgativos. Y cine y series de calidad.
      Un abrazo.

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  10. Creo que esos programas musicales que añoras no se dan porque si ahora quieres ver a una figura importante de la música no tienes más que buscar en YouTube y la puedes ver en conciertos en directo, en diferido, en videoclips... En cambio traer a esas figuras a un plató costaría una pasta y llevar a mindundis en busca de fama a programas tipo GotTalent es mucho más barato, o poner a "famosos" locales imitando a esas mismas figuras (esto ya me parece el colmo de la chabacanería).
    A mí también me entra mucha nostalgia cuando oigo ciertos grupos que ya no están, o que si están es como si no estuvieran. Sin ir más lejos, ahora mismo los míticos Abba han sacado un disco nuevo, parece ser que sus conciertos van a ser hologramas de cuando eran jóvenes y visto cómo están no me extraña (vi una imagen a tiempo real de la rubia del grupo y me dieron ganas de llorar), pero el paso de los años no perdona a nadie, ni siquiera a los famosos.
    Por todo esto yo sigo oyendo a "mis" músicos pero prefiero no verlos, ni como eran antes (me siento nostálgica, como tú) ni como son ahora (me entra mucha depresión). Así que me pongo mis CDs o mis mp3 y escucho a Mike Oldfield, Dire Straits, The Police, Sting, Ana Belén, Radio Futura, Gabinete Caligari, o incluso Abba.
    Un besote, amigo.

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    1. Es algo parecido a lo que ocurre con el cine. Si ha bajado tanto la audiencia en las salas de cine es porque en las plataformas digitales ya tenemos suficientes recursos y más barato. Pero no deja de ser triste. No es lo mismo ver una película en pantalla grande o en la TV, por muchas pulgadas que tenga.
      Claro que ver a tus artistas favoritos en YouTube o en un programa de TV da el mismo resultado. Pero del mismo modo que las cadenas intentan captar audiencia produciendo programas o series de calidad, también sería un buen recurso traer al estudio a artistas nacionales e internacionales de fama mundial. Pero qué le vamos a hacer.
      Los nostálgicos de grupos que hicieron historia tenemos ahora el recurso de ir a ver y escuchar a lo que se denominan Tributos, grupos que imitan, a veces con bastante dignidad, a los Beatles, por ejemplo. En ese caso en concreto, sin embargo, prefiero ver una actuación real de la época. Nunca me han acabado de gustar los grupos que versionan a los originales.
      La verdad es que el tiempo no respeta nada, ni a los famosos. Hace unos días también pude ver las caras actuales de ABBA y quedé desolado, je,je. No me extraña que hayan recurrido al holograma. Pero, qué quieres que te diga, vemos constantemente a cantantes en los que el paso del tiempo va dejando su huella (Serrat, Sabina o, sin ir más lejos, Los Rolling Stones) y nos siguen gustando, porque lo que cuenta es la calidad de lo que hacen. El día que hagan el ridículo será el momento de retirarse.
      Y, como tú, yo también me refugio en mis CD's y mp3 (a veces, incluso, en mis LP's de vinilo), en los que también tengo a todos esos grupos que mencionas, je,je.
      Un beso.

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  11. Han acabado los programas musicales como tal, aunque hay una cadena por ahí donde se ven vídeos musicales, pero no es de lo que hablamos. También acabaron con los teatros como "Estudio 1". Y acabaron con los programas buenos en los que participaban toda la familia como "El hombre y la tierra". Y acabaron con los debates de altura como "La clave"... Ahora los programas buenos los cuentas con los dedos de la mano. ¿Para esto queríamos tantas cadenas?
    SAludos.

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    1. Ahora los programas culturales y culturalizantes los han aparcado a La2 y en Cataluña al canal 33, los canales "residuales" que casi nadie ve. Podrían crear un canal para teatro, cine y música de calidad, pero las cadenas privadas no están por la labor, solo buscan audiencia.
      Un abrazo.

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  12. Una época dorada que ya pasó.
    Ahora lo consideran caro y arriesgado.

    Un abrazo.

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    1. Pasó y no tiene visos de volver.
      Lo bueno, bonito y barato no existe.
      Un abrazo.

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