En Catalunya Radio emitieron,
desde 1987 hasta 2008, un programa nocturno que llevaba por nombre “La nit dels
ignorants” (La noche de los ignorantes), en el cual los radio-oyentes
llamaban haciendo preguntas sobre hechos curiosos, cuyas respuestas las daban, en
caso de saberlas, otros oyentes.
Como yo no he sido aficionado
a poner la radio —salvo en el coche y generalmente para oír música— y menos de
noche, supe de ese programa por un amigo noctámbulo que sí lo seguía y que muchas
veces compartió conmigo alguna de sus enseñanzas.
Sí tengo, en cambio, La nit
del ignorants 2.0, un libro de Ferran Grau que publicó Angle Editorial en
2013 y en el que se incluyen, según reza la sinopsis, “las 200 preguntas y
respuestas más singulares”. Pero en él no hallé la respuesta a dos interrogantes
que siempre me han intrigado y que no ha sido hasta hace unos pocos años que tuve
la ocasión de desvelar, aunque sigo dudando de su veracidad, a saber:
- ¿De dónde procede el término
“bikini” que en Cataluña se refiere a lo que en el resto de España —o por lo
menos en gran parte de ella— se conoce como mixto o sándwich de jamón y queso?,
y
- ¿Por qué en los restaurantes de barrio —o en la gran mayoría de ellos— siempre sirven paella los jueves?
En el primer caso, la
respuesta obtenida me resulta bastante fiable, pues han sido varias las fuentes
—y al parecer solventes— que coinciden en ella.
En el segundo, son dos las explicaciones
que he obtenido para justificar esta costumbre y ambas de dos taxistas de
Madrid. Y ya se sabe, lo que no sepan los taxistas...
Son muchas las anécdotas que
podemos contar los catalanes sobre los distintos nombres y formas de pedir una
bebida o comida fuera de Cataluña. En mi caso, esta experiencia se circunscribe
a Madrid, por ser la capital que más veces he visitado durante mi vida laboral,
y donde, por ejemplo, pedir un café, a secas, es ser muy poco preciso, dada la
gran variedad de posibilidades: solo, con leche, normal, de desayuno, en vaso,
en taza… Por no hablar de lo que le ocurrió a una amiga mía la primera vez que
entró en una cafetería de la Gran Vía madrileña y se le ocurrió pedir un suizo,
que en Cataluña es chocolate a la taza con nata, y allí es un bollo azucarado.
Y así podría relatar un largo etcétera de curiosidades, malentendidos y
meteduras de pata de tipo lingüístico.
Así pues ¿qué ocurriría si, fuera
de mi tierra, entrara en un bar y pidiera un bikini? Así como el pa amb tomaquet
(pan con tomate o pantumaca como algunos le llaman) o el all i oli
(alioli) sí se han exportado fuera del territorio catalán, me temo que el
bikini, o biquini, todavía es un desconocido, al menos para la mayoría de la
gente. Pero ¿de dónde procede su nombre?
Bikini era una sala de fiestas
y de copas que se hizo muy famosa en la Barcelona de los años sesenta, ubicada
en la avenida Diagonal (entonces avenida del Generalísimo). Era un local con
sala de baile, terraza y minigolf muy frecuentado por las parejas “pijas” de la
época. En él no solo se podía tomar unas copas sino también comer algo ligero.
Hoy día tengo entendido que solo es una discoteca.
Pues bien, ese local incluyó,
entre sus ofertas gastronómicas ligeras, un sándwich equivalente al
Croque-Monsieur francés, es decir, un sándwich caliente de jamón y queso, hasta
entonces desconocido en España, y que en la sala bikini se hizo muy popular y
apreciado, tanto que cuando sus clientes habituales iban a otro local de las
mismas características pedían «un sándwich como el del Bikini». Hasta que acabó, por extensión, tomando
su nombre y desde hace muchísimos años con pedir simplemente un bikini ya es
suficiente.
Entremedias, dejadme mencionar
un caso —hay quien lo califica de leyenda urbana— en el que un plato no toma el
nombre del local que lo sirve, como en este caso mencionado, sino del cliente
que lo pide, como es el arroz “parellada”. Este plato consiste en arroz tipo
paella, pero cuyos ingredientes están limpios de polvo y paja. La carne está
deshuesada y el marisco pelado. Ideal para mí que en esto del comer soy muy
finolis. Pues bien, su nombre procede —según se cuenta— de uno de los mejores
clientes del lugar donde tuvo su origen. Un tal Juli María Parellada, cliente
muy rico, fino y delicado que frecuentaba el famoso restaurante barcelonés Set
Portes (Siete Puertas) siempre pedía un arroz con esas características para
no tener que ensuciarse las manos. De este modo, el camarero acabó pidiendo a
la cocina “un arroz para el señor Parellada”. Desde entonces puede encontrarse
este plato en muchos otros restaurantes catalanes, como en el también famoso
restaurante Señor Parellada, que nada tiene que ver, según sus propietarios,
con esta historia, real o ficticia.
Y hablando de arroz, vamos a
por la segunda intriga histórica que, como he dicho, me la aclararon dos
taxistas, cada uno con su versión, la primera de las cuales la he oído en más
de una ocasión, por lo que quizá cabría darle más crédito, aunque a mí se me
antoja dudosa.
A principios de siglo XX —no
puedo precisar más— las sirvientas que trabajaban para las familias de alta
alcurnia, libraban los jueves y para no dejar todo el peso de la cocina a la
señora de la casa, le dejaban preparados todos los ingredientes de una paella,
de modo que solo tuviera que mezclarlos, añadir agua, y poner la paellera al
fuego. A mí no me resulta algo fácil para quien no está habituado a cocinar
—más fácil habría sido preparar una tortilla de patatas, pero, claro, no debía
ser un manjar tan fino— y tampoco entiendo cómo una costumbre de la alta
sociedad se extendiera a todos los restaurantes de España.
La segunda versión me resulta,
hasta cierto punto, más creíble pero también me extraña esa difusión a nivel
nacional.
El caso es que a Franco le
gustaba mucho, a partes iguales, la paella y la caza. Y resulta que siempre que
iba de caza lo hacía en jueves. Como los restauradores de la zona donde solía
ir a cazar sabían de esa predilección, pero desconocían dónde iría y a qué
restaurante acudiría para almorzar, todos tenían en su carta, por si acaso,
paella. De este modo agasajaban al Generalísimo del único modo que sabían y
podían.
De esta segunda versión también
me choca que esa costumbre se extendiera a todo el país. Que cuando el dictador
salía de caza, todos los restaurantes de la región incluyeran en su menú ese
plato tan español por si se le ocurría aparecer, se me antoja algo posible pero
improbable, pues me imagino que los acompañantes de su excelencia ya se
encargaban de avisar al restaurante donde aterrizarían sus posaderas para que
estuvieran preparados y tuvieran el detalle —o la obligación— de satisfacer el
gusto y el apetito del Caudillo. Y también me choca que de ello tomaran nota
todos los restaurantes del país hasta nuestros días.
¿Teníais
conocimiento de estas singularidades y de esas versiones que las justifican? ¿Podéis contar alguna otra curiosidad que acabara imponiéndose de forma generalizada?
En la isla, no se da esa costumbre y puede que con eso se corrobore, bastante dudoso, la leyenda de Franco; cuando este fue Comandante Militar (ya tienes la pista de la isla), mandó a plantar las zonas intermedias con pino gallego de crecimiento rápido y a traer muflones para la caza, por lo tanto ya se tendría en cuenta a dónde iría a comer. Es de suponer. Además de su breve paso por el puesto.
ResponderEliminarTodo eso lo sabemos ya casi todos, porque la caza no es tan incipiente como imaginó el comandante y evidentemente los muflones se reproducen más rápido.
No tengo la menor idea de cuándo iba de caza ni dónde comía, datos que nunca se me dio por averiguar, pero sí quién fue el de los pinos y muflones y no solo los cuatro o cinco introducidos en el año 1970 con fines cinegéticos.
Saludos
Bueno, es bien sabido que Franco, una vez tuvo mando, hacía lo que se le antojaba sin tener en cuenta la opinión de los demás, sobre todo si los demás eran gente del pueblo. Lo que yo cuento ya era en tiempos de la dictadura que él instauró y dirigió. Muchas son también las anécdotas sobre su afición a la pesca y cómo sus lacayos le preparaban la presa con la que luego se hacía la foto para la posteridad. Si no se dedicó a cazar elefantes fue porque no le gustaba salir de España, el único lugar donde se sentía seguro, y porque los idiomas extranjeros se le daban fatal, je,je.
EliminarSaludos.
Hola Josep Ma me encantan estas curiosidades. Conocía la de la paella y de Franco aunque nunca he sabido si era cierta o no.
ResponderEliminarEstoy contigo que la paella no parece un plato fácil de cocinar.
Anécdotas parecidas a las que comentas seguro que nos han pasado a muchos jajaja, yo también pedí un suizo (me encanta) en Donosti y también me trajeron un bollo cuando yo esperaba mi chocolate con nata o pedir un cacaolat que por aquí es o era habitual y lo del café y sus múltiples variedades en la capital, es un tema apasionante jajaja
Besos
Yo no soy nada "cocinitas", pero siempre que veo a alguien hacer una paella se me antoja, si no muy difícil, si muy entretenida y hay que hacerla con cariño, je,je.
EliminarYo también pedí un Cacaolat en un bar de Madrid, creyendo que, al ser una bebida tan antigua y popular (al menos en Cataluña), se conocería en toda España como es el caso del Vichy Catalán, y al ver la cara de extrañeza del camarero tuve que explicarle en qué consistía, hasta que supe que estaba pidiendo un batido de cacao, je,je.
Un beso.
¡Caramba, qué cosas más curiosas! No las conocía, la verdad, pero ha sido bien interesante saber de ellas.Por mi tierra, en las pastelerías vendían unos bollos alargados con relleno de crema dentro, que llamaban "enchufes". No sé el origen del nombre, pero estaban ricos de verdad, y yo cada semana iba con mis amigas a comprarme uno cuando salíamos de paseo. Ahora hace muchos años que no os veo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por aquí les llaman xuxos (chuchos)
EliminarUn abrazo.
Iba a decirte lo del "chucho", pero se me ha adelantado Alfred, je,je.
EliminarDe niño me gustaban mucho, pero acabé encontránodolo empalagoso, con tanta crema y tanto azúcar.
Ahora lo evito más que nada por las calorías, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Que cosas mas curiosas se aprenden, madre mía, lo desconocía por completo. Sobre todo me ha llamado mucho la atención lo de la paella de los jueves.
ResponderEliminarTe puedo contar que cuando visite Madrid por primera vez con mi abuela paterna fuimos al Barrio de los Austrias a tomarnos una caña y lo que me sacaron como tapa ¿adivina que fue? una tapa de Arroz jejee, una alicantina va a visitar Madrid por primera vez y le sacan de tapa arroz jee, lo que nos pudimos reir mi abuela, mi tía y yo jeje. Le tengo mucho cariño yo a esa primera vez en la capital de España.
Gracias por enseñarnos estas curiosidades
Un abrazo.
En mis primeras visitas a Madrid, allá por los años 70, me sorprendió (aunque lo había oído) la costumbre de servir una cerveza o un vino acompañada de una tapa. Generalmente era de ensaladilla rusa o tortilla, pero nunca me he encontrado con una de arroz. Admito que es una muy buena costumbre, sobre todo si es a una hora en la que el apetito aprieta. Recuerdo que una vez rechacé (amablemente) la tapa (porque no me apetecía lo que me sirvieron y porque no tenía ni pizca de apetito) y el camarero me miró como si fuera un bicho raro, ja,ja,ja.
EliminarUn abrazo.
Hola Josep Maria, como dices al principio yo me incluyo en el grupo de tus conocidos "noctámbulos" y me ha hecho especial ilusión que mencionaras mi programa de radio favorito, "la nit dels ignorants",desconocia la existencia del libro (lo buscaré), cuantas noches con el transistor debajo de la almohada, cuantas historias y consultas, me acuerdo hasta de la banda sonora.
ResponderEliminarEn 1989 con motivo de la inauguración del Estadio Olímpic de Montjuic, a la que asistí para ver una competición atlética (Universiada'89) se generó un debate en el programa de radio, sobre el retardo con que empezó el acto inaugural, mi llamada al programa (en riguroso directo de madrugada) fue para confirmar que fue debido a un retraso descomunal de su majestad el Rey Juan Carlos, lo que provocó la desesperación de los asistentes, aparte de que estuvimos bajo una lluvia torrencial y escuchando una música ambiental horrible y que fue elevada a gran volumen para amortiguar el lógico abucheo al percatarse el público lo que estaba pasando.
Esta es mi modesta aportación.
Lamento las faltas, lo he escrito con el teléfono.
Cuidat Josep Maria, una abraçada.
¡Hola, Xavier! Mira por dónde vienes a visitarme tú, el amigo al que hago referencia en mi entrada, para que vean los lectores y lectoras que no me lo he inventado, je,je.
EliminarTambién recuerdo que me contaste que en alguna ocasión habías intervenido para dar respuesta a alguna curiosidad expuesta por un radio-oyente, pero no recordaba esta anécdota del retraso del Rey Juan Carlos. Pero cómo no olvidarla si encima tuvisteis que soportar la espera bajo un aguacero y con una música horrible como banda sonora, ja,ja,ja. Te agradezco mucho tu aportación.
Una abraçada.
Por tiempos más juveniles, en mis viajes por otras partes de la piel de toro, pedía tomates maduros, aceite y sal, para hacerme el pan con tomate in situ, para sorpresa del camarero y de los otrsos comensales del lugar.
ResponderEliminarEl Sr. Parellada, Set Portes y La Fonda Europa pertenecían a la misma familia.
Un abrazo.
Ahora ya es muy conocido el pan con tomate en todas partes, aunque en lugar de restregar el tomate sobre la rebanada de pan, suelen tener preparado tomate triturado para untarlo. Desde luego es mucho más práctico, pero yo prefiero el estilo tradicional, je,je.
EliminarSabía que el restaurante Señor Parellada y la Fonda Europa pertenecían a la misma familia, pero no el Set Portes. Se agradece la información, aunque hace más dudosa la historia del origen del famoso arroz, pues seria muy casual que tanto el cliente y como propietario se apellidaran igual. En todo caso, puede decirse aquello de que "si non e vero e ben trovato".
Un abrazo.
Conocía esa radio. Y repescas dos orígenes. Me hsa llevado al ayer, pero con mucho gusto
ResponderEliminarGracias. Un abrazo
Todo esto forma parte de la historia de la radio.
EliminarUn abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarNosotros sí hemos sido de escuchar la radio de noche, de hecho me apetece hablar en algún jueves reflexivo porque me trae buenísimos recuerdos.
Aquí un suizo es el bollito que mencionas, y hay muchos tipos de café, los que mencionas.
Lo del bikini lo había oído o leído,no recuerdo, pero lo de la paella, ni idea. Qué interesante.
Muy feliz finde.
Hola, Gemma.
EliminarUno de mis cuñados, de más joven, era incapaz de dormirse sin antes haber escuchado un buen rato la radio. Lo último que hacía al cabo del día era apargar el transistor y lo primero que hacía al dia siguente, al levantarse, era encenderse un cigarrillo, je,je.
Sé que para mucha gente la radio es una grata compañía, incluso en el trabajo. Recuerso a mi madre, que hacía pantalones en casa (eran los años 50) con la radio puesta y todavía recuerdo algunos programas, como los seriales radiofónicos y los consultorios sentimentales, je,je. Y cuando no existía la televisión no había otra forma de entretenimiento. De mayor, en cambio, solo la he puesto en el coche mientras iba y volvía del trabajo. Me hacía mucha compañía.
Un abrazo y feliz finde.
Hola Josep. Pues la verdad yo no tengo ni idea de esas peculiaridades ni nunca me he parado en ellas de porque se llaman de una forma o de otra.
ResponderEliminarLo que me ha llamado la atención es que el nombre de bikini se haya aplicado a otra cosa que no sea el traje de baño de dos piezas, y que se sirva un plato en un día determinado tampoco me ha extrañado nunca, creo que hay algunos restaurantes que lo hacen por costumbre para que la gente que le guste ese plato sepa que día lo sirven allí, por ejemplo el cocido madrileño me suena que también en algunos restaurantes lo hacen así. Y sin ir más lejos, también en las casas particulares se ha tenido la costumbre de poner un plato que se repetía unos días determinados, cada semana.
Hay lugares en Madrid que cuando se va de cañas, ya no hace falta hacer comida pues son muy generosos en tapas, sin embargo en otros lugares de España no te ponen ni una aceituna, y hay que tomarse la cerveza a palo seco, :))).
En fin curiosidades, que algunas tendrán su procedencia como tu dices.
Un abrazo.
Lo curioso de las distintas denominaciones es la confusión, a veces grotescas o simplemente graciosas, a la que conduce. El caso que cuento de mi amiga, que pidió un suizo pensando en una taza de chocolate caliente con nata montada, es que el camarero, pensando en el bollo, le pidió qué quería para beber, con lo cual se produjo un círculo vicioso que duró unos cuantos minutos, hasta que se deshizo el entuerto, ja,ja,ja.
EliminarEn casa, de niño, mi madre siempre hacía paella los domingos, motivo de celebración por parte de todos los miembros de la familia (seis en total), excepto yo, que por quel entonces odiaba este plato. Ahora me gusta bastante, aunque no es mi plato favorito.
Yo me imagino que son costumbres que acaban arraigando en todas partes, a modo de imitación o como un efecto dominó. Si el restaurante de al lado tiene paella los jueves, un plato que gusta a la gran mayoría de la gente, pues entonces yo también, debe pensar el propietario. El origen de esa costumbre semanal creo que quedará en el anonimato por los siglos de los siglos.
Y tienes razón, hay bares por ahí que si con cada copa te sirven una tapa, con solo tres copas prácticamnete ya has almorzado o cenado. Por aquí, en cambio, somos muy rácanos, no regalamos nada, la pela es la pela, ja,ja,ja.
Un abrazo.
No me había fijado en lo de la paella de los jueves en los restaurantes. Lo que sí te puedo decir es que en Cantabria (por lo menos)ese arroz con todo limpio se llama "Arroz del señorito".
ResponderEliminarRespecto a lo de los distintos nombres de los alimentos y las peculiaridades de cada sitio, te contaré una anécdota. En Bilbao en todas las pastelerías tienen lo que llaman bollos de mantequilla que no es más que un bollo suizo relleno de mantequilla batida. A mi marido le gusta mucho y en su ignorancia adolescente, pensaba que en toda España lo había. Cuando lo pidió en Asturias y le pusieron un bollo de pan partido a la mitad y untado de mantequilla, se subía por las paredes. Todavía lo cuenta con cierto enfado.
Muy interesante tu entrada.
Un beso.
Ese nombre me va que ni pintado, je,je. Cuando veo en el plato de arroz demasiados "bichos" se los paso a mi mujer. A lo sumo, me quedo con los mejillones y algún que otro molusco bivalvo, siempre que sean fáciles de abrir con un cuchillo y tenedor. Mi madre, para que me comiera la paella, me apartaba todos los ingredientes que no fueran vegetales en un plato aparte, me los limpiaba y así me los comía luego. Es en lo único que soy un señorito, que conste. Reconozco que no soy digno de una buena mariscada, porque sufro un montón trabajándomela y no aprovecho casi nada. Y o de chuperretear cabezas y patas me da no sé qué.
EliminarCreo que podríamos recopilar un montón de anécdotas gastronómicas hispanas, a cual más graciosa y original. La primera vez que se me ocurrió pedir un bocadillo de jamón con pan con tomate fuera de mis fronteras, no recuerdo dónde, me pusieron rodajas de tomate. Lógicamnete no dije nada porque 1) asumí que desconocían cómo se preparaba el auténtico pan con tomate y 2) porque literalmente cumplieron con los ingredientes que mencioné. Había jamón, pan y tomate, je,je.
Y es que viajando se aprende mucho de las costumbres ajenas y España es pluricostumbrista.
Un beso.
Buen día, Josep.
ResponderEliminarLa riqueza de nuestro lenguaje da mucho juego y en la gastronomía se dispara je, je. Últimamente he observado por Madrid que al arroz que mencionas se le llama paella ciega. En lo personal, siempre he sido bastante de escuchar la radio y en horario nocturno recuerdo un programa llamado "Los sabios" cuya mecánica era muy parecida a la que comentas. Por cierto, el pan con tomate se ha extendido absolutamente en todos los desayunos de la capital ;)
Un abrazo y buen fin de semana.
Al margen de la riqueza gastronómica española, la versatilidad con que denominamos lo mismo según la región o comunidad es como un juego de malabares, nunca sabes dónde está la pelotita, ja,ja,ja. Lo que aquí se llama así, allá se llama asá, y a veces hay que ir con cuidado. Una vez, en Santiago de Compostela, un compañero, con quien acudí allí para un simposio, entró en una tienda de comestibles y pidió "teta gallega" (ese queso típico con forma de teta) cuando debía haber dicho "tetilla gallega". Para nosotros esa diferencia no tenía ninguna importancia, pero la mujer que nos atendió nos miró con una cara muy extraña hasta que aclaramos la confusión, ja,ja,ja.
EliminarAl principio costó un poco, pero al final hemos acabado conquistando los paladares de casi toda España con nuestro pan con tomate, je,je.
Un abrazo y que tengas también un buen finde.
Creo que no ha pasado el comentario. Voy a tratar de repetirlo y, si ha pasado, borra el que te parezca.
ResponderEliminarTe decía que, contrariamente a tus gustos, a mí me encanta la radio por encima de la televisión y particulamente por la noche.
Te comentaba también que ha habido varios programas radiofónicos que han pasado de Cataluña al resto de España, en ocasiones incluso con los mismos presentadores. Recordaba el Hablar por hablar, de la Cadena Ser, pero ha habido otros, también de televisión. Me suena uno parecido al que comentas, en el que unos hablantes preguntaban y los que tenían la respuesta respondían.
Con respecto a las simpáticas curiosidades que comentas, no puedo aportar nada nuevo.
Un abrazo.
Pues no debió pasar, ya que solo veo este comentario. Siento, pues, que hayas tenido que hacer un trabajo doble, je,je.
EliminarYo es que por la noche prefiero leer hasta que me vence el sueño. Será cuestion de costumbres arraigadas con los años.
En cuanto a los programas de radio y TV, cuando una fórmula funciona en una zona, se hace extensiva al resto del país. Ahora mismo hay un concurso televisivo, que creo tuvo su origen en el País Vasco (ETB), que se llama "Atrápame si puedes" con alguna que otra variante, que se emite en muchas CCAA (tengo entendido que también en Aragón). Y como este hay muchos otros casos que incluso han traspasado las fronteras en ambos sentidos. Lo que gusta, se extiende, como el pan con tomate, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Buenos días, Josep:
ResponderEliminarMe han gustado todas esas curiosidades que hoy cuentas. Lo de "Arroz parellada" lo he visto yo anunciado en menús de por aquí (Madrid y las dos Castillas); lo del bikini para el sandwich lo desconocía por completo; al hablar de sala de baile y tal pensé que iba a ser más picantona la explicación (ja, ja...); y en cuanto a la paella de los jueves por mi tierra, que es Salamanca, no se estila. En Salamanca, los bares suelen ofrecer de tapa paella o todos los días a una hora determinada o, y es lo más frecuente, los domingos a eso de la una de la tarde.
Sí es verdad la gran variedad que usamos en España para referirnos a comidas. Las vamos aprendiendo a lo largo de nuestra vida y nos proporciona un cúmulo de situaciones graciosas y, a veces, embarazosas pero siempre de buen rollito.
Esta entrada tuya me ha animado mi despertar dominical.
Un fuerte abrazo, amigo
Buenos días, Juan Carlos:
EliminarPues mira que yo estaba convencido de que lo de la paella los jueves era una costumbre arraigada por toda la geografía nacional. No es de extrañar que un restaurante de postín tenga en su carta paella y con sus distintas variantes, pero sí es curioso que en los de barrio (al menos en Cataluña), esos a los que acuden, y acudíamos, los trabajadores de la zona a la hora del almuerzo, solo tengan paella ese día de la semana. El hecho de que fueran dos taxistas madrileños quienes me dieran sus respectivas explicaciones me hizo pensar que era algo generalizado en todo el terreno patrio, je,je. Pero supongo que, del mismo modo que cada maestrillo tiene su librillo, cada comunidad, provincia y comarca tendrá sus propias costumbres gastronómicas que no tienen porqué ser extensivas a las demás.
Yo no dejo de aprender el nombre de platos o comidas que me son desconocidos, como fue, por ejemplo el caso del cachopo, del que tuve conocimiento a raíz del caso del "rey del cachopo", cocinero y asesino.
Ahora bien, de todos los descubrimientos, el que mejor recuerdo me trae es el "agua de Sevilla". Qué rica que está, ja,ja,ja.
Hay quw viajar para aprender cosas nueva, buenas y malas, je,je.
Un abrazo y feliz domingo.
¡Hola, Josep!
ResponderEliminarYo de jovencilla escuchaba mucha radio pero solo sintonías de música, cómo los 40 Principales.
En cuanto al pan con tomate.... tengo que decir que fue invento de un grupo de obreros Murcianos, que fueron a Barcelona para construir el Metro. Se llevaron tomates de la huerta. Uno de estos obreros cogió una rebanada de pan y restregó un tomate, le gustó y de ahí salió lo que vosotros conocéis cómo el pan tumaca....
¡Buen día de Domingo!
Un abrazo.
Hola, Mamen,
EliminarUy, Los 40 principales eran lo más, je,je. Bueno, creo que todavía se emite, no lo sé. Es que yo, ahora, para escuchar música en la radio, solo sintonizo RAC-105, una emisora barcelonesa.
En cuanto al origen del pan con tomate, me temo que entraríamos en otra de esas discusiones en las que cada uno barre para casa, je,je.
Sobre este tema hace tiempo que me documenté a raíz de de un comentario que oí y que apuntaba en otra dirección. Como todas las historias y anécdotas, aparecen diversas explicaciones y uno acaba dudando de todas, pero yo me decanto por la del periodista y gastrónomo catalán Néstor Luján (1922-1995), que escribió Historia de la gastronomía. Este autor afirma que la primera referencia escrita del pan con tomate data de 1884 y, según su tesis, se había creado en el mundo rural en un momento de abundancia de tomates, que se aprovechaban para reblandecer el pan seco. Explica también que su implantación en Cataluña no tiene nada que ver con la inmigración murciana llegada a Barcelona por la Exposición Universal de 1929, como han indicado erróneamente algunso autores (sic). Así pues, que cada uno crea lo que quiera. Yo solo puede decir que mi madre, murciana de nacimiento y catalana de adopción, nunca me contó nada parecido, aunque era muy pequeña cuando vino a Cataluña y quizá no sabía nada del tema.
Creo que en este, como en otros muchos casos, siempre encontraremos explicacioes para todos los gustos, como el del origen de Colón, ja,ja,ja.
Un abrazo y feliz domingo.
Bueno, lo dejamos en empate. 🙂
EliminarVaaaale, ja,ja,ja.
EliminarOtro abrazo, Mamen.
Saludos, Josep.
ResponderEliminarNo conocía las curiosidades que comentas en tu post, aunque desde siempre me han fascinado las teorías que sustentan los orígenes de ciertas expresiones o costumbres de profundo arraigo popular. En cuanto a la radio, en casa sí que hemos sido mucho de radio. Mi madre y mi abuelo siempre tenían la radio puesta, y cuando de niño acompañaba a mi padre a su negocio, siempre tenía una radio de fondo puesta. Recuerdo mucho los seriales, y algún actor radiofónico como Manolo Otero. Te hablo de finales de los 70's. Luego sí que he escuchado algunos programas nocturnos junto a mis hermanos (los tres dormíamos en el mismo cuarto y teníamos una radio común). Ahora ya casi no escucho la radio, pero durante un tiempo me compañó muchísimo, tanto en casa como en el trabajo.
Un abrazo y buen finde, Josep.
Hola, Pedro.
EliminarLa mayoría de explicaciones que conozco ante hechos o costumbres curiosas suelen ser tan dispares, y a veces disparatadas, que uno llega a la conclusión de que la verdadera explicación se ha perdido en la noche de los tiempos. Si hablamos de expresiones que proceden de hechos supuestamente históricos igual, como es el caso de "acabar como el rosario de la aurora", de la que he leído dos posibles explicaciones y no sé cuál es la verdadera.
En casa solo fuimos unos habituales de la radio durante mi infancia y también recuerdo los seriales radiofónicos y los consultorios sentimentales (el de la Señora Francis, que creo era de ámbito nacional, y el de Montserrat Fortuny, centrado en Cataluña), y algún que otro programa infantil, que procuraba no perderme. Con la entrada de la televisión, la radio quedó relegada a un segundo plano y solo era mi madre quien la escuchaba mientras se dedicaba a los quehaceres domésticos y a montar pantalones en la mesa del comedor. Ahora me resutaria muy difícil mencionar más de un par de programas radiofónicos que no sean musicales.
Un abrazo.
Muy curioso, a mí que voy habitualmente a Cataluña, cuando pido agua y me preguntan como la quiero, se me escapa "del tiempo" cuando allí se dice "natural". En mi restaurante preferido de Tossa de Mar al arroz parellada le llaman "del señorito" y también me llama la atención que en Cataluña a los botellines de cerveza se les suele llamar por su capacidad "quinto", "tercio" y donde yo vivo mi impresión es que la gente suele pedir simplemente un botellín, sin ser tan específico. Saludos.
ResponderEliminarA un amigo mío le sucedió justo lo contrario, que pidió un cortado en Madrid y cuando le preguntó el camarero cómo quería la leche contestó "natural", a lo que el camarero le dijo ¿Y cómo va a ser sino?, "querrá usted decir del tiempo", je,je.
EliminarEs realmente curioso ver cómo, según dónde recalas, les llaman a las cosas de modo distinto.
Un abrazo.
Bueno, muy divertido,... me imagino pidiendo un biquini en un bar... Los gallegos tenemos mchas peculiaridades pero entre todas ellas me gustaría destacar el don para "hacer nuestras" las canciones. Así, la canciones de Sweet Home Alabama', de la banda de rock sureño estadounidense Lynyrd Skynyrd, siempre será 'Miña terra galega', de Siniestro Total:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=t02dFZI7nw4&feature=emb_logo
o ... Y 'My Sharona',de la banda estadounidense de power pop/rock The Knack, en Galicia es y será 'Vaiche Boa', de Heredeiros da Crus:
https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=zCqaqg32ols&feature=emb_logo
Un abrazo
Así como en algunas otras cosas sí que llegué a meter la pata, nunca se me ocurrió pedir un bikini en Madrid ni en ninguna otra ciudad fuera de Cataluña. Eso lo tenía muy claro, je,je.
EliminarEsa habilidad para adaptar temas musicales extranjeros al repertorio gallego no deja de ser muy interesante y, visto el resultado (he visionado ambos vídeos), meritorio, je,je.
Un abrazo.
Que lindo e interesante lo que cuentas, para mi que soy de Argentina, me llamaron mucho la atencion.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, saludosbuhos!!
Supongo que en Argentina también debéis contar con muchas anécdotas o curiosidades parecidas.
EliminarMuchas gracias a tí por venir a leerme.
Un abrazo.