lunes, 27 de octubre de 2025

Jueces para la democracia

 


Juezas y jueces para la democracia (JJdP) es una asociación judicial fundada en 1984 que nació a partir de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que agrupa a juezas y jueces comprometidos con los valores constitucionales, la defensa de los derechos fundamentales y la consolidación de un Estado social y democrático de derecho, según la definición que consta en su página web.

En este sentido, ¿no resulta, como mínimo curioso, o paradójico, que deba existir un grupo de magistrados que se signifiquen públicamente a favor de algo que debería ser lo normal en un país democrático como el nuestro? ¿Acaso ello significa que hay jueces en España que no están por la labor de proteger los derechos constitucionales a ultranza, que no son demócratas?

Pues a pesar de lo que digan algunos, no todos los jueces actúan en beneficio de la verdad y la justicia. Existe un temor reverencial o hipocresía institucionalizada en la mayoría de ciudadanos, e incluso en algunos partidos políticos, a declarar abiertamente que no existe en nuestro país una clara separación de poderes, el político y el judicial. Les guste o no a algunos ultraconservadores, hay jueces que hacen política y políticos que se erigen en jueces. Es lo que se conoce como politización de la justicia y judicialización de la política, respectivamente. Es algo que se conoce, pero no se admite públicamente, a menos que se quiera ser tachado de izquierdista consumado y recalcitrante al que hay que combatir. Seamos realistas: no todos somos iguales ante la ley, pues dependemos del juez que instruya el asunto a enjuiciar. Es triste y peligroso que un dictamen, favorable o desfavorable, dependa de qué juez lleve el caso.

Yo me pregunto si se puede separar la ideología política (o religiosa) de un juez de la forma en que aplica la ley en base al concepto de justicia y democracia.

Al igual que se ha propuesto confeccionar una lista de médicos antiabortistas, para saber en todo momento, por exclusión, la disponibilidad de un médico que sí pueda practicar un aborto en un centro sanitario público, debería existir otra para los jueces en función de su ideología. Y del mismo modo que, según tengo entendido, a un aspirante a policía se le somete a un test psicológico para evitar a un psicópata o extremadamente violento entre sus filas (aunque me temo que, de existir este filtro, no siempre funciona), deberían clasificarse a los jueces según su tendencia sexual y política, no vaya a ser que a un juez homófobo, xenófobo o ultraderechista le toque enjuiciar a una mujer presuntamente violada, maltratada, a un transexual, a un migrante que supuestamente ha cometido un delito contra la propiedad o a un presunto “delincuente” antifascista que ha participado en una pelea contra neonazis.

Como no veo que ello sea factible (seguramente sería tachado de ilegal y para algunos incluso anticonstitucional), ni práctico, quizá si que durante las oposiciones a la judicatura debería implantarse una evaluación previa a la adjudicación del cargo, que revelara esos supuestos prejuicios que impedirán posteriormente aplicar una justicia justa y para todos igual.

Sé que estoy soñando despierto, pero mientras pienso en estas posibilidades, a medio y largo plazo, me imagino un mundo mejor y más justo. Pero si eso acaba ocurriendo, seguro que va para muy largo. Y ya lo dice el refrán: dentro de cien años, todos calvos.

 

8 comentarios:

  1. Es un contrasentido, que solo demuestra, que los jueces tienen color. Hasta ahora, lo único que tenemos claro, es que el juez hace el delito más o menos grave.
    Un abrazo.

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    1. La ley puede ser clara, pero suele ser interpretada a conveniencia de quien tiene que aplicarla.
      Un abrazo.

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  2. Yo también me he preguntado cómo puede un juez olvidar su ideología para juzgar con justicia y sin partidismos. Imagino que eso tiene que formar parte de su formación y que se consigue aplicando la ley de la forma más aséptica posible. Lo malo es cuando los jueces, como alguno que no quiero nombrar, utilizan su profesión para favorecer al partido de su ideología de forma bochornosamente patente. Y luego, los mismos que utilizan a esos jueces a su favor, se cargan a Garzón que daba a diestro y a siniestro e igual inculpaba la PSOE por la guerra sucia que al PP por la corrupción. Así es este país.
    Un beso.

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    1. Ya no existen jueces como Salomón, je, je. Aun intentando ser justo, a su manera, un juez puede caer en la tentación de barrer para casa en función de sus intereses, muchas veces inconfesables. Ser juez es de una gran responsabilidad y la ley no está para ser tergiversada a su antojo y libre albedrío.
      ¿Hay jueces buenos y jueces malos? Pues sí y este es el problema. Los jueces, como cualquier profesional, deberían estar sujetos a un control para evitar y castigar la mala praxis.
      Un beso.

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  3. Me llama mucho la atención cuánto se indignan los jueces porque se les cuestiona, como si fueran inviolables y tuvieran que estar fuera de nuestra evaluación. ¿Quiénes se creen que son? ¿Dios? Esa desfachatez por parte de algunos me saca de mis casillas. Lo que no son capaces de ver (algunos) es que si se les cuestiona es porque no dan muestras (algunos) de ser justos. Algunas resoluciones judiciales cantan tanto que hasta los profanos en la materia, como lo puedo ser yo, se dan cuenta de que aquello no está bien. No obstante, creo que las leyes deberían ser más precisas y no dar pie a que cada juez las interprete a su manera.
    ¿Has visto una serie que se llama "Su Majestad"? En uno de los capítulos se muestra una comida de jueces conservadores y, aunque está descrita en tono de humor, se te ponen los pelos de punta porque al espectador le queda la sospecha de que aquello sucede en la realidad.
    Un beso.

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    1. Los jueces no son intocables, aunque muchos se lo crean o quieren que así sea.
      Del mismo modo que todos estamos obligados a cumplir la ley y estar sujetos a críticas si no obramos bien, los jueces, más que nadie, también deben estar sometidos a crítica si sus resoluciones son claramente injustas. Desde luego existe la posibilidad de recurso, pero a veces me da la sensación de que todo el sistema está corrompido. Por fortuna, existen jueces y juezas que sí actúan conforme a la ley.
      Lo que a mí más me subleva es ver cómo a un juez claramente prevaricador no se le aparta del caso por una entidad judicial superior, como es el CGPJ. ¿Acaso lo toleran porque, en el fondo, también son unos prevaricadores y consentidores de esa mala praxis? Es una vergüenza.
      Un beso.

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  4. Hola Josep, el tema de los jueces es peligroso porque como dices, a veces parece que dependas de la ideología. Yo creo que pasa igual con cualquier servicio al ciudadano. La policía quizás pasa un test o un psicotécnico pero después siguen actuando según sus ideales y también se generan conflictos por el poder que tienen. Los que nos tienen que defender no siempre lo hacen, pienso. Es la suerte de quién te toque. Una abraçada!

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    1. Resulta peligroso que tu vida y libertad dependa del modo de pensar de alguien que te tiene en sus manos. Es difícil saber de antemano si un juez será justo o no ante un veredicto, pero "por sus actos les conoceréis". Si un juez demuestra parcialidad al juzgar, deberían abrirle un expediente o apartarlo de la judicatura.
      Una abraçada!

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