El Centro de detención de
Guantánamo es una prisión militar de alta seguridad situada en la base naval de
la bahía de Guantánamo, en la isla de Cuba, y desde 2002, tras los atentados
del 11 de septiembre de 2001, las autoridades estadounidenses la han utilizado
como centro de detención para acusados de terrorismo.
En dicho Centro, Estados
Unidos encarceló a un total de 780 hombres musulmanes, de los cuales cuarenta
siguen indefinidamente detenidos sin cargo ni juicio.
Fue George Bush quien, en
noviembre de 2001, autorizó al Pentágono a mantener a ciudadanos no
estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos.
A lo largo de los años, los
prisioneros han reportado el uso de la tortura y abusos varios en esta prisión,
algo que la administración Bush negó categóricamente. Sin embargo, Amnistía
Internacional, en 2005, calificó la prisión como el Gulag de nuestros tiempos,
y la ONU demandó, en 2006, sin éxito, su cierre.
Barack Obama, una vez elegido
presidente de los EEUU, decretó su cierre en el plazo de un año y ordenó la
revisión de los juicios de los acusados de terrorismo y prohibió toda práctica
de métodos de interrogatorio equiparables a la tortura, tras lo cual, uno de
los detenidos, Ahmed Ghailani, fue absuelto de 284 de los 285 cargos que la
fiscalía lo había acusado, siendo exonerado del principal delito de terrorismo.
Durante el mandato de Obama,
197 prisioneros fueron repatriados a un tercer país, y durante la presidencia
de Trump solo uno fue transferido a su país natal para terminar así el ciclo de
su sentencia y han sido varios los países que han dado asilo a los detenidos
liberados.
Según organizaciones de
derechos humanos, más del 85% de los prisioneros liberados no resultaron
sospechosos de participar en actividades terroristas.
Con todo ello, Amnistía
Internacional calcula que el 80% de los detenidos están recluidos en régimen de
aislamiento en varios campos del Centro, entre ellos el Campo 6, donde las
condiciones son más severas, pues los prisioneros están confinados durante un
mínimo de 22 horas al día en celdas individuales de acero sin ventanas al
exterior.
Estados Unidos los considera “combatientes enemigos ilegales” –la mayoría acusados de pertenecer a los talibanes o a Al Qaeda, y no combatientes de guerra–, por lo que el gobierno ha argumentado que no tiene por qué aplicarles las protecciones legales de la Convención de Ginebra, y por tanto puede retenerlos indefinidamente sin juicio y sin derecho a disponer de un abogado.
A finales de 2004, un informe
de la Cruz Roja Internacional y la filtración de un informe del FBI, reconocían
el uso de tácticas de coerción psicológica y física equivalentes a torturas,
hechos finalmente reconocidos en 2005 por el departamento de defensa.
Los juicios ante los
tribunales militares comenzaron en junio de 2008 con el proceso a Jalid Sheik
Mohammed, acusado de ser el cerebro de los ataques del 11 de septiembre de
2001, quien, junto a otros cuatro acusados, se enfrenta a cargos que incluyen
2.973 acusaciones por asesinato, uno por cada persona que murió en los
atentados.
El relator especial de la ONU
sobre Ejecuciones Arbitrarias, Sumarias y Extrajudiciales, Philip Alston, exigió
a Estados Unidos la suspensión de los juicios militares en Guantánamo porque
“no cumplen en absoluto las normas internacionales”.
Muchos de los presos tienen
una situación legal incierta, pues no existen evidencias suficientes para
acusarlos, pero son considerados “demasiado peligrosos” para quedar en
libertad.
Personalmente, y al margen de
la necesaria persecución, enjuiciamiento y castigo de los causantes del grave
atentado ocurrido en suelo estadounidense el 11 de septiembre de 2001, considero
que toda acusación y proceso penal debe basarse en hechos comprobados y siempre
teniendo en cuenta la presunción de inocencia, y por muy grave que sea el
cargo, todo detenido tiene derecho a un abogado.
Según lo aquí expuesto, está
claro que los EEUU han vulnerado y siguen vulnerando los derechos humanos y
pasan olímpicamente de la Convención de Ginebra y de cualquier llamamiento y
crítica a esta situación sumamente anómala e ilegal.
Los EEUU, los teóricos
defensores de la justicia y la paz internacional, no tienen un comportamiento ni
justo ni legal cuando les conviene y hacen oídos sordos a las recomendaciones e
incluso exigencias de organismos tan respetables como Amnistía Internacional y
la propia Organización de Naciones Unidas.
Israel y Rusia, por poner dos
ejemplos actuales, no son, por lo tanto, los únicos gobiernos que ignoran
repetidamente las exigencias y resoluciones de la ONU para poner fin a sus
desmanes en Gaza y Ucrania, respectivamente, así que los EEUU deberían mirarse
al espejo y reconocer que también actúan con total impunidad cuando se trata de
defender sus posiciones, por injustificadas que sean.
Del mismo modo que defender a
los gazatíes sometidos a una caza sin cuartel y estar a favor de un Estado
Palestino no significa en absoluto estar de lado de los terroristas de Hamás,
cosa que esgrime Netanyahu para justificar la actuación de su ejército y
denostar a todo aquel que aboga por un alto el fuego, por la paz duradera en
aquel territorio, y por el reconocimiento del Estado Palestino, quiero dejar
bien claro que mi posicionamiento a favor de los derechos humanos de los
detenidos en Guantánamo por un supuesto terrorismo, que en numerosos casos no
ha sido comprobado e incluso se ha visto inexistente, y en contra de su
detención indefinida sin cargos ni juicio, tampoco significa que esté del bando
de los que cometieron aquellos atroces actos en septiembre de 2001. Simplemente
estoy a favor de que se aplique la justicia según las leyes internacionales y
ningún país puede evadirse de esta responsabilidad.
Guantánamo debería cerrarse
definitivamente y que sus detenidos sean puestos a disposición de la justicia
una vez se hayan determinado los cargos que se les imputan basados en hechos
incontestables. Del mismo modo que en un juicio “normal” el jurado, en caso de
duda por falta de pruebas, absuelve al condenado, en este caso la justicia
debería actuar del mismo modo. De lo contrario, su imagen queda
irremediablemente dañada. Ser musulmán no significa ser sospechoso de
terrorismo, aunque hayan sido musulmanes los que cometieron aquel execrable
atentado contra la humanidad. Esta actitud solo alienta la islamofobia, algo
que, por desgracia, ya ha contagiado a Occidente.
Están encerrados ahí, para no estar sometidos a las leyes territoriales EE. UU. Por eso se les puede aplicar lo que a los jefes antiterrorismo consideren oportuno sin dar cuenta más que al ejecutivo americano. Pero ninguna administración, desde entonces, se ha metido mucho en el asunto, excepto Obama y no del todo.
ResponderEliminarComo bien dices es un limbo legal y nadie se responsabiliza, por qué consideran que algo habrán hecho.
Un abrazo.
Los han encerrado en un reducto al que muy pocos tienen acceso para que no vea la luz los hechos allí ocurridos y que la opinión pública no los conozca al detalle. No obstante, aunque se ha publicado la situación anómala de los presos, tampoco parece que nadie se tome la molestia de intentar subsanarla.
EliminarUn abrazo.
Obama fue una gran decepción en lo personal y no pudo o no le dejaron crear un mundo y un país más justo acorde a sus promesas. Hay una película llamada 'The Mauritan" que refleja de manera perfecta la prisión infernal de Guantanamo y ese limbo en el que aún quedan prisioneros.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep.
Pues sí, Obama prometía ser y actuar de un modo mucho más progresista de como lo hizo, incluso en la defensa de los derechos civiles y en contra de los conflictos raciales. Pero yo también creo que los presidentes de un país, por democrático que sea, suelen tener las manos atadas por culpa de poderes ocultos que controlan sus decisiones.
EliminarVí "The Mauritan" hace tiempo y realmente es un fiel reflejo de esa cruda realidad.
Un abrazo, Miguel.
Los Estados Unidos siempre han funcionado con la ley del embudo y lo peor es que nadie se atreve a plantarles cara para exigirles que cumplan los convenios internacionales pactados para este tipo de situaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los EEUU se erigieron como "la policía del mundo" y, como tal, controlan todo los que pueden, dentro y fuera de su territorio. Están por encima del bien y del mal, pero siemrpe atienden a intereses inconfesables.
EliminarUn abrazo.
A nivel personal, a nivela económico o a nivel de estados, el que es rico y/o tiene poder hace lo que le da la gana. Estados Unidos siempre ha predicado de boquilla la democracia, pero cuando le ha convenido derrocar a alguna y sustituirla por la más atroz dictadura, no le ha temblado una pestaña. Ahora mete a los presos en Guantánamo porque sus leyes civilizadas y muy democráticas no les permitirían las atrocidades que comenten. Son ingenuos, dentro de todo. Meten la cabeza bajo el ala de un país externo a ellos y como si no pasara nada. Un magnífico artículo.
ResponderEliminarUn beso.
Desde hace décadas, EEUU es una democracia de pacotilla, la cual cada vez se está deteriorando más. Los intereses económicos, políticos y militares son los que dirigen sus estrategias nacionales e internacionales. Ahí tenemos el claro ejemplo de su hipócrita e interesada postura ante Israel.
EliminarEn cuanto a su lucha contra el terrorismo, creo que este término esta siendo utilizado (como en nuestro país) indiscriminadamente y tergiversando su verdadero significado. Todo elemento sospechoso puede ser tildado de terrorista, sobre todo si es musulmán. Guantánamo es un fiel reflejo de esta actitud y filosofía. Y como en otras muchas injusticias en el mundo, los países amigos del agresor y los no tanto, callan y miran para otro lado, no sea que les apliquen la máxima de "o estás conmigo o contra mí".
Un beso.
Qué macabro suena todo, Josep. Ahí radica el poder de la palabra. Me refiero en EEUU. Si por allí dices este es terrorista, la masa se pone en guardia y tú, que tienes ascendencia diferente a la suya, quedas marcado y da igual lo que seas; la consigna es que es mejor tenerte encarcelado que suelto.
ResponderEliminarLa verdad es que la globalización nos ha dado la falsa sensación de que todas las culturas van de la mano. Un ruso es totalmente distinto a un europeo, como si fueran de razas distintas, como los musulmanes, los orientales y, por supuesto, los norteamericanos. Cada cultura tiene su manera de pensar, y eso conlleva que lo que aquí nos parezca deleznable, allí sea concebido como obligatorio. Y al final, los que más sufren de esas deficiencias culturales son los más débiles; eso sí que es igual en cualquier parte del mundo.
Me ha impresionado esa descripción de lo que allí acontece. Da miedo de pensar.
Un fuerte abrazo, Josep
En EEUU, lo macabro se mezcla con lo ridículo. Siempre me ha sorprendido cuando, antes de entrar en territorio estadounidense, tienes que rellenar un impreso indicando dónde vas a estar alojado, a que vas y cuanto tiempo te quedarás, para, a contiuación, tener que rellenar una casilla en la que debes que declarar si eres un terrorista, un drogadicto y si has estado en la cárcel. ¿Quién en su sano juicio marcaría un SI en esos apartados aun siendo cierta alguna de esas circunstancias? Es una muestra de su infantilismo, pero ese infantilismo también lo aplican a la hora de retener injustamente a un sospechoso por su aspecto o actitud. Si pareces malo, eres malo.
EliminarNos encontramos ante una gran contradicción: la democracia más alabada del mundo es la que da un peor ejemplo.
Un abrazo.
Hola, Josep Maria.
ResponderEliminarSolo con esto: George Bush quien, en noviembre de 2001, autorizó al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos. Uno se da cuenta de la crueldad que habita allí. Cómo es posible que esto suceda, que haya personas que no tengan cargos imputados y aun así puedan fenecer en una prisión entrecomillada. Que no se sepa lo que verdaderamente sucede en ese lugar y lo peor de todo, que no se haga nada.
Es terrorífico. De algún modo podríamos ser cualquier los que nos encontráramos en una situación similar, porque no hay base que la sustente y esa irrealidad abre tantas posibilidades como esa pobre gente que estará ahí, solo por ser de otro territorio, tener otras creencias religiosas o simplemente ser y estar en el lugar equivocado.
Si no podemos confiar en las leyes, las que nos protegen, qué nos queda.
Un beso.
Hola, Irene. Hemos visto y seguimos viendo varios ejemplos en los que la venganza tras un ataque terrorista despliega todo un arsenal y métodos que van más allá de lo que sería necesario o de defensa justa y proporcional. Estamos viendo ahora mismo cómo un ataque terrorista por parte de Hamás ha sido y es contestado de una forma exageradamente agresiva, masacrando a ciudadanos inocentes con la excusa de acabar con los terroristas. Lo importante es demostrar músculo y vaciar el odio engendrado por un enemigo al que se quiere derrotar, cueste lo que cueste.
EliminarEn Guantánamo, la mayoría de detenidos eran inocentes de los cargos que se les imputaban. Lo importante era demostrar que los EEUU tienen la sartén por el mango y el poder de hacer lo que les plazca a pesar de las críticas internacionales. Es exactamente la misma postura de Netanyahu, de Putin y de cualquier otro dictador.
Un beso.
Cada vez soy más consciente de la poca influencia que los ciudadanos de pie tenemos en nuestros gobernantes. Nos utilizan como justificación para sus acciones ("nos eligieron, luego piensan y aplauden lo que hacemos", razonamiento espurio e hipócrita por demás). No, señores míos, los voté pero eso no equivale a que valide todas sus acciones, mucho menos si son ilegales. Eso es lo que sucede con el asunto Guantánamo. Pero no sólo es cosa de los USA, sucede en Israel, en Ucrania, y en muchos otros lugares de nuestro cada vez más pequeño mundo. Es una pena.
ResponderEliminarNos hablan de libertad, de democracia, de paz, de convivencia, pero nos acallan con los voceros que difunden sus teorías, nos insultan si no las aplaudimos, y hasta corremos el riesgo de acabar en un Guantánamo cualquiera si persistimos en nuestra crítica o denuncia. Como digo al inicio cada vez me siento más un siervo de la gleba ninguneado por los señores feudales que gobiernan los estados de este mundo. En fin, me retiro a leer, es mi única manera de sobrevivir sin desesperar.
Un abrazo, Josep
Estás conmigo o contra mí, ese es el lema de muchos mandatarios. Vemos continuamente cómo nuestros dirigentes, votados democráticamente, aplican luego la máxima de "dónde dije digo, digo diego". Se olvidan, o simplemente se las pasan por el forro, de las promesas que hicieron durante la campaña electoral y luego si la ciudadanía protesta es tachada de desleal, o cosas peores.
EliminarMIra lo que le ocurrió a Julian Assange (que por cierto, parece que al fin se librará del castigo ejemplar que le tenían reservado los EEUU) por difundir secretos de Estado que eran verdades como un templo, que pusieron en un aprieto al Gobierno de los EEUU al demostrar las barbaridades que cometió su ejército en Afganistan. ¿Por qué a un ciudadano se le puede condenar por un delito y a un Estado no? Y cuando la ONU quiere aplicar un correctivo a los Estados que cometen crimenes de guerra, salen sus compinches con el derecho a veto. Es como lo que pasa con los corruptos, que se protegen entre sí. Una vergüenza.
Un abrazo, Juan Carlos.
Es un insulto que países que se presentan como garantes y representantes de la libertad y la democracia sean los que más desmanes de este tipo cometen. Si lo hiciera una república bananera ya estarían ellos criticando y amonestando, pero cuando lo hacen ellos...
ResponderEliminarIgual ocurre con el esbirro de EE.UU., Israel, mucho acusar ante el tribunal de la La Haya los abusos nazis y mira lo que están haciendo ellos. Es una burla.
Lo de Guantánamo en una isla "enemiga" ya es casi de traca.
Genial exposición.
Un beso.
Estados Unidos es el país occidental más hipócrita que jamás haya visto. Se visten con la bandera de la democracia y tras esa bandera se esconde una gran intolerancia hacia el que piensa o es distinto. Y haciendo gala de su poder militar, usa y ha usado todos los medios a su alcance para derrocar regímenes de izquierdas y apoyar tantos golpes de estado como sean necesarios para poner en el gobierno a sus amigos, aunque sean unos distadores. EEUU nunca pagó por promover y apoyar el golpe de estado de Pinochet y otros muchos.
EliminarSon intocables, y sus amigos israelíes también.
Como bien dices, es una burla.
Un beso.
Relacionado con el tema que expones: Bukele y sus súper cárceles para las pandillas, quizás, dentro de las más peligrosas por lo menos de toda Centroamérica, ¿A favor o en contra del trato que están recibiendo? Va un abrazo, Josep.
ResponderEliminarBuena pregunta, amigo, a la que me resulta difícil contestar, porque desconozco si todos esos pandilleros zon realmete tan peligrosos y tienen un cargo en su contra claramente justificado. Doy por supuesto que sí. Yo soy partidario de la mano dura ante delincuentes reincidentes y muy peligrosos, pero no por ello estoy a favor de que reciban un maltrato desproporcionado. Las imágenes sugieren que hay una cierta vejación, al verlos atados y amontonados como cerdos en un corral, pero si supiéramos cuáles han sido sus delitos, quizá diríamos que se lo merecen. Por lo tanto, como desconozco su historial delictivo y si hay pruebas fehacientes de su culpabilidad, no puedo pronunciarme. Quizá algún día sepamos la verdad.
EliminarUn abrazo.