Esta es una entrada que he ido
demorando año tras año —incluso pensé que nunca la publicaría—, mientras
deshojaba una margarita virtual pensando “la publico o no la publico”. Y la
duda, como suele ocurrirme en estos casos, se debía al temor a molestar, a incomodar,
a ofender, por mucho que intente presentar mi reflexión del modo más aséptico
posible.
Podréis, eso sí, preguntaros
si no tengo otra cosa más interesante en la que fijarme y de la que escribir.
Pero es que soy observador por naturaleza —mi formación científica me ha hecho
así—, y aunque sea una tontería para muchos, a mi me suele llamar la atención
el comportamiento de la gente y cómo reacciona cada uno ante una misma
situación. De ahí que haya titulado esta entrada del modo en que lo he hecho.
Vaya por delante —siempre
conviene sentar las bases de lo que sea antes de meterse en camisa de once
varas— que cada uno es muy libre de obrar como le plazca y yo no tengo ningún
derecho a poner objeción alguna, de ahí mi renuencia a la hora de abordar este
tema. Así que, considerad este ejercicio como un simple pasatiempo, y aunque
alguien se sienta identificado —que se sentirá—, espero que no se lo tome a mal.
Cada persona tiene sus gustos
y su forma de pensar y actuar. Ya sé que esta afirmación es una perogrullada,
pero con ella intento hacer notar que, porque alguien actúe de un modo distinto
a como lo hacen los demás o, más concretamente, de una forma distinta a la mía,
no es motivo de crítica. Solo pretendo aquí dar una pincelada a lo que he
venido observando desde mi inicio en este mundo de los blogs con respecto al
modo que cada uno tiene de tratar los comentarios que recibe, describiendo los
distintos tipos de conducta que he identificado a lo largo de los años, sin que
ello signifique una crítica negativa, sino solo una exposición de unos hechos
tal como los he visto.
No sé si habré sido demasiado
atrevido al calificar con un adjetivo a cada uno de esos comportamientos. Con
ello he querido emular a un eneagrama de la personalidad. Vosotros juzgaréis lo
acertado o desacertado de mi criterio.
Para simplificar al máximo, he
englobado esos casos en cinco grupos:
-
El formal: el que contesta con celeridad a
todos y cada uno de los comentarios a medida que los recibe.
-
El procrastinador: el que espera a tener un
determinado número de comentarios para ponerse a contestarlos.
-
El práctico: el que —seguramente por recibir
muchos— opta por una respuesta global que, por tal motivo, solo puede ser
genérica.
-
El austero: el que, por costumbre, no contesta
nunca a ninguno de los comentarios.
-
El inconstante: el que a veces responde, a
veces no, y otras veces solo responde a unos cuantos comentarios, generalmente
a los recibidos en primer lugar.
De todas estas conductas,
lo que más me llama la atención no es que haya quien no conteste nunca, como
podríais pensar, pues es muy libre de hacerlo y seguro que su decisión está
sujeta a algún principio de base, sino el comportamiento irregular, el que he
calificado como inconstante: el ahora sí, ahora no. ¿Qué es lo que determina
esta variabilidad? Lo ignoro. Como dije al principio, cada uno es como es y
actúa a su antojo, y no hay que darle más vueltas. Pero no puedo evitar
preguntarme por qué, interrogante este que aplico a todo lo que ocurre a mi
alrededor.
Supongo que, tras la lectura
de esta entrada anodina, ya os habréis identificado en alguna de las cinco
tipologías que he descrito. Yo, como debéis saber, pertenezco al primer grupo,
pero no por ello me voy a poner una medalla. Mi comportamiento es simplemente
un fiel reflejo de mi forma de ser, digamos, perfeccionista.
Si consideráis pertinente dar
alguna explicación a vuestro modo de proceder, sentíos totalmente libres de
hacerlo, pues seguro que me resultará clarificador. Pero si preferís callar por
aquello de “a palabras necias, oídos sordos”, pues estáis en todo vuestro
derecho.
Hace años, tuve el
atrevimiento de tratar en este blog las relaciones interesadas entre algunos blogueros,
esas que se basan en el conocido principio de “te leo si me lees”, y estoy casi
convencido de que la pérdida de lectores/comentaristas que sufrí al poco tiempo
se debió a ello. Espero que en esta ocasión no tenga que lamentar idéntica fuga,
aunque estoy seguro de que mis lectores actuales son lo suficientemente
ecuánimes como para aceptar —con sentido del humor o con resignación— mi
evaluación amistosa.
Y sin nada más al particular,
os saluda un observador impertinente e impenitente que no tiene nada mejor que
hacer que dedicarse a examinar el comportamiento ajeno.
Saludos, Josep.
ResponderEliminarYo, es decir, yo mismo con mi mecanismo, me identifico con el primero de los tipos de tu lista, es decir, el formal, ya que por norma jamás suelo dejar un mensaje sin contestar. Si ha quedado algún comentario en mi blog sin respuesta, puede ser por alguna de estas razones: porque no me ha llegado el aviso al correo electrónico -tengo enlazados los comentarios a mi cuenta de correo, pero a veces falla la cosa-, porque me he despistado -soy humano- o porque, en uno o dos casos que recuerde, sinceramente no sabía qué contestar, pues el comentario o comentarios en cuestión eran más absurdos que mis libros.
Dicho esto, considero que hay muchas razones para no dejar un comentario en un blog. Pereza, procastinación, temor a decir lo que se piensa y ser prejuzgado o malentendido, o causar ofensa sin pretenderlo, timidez, no saber qué decir, o simplemente costumbre.
Como visitante, confieso haberme quedado en blanco en más de una ocasión. Como anfitrión, procuro responder siempre. Si alguien se ha tomado la molestia de leer y comentar, ¡qué menos que corresponder como se merece!
Recuerdo aquel post tuyo que citas. Yo estuve totalmente de acuerdo con lo que decías en él. Supongo que, al igual que a ti, la sinceridad me costó algunas bajas en mi "club de fans". Sinceramente, no debían ser muy fans si en nuestra relación mediaba el interés. Algo bueno debía tener el no vender un carajo y no depender de las ventas para seguir publicando y editando. Si te vas, como decía el célebre Makinavaja del gran Ivá: "Pos bueno, pos fale, pos ma'legro". : )
Un abrazo, Josep.
Empezaré diciendo que tu entrada me parece muy prudente. No creo que nadie pueda sentirse ofendido por ella.
ResponderEliminarEntrando en materia, yo también me siento incluido en el que llamas «formal», aunque a veces pueda actuar como «procrastinador». En mi caso es —como en el tuyo — por mi forma de ser. También porque suelo disponer de tiempo. Creo que hay personas que actúan de una forma y otra dependiendo en cada momento de esa disponibilidad.
Suelo actuar de distinta forma con las personas que comentan en mi blog que con aquellas a las que les he comentado en el suyo. A las primeras trato de responderles pronto y de seguir haciéndolo si repiten comentario; sin embargo, cuando comento en otro blog, con frecuencia no me fijo si el dueño del mismo me ha respondido.
Un abrazo.
Pues me alegra que pienses así, pero como hay distintas susceptibiidades, uno nunca sabe cómo se lo tomará alguien que se sienta criticado.
EliminarDesde que te conozco, siempre has contestado a todos los comentarios que te dejan tus lectores, entre los que me cuento. Hay blogs cuyo contenido es "denso" y, por lo tanto, requiere dedicarle más tiempo en un comentario, pero hay otros, como el tuyo, más "livianos", por estar destinado actualmente al humor, que no exigen un gran esfuerzo para dejarlo. Y del mismo modo, tampoco tienes que esforzarte mucho en contestar. Pero sea del tipo que sea, creo que una respuesta siempre es bienvenida, aunque coincido contigo en que hay que disponer de un mínimo tiempo para hacerlo.
Un abrazo.
Ante todo gracias por el tiempo que te tomas haciendo estos estudios que a todos nos sirven en nuestro camino bloguero.
ResponderEliminarMe creo en el primer grupo, contesto siempre, incluso a veces doy una vuelta por si se me quedó alguien atrás. Suelo contestar al final del día, por cuestión de tiempo y tranquilidad, sólo por eso, no espero a tener un nº de comentarios para contestarlos..
Un abrazo
Si es por tiempo, eso es lo único que actualmente me sobra, por estar jubilado, je, je.
EliminarEstá muy bien eso de contestar al final del día, cuando tienes más tiempo y tranquilidad para ello.
Yo solo me he demorado en contestar si al leer los comentarios que me han dejado, no tengo tiempo o no estoy en condiciones de hacerlo, pero nunca he dejado a un/a lector/a que me ha dejado su opinión sin contestar. De hecho, no importa tanto cuándo se responda sino que se dé una respuesta, aunque sea al cabo de unos días, en función de la disponibilidad de cada uno.
Un abrazo.
Hola.
ResponderEliminarEl post, como dice Macondo, me parece prudente y no me parece que nadie deba ofenderse.
Yo no encajo en ningún grupo, jajajaja. Intento responder pronto, pero no siempre puedo y a veces se me acumulan comentarios sin respuesta. Voy a ratos, cuando puedo, si me da tiempo a dejar 10 respuestas pues dejo 10, si solo puedo responder a dos, pues a dos, y así hasta que he respondido a todos. A veces ya han pasado días y me quedan sin responder, me da rabia pero no abarco, hay temporadas en las que el tiempo me falta. Además, intento visitar los blogs que me han visitado (y otros que me gustan aunque no me devuelvan la visita) y eso lleva tiempo porque procuro comentar con criterio, después de haber leído la publicación, que eso te daría para otro post, gente que comenta y se nota que no ha leído el post.
Muy feliz día.
Hola, Gemma.
EliminarDicen que cada maestrillo tiene su librillo, je, je. Que uno se tomes su tiempo para responder me parece normal, sobre todo cuando se reciben muchos comentarios. Seguramente, si yo me encontrara de un día para otro con 30 comentarios de golpe, tampoco daría abasto, pues no todo el tiempo libre lo voy a dedicar a esa tarea, pero nunca dejaría comentarios por responder ni tardaría mucho en hacerlo.
Un abrazo.
Yo no veo el problema del post. Si alguien se siente ofendido por esta entrada, allá cada uno. Yo soy de la primera opción, aunque no siempre lo cumplo. Pues depende de lo liada que esté, otra veces, es por gandulería, etc....
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues, poco a poco, me vais tranquilizando al considerar que mi reflexión o es nada perturbadora para mis lectores. Claro que, de momento, solo os habéis manifestado los cumplidores, je, je.
EliminarUn abrazo.
Me parece que los cincos puntos recogen de muy buena manera el proceder a la hora de administrar un blog. En lo personal suelo esperar a que haya unos cuantos comentarios para proceder a la respuesta. O sea más bien tipo 2 je, je. Siempre respondo a todos los comentarios aunque como sabes esta plataforma está muy loca últimamente. Me han desaparecido respuestas mías que dejé seguro. Es algo que sino fuera porque sabemos como funciona blogger daría más que miedito jajajaaj.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep.
Considero como algo normal que te tomes tu tiempo para responder a tantos comentarios como reciben tus entradas. Además, como suelen ser bastante más detallados que en otros blogs, por tratarse de una crítica o reseña cinematográfica, entiendo que tus respuestas, al ser personalizadas, también requieran más atención.
EliminarUn abrazo, Miguel.
Yo por principio siempre respondo a mis comentaristas y procuro hacerlo a medida que recibo los comentarios, aunque sí es cierto que a veces se acumulan varios porque no siempre estoy delante del ordenador. A veces se ha quedado algún comentario sin respuesta, pero suele ser en entradas ya pasadas de las que suelo estar menos pendiente.
ResponderEliminarMe pasa como a ti. Que se responda a unos comentarios sí y a otros no (a no ser le gente que solo responde si se le hace una pregunta, cosa que entra dentro de lo lógico), me desconcierta bastante. Pero por abundar en tu perogrullada, ja, ja, cada uno tiene su forma de hacer las cosas.
Un beso.
Pues tu comportamiento se me antoja perfectamente normal. Tampoco es cuestión de estar pendiente de los posibles comentarios las 24 horas del día. A mí me ocurre igual que a ti: cuando me entero que ha entrado un nuevo comentario procuro responder de inmediato o lo antes posible, dependiendo de muchos factores (si es un momento adecuado, si tengo tiempo, si estoy presente o ausente...).
EliminarEntre esos casos desconcertantes, los que más me llaman la atención son los que en una entrada contestan a todos los comentarios y en la siguiente a ninguno y en cambio siguen publicando nuevas entradas. Yo, que soy un tiquismiquis, no publicaría un nuevo post sin haber "cumplido" antes con mis comentaristas del anterior o anteriores. Pero sí, cada uno tiene su forma de hacer las cosas, y eso no lo podemos cambiar, je, je.
Un beso.
Pensé que irías por otro lado Josep, más en el contenido de los blogs, lo que sería mucho más peliagudo.
ResponderEliminarYo antes respondía en cuanto veía los comentarios, que siempre han sido pocos, ahora a veces se me acumulan y algunos incluso se quedan sin respuesta.
Tampoco concuerdo con aquello de leer sólo si te leen. Yo leo por placer, y aunque sé que esto es lo que se estila entre blogueros, no leo a alguien que me haya dejado un comentario si lo que escribe no me interesa. Y sí, muchos no vuelven más.
Te abrazo amigo.
Uy, tratar del contenido de los blog ya sería una tarea muy arriesgada, y podría aplicarme la famosa frase bíblica de "quien esté libre de toda culpa, que tire la primera piedra", ja, ja, ja.
EliminarSi te soy sincero, cuando dejo un comentario en tu blog, me paso por él a diario para ver si, y qué, me has contestado, y cuando veo que queda sin respuesta me llevo una pequeña desilusión, je, je. Pero, ojo, que esto no te cree malestar, no pasa nada, solo formas parte de una de las caregorías detectadas por mí, je, je.
Yo alguna vez me he sentido "obligado" a visitar un blog porque quien me ha dejado un comentario me lo ha pedido. Es una visita de cortesía, pero si lo que leo no me llama poderosamente la atención, le dejo un comentario educado y ya no vuelvo. Como resultado de ello, ya no he vuelto a recibir más comentarios de ese blog. Es más, una vez una bloguera me recriminó no visitar su blog cuando ella visitaba el mío. No soporto los intercambios interesados y punto.
Un abrazo.
Hola, Josep. Pues... Yo soy procastinador, pero por muchas cosas. Primero porque soy procastinador de formación, luego por el tiempo, que también escasea, aunque también porque hay comentarios que me gusta responder con calma, porque el lector se molesta en hacerlo de forma minuciosa, a parte de leerte, y eso se merece una respuesta a la altura. Y si encima, se te acumulan unos cuantos de estos, pues la procastinación se alía con el poco tiempo y la falta de ideas y todo se demora, ja, ja, ja. Con los comentarios escuetos, de esos que parecen decir «he pasao y he cumplido», me pasa lo mismo: procastino, pero en este caso por formación, je , je.
ResponderEliminarEn fin, una entrada distinta, tan buen introducida que no vi hacia dónde se dirigió, y sí, me sentí identificado, pero para bien.
Un abrazo!
Todo a su debido tiempo, Pepe, je, je. Es cuestión de tomárselo con calma y contestar en función del "esfuerzo" que requiere dar una respuesta que esté a la misma altura que el comentario. Si este consiste simplemente en un "me ha gustado mucho", obviamente no tienes que romperte la mollera para darle una respuesta de agradecimiento y poco más. Si la cosa ya es más "profunda", entiendo que hay que corresponderle con la misma moneda.
EliminarComo digo en mi larga introducción (siempre intento ir con mucho tiento y quizá por ello me ando con demasiados rodeos) he estado dudando en publicar este post durante años, los que he ido observando esta casuística que he resumido en cinco puntos. Pero al final decidí liarme la manta a la cabeza y tirarme a la piscina sin agua, a ver qué ocurría y, de paso, quitarme un peso de encima. De momento, observo que solo he recibido comentarios benévolos. Espero que siga así, je, je.
Un abrazo.
Pues mira, me sorprendía mucho no haber recibido tu comentario al respecto, siendo, como eres, una seguidora y comentarista incansable, je, je.
ResponderEliminarSi tienes un perrito, entiendo que no solo te entretenga sino que además ocupe parte de tu tiempo libre. A mí me ocurre igual, pero ya tenemos (mi perro y yo) establecidos unos horarios y unas rutinas, ja, ja, ja.
Sí he observado, a lo largo del tiempo que llevamos "conectados", una cierta variabilidad en tu modo de proceder. Contestas a todos y cada uno de los comentarios recibidos o das una respuesta global, cosa que, por otra parte, entiendo, pues recibes un montón de comentarios, a diferencia de mí, que solo recibo una docena como máximo. Cuando paso por tu blog (que es a diario), si veo que no ha llegado a los 18 comentarios, paso de largo, pues sé que todavía no ha llegado tu momento de contestar, ja, ja, ja.
Un abrazo, Elda, y que también tengas un buen fin de semana.
Hola, Josep:
ResponderEliminarCreo que me ha pasado como a Elda. Al empezar a leer tu último post, me entero de que das por cerrados los comentarios a tu entrada anterior y, naturalmente, corro a ver qué decías en ella, o sea, en esta donde me encuentro ahora mismo.
Yo creo que soy del grupo "formal", aunque es verdad que a veces se me acumula el trabajo y al ver varios comentarios, la mayoría en una misma línea, hago una contestación conjunta. Pero suelo contestar según voy recibiéndolos.
Y coincido con la mayoría de los comentarios anteriores sobre que esta entrada es muy muy prudente. Desde luego no creo que nadie se sienta incomodado por ella; lo que haces es de lo más científico: observas, describes lo observado y por último opinas sobre ello. Me parece que así no ofendes a nadie y que nadie se puede sentir ofendido.
Yo, como es sábado y temprano, aún no tengo que salir a la compra como Elda; así que me vuelvo a tu última entrada.
Un buen finde, amigo Josep
Hola, Juan Carlos.
EliminarVeo, pues, que ha valido la pena haber puesto esa introducción, je, je.
Como observador nato, me gusta escribir sobre lo que veo y me llama la atención. En este caso, como parecía que mi entrada podía interpretarse como una crítica negativa hacia quienes no se comportan como considero "normal", temía herir susceptibilidades, aunque también contaba con la comprensión de aquellos con los que, después de tantos años compartiendo relatos y opiniones, he mantenido una muy buena relación, cordial y sincera. Aun así, me picaba la curiosidad por conocer sus argumentos para actuar como lo hacen.
Ya he dicho que cuando se reciben muchos comentarios que, además, requieren una respuesta bastante más elaborada de lo usual, como sería tu caso, es lógico que se demore la respuesta o se opte por una global.
Muchas gracias por dar tu opinión.
Nos vemos, pues, en mi última entrada, je, je.
Un abrazo, amigo.
Hola, de nuevo, Josep.
ResponderEliminarSabes que si entras en tu blog, en el apartado de "comentarios", puedes ver si te aparecen publicados o como spam. En este ultimo caso, le das a: no es spam, y se publica.
Te lo digo, porque a mí, me aparecen muchos en el correo electrónico pero no en el blog, y hago eso, voy al apartado comentarios de bloger, y le doy a no spam.
Un beso.
Hola, Carmela. Pues no había reparado en esa posibilidad. La próxima vez que observe que ha desaparecido un comentario, miraré de solucionarlo de ese modo. Muchas gracias.
ResponderEliminarVaya manera que he tenido yo de regresar a la blogosfera: leyéndote esta entrada, amigo.
ResponderEliminarComparto contigo al 100% lo que expresas. Puede que esa coincidencia se deba también a mi naturaleza científica: todo lo miro y trato de buscarle una explicación. El caso es que el comportamiento humano (y aquí incluimos a los blogueros, aunque algunos parezca que son de otra especie) no suele sujetarse a explicaciones, al menos razonables.
Lo de "te leo, tú me lees" yo no lo sigo a rajatabla (por deferencia si alguien me deja un comentario tiendo a ir a su blog como un rasgo de educación, pero no siempre lo hago) y eso me comportó perder seguidores como a ti, aunque siempre pensé que mejor pocos y buenos que muchos y "a lo tonto" y con esta expresión me refiero a los que te dejan comentarios del tipo "me ha gustado mucho tu entrada" y deduces que ni se la han leído.
En cuanto a lo contestar un comentario en el blog creo que es lo mínimo que puede hacer un bloguero. Si alguien se toma la molestia de leerte y dejar su opinión al respecto, qué menos que darles las gracias, de una manera más o menos extensa pero dejando constancia de que tú, como bloguero, también has leído ese comentario. Es cuestión de vergüenza torera.
Sobre la tipología que has expuesto de tipos de blogueros se te ha olvidado una, yo la llamaría "ElQueHaceLoQuePuede" y en la que me incluyo yo, es decir, contesto a todos pero cuando puedo y tengo un rato de sosiego lo que se traduce en que puedo contestar al día siguiente o dejar pasar un mes.
Bueno, ya no me enrollo más. Genial entrada, como siempre. Ahora me voy a por la última, a ver si me pongo al día.
Besosssss.
¡Hola, Paloma! No sabes cuánto te he echado de menos por estos lares.
ResponderEliminarMe alegro ver que no soy un tipo raro que se dedica a criticar a sus semejantes para pasar el rato, sino que mis percepciones son compartidas por otros mucho/as compañero/as. Así que no estoy solo ante el peligro, je, je.
Efectivamente, hay quie hace lo que puede en función del tiempo libre disponible. Los currantes, como tú, lo tenéis un poco más difícil para cumplir a rajatabla con esa norma de cortesía que es dar respuesta a quien se ha tomado la molestia de dejarte un comentario. Entiendo perfectamente que, en tales casos, uno se tome un tiempo para ponerse a contestar, uno por uno, a todos los comentarios. Lo que no entiendo es que, personas atareadas, dejen sin contestar los comentarios recibidos en su blog, pero sí tengan tiempo de escribir y publicar nuevas entradas. Pero lo curioso es que no siempre actúan del mismo modo, y esa variabilidad es lo que me intriga. Pero, cada uno es como es, y todos tenemos nuestras rarezas, yo quizá el que más, ja, ja, ja.
Un fuerte abrazo.
Yo contesto unas veces sí y otras no a los comentarios, pero el motivo hace que no me pueda clasificar en ninguno de tus apartados, y supongo que habrá más blogueros como yo, no, no es por inconstancia. Y tamibén aparecen publicados los comentarios cuando ya hay tres, o cuatro... pero no es porque yo sea procrastinadora. En realidad es que te falta un grupo de blogueros :)) Te falta el grupo de blogueros que pasamos el día trabajando y podemos acudir a nuestro blog a ratos, a veces incluso no hay un momento en todo el día para poder acudir a él (yo tengo que manejarlo en el pc, no en el móvil) Y si el bloguero, como yo, además de trabajar tiene otras cuestiones que atender como es la familia... ni te cuento. Pero es que hay que sumarle que además algunos, como tú :)) a quienes nos gusta publicar libros de vez en cuando y nos ponemos objetivos a cumpliar para avanzar. Total, el tiempo que le podemos dedicar al blog es poco y lamentablemente se encuentra fuera del horario de "urgentes". Pero la cuestión es seguir con él, no abandonarlo, pienso, aunque es cierto que es mundo, el bloguero, cada vez más en desuso.
ResponderEliminarMuy buen tema el que nos has traído.
SAludos.
Hola, Manuela. Ya he mencionado anteriormente mi comprensión por quienes no gozan de suficiente tiempo libre para dedicarlo a los blogs. En tales casos me parece lógico que alguien tarde días, o incluso semanas en contestar a los comentarios que sus lectores le han dejado. No somos máquinas programadas para cumplir con un "código ético" que nos obligue a cumplir con unos plazos; somos humanos y, como tales, tenemos nuestras limitaciones y nuestros problemas. Aun asi, permíteme seguir siendo analítico en este aspecto. Yo aplicaría la práctica del "dejen salir antes de entrar". Me explico: Yo, antes de dedicar el poco tiempo libre que tengo en escribir un nuevo relato, o entrada del tipo que sea, lo dedicaría primero a responder a los lectores que han tenido el detalle de comentar mis publicaciones anteriores. Pero, lógicamente, no voy a enjuiciar el modo de proceder de cada uno, pues cada persona es muy libre de tener sus gustos y prioridades. Solo me he limitado aquí a describir los distintos modos de proceder que he advertido si ningún tipo de censura.
EliminarUn saludo.
En lo de la puerta te doy la razón. "Touché" :)) :))
EliminarHola Joseph😊
ResponderEliminarMe encantó tu entrada!!!
Yo leo y contesto porque es ser agradecido por el tiempo del otro.
Así como hay que respetar a quien reseña y escribe y no es cuestión de corta y pega me parece horrible.
A veces me pasa que no se que opinar sobre el tema que se habla y dejo constancia de mi paso agradeciendo haber aprendido algo.
Algo similar pasa en las otras redes que con el me gusta o dedito parriba esta todo dicho y no cuesta nada sumar un saludito yo en lo personal trato de provocar el intercambio preguntando algo y pocos Lo ponen en palabras😅
Por eso soy fiel a los blog para despachar te A gusto.
Un abrazo.
Hola, buhoevanescente.
EliminarMe alegro que te haya encantado una entrada que, en principio, pronosticaba desencuentros, je, je.
Me parece lógico que quien sigue asiduamente un blog es porque le gusta lo que lee y que así lo haga constar con unas simples palabras, sin que ello implique dejar un comentario elaboradísimo. Hay temas más trascendentes que otros y no todos requieren una disquisición profunda. Con dejar la huella de tu paso por él ya es suficiente, y ante ello me parece de recibo que quien ha recibido un comentario, por simple que sea, le corresponda con una respuesta a modo de agradecimiento.
Pero, por lo que se ve, cada uno es cada cual, como diría Rajoy, ja, ja, ja.
Un abrazo.
Solo quiero compartir esto aquí,
ResponderEliminarMe diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3 en agosto de 2010. Un amigo valioso me habló sobre el Centro Herbal Dr. Itua en África Occidental. Ella me dio su número de teléfono y dirección de correo electrónico. Rápidamente lo contacté para garantizar que sus medicinas a base de hierbas curarán mi cáncer y me curaré para siempre. Dije que está bien. Le pregunto cuál es el proceso de curación, me pide que pague los honorarios que hice y dentro de los 7 días hábiles me envió el medicina a base de hierbas y luego me preguntó Le conté a mi amigo Gómez sobre la droga a base de hierbas para que me diera para ir a beberla. Entonces, después de beber durante dos semanas, me curé, estoy muy agradecida y prometo que lo haré. Se lo recomiendo a cualquiera que tenga cáncer y eso que estoy haciendo. Medicina a base de hierbas El Dr. Itua me hace creer que hay esperanza para las personas con todo tipo de enfermedades o que necesitan medicinas a base de hierbas para la enfermedad. Aquí está su información de contacto [Correo electrónico ... drituaherbalcenter@gmail.com. Web: www.drituaherbalcenter.com.
Gracias una vez más administrador del blog.