jueves, 17 de septiembre de 2020

¿Desinformación o tomadura de pelo?

 

Muchas veces resulta muy difícil elegir entre varias opciones aparentemente igual de atractivas. Para decidirnos necesitamos disponer de la suficiente información para no errar y evitar hallarnos, luego, ante un estrepitoso fracaso. ¿Qué Compañía de telefonía contratar? ¿A qué plataforma de entretenimiento suscribirnos? ¿Qué marca y modelo de televisor comprar? ¿Qué marca y modelo de coche adquirir? ¿Qué frigorífico? ¿Qué secadora? Y, así, un largo etcétera.

Muchas veces, también, ante la duda nos valemos de la opinión de un amigo o familiar, pero ello no es garantía de acierto. Cada cual tiene sus gustos, sus preferencias y cuenta lo que quiere contar. ¿Existe, pues, una voz lo suficientemente neutral, juiciosa y experta que nos pueda sacar de ese mar de dudas? En mi opinión, decididamente no.

Al margen de que las modas y los conocimientos varíen o evolucionen con el tiempo, hay un denominador común y universal en las opiniones de los aparentes expertos que no cambia nunca: el interés comercial. Te endosan lo que les interesa.

Hasta no hace muchos años, esos “expertos” decían que, si querías un coche a prueba de bomba, algo más caro pero cuya inversión amortizarías rápidamente con el ahorro en combustible y con su larga vida útil, tenías que comprar un vehículo diésel. Luego, con el aumento del precio del gasoil ese ahorro ya no lo era tanto, las reparaciones resultaban económicamente más costosas y el brío del motor era menor, por no hablar del ruido al ralentí. Pero eso eran minucias. Los automóviles se han hecho cada vez más sofisticados y el motor diésel es más eficiente y más silencioso. Con el turbodiésel ya ni os cuento. El coche tira prácticamente igual que uno de gasolina. Pero el gasoil —se decía— contamina mucho más, solo hay que ver el humo negro que sale del tubo de escape de los autobuses urbanos. Entonces empezó el declive de este tipo de vehículos. Todo era negativo, hasta llegar al punto de anunciar su desaparición forzosa para luchar contra la contaminación ambiental. El parque de automóviles se tiene que ir renovando a favor de motores mucho más eficientes y menos contaminantes, con la mirada puesta en los vehículos híbridos y, todavía mejor, los eléctricos.

Un servidor, que hasta hace dos años había tenido cuatro coches con motor diésel de los que estuve muy satisfecho, decidí cambiar a un coche a gasolina y, según la marca elegida, con un motor nuevo y altamente eficiente, conocido como TFSI, un nuevo sistema de turbo-inyección estratificada (¿?) que otorga al motor más potencia con un menor consumo y menos emisiones contaminantes, dotado, además, de un sistema “cylinder on demand”, que hace que el vehículo, al alcanzar una velocidad de crucero, solo utilice cuatro de los ocho cilindros de que dispone, con lo cual se ahorra combustible. Todo muy bonito, ¿verdad?, pero tan bonito como falso, o en todo caso inexacto. Mi nuevo vehículo es algo más silencioso, pero consume más que los anteriores de gasoil. Además, los estudios más recientes sobre el tema indican que los motores a gasolina emiten más CO2 (14%) que los motores diésel (12%). En cuanto a los óxidos de nitrógeno, los gases más nocivos, resulta que también se producen en los nuevos de gasolina “que usan una mezcla estratificada”, es decir, la tecnología FSI. O sea, que el cambio ha sido como el “chocolate del loro”.

Siempre que uno compra un coche nuevo está comprando lo mejor del mercado, según el vendedor, pero cuando deseas venderlo, aunque esté en muy buenas condiciones, es la peor marca, el modelo menos atractivo, que no tiene salida en el mercado de segunda mano.

¿Cuándo dejarán de tomarnos el pelo? Me temo que lo mismo ocurrirá con los coches eléctricos. Dicen que son limpios, pero también emiten CO2 y la fabricación de sus enormes baterías es altamente contaminante, por no hablar de su deshecho. Ahora se habla de reciclarlas, pero no podrán reciclarse indefinidamente. ¿Acabaremos montando cementerios de baterías? El tiempo lo dirá. De momento nos cantan sus ventajas. Trescientos o más kilómetros de autonomía. Pero ¿cuántos puntos de carga existen en todo el territorio español? Y ¿cuánto tiempo debemos dejar el vehículo en situación de carga antes de volvernos a incorporar a la carretera? Ahora solo necesitamos unos pocos minutos para llenar el depósito de carburante. ¿Es realmente práctico tener que esperar media hora a pie de carretera? Y esto con el sistema de carga rápido, que seguro que es menos eficiente. ¿Cuántas viviendas disponen de un sistema de carga eléctrico para los automóviles de sus inquilinos? Esto es como impulsar el uso del transporte público, intentando convencer al ciudadano que deje el coche en casa, pero sin ampliar el número de autobuses o de trenes. ¿Quién es el primero en dar el paso?

Pero me he centrado en el caso de los automóviles, cuando algo muy parecido ocurre con muchos otros artículos de consumo.

Vas a un centro comercial para ver qué televisor te conviene. Tienes claro que lo quieres de x pulgadas y de una gran calidad de imagen y sonido. Y te encuentras con un abanico de precios increíble, desde los trecientos a los más de mil euros y todos son buenas marcas. Aparentemente son iguales. Los ves encendidos y la calidad de la imagen y del sonido es aparentemente igual. Incluso la misma marca ofrece modelos que no distinguiríamos si no viéramos junto a ellos su precio. ¿La diferencia? Sus prestaciones, te dicen. Unos son más inteligentes que otros. Unos acatan nuestras órdenes con la voz. Otros permiten acceder a “Prime video” o a Netflix directamente, pues el acceso ya está disponible en el mando a distancia. Solo tienes que abonarte a esas plataformas, claro está. Si hablamos de smartphones, lo mismo. La cámara fotográfica ahora lo es todo. Cuantos más píxeles mejor. ¿Pero esas diferencias justifican la enorme disparidad de precios? De acuerdo, se han convertido en pequeños ordenadores. Pero ¿no nos estarán tomando el pelo, aprovechándose de un cierto esnobismo por nuestra parte? «Es que tengo un televisor de 50’’, de 8K y con full screen matchline multichannel watch system» (me lo acabo de inventar, pero igual existe). O es un Ipod, Ipad, Iphone de última generación (ya no sé por qué número van). Y con los ordenadores personales lo mismo de lo mismo. Uno cuesta poco más de trecientos euros y otros casi mil. Y yo diría que hacen lo mismo. «Hombre, no compare, la tarjeta gráfica y la de sonido no tienen nada que ver entre este y aquel». Algo de cierto habrá, sin duda, pero no creo que haya tanta diferencia. Muchas veces, por no decir todas, se paga la marca, y las marcas blancas todavía están mal vistas y, la verdad, yo no acabo de fiarme de ellas según el producto de que se trate.

Y tampoco acabo de fiarme de los comerciales. ¿Saben realmente tanto como dicen? ¿Se mueven a favor del interés del cliente o solo por su propio interés, en caso de que se lleve una comisión de cada venta? ¿Pero de quién nos tenemos que fiar cuando desconocemos las ventajas y las prestaciones de un pequeño o gran electrodoméstico? ¿Debemos creer que cuanto más caro más bueno? En estos casos suelo hacer como cuando pido varios presupuestos para un trabajo, por ejemplo, de reformas del hogar. No me quedo ni con el más caro ni con el más barato. Pienso que la empresa que me ofrece el presupuesto más alto se quiere aprovechar de mí y la que me ofrece el más bajo acabará haciendo una chapuza.

Esto es lo malo de estar desinformado, que eres un blanco perfecto para que te tomen el pelo. No es lo mismo comprarte algo que cuesta cincuenta euros que mil. ¿Qué hacer ante la duda? Lo más prudente sería esperar a que un conocido dé el primer paso y ver qué ocurre, pero ello no siempre es posible y, además, hay gente que miente muy bien, que nunca reconocerá que se ha equivocado, que ha metido la pata, que le han tomado el pelo, que ha comprado un churro. Antes muertos que fracasados.

Decididamente, estamos solos ante el peligro. No nos queda otra que arriesgarnos y luego, si lo que nos han vendido no cumple nuestras expectativas, reclamar. ¿Reclamar? Pero ¿qué digo? Santa Rita, Rita, Rita, lo que se compra no se devuelve.

 

35 comentarios:

  1. Siempre tendrás al espabilado vendedor que cuando vea algo que te hace un poco de tilín, te dirá: Éste es el que tengo en casa.

    Abrazos.

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    1. Eso es precisamente lo que nos dijo un comercial de Securitas Direct que vino a instalarnos la alarma, je,je.
      Un abrazo.

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  2. Es cierto que se podrían poner muchos ejemplos pero el de los coches eléctricos me parece el más clarificador. Nos están metiendo por los ojos unos coches caros, ineficientes, contaminantes -por las baterías- y sobre todo profundamente inútiles. Su único sentido es en el mundo de la empresa: aeropuertos, estaciones de tren, algunas empresas con naves industriales pero no te vayas con un coche eléctrico a puntos perdidos de la península porque te quedas tirado sí o sí. Es decir, que nos venden la moto y lo peor es que muchas veces nos dejamos convencer.
    Y lo de reclamar.....lo tiene estudiado para que te desesperes y ni te molestes :)
    Un abrazo, Josep.

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    1. Hasta hace poco solo se hablaba de coches híbridos y eléctricos. Ahora ha salido una tercera opción: el coche híbrido cargable. Más madera. A ver con qué nos sorprenden al año que viene. Al final, cuando alguien vaya a un concesionario para comprar un coche, tendrá que elegirlo haciendo pinto pinto gorgorito, porque será tal el lío y la confusión...
      Estamos a merced de las Empresas que con sus campañas publicitarias nos comen el tarro. Y quien no esté mínimamente preparado, caerá siempre en sus redes.
      Un abrazo.

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  3. Interesantísimo artículo. Y, por desgracia, muy cierto en tus denuncias. Yo, cuando era chaval, tenía un vídeo Betamax y una tele minúscula, y ahí lo veía todo, desde pelis y series a videos o conciertos de mis grupos favoritos que grababa directamente de la tele. Y yo encantado. Luego vino el VHS, y aunque era peor que el sistema Beta, acabó imponiéndose, y no tuve más remedio que cambiar para no quedarme atrás y poder intercambiar cintas con mis colegas. Luego vino el DVD. Aquello ya era la leche, pues su calidad con respecto a la cinta VHS era abismal, tanto en imagen como en sonido. Claro que todo dependía de la edición en cuestión, ya que había algunos DVD's que se veían igual o peor que una cuarta o quinta copia de una cinta VHS. Aún así, vi en el DVD el soporte definitivo, y aposté de tal modo que renové toda mi colección de vídeos, conciertos, documentales, etc. Con los años, mi tele de culo se quedó obsoleta y le empezaron a salir unas molestas manchas verdes en la pantalla. Así que me pillé una plana. Y resulta que en la nueva mis DVD's se ven peor que en la tele antigua, ya que las nuevas televisiones están preparadas para trabajar en alta definición (de 720p para arriba), cuando el DVD tiene una resolución máxima de 480p. Es decir, que en vez de mejorar he empeorado con respecto a lo que ya tenía. Y claro, ya me he plantado. No pienso volver a renovar todo lo que tengo por Blu-ray. Si al menos tuviera el sueldo del emérito... ; )

    Con esto te quiero decir que lo nuevo no siempre mejora lo anterior, aunque sí que te lo venden como que es la leche, y que tu vida será más guay si pasas por el aro. Y no. Mi filosofía es: ¿para qué reparar lo que no está roto?

    Un abrazo, Josep.

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    1. Un amigo mío cayó en la tentación (y en la trampa, sea dicho de paso) de comprarse el sistema Minidisc, que debia sustituir a los CD de música. Eran mucho más pequeños y, decían, de mayor calidad sonora. Al poco, desaparecieron del mercado, no sé si porque no resultaron tan buenos o porque no halló el respaldo popular. Y solo lanzaron al mercado unos pocos discos comerciales. Afortunadamente, mi amigo tiene un gran sentido del humor y se lo tomó así, con humor. Yo habría montado en cólera.
      Y luego está lo de las compatibilidades que comentas. Tienes que comprar todo de una misma marca, porque, de lo contrario, los distintos artilugios no son compatibles ni conectables entre sí. Vamos, un monopolio.
      Yo tengo una impresora a color desde hace ya bastantes años, que todavía no entiendo como no ha estirado la pata. Alguien se debió olvidar de programarla con eso de la obsolescencia. El caso es que hubo un tiempo que hacía el tonto, o la tonta: cuando daba a imprimir aparecía en el ordenador un mensaje diciendo "impresora no conectada" y tenía que insistir o bien aparagrla y encenderla de nuevo para que al final funcionara. Como hoy día las impresoras cuestan lo que cuesta un paquete de cartuchos de tinta, fui a El Corte Inglés para comprarme una nueva. Eran tantos los modelos existentes, con precios tan dispares y no había forma de que el vendedor me recomendara una "normal", porque menos rayos X, tenían de todo, que opté por volver a casa con las manos vacías. De eso hace unos tres años y la impresora sigue tirando millas con sus tonterías de vez en cuando. Así pues, hasta que no diga basta, hasta aqui ha llegado mi existencia, seguiré con ella. Le tengo tanto cariño...
      Un abrazo, Pedro.

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  4. ¡Qué razón tienes, amigo mío! Yo tiemblo cada vez que tengo que comprar algo. ¡Hay tantas cosas y de tantos precios! Mi coche va teniendo ya sus años lo mismo que le pasa al ordenador y no quiero pensar el día que los tenga que comprar nuevos, porque hay tanto y de tantos precios que estaré hecha un lío, porque yo no entiendo ni patata de tecnologías. Yo solo quiero un coche que me lleve de un sitio a otro cumpliendo bien su función y sin contaminar mucho, y un ordenador que haga también lo mismo,pero...¡cruzo los dedos! porque si me quieren engañar , me engañan.
    Un abrazo, Josep

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    1. En cuestión de coches, en tu caso yo sería conservador. Iría a un concesionario de una marca que te guste, aunque solo sea por la estética (hoy día todos los coches son de buena calidad) y elegiría el que resulte más económico y que gaste menos. Uno pequeño te servirá para lo que quieres y será más fácil de aparcar.
      En cuanto a los electrodomésticos la cosa cambia, pues uno va a la sección correspondiente de un centro comercial y se encuentra con toda una gama de marcas y modelos. Y ahí es cuando empiezan las dudas. A menos que tengas en mente una marca determinada, porque te haya dado muy buen resultado hasta ahora, yo me inclinaría por una marca y modelo ni muy caro ni muy barato.
      Y hasta aquí el consultorio de Josep Mª, ja,ja,ja.
      Un abrazo.

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    2. Muchas gracias, Josep. Seguiré tus consejos

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  5. Me sorprende siquiera que te lo plantees. Nos venden (vendemos) lo que les interesa. Sea la actividad que sea.
    Yo, como he nacido para pobre, soy un cliente de los que no merece la pena. Me compro los coches de segunda mano y, como hago muy pocos kilómetros, me duran muchos años.
    He estado todo el rato pensando en la pandemia. Si volviéramos a escuchar/leer las noticias de hace unos pocos meses, nos partiríamos de risa si no nos daba por subirnos a las paredes. Al principio, cuando no había, nos decían que las mascarillas no servían para nada. Ahora nos mandan a la policía si no las utilizamos.
    Un abrazo.

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    1. Es que con la edad me he convertido en un viejo cascarrabias y lo critico todo, hasta lo más evidente, je,je.
      Y tienes toda la razon, los argumentos cambian según las necesidades del sector, ya sean las autoridades sanitarias como la indutria. Estamos a su merced y tenemos que sobrevivir a sus montajes.
      En cuando al coche, yo tenía uno en régimen de renting y al cabo de tres años puedes elegir quedártelo por el precio remanente, cambiarlo por uno nuevo y seguir abonando las cuotas mensuales, o devolverlo y santas pascuas. Yo estaba muy satisfecho con el que tenía, que era de motor diésel, y me lo habría quedado, pues todavía tenía pocos kilometros y aun le quedaban bastantes años de vida. Pero por temor a que las autoridades competentes pusieran cada vez más trabas a los coches diésel, incluso prohibiendo su circulación, como insinuaban, decidí cambiarlo por otro de la misma marca y modelo pero de gasolina y no sé cuántas cosas más. Piqué en el anzuelo como un pez tonto.
      Un abrazo.

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  6. Creo que lo mejor es fiarnos de nuestro instinto y no hacerlo de las marcas pues comprobado está que da lo mismo cual sea, porque al final todas tienen la misma vida. Yo voy a lo más asequible si tiene las prestaciones suficientes para mi interés, todo lo demás me sobra, eso queda para el esnobista. Me hizo mucha gracia una vez una de mis hijas que le pregunté que marca era algo que no recuerdo el qué, y me dijo: la marca es, Nisupa, y pensé será japonesa, jajaja, pero no, era "ni su padre la conoce". Y en cuanto a las obras, lo mejor es si tienes referencia de un amigo o familiar que haya quedado satisfecho con lo que le han hecho. Pero de cualquier forma tienes toda la razón en esta reflexión que compartes, es difícil que un vendedor mire más por el cliente que por su propio beneficio. El engaño está a flor de piel en todo, todo, lo que nos quieran vender, empezando por la política, jajaja.
    Un abrazo Josep y buen finde.

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    1. En el lejano oeste, habían esos buhoneros vendedores de crecepelo y de bálsamos milagrosos que anunciaban desde sus carretas y que, tras engatusar a los ingenuo compradores, se largaban a otra ciudad u otro Estado. También esisten los charlatanes que en las ferias de los pueblos te intentan colar lo que sea a grito pelado. Pues bien, hoy día existen formas mucho más sofisticadas de atrapar al ingenuo comprador: la publicidad engañosa. Hay que ser muy cuidadoso o estar muy bien informado para no caer en la trampa. Fíjate como en los anuncios de perfumes y de cosméticos siempre aparecen mujeres hermosísimas, seductoras, o tíos buenísimos y musculosos. ¿Alguien se creerá que si usa esa marca de colonia, de ese perfume o de esa crema, atraerá a las personas del sexo contrario como la miel a las moscas? Tampoco sé si alguien que ve a otro alguien conduciendo un deportivo junto a una "tía buena", le entrarán ganas de comprarlo. Seguro que el mensaje subliminal algo hace.
      Las empresas y sus vendedores solo miran por sus intereses y eso es lógico, pero no deberían dejar de lado su profesionalidad y sus conocimientos (si los tienen) para aconsejar bien al cliente, ciñéndose a sus necesidades reales sin tergiversar la realidad y venderle lo que quiere él y no lo que necesita el comprador.
      Un abrazo, Elda.

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  7. Yo creo que lo que hay que tener muy claro es lo que cada uno necesita. Yo con un ordenador de 300 euros tengo de sobra porque ni necesito una tarjeta gráfica maravillosa ni un sonido espectacular. pero mi hijo, que utiliza el ordenador para videojuegos y juegos on line, sí que necesita esas prestaciones.
    En mi casa de León tengo electrodomésticos de marca blanca de Carrefour y algunos han salido mejor que los de marca de Santander.
    Eso, por un lado y por otro, que a unos les va bien lo que a otros les va de pena. Yo con Vodafone estoy encantada, pero mi hijo y mi hermana me hablan perrerías de ellos.
    Y aparte de ello, siempre hay listos que terminan convenciéndonos de que lo que quieren ellos vendernos es lo que queremos nosotros comprar.
    Un beso.

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    1. Por supuesto, lo que a uno le va bien a otro le puede ir fatal. A veces es cuestión de percepción o simplemente de buena o mala suerte. Con la telefonía yo tuve una muy mala experiencia con Jazztel, por mala praxis. Me convencieron para que cambiara desde Telefónica (antes de llamarse Movistar) porque me aseguraban 20 Mb de velocidad en lugar de los 3 Mb que entonces ofrecía Telefónica. Una vez hecho el cambio resultó que seguía igual y cuando reclamé al servicio técnico me dijeron que como usaban las mismas estaciones (supongo que se referían a las antenas o repetidores) que Telefónica, no podían dar más veocidad al ADSL que el que daba esa Compañía. Entonces ¿por qué me aseguraron que mejoraría sustancialmente? O el comercial mintió como un bellaco o ignoraba de qué iba el tema. Solo por esa falta de profesionalidad me di de baja inmediatamente.
      En otros temas ya no es tan fácil. Creo que los que somos unos ineptos por desconocimiento, tenemos que hacer un acto de fe. Yo a veces me dejo llevar por la impresión que me da el comercial, por su actitud, por su forma de hablar, intentando adivinar su sinceridad y honestidad. A veces acierto y otras no, je,je.
      Lo de las marcas blancas es complicado, pues hay de todo. Muchas veces el fabricante es el mismo que el de una marca reconocida, pero en otros casos te pueden dar gato por liebre. Lo importante es que haya una garantía de por medio que responda a cualquier problema de origen.
      Hace muchos años se utilizaba el sistema de las dos marcas, como el caso de Philips y Radiola en TV. Radiola era una marca más barata de Philips y tenía el tubo (la pieza clave en los televisores de la época) de Philips. Solo era una forma de conseguir clientes con un poder adquisitivo algo menor, pero se llevaban (sin saberlo quizá) un producto de la misma calidad. Incluso había otras marcas de televisores que compraban el tubo a Philips, por lo que "por dentro" eran iguales. Estrategias comerciales.
      Un beso.

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  8. Un artículo muy interesante, Josep. Nos venden lo que quieren y nos toman el pelo como quieren. Y no te digo ya si hablamos de la vida media cada vez mas corta de los productos. Hechos para durar el tiempo que les han programado. Creo, que a veces, sabiendo todo eso, deberíamos elegir por la opción que mas nos gusta o llena. Vivimos en un mundo de consumismo.

    Un abrazo!!

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    1. Ciertamente vivimos en una sociedad consumista, resultado de las presiones comerciales a las que nos someten y en las que caemos presos. Porque una cosa es que uno se cambie un aparato porque ha dejado de funcionar (lo de la obsolescencia programada es una canallada ilegal de muchos fabricantes) y otra muy distinta porque nos hemos cansado del que teníamos y ha salido al mercado otro más bonito o con más prestaciones, como ocurre, por ejemplo, con los teléfonos móviles que de teléfono ya tienen muy poco, je,je.
      Un abrazo, Carmela.

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  9. Un articulo muy muy interesante.
    Yo afortunadamente tengo un informático en casa y cada vez que hemos comprado un televisor o un ordenador ha mirado mil precios y buscado y rebuscado, lo mismo que ha hecho recientemente para un amigo que le ha buscado una cosa que esta bien de precio y sin grandes prestaciones, de modo que en ese sentido tengo suerte.
    Y con respecto a la TV había pensado mi chico en comprar una Xaomi, pero al final compramos una LG y estamos muy contentos y la verdad el mando viene con Netflix y Amazon Prime Video y como son dos plataformas que utilizamos muy habitualmente para ver pelis, pues nos viene muy bien, y sobre todo una cosa para mi imprescindible, el sonido, para mi mejor que la tv anterior que tuvimos, que era una Samsumg. Las Lg son muy buenas, o por lo menos esa marca no nos ha dado problemas.
    Y el lavavajillas es de marca blanca de una gran superficie y nos ha salido muy bueno y silencioso.
    Ahora también te digo, si fuera yo sola que no me entero me toman el pelo, menos mal que tengo a mi marido si no me la dan con queso.
    Gracias por este artículo tan interesante.
    Un abrazo.

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    1. Tener a un entendido en la materia en casa es un plus que no todos tenemos.
      En cuanto a los televisores, diría lo que le he comentado a Rosa: el que a uno le va bien a otro no tanto. Fíjate que tuvimos un televisor LG porque nos dijeron que era lo más del momento, lo que se llamaba Full HD (de eso hace ya unos cuantos años). Pues bien, cuando cambiaron todos los canales a la alta definición (HD) no había forma de que los sintonizara y seguía con los analógicos. Así que nos lo llevamos al apartamento de Girona, porque allí se seguían recibiendo de las dos formas. Ahora nos hemos tenido que deshacer de él porque ya no captaba nada. Así que ¿qué era lo de Full HD? Un vecino le pasaba lo mismo y nos dijo que había sido una mentira para vender más. Ahora la hemos sustituido por la Panasonic que teníamos en la primera residencia y para esta hemos comprado una Samsung, porque mi consuegro se acababa de comprar una y nos la recomendó. Tiene acceso directo a Netflix y Prime Video en el mando (a cuyas plataformas ya estábamos suscritos) y la imagen y el sonido son etupendos. Lleva, además, incorporado el sistema de control de voz "Alexa" (de Amazon) y no solo le puedes dar órdenes verbales para subir o bajar el volumen y cambiar de canal, sino que también le puedes hacer preguntas (sobre el tiempo, cómo está la carretera, le puedes pedir que te ponga temas musicales de tal o cual intérprete y hasta que te cuente un chiste). Esperemos no descubrir algo raro en un futuro, como que nos espían los del CNI; ja,ja,ja.
      Un abrazo.

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  10. Es cierto. Vamos comprar con poca información, o muy sesgada. Al final nos dejamos llevar en parte por el vendedor, que siempre alabará su producto y buscará pegas en los de la competencia.

    Un abrazó

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    1. Tendríamos que acudir a un Centro Comercial que no tuviera ningún interés especial en vendernos una marca u otra y cuyos vendedores fueran unos entendidos y nos dijeran la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, je,je. Pero quizá sea pedir demasiado.
      Un abrazo.

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  11. Reflexión muy oportuna, Josep. Sobre coches, por seguir tu hilo discursivo te diré que ahora mismo se ha descubierto que lo de los Híbridos es otra 'macana' pues normalmente funcionan con combustible líquido dejando el impulso eléctrico para contadísimas ocasiones. Sin embargo como vivimos en un mundo de nominalismo la palabra "híbrido" o "eléctrico" santifican el objeto y lo hacen inmaculado. ¡¡Mentira!!
    Por lo demás te diré que personalmente veo que ahora ya no hay vendedores como los de antes, o sea, personas que saben dirigirte y aconsejarte en la compra; ahora conviene ir muy bien informado previamente al comercio e ilustrar al comercial porque suelen estar a la luna de Valencia y sólo quieren venderte lo que sea sin atender a calidades ni características.
    Por último comprar lo que precisas haciendo oídos sordos a los cantos de sirena de esta Sociedad de Consumo aunque, paradójicamente, si no consumimos se nos cae el invento. ¡¡Madre mía, qué lío!!
    Un abrazo

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    1. Yo al principio apostaba por un híbrido pero después de saber esto, ya tengo serias dudas. Así que vuelvo a estar en la casilla de salida. De momento, a mi coche actual todavía le quedan unos cuantos años, así que, llegado el momento del recambio, ya veremos. A cuento de lo que decía en mi entrada sobre la opinión sesgada de algun conocido, tengo un vecino que se compró un Lexus de alta gama híbrido, y cada vez que le veía entrar en el parking me llamaba la atención lo silencioso que es, vamos que no se oye absolutamente nada. Y él tan ufano, usaba constantemente este argumento para alabar su elección. Lo que no sé, ni le he preguntado, es cuaánto consume en realidad, qué ocurre cuando pisa el acelerador por encima de los 30 Km/h. Aunque si resulta que consume poco será más bien porque conduce como una tortuga, que me lo he encontrado alguna vez delante en la calle y me impaciento, pensando que es un anciano decrépito, ja,ja,ja. Supongo que si conduce tan despacio será para que no se active el moror de gasolina, je,je. De todos modos, algo menos consumirán si haces mucha ciudad (sin sobrepasar los 30-40 Km/h) y poca carretera. Si hay que comprar un coche quizá sea buena idea comprarse una revista especializada en automóviles y leer las comparativas que suelen hacer entre marcas, modelos y motores.
      Confiar en los vendedores se hace cada vez más difícil y esa desconfianza se la han ganado a pulso. Aun así, sí que quedan algunos vendedores de la antigua escuela, a quienes les gusta recomendar y orientar al personal. A estos deberían darles la medala del trabajo honrado.
      Un abrazo.

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  12. De coches poco puedo opinar porque yo lo único que entiendo es que cuando los arrancas pueden caminar, que si pisas el acelerador corren más y que si pisas el freno se paran bien, eso es lo único que busco al elegir un coche, bueno, y ahora que he probado los llamados "sub" que el asiento sea alto que la vista es mucho mejor a la hora de conducir. Me temo que tendré que cambiar de coche en breve, estoy pensando en pedirte a ti consejo que te veo súper informado.
    Respecto a otros artículos, desde luego la tomadura de pelo de los vendedores es sublime. Hace años me endilgaron un frigorífico que era malísimo (de buena marca pero ese modelo resultó ser que no, para que te fíes de las marcas, ja), pero como tenían muchas unidades en stock, el vendedor de turno me lo puso por las nubes a la vez que mentía como un bellaco. De denuncia.
    Ahora, con internet parece que uno puede asesorarse algo mejor, pero la información que ahí se encuentra tampoco es demasiado fiable. Lo mejor es tener cerca a alguien de confianza que sepa del tema, por ejemplo, con los ordenadores no tengo ningún problema a la hora de elegir: le pregunto a mi marido que para eso es informático, tan solo no le hago caso en los tiempos de cambiar, es decir, según él, hay que cambiar de ordenador cada cuatro años porque se quedan obsoletos, ahí paso de él. De hecho, mi portátil ya tiene ocho años y sigue funcionando aunque mi marido se empeñe en decir que es ya una pieza de museo.
    Un besote y gracias por regalarnos esas reflexiones tan sensatas (y también por la información, lo de los coches me ha dejado flipando)

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    1. Si yo elegí un "sub" fue por eso, porque así domino mucho mejor el paisaje, je,je. Hay quienes a los sub les llaman "todo terreno", pero no lo son. A mi no me interesan los todoterreno porque no les daría el uso que merecen, que es ir por el campo y la montaña. Que hay quien se los compra para fardar y luego les ves por la calle a una velocidad de tortuga cuando tienen que sobrepasar uno de esos resaltos en la calzada para obligar a aminorar la marcha. Si son todoterreno, altos y robustos, ¿a qué viene ese miedo a que el coche haga un salto si no va a tocar la panza al suelo ni de milagro? Porque no saben lo que han comprado ni lo usan para lo que están diseñados.
      En otros artículos es evidente que estamos en manos de quienes dicen ser expertos en la materia, a menos que tengas en casa a uno de verdad, je,je.
      En cuato a electrodomésticos, mi mujer es la que manda y simplemente se fía de la experiencia previa. Si una marca de lavaplatos le ha ido muy bien y ha duradoi mucho, repite marca. Y lo mismo para un frigorífico o lo que sea. Pero es cierto que a veces uno te sale rana.
      Mi primer coche fue un Seat 127 y al cumplir un año de vida dejó de funcionar bien, se pasaba más tiempo en el taller que en la calle. En cambio mi padre tuvo uno que le duró hasta que se cansó de él, je,je. Pero ahí tendría que contar muchas cosas sobre la honradez de algunos talleres mecánicos, incluídos los de los concesionarios oficiales. Pero esa ya es otra historia.
      Un beso.

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  13. Hola, Josep
    Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has expuesto. Yo, trabaje en una juguetería de una conocida marca Americana. Estuve en la sección de tecnología. Unas Navidades fui la que más vendió todo tipo de videojuegos, videoconsolas, scalextric, etc.. Lo que hice fue ser muy sincera con los clientes y no les solté la típica frase de "yo lo tengo y es lo mejor del mercado". Mi exjefe me felicitó por ello.

    Un abrazo.

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    1. Hola, cinéfila,
      Pues fue una felicitación bien merecida; no todo/as hubieran actuado como tú. Lo que más agradece un ciente es sentirse bien asesorado y que el vendedor despierte en él seguridad y fiabilidad.
      Un abrazo.

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  14. Las técnicas de marketing se ha ido desarrollando en las últimas décadas de un modo vertiginoso. Se han desarrollado técnicas tan sutiles que nos bombardean diariamente con mil anuncios sin apenas darnos cuenta con el único objetivo de vendernos algo. Contra eso poco podemos hacer,... no se puede ser un experto en todos los temas e informarnos en muchos casos solo produce desinformación,... creo Josep Mª que estamos abandonados a nuestra suerte,... nunca mejor dicho.
    Un abrazo!

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    1. A mí los anuncios por televisión me suelen dejar indiferente, veo las imágenes pero casi nunca me queda en la memoria la marca que hay detrás, a menos que se trate de un artículo que me interesa mucho o que sea un anuncio muy repetitido, esos que los ves cuarenta veces al día, y que, por muy imaginativo y visualmente atractivo que sea, lo acabo detestando, je,je.
      Lo que me aterra es caer en manos de un vendedoir desaprensivo, que se aprovecha de tu ignorancia, para colarte lo que quiere o lo que le han dicho que cuele.
      Un abrazo.

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  15. Hola Josep Ma el problema es que nos han tomado tanto el pelo que ya no nos fiamos de nada y para muestra lo que comentas de los coches diésel. Recuerdo que no hace mucho este tema surgió con una persona que sabía de motores y nos comentó lo mucho que nos estaban tomando el pelo con los coches limpios y esas baterías que son altamente contaminantes o esos diéseles tan contaminantes y lo mejores que eran los de gasolina, y si no pensemos en el bombazo que tuvimos con los coches limpios de una conocida marca alemana, los más serios y su tomadura de pelo o mejor engaño.
    Si uno quiere vender pues supongo que acaba olvidando su ética porque hay veces que los vendedores saben que el producto que venden ni es el adecuado ni es bueno pero si no venden no tienen trabajo. Así que complicado está que nos dejen de tomar el pelo-
    Besos

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    1. La base de una transacción comercial debería ser la honradez, cuando, en realidad, se basa en el engaño o, cuanto menos, en la exageración, que viene a ser algo muy parecido: la verdad a medias.
      Tendríamos que ser expertos en todo para no caer en la trampa, pero eso es lógicamente imposible. De este modo, no vemos obligados a consultar muchas fuentes antes de decidirnos y, aun así, no tenemos la certeza de que esas fuentes sean imparciales.
      La presión que reciben los vendedores por parte de su "amo" es tan fuerte (hay que cumplir con el objetivo de ventas marcado) que me imagino que dejan de lado esa ética que mencionas para cumplir con ese objetivo si quieren conservar el empleo y/o cobrar una comisión.
      Un beso.

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  16. Cierto, nos engañan como a chinos si nos dejamos llevar por el marketing o por la publicidad de esos productos que llenan las pantallas, portadas, vallas, marquesinas... que nos rodean por todas partes.
    Con el paso de los años he ido aprendiendo a prestarles cada menos atención, por lo que suelo ignorar cualquiera de estos reclamos consumistas, puesto no soy compradora compulsiva, ya me tiene que hacer falta alguno de estos objetos o productos para que tenga interés por adquirirlos.
    Desde que me concedieron la prejubilación dejé de estar pendiente de mi vehículo, ya que era la pieza fundamental para desplazarme diariamente de mi domicilio hasta el pueblo donde tenía mi plaza como funcionaria para impartir las clases. Luego empecé a despreocuparme de adquirir coche nuevo cada dos o tres años, pero lo gracioso es que llevo ya con el mismo (de gasolina) desde hace doce años y como no realizo apenas viajes por carretera y no me da tampoco problemas mecánicos, no veo necesario comprarme otro, aunque eso sí, voy siempre a hacer las revisiones correspondientes al concesionario de la marca oficial aquí en Granada, pues siempre me han atendido muy bien.
    En cuanto a la compra de electrodomésticos, suelo decantarme por la misma marca en el caso de que me haya dado buen resultado o de lo contrario investigo aquí en Internet para ver las prestaciones y la relación entre calidad y precio. Lo que tengo muy claro es que nunca me suelo dejar influenciar por el vendedor, incluso cuando alguno se pone "pesado" a la hora de explicarme las ventajas tan extraordinarias de tal o cual artículo, suelo terminar por comentarle que de nada me sirve todo ese derroche de energía que ha puesto para endosarme "su" producto, quiero decir el que seguramente lleva comisión más alta a la hora de hacer propaganda, por tanto ni caso hago de toda esa verborrea superflua y voy directamente al grano para adquirir el producto que yo elijo y no el "suyo".

    Bueno, amigo Josep, disculpa la extensión y espero que encuentres algo útil al leerlo, ya me contarás.

    Un beso.

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    1. Hola, estrella,
      No tengo nada que disculpar. Tu opinión y tu comportamiento me parecen perfectamente razonables y racionales, je,je.
      Si un artículo te ha funcionado perfectamente, ¿para qué cambiar de marca cuando aquel ya ha dicho "hasta aquí he llegado"? Es la forma de ir sobre seguro. No sé quién fue el autor de la famosa frase "no descubras mundos nuevos, que te cortaré los h....", ja,ja,ja.
      En cuanto a coches, "cada maestrillo tiene su librillo" (ahora me ha dado por los refranes populares, je,je). Hay quien opina que hay que hacerlos durar al máximo y otros piensan que hay que cambiarlos justo cuando empiezan a crear problemas, no solo mecánicos sino también económicos. Claro está que ello dependerá del uso que se le dé. No es igual un vehículo con el que hacemos muy pocos kilómetros que uno que ya es mecánicamente viejo a los cuatro años. Y también dependerá, por supuesto, de las posibilidades económicas del dueño. Por no hablar del capricho de este. Hay quien considera que deberíamos cambiar de ordenador y de teléfono móvil cada tres años, que es cuando empiezan a dar problemas, problemas generalmente provocados por el fabricante, que le ha insertado una obsolescencia programada para que nos rasquemos los bolsillos cuando ellos creen necesario. Y a parte de ello, que de por sí ya es muy grave, nos encontramos ante la duda razonable y el desconcierto a la hora de optar por un sustituto al anterior, pues el modelo que tan bien nos funcionó ya no existe.
      Un beso.

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  17. Primera vez que llego a este blog y en verdad me he reído con esta anécdota, aunque no se si es para reír o llorar. Acuerdo totalmente con lo expuesto! Definitivamente nos toman el pelo! Este tema de las ventas es complejo, definitivamente es "un arte", no cualquiera es buen vendedor y convengamos que algunos de ellos nos venden "un buzón" como decimos en mi pais y lo peor es que lo compramos!
    Nunca vamos a conocer todoooo, ni estar tan super actualizados como para no incurrir en errores y en esto de creer que los productos cuantos mas caros , son mejores, somos especialistas.
    Otras veces entramos en la frase famosa de "esta en promoción " y nos apuramos a comprar ..y allí salimos contentos con un producto que quizás no se lo podían vender a nadie( hasta que llegamos nosotros con nuestra buena fe e inocencia). Lamentablemente esto sucedera siempre, porque no solo es responsabilidad de las grandes empresas sino de muchos que son mas "espabilados"y nos embaucan a su antojo y mas si en el hilo de la conversación advierten que no entendemos mucho sobre lo que vamos a comprar..Linda entrada para compartir y dejarnos pensando en que también vale prestar un poco mas de atención y no dejarnos llevar por todo lo que nos dicen.. Un abrazo y buena semana!!!

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    1. Bienvenida, Eli, a este espacio en el que acostumbro a quejarme de casi todo, je,je.
      Esta vez le ha tocado el turno a la dura lucha contra el desconocimiento y los vendedores sin demasiados escrúpulos.
      La venta como arte de convencer con la razón y la palabra ha pasado de moda. Todos los vendedores tenían algo o mucho de charlatanes, pero lo hacían con gracia y con conocimiento de causa. Hoy puede ponerse al frente de un departamento de un centro comercial cualquier persona a la que se ha "entrenado" para endosar el producto que sea, como sea y a quien sea. Hay, claro está, honrosas excepciones a esta regla. También hay vendedores tanto o más ignorantes que el propio comprador, esos pusilánimes a los que les da todo igual y que tienes que pinchar para que se despierten y estén por la labor, ja,ja,ja.
      Somos objeto de muchos abusos y tomaduras de pelo, y sufridores de engaños o de verdades a medias. Aquí se ha impuesto ahora varias épocas con descuentos, como el Black friday, el ciber monday, el día sin IVA (impuesto -21%- de valor añadido a todo artículo que uno compra) y otras tantas ofertas a lo largo del año, aparte de las famosas rebajas de verano e invierno. Pero este tema ya lo traté en una entrada anterior y que también tiene su "miga".
      Un abrazo.

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