domingo, 2 de febrero de 2020

Plan de paz o plan de guerra



¿Cuántos planes de paz hemos conocido que han acabado en agua de borrajas? Yo ya he perdido la cuenta. Algunos realmente pretendían acabar con el belicismo y las muertes que conllevaba. Otros, sin embargo, se me antojan una simple pantomima o la búsqueda de notoriedad por parte de alguno de sus protagonistas. Hacerse el bueno suele dar un buen rédito a corto plazo. A largo plazo, ya casi nadie se acuerda de los acuerdos fallidos.

Pero cuando el cinismo inunda ese pacto, usando el eufemismo hipócrita de “plan de paz”, y más sabiendo que ese plan nace muerto, ello hace que se me remueven las tripas.

¿Cuándo se ha visto que en un plan que pretende apaciguar y beneficiar a dos partes en conflicto no participe una de ellas? Esto más bien se parece a una boda concertada, en la que la novia no pinta nada y está obligada a obedecer el deseo de su padre y de su futuro suegro.

Entonces, ¿cómo se puede acordar un plan de paz sobre el conflicto palestino-israelí entre Donald Trump y Benjamín Netanyahu sin contar para nada con un representante palestino?  No solo es irónico sino también perverso. Cómo puede calificar Trump como el “acuerdo del siglo” algo que incluye el reconocimiento de la soberanía israelí sobre territorios palestinos ocupados, como son los Altos del Golán, parte del valle del Jordán y la casi totalidad de Jerusalén, la Ciudad Santa para el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.

Pienso que detrás de esos dos mandatarios ególatras, insensatos y temerarios solo hay un afán desmesurado de poder y notoriedad internacional, así como una alianza militar y económicamente interesada que lleva muchísimos años menospreciando y humillando al pueblo palestino.

No voy a entrar en la historia de ese desencuentro entre dos pueblos que merecen tener un estado propio —que solo Isreal consiguió con el beneplácito y reconocimiento internacional—, mientras que el otro todavía vive de promesas y, aun así, a cambio de ir cediendo soberanía sobre unas tierras que también fueron suyas desde hace siglos.

Tampoco voy a entrar en valoraciones belicistas, sobre quién ha llevado a cabo más agresiones militares y más actos terroristas, aunque creo que se ha venido aplicando la ley del más fuerte. Solo quiero hacer constar la infamia que representa expulsar de sus casas y de sus tierras a quienes no pueden defenderse en igualdad de condiciones, para que su eterno enemigo siga construyendo y ampliando sus asentamientos, mientras que la comunidad internacional mira hacia otro lado o profiere tímidas críticas y sanciones que nunca de cumplen.

Lo más incomprensible para mí es que un pueblo que sufrió la persecución y el horror del holocausto, dispensen a sus vecinos naturales, con los mismos derechos históricos sobre la región, otra forma de exterminio, abocándoles a un exilio forzoso del que ha sido durante muchos años su hogar. Alguien dijo que la terrible experiencia que vivieron los judíos bajo el dominio nazi les ha servido para hacerse fuertes y resistir en lo sucesivo cualquier tipo de agresión. Desde luego que lo han logrado, pero es realmente paradójico que quien sufrió tanta injusticia y humillación pague con la misma moneda a quienes solo desean vivir tranquilamente sin ser expulsados de sus territorios y, al igual que su agresor, ser reconocidos como un Estado soberano.

¿Estamos ante un nuevo y moderno duelo entre David y Goliat? En este pasaje bíblico el débil ganó al fuerte gracias a su astucia. Pero la Historia Sagrada está llena de mitos y leyendas, mientras que la confrontación palestino-israelí, que ya dura casi un siglo, es la pura y dura realidad.

25 comentarios:

  1. El tema palestino es hiriente, y de tan lejano en el tiempo, que lo veo como enquistado, y que no sé si con otro presidente yanqui se arreglaría.

    También es verdad que entre los presidente hay estilos y maneras, y de las de este pollo, nada se puede sentido común se puede esperar. Un abrazo

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    1. Mientras los presidentes de los EEUU sigan siendo unos aliados incondicionales de Israel, las cosas seguirán igual, y espero que no vayan a peor.
      Un abrazo.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo Josep Ma.

    Sorprende que un pueblo que ha sufrido tanto, que ha padecido en sus carnes el horror, la intolerancia, la barbarie, las persecuciones... no sea capaz de entenderse con sus vecinos, que no sea capaz de tender puentes y entender que las reivindicaciones de los palestinos son tan válidas como las suyas.

    Y desde luego poner a un pirómano a apagar fuegos no me parece una gran solución. ¿A quiénes les interesa perpetuar los conflictos y las guerras? Todo esto del odio y de las guerras mueve mucho dinero y eso parece ser lo único que importa.

    Un muy buena reflexión como acostumbras.

    Muy feliz domingo

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    1. Si los palestinos hubieran sido los culpables del genocidio judío, todavía podría entenderse esta hostilidad e inquina, pero no siendo así no es de recibo que alguien que sufrió lo indecible, se comporte de forma parecida (solo faltaría que los confinara a campos de trabajo) a sus vecinos, que tienen el mismo derecho a ocupar las tierras en litigio.
      Como le decía a Albada Dos, mientras los presidentes de EEUU y de Israel sigan besándose en la boca, las cosas seguirán igual o peor.
      Un beso.

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  3. "Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las acciones de la gente perversa, sino de los pasmosos silencios de la gente buena” (Martin Luther King).

    Un abrazo.

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    1. Una excelente frase que solo podía pronunciar un acérrimo defensor de los derechos civiles.
      Un abrazo.

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  4. Uffff, en menudo jardín te has metido. A ver cómo hablo de todo lo que quiero sin extenderme.
    Lo que está sufriendo el pueblo palestino no tiene nombre.
    Cuando se creó el estado de Israel la ONU les ofreció un estado más grande del que podrían conseguir ahora y lo rechazaron porque lo querían todo. Aun así, sigo pensando estando de acuerdo en que es un pueblo que está en unas condiciones que la ONU debería tomar cartas en el asunto y remediar de alguna forma. para su desgracia, los amos del Imperio son amigos de los Israelíes y no de ellos.
    No todos los israelíes son colonos que quieren terminar con los palestinos.
    Un cosa es el Estado de Israel que a veces tiene gobernantes fascistas, como ahora, y otra el pueblo judío que sufrió el holocausto de los nazis.
    Tras lo sufrido a lo largo de los siglos, rematado con el citado holocausto, ha hecho que los Israelíes no se fíen de casi nadie y quieran tener un estado fuerte con fronteras seguras.
    Espero que en noviembre los estadounidenses, un pueblo en el que no puedo dejar de confiar (al menos en una gran parte de él), manden a Trumpp a las cloacas de los libros de Historia.
    Y conste que estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices, pero me parecía que tenía que matizar ciertas cosas para que se entienda en profundidad lo que pienso.
    Un beso.

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    1. Sabía que el tema daba para mucho más que para una simple reflexión de la situación actual. El conflicto viene obviamente de muy lejos y habría que dar una lección de historia (y aun así seria muy prolijo y complicado) para entenderlo mejor, jeje.
      Si nos remontamos a la segunda guerra mundial, los palentinos ya fueron traicionados por los ingleses (muy típico en ellos) al prometerles que si se aliaban con ellos en la contienda les conseguirían un Estado propio. Luego, si te he visto no me acuerdo, mientras que, algo más tarde, la Naciones Unidas y la comunidad internacional sí les reconoció ese derecho al pueblo israelí. Y esto es una gran simplificación de los hechos. Lo peor estaba por llegar cuando, una vez estalecidos en la península de Palestina, fueon ocupando progresivamente (en un principio comprándoles tierras a los ingenuos palestinos) más y más territorios que fueron protegidos por colonos armados hasta los dientes. En fin, que la guerra estaba servida.
      Evidentemente, tanto en Israel como en los EEUU hay gente honesta y que claman contra la justicia y a favor de la paz en esos territorios ocupados, pero lo verdaderamente preocupante es que los votantes de los dirigentes neo-fascistas siguen superando a los de los demócratas. Y no me extrañaría que Trump volviera a ganar las elecciones en noviembre. Para mí es un panorama desolador. Cuando los EEUU se meten en un conflicto siempre es para sacar una buena rajada de un modo u otro.
      muchas gracias, Rosa, por tu matización.
      Un beso.

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  5. Cuesta comprender el belicismo de Israel incluso sabiendo lo que pasó con su pueblo en la Segunda Guerra Mundial. Y no solo contra los palestinos. Yo recuerdo perfectamente el bestial bombardeo contra el Líbano allá por la primera década de este siglo y aún no doy crédito con la desproporción de aquellos bombardeos.
    El plan de paz que se han montado ahora y que da pie a tu texto suena a broma. El problema es que los firmantes se lo creen o quieren vendérselo a los votantes.
    Buena semana Josep. Abrazos.

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    1. Resulta paradójico que quien ha sufrido tanto haga sufrir, a su vez, a sus vecinos. Parece el caso del padre tiránico que, en lugar de querer que sus hijos tengan una mejor vida que la que él tuvo, desea que pasen por lo mismo y sepan lo que es pasarlo mal.
      Lo que han firmado Trump y Netanyahu es un acto de cinismo repugnante. Así va el mundo.
      Un abrazo, Miguel.

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  6. A primeros de 2013, veinte años después de los acuerdos de paz, la ANP dió origen al estado palestino, pero el estado de Israel se niega a reconocer dicha oficialidad aunque la diplomacia palestina se haya dedicado a establecer delegaciones permanentes en casi todos los estados del mundo.
    La realidad es que los líderes palestinos todavía están lejos de dirigir su propio país, dado que se han ido produciendo numerosos enfrentamientos contra el ejército israelí, por lo que no resulta fácil una salida pacífica.
    Además, mientras en el terreno bélico las cosas son cada vez más complicadas, especialmente en la Franja de Gaza, existe una especie de guerra silenciosa en Cisjordania con la continua construcción de asentamientos judíos, reduciendo prácticamente el territorio palestino, en esas zonas autónomas.
    Otro gran inconveniente para establecer la paz es que la autoridad nacional palestina, que gobierna Cisjordania, como el grupo Hamas, en Gaza, reclaman la parte oriental como su capital pese a que Israel la ocupó en 1967.

    Cada día que pasa el régimen israelí, apoyado por EE.UU y el silencio que de los países aliados occidentales, que al callar otorgan el poder a Israel y EE.UU. en contra del pueblo palestino, junto con las alianzas árabes como Arabia Saudí y Egipto, por poner ejemplos, hacen que el sionismo cometa execrables crímenes contra los ciudadanos palestinos y bajo la más absoluta impunidad mundial.
    Copio textualmente una frase que resume muy bien lo que antes he anotado: A inicios de 2020, la situación en Palestina, en materia de violación a los derechos humanos de su población, refleja el azote sionista, la impunidad de sus acciones, el silencio cómplice de los organismos internacionales y sobre todo la falta de voluntad política, valentía y decisión de aplicar contra Israel lo que la propia comunidad internacional se ha dotado en materia de gobiernos, organismo o entidades que amenazan la paz, la quebrantan o representan un peligro para la humanidad, como es el caso de lo establecido en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.

    El tema, amigo Josep, es peliagudo y da para una amplísima reflexión. Espero aportar algo de luz al tema.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Este enfrentamiento ya viene de muy lejos, como la desidia, el desinterés o, por el contrario, el morboso interés para que el conflicto no llegue a buen puerto. Si el pueblo palestino estuviera muy bien pertrechado armamentísticamente o fuera una potencia económica, no se habría llegado a esta situacion de ninguneo y abuso desde un bien principio. Es triste ver cómo quien se defiende como puede, es inmediatamente acusado de terrorista, cuando el verdadero agresor ha cometido y sigue cometiendo crímenes de guerra.
      Muchas gracias, Estrella, por tu aportación.
      Un abrazo.

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  7. En más de una ocasión hemos estado al borde de otra guerra mundial, pero el temor o la sensatez ha acabado prevaleciendo. Si otro país tan poderoso como EEUU (¿Rusia?) se alineara a favor del pueblo palestino con ayuda material y humana, entonces sí podríamos volver al extremo del abismo. Pero al no haber en terreno palestino petróleo ni otras riquezas económicamente explotables, no habrá interés en ayudarles. Preveo (ojalá me equivoque) que los palestinos acabarán como los kurdos, como parias en tierra de nadie.
    Un abrazo.

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  8. Simplemente estamos ante dos gobernantes que ansían poder, eso es lo que yo veo, y lo malo de todo esto, es que como siempre lo pagan los ciudadanos, en fin, confió en que esto no acabe mal porque si no estaremos ante una guerra.
    Un abrazo.

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    1. Si los gobernantes beligerantes se enfrentaran entre sí, aun teniendo consecuencias graves para los ciudadanos, estaría dentro de lo que ya es una desgraciada costumbre. Lo peor en este caso es que ambos gobernantes se ponen de acuerdo para infligir un daño irreparable a un tercero que no tiene ni voz ni voto.
      Un abrazo, Tere.

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  9. Quiero pensar que no son los pueblos, sino sus dirigentes.
    Un abrazo Josep Mª

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    1. Cierto, aunque, por desgracia, hay muchos seguidores entre el pueblo que aplauden las decisiones irracionales de sus dirigentes. Por ello les votan y con su voto les dan una palmadita a la espalda.
      Un abrazo.

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  10. Tú no has querido explicar cómo se ha llegado hasta aquí, pero yo sí lo voy a hacer y de una manera muy simple y rápida. Al final de la 2GM los judíos habían sido maltratados por el malo de la guerra (los nazis eran los malos principalmente porque la perdieron), entonces la comunidad internacional (o sea, los que ganaron la guerra) se dijo;"¿Y qué hacemos con estos? Mandarlos lejos, a Israel, pero Israel está lleno de gente. Bueno, pues no importa, los echamos y ponemos a estos. 'Arreglao' "
    Porque la comunidad internacional quiere mucho al sufrido pueblo judío pero lo quiere lejos (y que le compre armas, para que practiquen puntería con los palestinos).
    Lo de Trump es de juzgado de guardia, pero quien paga, manda.
    Yo tampoco entiendo cómo un pueblo que ha sufrido la persecución y la injusticia se comporte como lo hace con los palestinos. Puede que estén haciendo verdad ese dicho que dice: no sirvas a quien sirvió, ni obedezcas a quien obedeció. Lamentable.
    No sigo porque me enciendo.
    Un besote.

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    1. En efecto, Paloma, no he querido ahondar en la historia de ese desencuentro, algo muy largo y complicado. Sería casi como una lección de historia. No podemos negar que la historia del pueblo hebreo también estuvo llena de calamidades. Si nos atenemos a la historia bíblica, tendríamos que remontarnos al éxodo por el desierto huyendo de las hordas de Ramsés II y capitaneados por Moisés, je,je.
      Siempre fue un pueblo molesto y de ahí que, como bien dices, unos y otros se los sacaran de encima y empezara todo este follón luchando por "sus tierras".
      Y hablando de la Biblia, como los judíos (por lo menos los ortodoxos y ultra-ortodoxos) todavía se creen el pueblo elegido por Jehová, un Dios cruel y vengativo, de ahí que piensen que todavía está de su lado y tienen todo el derecho a combatir al enemigo a sangre y fuego. Claro que el Dios cristiano no se quedó atrás, pues estaba al frente de las cruzadas contra el infiel. Y, por si faltaba algún exceso religioso más, están los musulmanes radicales que son capaces de cualquier atrocidad en nombre de Alá.
      Y aquí están Trump y Netanyahu, jugando a ser dioses y decidiendo el futuro de los palestinos. Miserables y, como dices, lamentable.
      Un beso.
      P.D.- A ver si un espía del Mossad se entera de nuestras disquisiciones y nos califican de terroristas antisemitas, ja,ja,ja.

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  11. Yo no soy de opinar sobre política,pero creo que las guerras las hacen los políticos sin pensar en sus consecuencias.
    Un abrazo Josep
    Puri

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    1. La política, nos guste o no, nos afecta a todos. El salario mínimo, la ley de deshaucios, la ley mordaza, la ley de igualdad de género, la reforma laboral, etc., etc., nos atañe a todos y debemos posicionarnos. Si encima de lo que se trata es de entrar en una guerra (como la de Irak) no podemos dar la espalda a los que irán a combatir y a los que morirán (de uno y otro bando) a causa de ella. En este caso concreto del conflicto palestino-israelí, no hace falta conocer la historia y los antecedentes políticos. Solo con ver cómo los soldados israelíes disparan con fuego real a los jóvenes palestinos que protestan porque les echan de sus tierras, ya es motivo suficiente para ver que se está cometiendo una terrible injusticia.
      Habrá políticos que no calculen bien las consecuencias de sus actos, pero hay otros (diría que la mayoría) que sí lo saben y solo les importa ganar poder y someter a los más débiles.
      Muchas gracias, Puri, por venir a leerme y dejar tu comentario.

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  12. No entiendo mucho de este sufrimiento que tiene Israel a Palestina, pero no me gusta ni el tiempo que lleva este conflicto y me parece que son intereses de los mandatarios y EEUU que todo lo quiere dominar. Quien lo sufre es el pueblo. Los mandamás no sufre, ellos están a salvo de las bombas. Poco puedo opinar por que de políticas no entiendo. Un abrazo.

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    1. Solo con el tiempo que lleva en marcha este conflicto, que ha producido muchas muertes de inocentes, hay motivo más que suficientes para que la comunidad internacional se posicione claramente e intervenga, obligando a cesar los ataques y hallar una solución justa para ambas partes. Si no lo hace es porque el gigante americano apoya a Israel por intereses sociales y económicos (la comunidad israelí en los EEUU es muy numerosa y poderosa). Es la ley del más fuerte.
      Un abrazo.

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  13. Saludos cordiales , me ha gustado mucho la temática de este blog , me quedaré por aquí si no es molestia .

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    1. Saludos, Pablo. Muchas gracias por tu visita. Estás invitado a quedarte cuanto quieras.
      Abrazos.

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