Siguiendo la sugerencia de
nuestra compañera de letras, Estrella Amaranto, autora del Blog Literario
Amaranto (https://seraseras.blogspot.com/), voy a
dedicar esta nueva entrada a un tema terriblemente duro y complejo. No tengo
conocimientos de psiquiatría ni de psicología. Solo soy un mero observador que,
horrorizado, ve cómo en lo que va de año han perecido cincuenta y dos mujeres a
manos de su pareja (quizá cuando leáis esto, la cifra sea desgraciadamente mayor),
dejando cuarenta y tres huérfanos. Y lo peor de todo es que parece que no hay
forma humana de parar esta violencia de género, dando la impresión de que
todavía vivimos en la Edad Media y no en el siglo XXI.
El amor es algo difícil de
definir y tiene muchas formas de expresión, pero nunca podré entender cómo un
supuesto amor puede derivar en violencia, hasta el punto de acabar con una vida
humana, la de la persona a quien se dice amar. En estos casos el amor pasional
se transforma en crimen pasional. Quizá sería mejor no amar tanto y respetar la
vida de la supuesta amada.
¿Son unos enfermos los
maltratadores? ¿Están enfermos los violadores? Sea como sea, lo que sí está
claro es que estos individuos, aunque se sometan a tratamiento o bien sean
encarcelados, no se rehabilitan. ¿habrá un gen dominante que les haga
comportarse violentamente o es una cuestión de educación?
Al principio decía que este
era un tema complejo, pues parece que hay varios diagnósticos y todos inciertos.
Muchos maltratadores son hijos de maltratadores, que han visto en casa y
probado en sus propias carnes la violencia física. Del mismo modo, muchos
abusadores sexuales han sido objeto de abusos de niño. ¿Se transfiere la violencia?
¿Cómo alguien que ha sufrido maltratos puede, a su vez, maltratar? Pero eso
solo sucede mayoritariamente en los hombres. No se da en las mujeres. No he
sabido de mujeres maltratadas que maltratan a sus hijos. Y si las hay, son una
excepción. Ello sugiere, pues, que el maltrato tiene género masculino, es una
manifestación puramente machista. Y el machismo se hereda con el ejemplo. Un
adolescente machista seguro que tiene un padre machista. ¿Cómo podemos acabar
con esta lacra? Yo diría que con la educación. Pero, entonces, si tanto han
evolucionado nuestras escuelas, ¿cómo se entiende que hoy día haya adolescentes
con claros signos de machismo? Quizá es que el ejemplo familiar puede más que
las enseñanzas educativas.
A tenor de lo expuesto,
parece, pues, que la única solución a corto plazo sea la mano dura, el castigo
ejemplar, penas de cárcel durísimas. Las mujeres cada vez denuncian más —aunque
muchas todavía no se atreven por temor—, pero siguen sin recibir la protección
necesaria, o bien el maltratador no se amedrenta ante el castigo que se aplica
a sus semejantes. Cuántas veces hemos sabido de mujeres asesinadas por su
pareja, que tenía una orden de alejamiento que ha desobedecido. Puede más el
odio que el temor a la represalia. Si se aplicaran medidas más propias de muchos
siglos atrás, como la mutilación genital en los violadores y cercenar el brazo
derecho al maltratador, creo que seguiríamos viendo a mujeres sobre un charco
de sangre. ¿Cómo se puede, pues, acabar con esta lacra? ¿Medidas coercitivas,
actuación policial y judicial rigurosas, tratamiento psicológico, educación en
la escuela, campañas de concienciación…? Siento decir que no tengo la
respuesta.
Y, por último, otro
interrogante: ¿Acaso antes ocurrían los mismos maltratos que ahora y no se
difundían o bien estamos ante una verdadera escalada de violencia de género? Si
se trata de lo segundo, ¿qué ha cambiado o qué hemos hecho para merecer esto?
Creo que es la primera vez que
publico una entrada sin aportar mi opinión personal. Simplemente porque, aparte
de despreciar la violencia contra las mujeres —y la violencia en general—, no
conozco la receta para acabar con esta epidemia social. ¿Llegaremos a borrar de
nuestra sociedad todo rastro de esta “enfermedad”? Ojalá existiera una vacuna.
Es un tema muy duro, quien vive en un maltrato permanente no sé por qué aguanta. Las hay masoquistas que si no son maltratadas no se sienten bien-pero eso no es lo normal-. Dicen que es por que no saben donde van a ir. Normalmente el maltratador las aíslas de sus familia y así están mas controladas. No se sabe porque hay maltratadores, seguramente porque les gusta ser los dueños. Yo fui testigo de niña de una familia vecina, el padre era maltratador y sus hermanos mayores también. La mujer era una sumisa y si sus hijas desobedecían algo que no estaba en la normalidad familiar el padre mandaba que sus hermanos les pegaran en la espalda con un cinturón y les hacían heridas y marcas. Después la madre las curaba. También los hombres celosos son controladores, siguen a sus mujeres y controlan todos sus pasos. Es un tema que cada vez va a más -Será efecto llamada-. Hoy en día con la educación que tenemos no tenía que ocurrir, pero ocurre. No se como se puede parar esta lacra. Pero su suben las penas quizás los maltratadores o violadores se lo pensarían más. Un abrazo.
ResponderEliminarEn el caso que comentas, parece como si en ambos lados hubiera una disfunción del comportamiento. Yo tampoco entiendo esos casos en que la mujer maltratada, no teniendo ningún lazo afectivo ni de dependencia económica, aguanta los abusos de poder y los maltratos de su marido, e incluso acaba retirando la denuncia argumentando que ha sido algo fortuito y pasajero y que su pareja le ha pedido perdón y que la quiere mucho. En estos casos hay una manifiesta debilidad psiciológica que les anula el entendimiento y la voluntads Son las víctimas propiciatorias de los maltratadores.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mamen, por tu aportación.
Un abrazo.
una buena entrada corta fácil de leer sin opinion personal-Estás creciendo como escritor
ResponderEliminarMuchas gracias, Recomnezar.
EliminarUn saludo.
La verdad que es un tema sin respuestas, ya que parece que va en aumento como si se burlaran del rechazo tan manifestado.
ResponderEliminarRaro que el machismo termine, pues en una ocasión escuché en televisión que una encuesta que habían hecho a las adolescente, decían que les gustaban los chicos que mostraban celos autoritarios porque era señal que su amor era más grande, ¿pero que clase de entendimiento y educación es esa?. Con esa manera de pensar y mientras las chicas anden detrás de ellos como corderitos, estas situaciones van para atrás...
Peliagudo sin duda este asunto.
Un abrazo
Efectivamente, no solo hay que concienciar a los chicos sino también, e incluso diría que más, a las chicas, para que no permitan ser ninguneadas ni sometidas por sus parejas. Un NO es un NO.
EliminarUn abrazo, Elda.
Hay muchas teorías como dices, algunas apuntan a que las matan cuando les dejan. Son hombres, que habrá mujeres, pero vaya, que no toleran que les dejen, porque su madre nunca lo haría. Es el periodo más peligroso, precisamente cuando sospechan que ella se escapa. No expresar opinión no exime, como bien haces, de deplorar y condenar el maltrato machista. Yo, con esta jauría de locos en política, votados además, me hago cruces cuando pretenden ignorar la realidad. No sé la solución, pero lo de las manadas que yo sepa, no se daba antes, quizás por sentirse héroes...no sé. Pero fíjate que pienso que se excitan viendo el acto sexual, para mí que son medio voyeurs, pero vaya, es una opción. Lo normal es que si ves que hacen daño a alguien, al menos te inhibas, pero esta gentuza no son personas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay una gran diversidad de expresiones machistas, desde el que quiere ser el dominante en la pareja, hasta el que no duda en asesinarla si los abandona. Entre medio, está el maltratador psicológico, el maltratador físico que nunca llegaría al asesinado, el violador que lleva una vida absolutamente normal en sociedad, el violador que no duda en asesinar a su víctima para que no le denuncie y así muchos otros perfiles.
EliminarAsí pues, acabar con ello es harto difícil, pues hay que enfocarlo desde distintos ángulos, desde el cultural al psiquiátrico.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias por tomar en cuenta mi sugerencia, apreciado Josep, puesto que llevamos muchos años denunciando esta lacra social y apenas avanzamos en atajarlo de una vez por todas, lo cual significa que todavía la sociedad no está lo suficientemente mentalizada o concienciada de la gravedad que supone ver cada año ese "reguero" de fallecimientos, con las consecuentes desgracias que sufre el entorno familiar.
ResponderEliminarEn primer lugar me parece espléndida la documentación que has aportado donde se plantean muchos e interesantes interrogantes acerca de la despreciable violencia machista.
Coincido especialmente cuando menciona la importancia de la educación. También es cierto, que mientras no se entienda el amor como un sentimiento que brota del interior de la persona y más tarde puede o no, ser compartido, va a ser difícil deshacerse mentalmente del prejuicio machista de posesión o autoridad, pues esos hombres que son educados o están habituados desde que son niños, a contemplar ese tipo de trata humillante hacia la mujer, continuarán ejerciendo ese rol que han visto en su propia familia.
La educación empieza en el seno familiar y es allí donde el niño aprende esos roles de género, que le van a marcar para toda la vida, a nivel inconsciente.
Otro aspecto es el ideario educativo que reciba en el centro escolar, digamos que de acuerdo a los ideales religiosos, no será igual la educación recibida en un centro público que en otro dirigido por religiosos o personas creyentes y practicantes, para ello no hace falta ir muy lejos, la Biblia está llena de ejemplos donde la mujer siempre está sometida al varón y su papel está limitado al servicio de los demás, la crianza, educación y gestación, en cambio el hombre está por encima y solamente debe ocuparse de buscar cobijo, alimento y techo a su pareja y descendientes.
Supongo que hasta que no se produzca una auténtica ruptura en esos roles hombre-mujer y que los niños vean a las mujeres de su entorno como iguales (lo de su condición física no tiene porqué marginar a la mujer), y por otro lado, hasta que las mujeres olviden esos roles tradicionales, aumenten la autoestima y comprendan que deben evitar todo tipo de diferencias a la hora de educar a sus descendientes: los chicos pueden realizar tareas atribuidas socialmente a las chicas, sin prejuzgarles ni humillarles, lo mismo que las chicas pueden hacer cosas de chicos con total libertad.
Un abrazo.
(P.D. Díscúlpame por ese comentario eliminado, ya que se trata de otro perfil que hace años utlizaba cuando aún no tenía creado mi blog literario).
Ha sido un placer seguir tu sugerencia, pues es un tema tan grave y candente que bien merece un espacio para ser debatido, aunque más que un debate sea la expresión de una repulsa generalizada.
EliminarComo muchos de los hábitos sociales, hay que educar a los jóvenes tanto en el seno de la familia como en la escuela. Después de tantos milenios parece como si los preceptos bíblicos en torno al papel de la mujer sigan bastante vigentes. Afortunadamente, muchas son las mujeres que se han rebelado y han ido ganando un lugar destacado en la sociedad. Pero todavía queda mucho por hacer, pues mientras siga existiendo esta lacra machista, poco podrá avanzarse. Se gana por un lado y se piede por otro. Mientras intentamos educar a los niños en la igualdad entre géneros, observamos cómo estos niños se inician en la pornografía a una edad cada vez más temprana. Y las imágenes que ven ilustran una violencia sexual hacia la mujer, que juega el papel de la sumisión. De ahí extraen un falso y peligroso mensaje.
Un abrazo, Estrella.
Totalmente de acuerdo contigo, Josep: yo diría que no solo no avanzamos nada en el tema sino que vamos a peor. Tampoco yo sé si es que antes no se les daba publicidad a los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas o es que ahora han proliferado, pero ciertamente la situación da horror.
ResponderEliminarRespecto a la reinserción en el caso de los maltratadores, dado el número tan elevado de reincidencias, tengo mis dudas de que sea posible. Por otro lado, ¿se puede tener vigialados a todos los maltratadores las 24 horas del día para impedir que ejerzan como tales? Seguro que habría quien aboga por sus derechos...
En fin, un tema terrible y una gran lacra social con muy difícil solución (al parecer).
Estupenda reflexión, como siempre, y un granito más en el camino de la concienciación.
¡Un abrazo!
Posiblemente en tiempos pasados también habían muchos casos de maltrato, quizá incluso más habida cuenta de la situación socio-económica de la mujer, totalmente dependiente del marido. Pero las violaciones en grupo parece algo nuevo. Parece como si los machistas violentos hayan aunado sus fuerzas para convertir ese acto brutal en una diversión, tratando a sus víctimas como simples objetos sexuales dispuestos a satisfacerlos. Usar y tirar.
EliminarEs ciertamnete un tema muy difícil de tratar y peor de resolver, necesitando para ello el esfuerzo conjunto de toda la sociedad y de los profesionales de esta materia pluridiciplinar.
Un abrazo.
Una solución?,... no se si existirá pero es un drama al que no podemos acostumbrarnos!. Muchas veces, especialmente cuando veo la noticia de violencia de género me pregunto lo angustioso del momento para esa mujer,... pero y lo que seguramente lleva pasado hasta esa situación? te imaginas su vida al lado de un maltratador?
ResponderEliminarHagamos votos para que, si es un tema de genes como muchos pensamos, la ciencia pueda arreglarlo más pronto que tarde.
Un abrazo!
Ojalá sea un tema genético, pues habría solución. Siempre es preferible prevenir que curar.
EliminarLástima que las continuas campañas de concienciación caigan en saco roto. Los maltratadores violentos no entienden de campañas ni se arrugan ante las medidas disciplinarias. Son muchos los que acaban entregándose a la justicia aun sabiendo el castigo que les espera. Desde luego, tienen un grave problema mental si es tan fuerte el impulso de matar que les llega a nublar la razón.
Un abrazo.
Hay muchas cosas terribles en este asunto (aparte de lo terrible que es en sí mismo). Siempre se habla de que los hijos de maltratadores, pueden serlo a su vez por repetición del rol aprendido, pero rizando el rizo, yo sé al menos de un caso en que la hija de una maltratada lo fue a su vez. Veía normal ese maltrato (en principio, luego espabiló y se liberó afortunadamente).
ResponderEliminarLos castigos y las penas (que creo que deben ser duros) no creo que sirvan de mucho. Cuando una gran mayoría de maltratadores (asesinos más bien) de suicidan o lo intentan tras el acto ¿de qué puede servir la amenaza de cárcel? Es como a los terroristas suicidas, si están dispuestos a matarse no les van a asustar unos años en la cárcel.
Yo soy de la opinión de que el problema se solucionaría (y no del todo me temo) con educación, educación y educación, pero no, en los colegios (que también) sino fundamentalmente en las casas. No olvidemos que esa es la verdadera educación y que lo que se intenta desde colegios e institutos no sirve de mucho cuando las familias van en sentido contrario.
Un beso y felicidades por esta reflexión tan interesante y, por desgracia, tan pertinente.
Sí, Rosa, la educación en el seno de la familia es trascendental. Los niños, de pequeños, imitan a sus padres, y de más mayores aprenden a comportarse según lo que ven y les inculcan en casa. Pero me temo que deberemos esperar varias generaciones para que este problema se solucione, pues si hoy dia en muchas casas viven padres maltratadores, hasta que sus hijos, que han respirado el maltrato continuado como algo normal, no espabilen y cambien su "chip" concienciándose de que lo que han visto y vivido es algo repudiable, no podrán transmitir a sus hijos esta enseñanza. Pero debemos perseverar e intentar educar a los jóvenes de hoy para que sean unos buenos padres en el mañana.
EliminarUn abrazo.
Siempre que sale este tema a colación comento lo sorprendente que me resulta ver a chavales muy jóvenes estrenándose como machitos con sus primeras novias y a estas consintiéndoselo. El problema muchas veces empieza en la educación recibida en la familia, y no solo por parte del padre, sino también de la madre. El machismo está arraigado en ambos géneros y así se transmite con frecuencia a los hijos. Cuántas veces se ve al chavalín tumbado en el sofá, mientras su hermana, en muchas ocasiones más joven que él, se dedica a colaborar en las tareas de la casa, si no a prepararle a él la cena.
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que, según dicen los que entienden, es muy complicado reinsertar a esta gente, lo que no se puede hacer es poner en riesgo la integridad de personas inocentes, para darles enseguida oportunidades que habitualmente desaprovechan, matando a más personas o destrozando más vidas. No sé si habría que cambiar las leyes, pero sí exigir muchas más prudencia a la hora de conceder los permisos, con exigencia de responsabilidades a quienes los firman.
Un abrazo.
Tienes toda la razón. Es un aspecto que no he tocado para no alargarme demasiado: el machismo suelen transmitirlo (sobre todo en mi época) las madres, que son las primeras que tratan de forma distinta a sus hijos varones y a sus hijas. Transmiten lo que han aprendido, a su vez, de sus madres.
EliminarEn cuanto al castigo, también coincido contigo en que es prioritario proteger a las posibles víctimas que a los condenados por violación y/o asesinato. Teniendo en cuenta que los expertos aseguran que estos individuos no se rehabilitan, no deberían aplicarles las mismas normas sobre permisos que a los delincuentes comunes. Ya hemos visto muchos casos de reincidencia en cuanto abandonan la cárcel.
Un abrazo.
Yo creo que donde hay que atajar el problema es en la educación que se da en la propia familia. El niño aprende lo que ve, y si en su casa hay comportamientos machistas, él los tendrá también cuando sea adulto. En las escuelas, yo que he trabajado en ellas toda mi vida, jamás he visto que se hiciera distinción de sexo y si se les educa en el respeto y la igualdad. Pero hay niños que vienen ya con la lección aprendida de casa, y cuando les preguntas quién se encarga de hacer las tareas domésticas siempre dicen que su mamá más que su papá, te pongo por ejemplo. Hay que educar a los adultos primero, para que puedan educar después a los niños.
ResponderEliminarEs un tema muy complejo. Es posible que antes se diera tanto como ahora o más , solo que entonces había más miedo y no se denunciaba, y los casos de muerte, tal vez hasta se encubrían y se maquillaban. No sé, pero es una pena que siga dándose esto en pleno siglo XXI, cuando parece que sabemos tanto, que hemos avanzado mucho en tecnologías, en nivel de vida... y todo eso, en cambio merecemos un suspenso en cuanto a respeto al otro sexo.
No sé como se podría cortar el problema de forma rápida y eficaz. Quizá endureciendo las penas...
Un abrazo.
Efectivamente, hay que empezar educando a los adultos, pero lo malo es que es mucho más difícil "reeducar" a un machista (ya no digamos a un maltratador) que educar a un niño. Como bien dices, los niños se dejan influir por lo que ven en casa, y si en casa su padre no enmienda su conducta mal iremos.
EliminarTambién es cierto que hay un desfase entre la modernidad y adelantos que vivimos en este siglo y la falta de empatía y cultura social que siguen teniendo tantos hombres y mujeres actuales. Hemos avanzado en cosas que quizá sean más superfluas y nos hemos encasillado en lo verdaderamente importante.
Un abrazo.
Sí que es un problema de educación, y de cultura. La creencia de que la mujer tiene un papel primordialmente servil es la base de que se la considere una posesión, y esa idea está más arraigada de lo que podemos pensar, incluso entre estamentos "progres".
ResponderEliminarDices que de padres machistas pueden salir hijos machistas, estoy de acuerdo pero yo tengo la creencia de que en la educación el papel de la madre tiene mucho peso, y las peores machistas son mujeres. Hijos que han crecido con la protección de una madre que ha sido la primera en demostrarles que no deben hacer tareas domésticas porque ya se encarga ella es uno de los ejemplos que más se da entre esos futuros machistas.
No creo que ahora haya más violencia que antes, según mi opinión ahora simplemente se conoce, sale en las noticias y es más visible. Aunque también sospecho que hay algo de efecto llamada cuando se cuenta por los medios de comunicación.
Que hay que endurecer las penas me parece no solo necesario sino justo. Aún recuerdo el comentario de un impresentable ante el juez cuando supo que por pegarle una paliza a su mujer le había caído una pena ridícula que ni siquiera llegó a cumplir porque no tenía antecedentes: "pues por un poco más, la próxima vez la mato".
Besos.
Todo lo que dices es cierto. El papel de la mujer es fundamental a la hora de educar a los hijos en la igualdad de género. La cosa se complica cuando esa mujer es maltratada por el marido y los hijos se acostumbran a ello, pues ven que su madre lo acepta por el motivo que sea. No creo que una madre transmita conscientemente a sus hijos varones la idea de que tienen que ser como su padre. Más bien es su pasividad o sumisión lo que les hace imitar al padre maltratador.
EliminarCiertamente, como ya decía al principio de la entrada, es un tema muy complejo, que hay que intentar resolver desde varios frentes, y el jucidial es uno de ellos pero no el único. Vuelvo a insistir en que más vale prevenir que curar.
Un beso, Paloma.
Hola, Josep.
ResponderEliminar¿Acaso antes ocurrían los mismos maltratos que ahora y no se difundían o bien estamos ante una verdadera escalada de violencia de género?
Pienso que las dos cosas son posibles y tienen pinta de ser verdad. El maltrato a la mujer ha sido algo habitual en la España negra franquista y las pobres callaban incluso ante el cachodendeito de la Guardia Civil en aquellos tiempos. Los medios no lo difundían además. Pero debe algo más, un gen, una no aceptación de la liberación de la mujer o los malditos celos que puden estar detras de todo. Ya lo dojo alguien: "La mate porque era mía". Solo queda una. Educación en valores y si es posible la ilegalización de partidos políticos que no condenen la violencia machista o hagan la vista gorda.
Abrazos amigo Josep.
Pues sí, en aquella época oscura, como la mujer dependía en todo del marido, no le quedaba más remedio que aguantar. Por los hijos, por la manutención, por el qué dirán,,, Y si recurría a la justicia, pues eso, se burlaban de ella; si se marchaba de casa, la iban a buscar y la devolvían a rastras, y si recurría al cura, la reprendía y la obligaba a satisfacer al marido en todo. Triste sino.
EliminarPero que ahora, en una sociedad moderna y supuestamente democrática, sigan ocurriendo maltratos a las mujeres, es para echarse a llorar. ¿En qué hemos avanzado? En este aspecto en muy poco, o nada.
Y encima si tenenos un partido político que niega la existencia de la violencia de género, recalificándola a su antojo, vamos de mal en peor.
Un abrazo, Miguel
Josep, por propia experiencia difiero un poco algunos puntos que mencionas.
ResponderEliminarEl machismo se gesta en su mayoría en las madres, son las principales conductoras de este mal comportamiento, quizás por miedo a su pareja, quizás porque han sido educadas bajo esas normas, pero mi recuerdo más latente es "atiende a tu hermano", "obedece a tu hermano", "tu hermano es el hombre y merece respeto", entre otras muchas, o aquello de, "es tu marido", "tiene todo el derecho sobre ti", "le debes obediencia", "no discutas con él, él tiene la razón", "no puedes divorciarte, no puedes abandonarlo a su suerte, él te necesita", "ya cambiará, deja que le lleguen los años y se va a calmar, solo aguanta".
Dentro del matrimonio, lo que no se ve, el maltrato psicológico, luego el físico, el que te aíslen, hay muchas situaciones que van mermando tu deseo de salir de eso.
También es una copia de un padre machista y que todos apoyan, las mismas autoridades se hacen las desentendidas.
Abrazo
Hola, Adel. Como ya he comentado anterioemente, estoy totalmente de acuerdo en que la mujer ha actuado muchas veces como la cadena de transmisión del machismo. A ella la han educado así y así ha procedido, sin siquiera cuestionarse su papel negativo. Lo malo es que las mujeres que sí se han rebelado ante esta situación, han sido marginadas por muchos hombres desde tiempo inmemorial. El machismo se ha ido consolidando y transmitiendo de generación en generación desde tiempos pretéritos. El hombre primitivo se decicaba a la caza mientras las mujeres al cuidado de los niños. Y aunque hemos avanzado mucho desde entonces, sigue existiendo resíduos de esa división de tareas, sobre todo en el hogar.
EliminarEl tema de la violencia de género es muy complejo de tratar, pero sin duda tiene su origen en esos condicionantes machistas.
Muchas gracias por tu aportación.
Un abrazo.
Hola, Julio David. No dudo que antropológicamente, hombres y mujeres conserven esa predisposición al dominio y a la sumisión al macho, pero miles y miles de años después creo que esa inclinación ha quedado en una simple huella capaz de ser anulada por la cultura y la inteligencia. A medida que el hombre se ha ido civilizando, ha ido en paralelo perdiendo esos instintos y ganando en inteligencia y sociabilidad. Cierto es, sin embargo, que algunos todavía conservan esa inclinación primitiva. Los hombre se sienten atraídos por mujeres que no sean dominantes y ellas por hombres dominantes y duros. Eso solo es malo cuando se lleva a extremos, sobre todo si son violentos.
ResponderEliminarTambién estoy de acuerdo contigo en que si una mujer consiente en ser golpeada, solo logra seguir siéndolo, aunque está el factor miedo. Pero para mí eso no disculpa que lo perdonen y lo justifiquen, pues de este modo están fomentando la violencia de género. El caso de una violación es muy distinto, pues aunque la mujer lo denuncie, muchas veces el agresor, si es detenido, recibe un castigo a mi juicio insuficiente.
Te agradezco, compañero, que hayas compartido con nosotros tu punto de vista.
Saludos.
El tema es tremendo se mire bajo la perspectiva que se mire, es una lacra que no hay forma de pararla. Solo diré que una persona que es capaz de matar violentamente a otra por el simple hecho de verla como objeto, o que mata a sus hijos por hacer daño a la pareja... y teniendo en cuenta que muchos son reincidentes porqueson actos que responden a un impulso o falta de empatía que no tiene vuelta atras, estas personas no pueden vivir entre la sociedad porque siempre estarán dispuestas a volver a cometer la misma atrocidad, por lo tanto hay que mantenerlas en la cárcel. Porque quienes vivimos en paz tenemos derecho a seguir con vida y la sociedad tiene la obligación a protegernos.
ResponderEliminarSAludos.
Ojalá pudiéramos apartar a todos los violentos y maltratadores para siempre. Lo más dramático es que no paran de aparecer nuevos casos de violencia de género. Cada semana conocemos nuevos casos y eso parece imparable.
EliminarUn abrazo, Manuela.
Buf Josep Ma vaya tema, para hablar durante horas.
ResponderEliminarNo tengo datos para decir si actualmente hay más violencia o es que se conoce más, por desgracia la violencia sobre la mujer y los hijos no es algo nuevo. Quizás sí que sea nuevo este grito de basta, ni una más, que las mujeres dejemos de callar y denunciemos.
Soy una partidaria de la educación, mucha más educación pero no solo en la escuela, en la familia y en la sociedad.
No podemos permitir que se sigan produciendo sentencias light, que se banalice con sentencias que blanquean comportamientos criminales. Ningún ser humano pertenece a nadie, a nadie y mientras alguien se sienta superior a otro no vamos bien. Es fundamental que nos mantengamos expectantes y que no se toleren actitudes perjudiciales en aquellos que tienen que ayudar a las víctimas.
Hace unos días leía en la prensa que había chicas que denunciaban que se habían sentido fatal en las comisarias al denunciar agresiones, aún queda mucho machito sin cerebro y por desgracia hay partidos que están explotando este tipo de actitudes. Terrible.
Tampoco ayuda mucho la letra de reguaeton (no sé si se escribe así), escuchar sus letras y debatir sobre ellas tendría que ser una asignatura obligatoria en música. Tener información y decidir, qué tipo de mujer se quiere ser, las mujeres somos mucho más que esas letras en las que se cosifica y frivoliza con la mujer y por desgracia algunos y algunas se quedan con ese mensaje, me pregunto qué tipo de sociedad estamos construyendo.
Afortunadamente creo que hay muchos hombres que son los primeros que denuncian esta violencia contra la mujer, así que hay esperanza, depende de nosotros cambiarlo.
Ya vez que cuando llego me enrollo un montón, así que voy a cortar porque el tema me enerva.
Besos de domingo
Hola Josep, un tema complicado el que tratas en esta entrada, a mi entender creo que la base está en la educación desde muy pequeños,en el trato igualatorio entre niños y niñas que debe reinar en las familias y en la sociedad en general. Yo no creo que de un maltratador salga otro ,si se educa en los valores de igualdad. Por otro lado creo que la posible solución la tenemos que llevar a cabo las mujeres y no permitir por parte de los hombres de un trato diferente por ser mujer.
ResponderEliminarEs un tema por el que se derraman muchas lágrimas.
Un abrazo
Puri