2035 no es la fecha del fin de
mundo, pero sí la del final de una época y el comienzo de otra para muchos
ciudadanos conductores de vehículos a motor.
2035 es la fecha a partir de
la cual se prohibirá en la UE la venta de coches de tracción a gasolina y gasoil.
Los ya existentes podrán seguir utilizándose, aunque seguramente se fijará un
plazo máximo para ello y probablemente se les impida circular por según qué
zonas de la cuidad, las que ahora se denominan de baja contaminación.
Antes de seguir, debo aclarar
que una vez escrita esta entrada, he tenido conocimiento de la oposición de
varios países a esta medida propuesta por la Comisión Europea. De este modo,
Alemania, Italia, Portugal, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía, proponen extender
este período hasta 2024. Veremos quién ganará, si esos seis países o la
propuesta de Bruselas, respaldada por la comunidad científica, que apunta a un
cambio climático desastroso si no se cumple la meta respecto a las emisiones de
dióxido de carbono.
Entretanto, cada vez se publicitan
más los coches eléctricos, presentándolos como la panacea del automovilismo a
corto-medio plazo. Y como ante cualquier mensaje publicitario machacón,
sospecho que aquí también se esconden intereses económicos por encima de los puramente
ecológicos.
Ya traté en una ocasión el
tema de los coches eléctricos, la gran escasez de puntos de recarga y el
elevado tiempo de carga, un enorme hándicap para el usuario de este tipo de
vehículos. También creo recordar que apunté que la campaña para impulsar el cambio
del motor de combustión por el eléctrico obedece a intereses más comerciales
que medioambientales, como pretenden hacernos creer. Como el coche eléctrico es
bastante más caro, mayores serán los beneficios de las empresas fabricantes.
También apunté al hecho de que las baterías de estos vehículos, de gran tamaño,
no dejan de ser un elemento contaminante, tanto durante su fabricación como al
término de su vida funcional. Por no hablar del precio de la electricidad de la
que se alimentan.
Estoy totalmente a favor de
eliminar los combustibles fósiles y optar por las energías renovables, pero lo
que quiero recalcar aquí es que en este país siempre empezamos la casa por el
tejado. Parece que nadie ha reparado en que hay que construir primero los
cimientos, la base que sustentará un edificio, antes de hacerlo crecer.
Este símil, aplicado a los
vehículos a motor, significa que, en lugar de instalar el máximo número de
tomas de corriente para dar servicio a todo el esperado y deseado parque de
vehículos eléctricos, se prioriza el estímulo insistente de su adquisición, lo
que conllevará —si no se toman medidas urgentes— un grave problema de
abastecimiento. Como siempre, vamos por detrás de las necesidades del usuario.
Un dato muy relevante es que en España debían existir 45.000 puntos de recarga
para coches eléctricos a finales de 2022 y solo se ha llegado a los 15.500.
Ignoro cuántos vehículos
eléctricos circularán por nuestras calles y carreteras en el año 2035. Según un
informe de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones
(ANFAC) del 24 de enero de este año, se estima que durante el periodo
comprendido entre 2023 y 2025 se venderán 1,3 millones de vehículos eléctricos
y que ello irá en aumento, puesto que el parque nacional de automóviles es muy
viejo, con un 44% de vehículos de más de 15 años de antigüedad y que se estima
que un total de 10 millones de coches ya no podrán circular por el centro de
las ciudades de más de 50.000 habitantes. Según la ANFAC, para cubrir las
necesidades futuras de los coches eléctricos, se necesitarán 613.000 puntos de
recarga. ¿Creéis que llegaremos a verlo? No soy pesimista por naturaleza, pero
me jugaría mi pensión a que el número será muy inferior al necesario. Y
entonces el problema será mayúsculo.
Como cuando traté el tema del
transporte público, indicando que, si se quiere incentivar su uso, las
autoridades competentes tienen que empezar incrementando el servicio con más
trenes y autobuses, evitando así las colas en la calle y en los andenes, así
como el abarrotamiento en horas punta, del mismo modo considero que para
incentivar la compra de coches eléctricos hay que empezar instalando un gran
número de puntos de recarga. Y digo gran número para evitar las inevitables
colas que se producirán en esos puntos debido al —de momento— elevado tiempo de
espera que implica el proceso de carga.
Y el problema no solo será
técnico sino también económico para los conductores. La renovación del parque
móvil implica que los propietarios de un vehículo lo sustituyan por uno nuevo,
muchísimo más caro. Si tenemos en cuenta que el precio de los coches eléctricos es bastante
más elevado y que en el 2023 los coches de primera mano, de cualquier
motorización, se han encarecido una media del 40% —algunas marcas más del 60%—,
respecto al 2022, ¿cuánto habrán aumentado los precios en el 2035? Se trata,
pues, de una renovación obligada que acarrea un dispendio que pocos pueden y
podrán hacer frente. Ahí tenemos otro modo de aprovecharse del personal. Si se
quiere que la gente se cambie de coche, que se establezcan ayudas económicas o
descuentos importantes. Otra vez vemos cómo prima el objetivo impuesto —y el
interés de los fabricantes— por encima de los medios para conseguirlo.
No sé qué fue primero, si el
huevo o la gallina, pero sí sé que primero hay que poner los medios y luego
estimular el cambio de hábitos.
Tengo claro que los coches con motores de combustión son terribles para las ciudades y para el medio ambiente. Pero también tengo claro que los coches eléctricos son una solución de pacotilla al menos por el momento. Lo has explicado de manera muy didáctica y no sé si habría una tercera vía en la que encontrar algún tipo de solución alternativa. Yo en lo personal he optado por el transporte público o por los vehículos privados de uso compartido.
ResponderEliminarUn artículo como se dice ahora muy currado.
Un fuerte abrazo, Josep.
A los fabricantes les interesa convencernos de los beneficios del motor eléctrico porque es el que ya tienen desarrollado y probado, aunque son conocedores de sus limitaciones. Cuando llegue el momento, ya nos llevarán de la mano hacia otro sistema. ¿Por qué no se dedican a poner a punto el suministro de hidrógeno verde? Pues porque antes quieren vender todos los motores eléctricos en los que se han gastado un pastón en inversión. En lugar de ir a lo definitivo, prefieren ir gastando etapas intermedias que les de mucho dinero.
EliminarUn fuerte abrazo, MIguel.
Pues ya se pueden poner las pilas, nunca mejor dicho, porque la recarga es de momento un tapón hace cuatro años compre mi hibrido y ahora comprar uno es una barbaridad de precio.
ResponderEliminarSalud
Primero empezaron a publicitar el motor híbrido clásico, luego ha venido el híbrido enchufable y ahora el eléctrico, y con cada uno de estos pasos el precio se encarece una barbaridad.
EliminarSaludos.
Como siempre, nuestros políticos pretenden empezar la casa por el tejado. Que los ciudadanos compremos los coches que tienen previstos, antes de que haya un suficiente número de fuentes de recarga. Yo no pienso mover un pelo hasta que no me quede otro remedio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es preferible esperar y ver qué ocurre en el mercado antes de tomar partido por un tipo de motor. Yo hace un año me cambié de coche y tenía pensado optar por un híbrido, pero el precio me echó para atrás. Como bien dices, cuando no tengamos más remedio que cambiar a uno eléctrico entonces decidiremos qué hacer. Solo espero que a alguien se le ocurra que no pueden mantener estos precios tan altos si quieren de verdad renovar el parque móvil.
EliminarUn abrazo.
A mí me preocupa un poco este tema, la verdad.
ResponderEliminarLo has explicado muy bien.
Feliz día.
Es un tema preocupante, pues parece que nos están tendiendo una encerrona de la que resultará muy difícil escapar.
EliminarUn abrazo.
Es un tema en el que he pensado muy a menudo. Se ven tan pocos puntos de recarga de estos coches que siempre me he planteado que como aumente mucho su venta va a haber un caos y como tú dices, en este país hacemos primero lo bonito, lo que se ve (en este caso promocionar la compra de coches eléctricos), y luego ya nos topamos con la realidad y, de cualquier manera, deprisa y corriendo, hacemos lo necesario. Por otra parte tampoco tengo muy claro de dónde se va a sacar la electricidad para esa recarga de coches. Si viene de fuentes renovables, vale, pero si se va a obtener en centrales movidas por combustibles fósiles... estamos en las mismas. Hoy por hoy y antes de 2035 no le veo mucho futuro al asunto.
ResponderEliminarUn beso.
En este país no se practica el más vale prevenor que curar. Primero tiene que aparecer un problema gordo para empezar a buscar una solución. No hay que ser un cerebrito para prever que se avecina un grave problema de suministro. Además te dicen que con poner un punto de carga en tu plaza de parquing ya está solucionado. ¿Y quién no tiene dicha plaza? Y aun teniéndola e intslando este punto de recarga, qué ocurre cuando vayas de viaje por esas carreteras dnde apenas hay estaciones de servicio y mucho menos lugares donde cargar el coche eléctrico? Tendremos que salir de casa con un mapa con los puntos de carga existentes en todo el país y parte del extranjero. Tengo entendido que ya hay alguna aplicación que da esta infromación, tipo Google maps. ¿Pero qué haces si al llegar hay cola para recargar? ¿Invertir un par de horas o más de espera?
EliminarLos coches eléctricos se conectan a la red eléctrica nacional para su recarga y la energía que hay en sus baterías se ha obtenido del mismo modo, por lo que no se puede decir que un coche eléctrico sea 100% ecológico. En España, sólo un 20% de la electricidad procede de energías renovables.
Un beso.
Hola Josep. Después de unos días que he estado con una gripe bien pesada y sin ganas de hacer nada (ni las tengo), he leído tu reflexión sobre esta incongruencia de empezar como tú bien dices, la casa por el tejado. Es un tema del que me ha hablado mi segunda hija que trabaja desde hace mucho años en KIA, y desde que entró en la empresa el coche que tiene cada año es de renting con lo cual ya ha llevado y lleva un coche eléctrico, y me ha contado los inconvenientes de las cargas, aunque ella de diario lo tiene solucionado ya que el garage de la empresa tiene los enchufes apropiados, con lo cual le sale gratis, :))), pero los viajes por carretera y las vacaciones en un engorro.
ResponderEliminarComo siempre en decisiones que toman los políticos, primero van por delante los intereses propios y no los medioambientales.
Muy bien documentada tu entrada amigo.
Un abrazo.
Hola Elda. Pues yo he estado, y sigo estando, bastante fastidiado por culpa de la gripe (no quise vacunarme y mira), por lo que también me he ausentado de los blogs. Hoy estoy un poco mejor y con suficienet ánimo para leer y escribir, je, je.
EliminarLa red de carrateras en nuestro país se ha ido modernizando a lo largo de loa años y hoy día encuentras etsaciones de servicio con mucha fecuencia, de modo que es imposible que te quedes sin gasolina o gasoil por falta de gasolineras. Y en cada gasolinera hay cuatro, cinco y hasta seis surtidores. Puedes irte de viaje hasta el fin del mundo y no te quedaras tirada, pero con los puntos de recarga la cosa pinta muy mal. Yo, con tener una toma de electricidad en mi plaza de parquing de mi residencia habitual lo tendría solucionado porque el apartamento en la playa solo está a 83 km.y la autonomía de los coches eléctrcos actuales es de varios cientos de kilómetros. Pero la cosa cambia si uno se lanza a la carretera por lugares donde no hay puntos de recarga. Espero que cuando se produzca el caos, entonces alguien empezará a tomar medidas que, como siempre, llegarán tarde.
Un abrazo.
Generalmente los políticos se comportan así. Es un asunto difícil por todo lo que dices, y creo como tú que igual que otras decisiones la razón principal es económica antes que ecológica.
ResponderEliminarAbrazos amigo
Los políticos se mueven por intereses que no siempre coinciden con los de los ciudadanos. La industria en general y la automovilística en particular tiene un gran poder y mueve montañas. Si dictaminan que hay que ir a por el coche eléctrico, pues vamos para allá, pero sin pensar en la necesidad imperiosa de disponer de puntos de recarga. Ellos solo quiere vender, los problemas de fata de suinistro ya no les interesa.
EliminarUn abrazo.
Hola, Josep. Pues no vas mal encaminado en el sentido de que lo que va a imperar es el negocio. Significativo es que el hombre más rico de la tierra, o uno de ellos, sea el dueño de una famosa marca de dichos autos. Porque al final nada se hará en pro del bienestar, sino del bolsillo de unos pocos. Un día leí que con la luz solar que cae en Córdoba al día daría para abastecer ese mismo día al mundo entero. Solo habría que perfeccionar los receptores y el sistema de almacenaje. Pero ¿dónde iría la pasta? ¿Económicamente sería ir hacia atrás? No sé, pero se avecinan curvas y espero que estos coches sean estables, jajaj.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep!
Se habla mucho de las energías renovables, incluso tenemos un Ministerio de transición ecológica, pero seguimos apostando por los carburantes fósiles y la electricidad producida a partir de ellos.
EliminarCon la elevada isolación que tenemos en nuestro país, no se entiende que no se apueste mucho más por la energía solar. Parece que ahora se empieza a invertir en la instalación de placas fotovoltaicas, pero, por desgracia, también están recibiendo críticas por parte de algunos ecologistas, al igual que la energía eólica. En alguna parte se tendrán que instalar los molinos de viento, digo yo. Y es que en este país vamos del querer y no poder al poder y no querer.
Volciendo al tema de los coches, lo que yo jamás compraría sería un vehículio sin conductor, je, je.
Un abrazo, Pepe.
Estoy de acuerdo contigo, han empezado la casa por el tejado,... han decidido abandonar una tecnologí sin tener a punto la que supuestamente le va a substituir...
ResponderEliminarHola, amigo. ¡Qué sorpresa verte por auí después de tanto tiempo ausente! Precisamente hace unos días me pregunté qué habría sido de ti y de tu blog y te busqué en la blogosfera, pues te había perdido la pista, pero observé que no habías publicado nada nuevo desde hacía meses. Ahora veo que te has vuelto a ponerte las pilas y ya has publicado una entrada nueva. Luego me paso, a ver si retomamos nuestras lecturas, je, je,
EliminarEn cuanto al asunto de mi entrada, a veces se quiere correr más de lo necesario sin preparar el terreno que vamos a necesitar. Creo que hacen falta mentes pensantes que no solo actúen por impulsos y por intereses dudosos.
Un abrazo.
Hola, Josep
ResponderEliminarEspero que estés bien.
Lo de los plazos, siempre me ha parecido empezar la casa por el tejado. Y hacer un cambio tan grande, no es fácil y a veces pienso que en el fondo hay algo oculto. Es como las promesas de la ley del Mar Menor del año 1980 y se siguen haciendo vertidos. Así que ya veremos como si en 2030, la población mundial, obtienen sus coches eléctricos.
Un abrazo!
Hola, Mamen.
EliminarMuchas veces los plazos solo sirven para mentalizar a la gente y callarles la boca durante un tiempo. Luego, casi nunca se cumplen y todo sigue siendo una propuesta o proyecto en el aire.
Llegaremos al año 2035 y seguiremos en la misma situación. De momento, como explico, ya hay países que proponen posponer el plazo hasta el 2040, y luego será el 2045 y así sucesivamente.
Un abrazo.
Lo de los coches eléctricos no lo veo, por mucho que la comunidad científica nos esté avisando. Es cierto que hay intereses económicos detrás de todo (salvo de los científicos, o eso espero), pero cambiar todo el parque móvil de aquí a poco más de diez años me parece demagogia pura y dura.
ResponderEliminarLo mejor es convencer y disuadir al ciudadano de utilizar medios colectivos pero, como bien comentas, estos deben ofrecer un servicio adecuado.
En fin, yo me acabo de comprar un coche nuevo de gasolina y lo usaré hasta que me lo permitan las autoridades y mientras para ir a mi centro de trabajo no haya un medio de transporte público competente.
Besos.
En esta vida casi todo tiene sus pros y sus contras, y los coches eléctricos no son una excepción. Hay científicos que alertan de que no todo son bondades. Es cierto que el motor eléctrico no emite CO2, pero sí otros elementos contaminantes, aunque en menor grado. Lo que no nos dicen sus fabricantes es de dónde sale la electricidad para fabricar esos motores y para recargarlos, ni los problemas que generará su reciclaje cuando queden obsoletos. Es algo parecido a las centrales nucleares, que aparentemente son limpias pero no dejan de tener problemas irresolubles con los resíduos altamente contaminantes.
EliminarAhota toca ir a por los coches eléctricos y dentro de algunas pocas décadas les tocará el turno a otros sistemas de motorización. Hace años que parecía que los motores diesel eran lo peor de lo peor y que se iban a prohibir de un momento a otro. Y todavía siguen vendiéndose, aunque en menor grado que los de gasolina.
Evidentemente, lo ideal es utilizar el transporte público, pero para incentivar su uso hay que dotarlo de más unidades y con una mayor frecuencia de paso.
Un beso.