jueves, 30 de septiembre de 2021

Más vale tarde

 


Más vale tarde que nunca, reza el refrán. Así que ya estoy aquí de nuevo después de más de dos meses de ausencia. Este largo paréntesis se ha debido principalmente a que sigo con una especie de astenia escritora, no sé si será un efecto de la pandemia. A fin de cuentas, algunos psicólogos aseguran que la falta de libertad de movimientos durante estos dos años, puede producir desajustes mentales con secuelas imprevisibles. Claro que esta afirmación va dirigida a los jóvenes y mi juventud ya queda muy lejos, en un rincón de mi memoria. Así pues, quizá mi caso se deba a una apatía de etiología desconocida o a un empacho de temas a criticar, pues este mes de agosto no ha estado exento de situaciones molestas en la playa, en la calle, en los restaurantes…

Otro refrán dice que cada uno cuenta la feria según le va. Algo divertido para uno puede resultar un tostón para otro, dependiendo de varios factores, entre ellos el estado de ánimo. Así pues, mis experiencias durante el mes de agosto, el más esperado del año por la gran mayoría, han resultado un fiasco y creo que se ha debido precisamente a mi estado anímico.

Si bien el tiempo ha sido, por lo general, muy bueno, a pesar de la insistencia de los meteorólogos en que nos visitarían lluvias y tormentas, y el lugar de descanso es muy bello, tener que compartir el tiempo de asueto con una persona aquejada de Alzheimer no es un plato de buen gusto para nadie. Enfrentarse a esta enfermedad requiere una gran dosis de paciencia y dedicación que acaba afectando por momentos el estado físico y mental del que ejerce el papel de cuidador. En esta situación, uno desea más que nunca buscar una evasión que le sirva de alivio a tanta tensión acumulada. Si los ancianos sufren normalmente una regresión a la niñez, tanto en su comportamiento como en sus funciones biológicas, en los enfermos de Alzheimer hay que añadir la incapacidad para entender y aceptar de buen grado las órdenes más elementales, y la rebeldía, a veces agresiva, que ante ellas manifiestan. Es, por lo tanto, lógico que, al igual que sucede con los niños de muy corta edad, los cuidadores esperen el momento de acostarlos para aprovechar ese periodo de descanso para desconectar y hacer aquello que más les gusta. En nuestro caso ha sido básicamente la lectura y las series de Netflix.

Y aquí es cuando entra en juego el estado de ánimo de cada cual a la hora de disfrutar de esos dos alicientes, aunque también depende de la suerte.

En el capítulo de la lectura, las novelas que he leído durante el mes de agosto han sido: Terra alta, de Javier Cercas, Paraules que tu entendràs (palabras que tú entenderás), de Xavier Bosch, Trafalgar e ¡Independencia!, ambas de José Luis Corral, y Los guardianes, de John Grisham,.

Como no se me dan bien las reseñas literarias, solo daré mi humilde opinión de estas lecturas:

Terra alta me ha parecido una novela con un fondo (argumento) muy interesante, pero una forma (estilo narrativo) muy pobre, sobre todo viniendo de un escritor de la talla de Cercas. En este aspecto ha sido decepcionante.

A Paraules que tu entendràs, que he leído en catalán, por ser esta la versión original, le sucede todo lo contario. El estilo narrativo de este autor es excelente, siendo un placer leer sus obras, pero el tema me ha parecido más bien vacuo. Aun así, la balanza se ha inclinado hacia el lado positivo, pues la belleza del lenguaje ha compensado con creces el relativamente escaso interés de la trama.

Trafalgar es una novela histórica sobre la batalla que enfrentó la Armada de Inglaterra, por un lado, y las de Francia y España, por otro. Un amigo lector, a quien también le gusta este género, me alabó mucho otra obra de este autor, ¡Independencia!, sobre la resistencia española ante la invasión napoleónica. Pero cuando supe que esta era una continuación de Trafalgar, con los mismos personajes de ficción, me pareció oportuno empezar por la primera parte de este dúo novelesco. Pues bien, si la parte histórica de Trafalgar me ha empachado, con una descripción para mí demasiado pormenorizada de los navíos de cada bando (dónde, cuándo y cómo se construyeron, su estructura y características), de los planes y estrategia militar, y una larguísima exposición detallada de la batalla en sí, la parte de ficción, de carácter básicamente romántico entre el joven y noble protagonista y una ladronzuela que lo deja desplumado tan pronto como este pone los pies en Madrid y que acaba convirtiéndose en su amante, es más propia de una resucitada Corín Tellado.

A pesar de los pesares, pensé que quizá ¡Independencia! resultaría más digerible y ya que mi amigo me la había alabado pensé que esta obra sí satisfaría mi gusto por la novela histórica. Pues bien, otra vez la parte histórica (prácticamente toda la novela se centra en los sitios de Zaragoza) es exageradamente detallada (día a día, bomba a bomba, trinchera a trinchera, muerto a muerto) y la ficticia totalmente fuera de lugar, como relleno innecesario e igualmente almibarado. Por no hablar de lo irreal de algunas situaciones (me resulta inimaginable, por ejemplo, que, en medio de un asedio brutal, con continuos lanzamientos de proyectiles, día y noche, contra muros, edificios y barricadas, y sin apenas alimento que llevarse a la boca, en plena epidemia de tifus, la pareja de amantes se lance a practicar sexo a diario en los escasísimos momentos de tregua).

En cuanto a la novela de John Grisham, Los guardianes, ninguna objeción ni desencanto, es lo de siempre para quien conoce a este autor: inocentes condenados a la pena capital, abogados, fiscales, jueces y demás fuerzas de la ley y el orden. John Grisham nunca defrauda a quienes nos gustan los temas judiciales (de chaval me encantaba la serie Perry Mason), buen estilo narrativo, lectura segura, aunque también adolece de un exceso de “paja”, o hechos y descripciones superfluas que solo sirven de relleno y que nada aportan a la historia. Este es —para mí— un defecto que observo en la gran mayoría de novelas.

Y ahí terminó mi epopeya lectora de agosto. Ahora tengo en mis manos otra obra de John Grisham que también tenía pendiente, Tiempo de matar, a la que le seguirá El Reino, de Jø Nesbø, de la que me han llegado comentarios muy positivos. Solo que sea la mitad de buena que El muñeco de nieve, seguro que me complacerá.

Pasando al capítulo de las series agosteñas, entre las que destacaría Sky rojo (segunda parte), Luther, Lupin y Post Mortem —que no voy a comentar una a una porque sería tremendamente largo y tedioso—, aun siendo entretenidas, si profundizamos en su calidad —ya sea interpretativa o argumental—, creo que ninguna llegaría a un notable, y Sky rojo ni siquiera al aprobado. Lo realmente malo de todas ellas, y que por desgracia es algo muy común en el cine, son los típicos recursos que se siguen utilizando desde que tengo uso de razón, que hacen que uno prevea lo que va a suceder antes de que suceda, por no hablar de las situaciones absurdas que no se producirían en la vida real, frases que anticipas de tanto usarlas, reacciones ridículas y que también hemos visto hasta la saciedad. Todo ello es algo que me irrita soberanamente y que considero una burla a la inteligencia. Y todo para mantener al espectador (poco exigente, dicho sea de paso) atento a la pantalla. Parece que muchos guionistas se sacan de la chistera giros inesperados e imposibles para, de este modo, alargar la historia indefinidamente.

Y si, para ir acabando y no ser yo quien rellene de paja esta entrada, paso al capítulo de la salud, ahí hemos tocado fondo. Y digo “hemos” porque tanto mi mujer como yo hemos estado bastante fastidiados, ella con una lesión muy dolorosa del músculo abductor de la pierna derecha, a causa de una caída, y yo con un dolor de espalda que me imposibilitaba cualquier movimiento indoloro de torsión y rotación de la cintura para arriba. Eso sin mencionar que el día uno de agosto, cuando debíamos iniciar nuestras vacaciones, expulsé un maldito cálculo renal, después de cuatro días de abnegado dolor.

Llegado septiembre, nos pusimos en manos de nuestros respectivos especialistas (traumatólogo para ella y fisioterapeuta para mí) y todo está volviendo lentamente a la normalidad.

Para resarcirnos de ese nefasto mes de agosto, nos tomamos una semana extra de asueto a mediados de septiembre, ocho días de calma y tranquilidad en la playa, de modo que podríamos haber exclamado, ahora sí, “viva las vacaciones”, aunque fuera con retraso. Y es que en eso también más vale tarde que nunca.

 

30 comentarios:

  1. Hola Josep, ¡pues menos mal que después de la tormenta llega el sol!, porque entre esos días de salud dolorosa, y la lectura que escogiste para entretenimiento... no han sido muy saludables los días, :))). Yo creo que como lees tanto, eres muy exigente con los autores, que por otra parte, supongo que se les agotan los temas y si alguno tienen, lo rellenan como dices tú, de paja, que es lo más insoportable.
    Me alegra mucho que estéis mejor, tanto tú como tu mujer. Y encantada de volver a "verte" por aquí.
    Del tema del Alzheimer, ¡qué decirte!...
    De la astenia no me extraña nada, creo que últimamente está a la orden del día.
    Un gran abrazo Josep.

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    1. A lo largo de la vida uno se encuentra con escollos que tiene que intentar salvar y a veces, por desgracia, coinciden en el tiempo. Son malas épocas que, afortunadamente, acaban y todo vuelve a la normalidad. Hay que tener paciencia y esperar a que vuelvan los buenos tiempos. En esos momentos "delicados" uno no está de humor para ponerse a escribir historias de ficción, je,je.
      Un abrazo.

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  2. Hola.
    Vaya, siento que agosto haya sido un mes complicado.
    Cuidar a personas con Alzehimer o con alguna demencia similar causa un agotamiento físico y psicológico que solo quienes lo hacen pueden llegar a entender. Se vuelven como niños, sí, pero los niños crecen y la situación mejora y con ellos es al revés. Y además está el sufrimiento de verlos así, que no nos reconozcan y que en cierto modo nosotros tampoco los reconozcamos...
    Respecto a los libros estoy releyendo a Grisham y voy por "Los guardianes", y es lo que dices, está bien, es entretenido y se pasa un poco con la paja, pero a mí me gusta y tengo casi todo de él.
    No he visto ninguna serie, veo poco la tele y busco cosas para distraerme, no pido mucho y no puedo opinar de las que comentas.
    Me alegra que poco a poco todo vuelva a su ser y que os pudiérais resarcir un poco con esa semanita de septiembre.
    Muy feliz día.

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    1. La música, la lectura y el cine son para mí de esas pequeñas cosas que tú más de una vez comentas que alegran o compensan los malos ratos de la vida. A mí me sirven para evadirme de los problemas y pasar un rato agradable. Sin esos escasos momentos de evasión, el mes de agosto habría sido insoportable.
      Un abrazo.

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  3. Molt be Josep Maria, espero que els temes de salut es vagin posant a lloc, per el que fa al teu relat, com sempre molt ben explicar en fons i forma, quina sana enveja que hem dona la capacidad de lectura que tens, jo doc un desastre, potser per aixó el meu hobby es la imatge...A veure si tornes a agafar forçes per seguir explicant coses de la vida....una forta abraçada per tu I la Roser

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    1. De mica en mica s'omple la pica, diuen. Amb paciència tot tornarà al seu lloc, o això espero. Quant als hobbies, cadascú en té els seus, tu la fotografia i jo la literatura, la música i el cinema. Amb la diferència que tu ets un molt bon fotògraf i jo ni soc músic, ni director de cine, i com a escriptor no soc ni molt menys en Ken Follet. Tan de bo que ho fos, al menys estaria forrat, ha,ha,ha.
      Una forta abraçada per a tu i la Carme,

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  4. Hola Josep,
    Es normal que estés un poco apático mentalmente. Tener que cuidar a una persona con Alzehimer debe de ser agotador. Paciencia y a intentar invertir el tiempo libre en lo que más te apetezca.
    Respecto a los libro, con Xavier Bosch no conecto demasiado o más bien con los temas que trata. Leí Se sabrà tot i como dices, me pareció un poco vacuo. De John Grisham leí un libro hace años, no recuerdo ni el título, pero sí la trama y que me gustó. Al resto de autores no los he leído.
    Ánimos para ti y tu mujer, que habéis tenido un verano complicado. Espero que los dos estéis pronto mejor y que os recuperéis.
    Molts petons!!

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    1. Hola, Maria.
      Últimamente el ambiente en el que me muevo, empezando por el estado de mi salud y el de quien me rodea, especialmente el estado de deterioro mental de mi suegra, parece que ha hecho mella en mi estado de ánimo. Y cuando uno no está en un estado óptimo, todo le resulta más agobiante y se vuelve mucho más exigente. Leer un libro o ver una película cuando estás de mal humor, o pasando por un mal momento, no resulta igual de placentero ni lo ves con los mismos ojos que cuando estás en plena forma. Pero todo se andará.
      Petonets.

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  5. Me alegro que al final tanto tu mujer como tú, hayáis tenido vuestro merecido descanso, aunque haya sido al final del verano.
    En cuanto a las personas con Alzehimer, no he tenido ningún caso en la familia afortunadamente, pero si he ido a visitar como voluntaria a personas que si lo tenían, y es realmente agotador.
    Bueno, Josep, pues ánimo y a ver si te animas a escribir alguno de esos relatos tan amenos e ingeniosos con los que nos sueles sorprender.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Rita. A ver si ahora que las cosas están volviendo a una relativa normalidad, vuelvo a estar en forma para poner a prueba mi imaginación y escribir algo que valga mínimamente la pena, je, je.
      Un abrazo.

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  6. Parece que ha sido un verano bastante atareado y pesado mi buen amigo, me alegra saber que al menos al final han podido disfrutar un poco con tranquilidad. Me parece que entre libros y series pasa uno buenos momentos, aunque no todos los contenidos sean tan buenos como quisiéramos.
    Te dejo un abrazo.

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    1. A ver si el otoño resulta más benigno y amable.
      Sin los libros, las series y la música mi existencia sería bastante más aburrida, je, je.
      Un abrazo.

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  7. A mí también me enganchó un amigo a José Luis Corral, pero no he leído las que citas. Sí la trilogía de los Austrias El Cid y Batallador, esta última escrita con su hijo.
    En cuanto a tus vacaciones, recurriremos a otro refrán: "Más vale tarde que nunca".
    Feliz regreso.
    Un abrazo.

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    1. Al parecer, José Luis Corral se ha especializado en la novela histórica y ha escrito un montón. Tras leer las que menciono, descubrí que tenía un ejemplar de otra de sus obras, una novela titulada El códice del peregrino, que leí hace años y que había olvidado por completo. Cuando he releído la sinopsis, he recordado su contenido y que me gustó, pues es de otro género histórico que también tiene mucho predicamento: el misterio o suspense histórico, tipo Código Da Vinci o El nombre de la rosa.
      Un abrazo.

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  8. Hola, Josep. Tenemos en mente que el verano debe de ser para descansar, pero no tiene por qué. Esa es la esencia de todo movimiento capitalista o lo que sea: ir detrás de algo, un algo que no se alcanza, y si se hace hay tantas cosas que queremos hacer y tantas obligaciones que están sin estar que al final mos frustramos porque no hacemos todo lo pendado. Me alegro que al final hayas tenido un poco de ese descanso.

    De los libros no he leído ninguno. De Grisham sí leí una novela y me encantó, así que me llama, al igual que Paraules que tu te encuentras, aunque la lectura en catalán me cuesta, y eso que es mi lengua materna, pero la mía es un valenciano malhablado, raro, muy suyo, de la "terreta, vamos, y por eso me cuesta mucho la lectura, no me acabo de sumergir.

    En cuanto a las series, totalmente de acuerdo. Últimamente solo veo cosas que ya he visto y sé que son buenas, porque la oferta que hay es un poco floja y, para mí, hecha de manera propagandista más que para contar una gran historia. En fin, jajaja, me gusta quejarme.

    Bueno, muchos ánimos de cara al futuro, y que el descanso esté contigo mientras alternas todas las actividades que te gusten. Por cierto, estoy acabando Real como la vida misma, fantástico, hay relatos fantásticos, pero lo que más me gusta es que todos que todos tienen un giro de esos que te pillan por sorpresa, y mira que hay relatos. Mi enhorabuena y a seguir escribiendo!
    Un abrazo!

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    1. Hola, Pepe. Muchas veces se da el caso de que uno espera que terminen las vacaciones de verano para descansar de verdad, je, je. Pero hay casos en los que se debe al cansancio físico de tanto ir de un lado a otro, y otros al agotamiento psicológico, como sería mi caso.
      En cuanto a la lectura, leer en catalán, aunque lo hable como primera lengua, es algo relativamente reciente para mí. Soy catalanoparlante pero no estudié catalán hasta que me jubilé, pues de niño, inluso de joven, no tuve la oportunidad de hacerlo. Aun así, la costumbre de leer y escribir en castellano me sigue dominando y llevando automáticamente a elegir las traducciones al castellano, salvo que la versión original de la novela sea en catalán. Del mismo modo, si una novela ha sido escrita en castellano, aunque el autor sea catalán (caso de Carlos Ruiz Zafón o Eduardo Mendoza, por ejemplo) elijo siempre la versión castellana. Esa es la suerte de ser totalmente bilingüe. Cuando estudiaba francés, en el bachillerato, leí muchas obras de escritores franceses en esa lengua, y cuando estudiaba inglés, mucho más tarde, leí varias novelas de John Grisham en inglés, pero esto ya ha quedado en la historia, je,je. La última vez que intenté leer en inglés (hará unos cinco o seis años) tuve la mala fortuna de elegir el Ulisses de James Joyce y no me enteraba de nada. Claro que cuendo compré la versión en castellano tampoco entendí nada, ja,ja,ja.
      Me alegro que te guste mi recopilación de relatos. He estado tentado de volver a probar fortuna con una segunda recopilación, con relatos más recientes, pero el "éxito" de esta primera me ha disuadido de hacerlo, je,je.
      Un abrazo.

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  9. Bienvenido, Josep.

    También me ha sucedido en alguna ocasión tener que tomar algunos días extras de vacaciones para quitarme el mal sabor de las vacaciones ja, ja, ja. Respecto a esa temida hoja en blanco de septiembre seguro que se irá con el paso del otoño. Ya verás como hay temas en abundancia ;).

    Me parece que se ta da muy bien reseñar y desde luego lo has demostrado con los análisis que nos regalas. También estoy de acuerdo en que el estado anímico influye de manera directa en lo que vamos a visionar o leer. De hecho, yo he visto tremendos bodrios que me parecieron excelentes por la buena disposición del momento. Me gusta eso que escribes de 'lectura segura'. Hoy en día es más que suficiente.

    Un abrazo y ánimos con las dolencias ;)

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    1. Hola, Miguel.
      Es que vacaciones no es siempre sinónimo de pasarlo bien, je, je.
      Nuestra mente suele jugarnos malas pasadas y solo con que uno tenga una preocupación insistente, de las que cuesta librarse, todo lo que hacemos o vemos nos parece menos agradable de lo habitual. Ya se sabe: Mens sana in corpore sano. Si uno de estos dos elementos de la ecuación falla, todo puede irde al garete, je,je.
      Un abrazo y gracias por los ánimos.

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  10. Vaya mes de agosto. Ni siquiera Netflix estuvo a la altura por lo que veo.
    No he leído nada de José Luis Corral. De Trafalgar solo he leído el correspondiente a los Episodios Nacionales de Galdós. Tampoco me gustan mucho las historias que narran batallas por lo que no leí la versión que de la misma hizo Pérez Reverte. De Grisham leí un par de libros allá en mi juventud, pero no termina de llenarme tampoco. Y de Terra Alta, solo decir que que, si te quedan ganas, leas Independencia, la continuación. Creo que en ella cierra la historia y así ambas adquieren más coherencia. No me ha disgustado el díptico, pero prefiero el Cercas al que estoy acostumbrada.
    Un beso.

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    1. Pues sí, Rosa, ha sido un agosto gafado. Qué le vamos a hacer. Por lo menos nos resarcimos tomándonos una semana extra de verdadero descanso, je,je.
      Probaré con la Independencia de Cercas, ya que la de Corrales no me satisfizo.
      Un beso.

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  11. Menos mal que no se te da bien escribir reseñas porque si no... Me han encantado tus comentarios, son concisos pero muy ilustrativos de las sensaciones que te han transmitido tus lecturas. Genial. No me paro a comentar lo que opino de las mismas lecturas porque aunque conozco a casi todos los escritores que citas no es a través de las novelas que pones.
    Espero que esos inconvenientes que te han acompañado en agosto se vayan disipando, al menos los que tienen arreglo. Es decepcionante cuando viertes tus expectativas en un acontecimiento como pueden ser las vacaciones estivales y la mala suerte viene a fastidiarte.
    Mucho ánimo, Josep Mª.
    Un besote.

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    1. Pues sí, amiga. Estas vacaciones de agosto se torcieron debido a una serie de inconvenientes, unos inevitables y otros hasta cierto punto evitables. En el caso de las lecturas, si hubiera hecho caso a vuestras sugerencias (me refiero a las del grupo bloguero de whatsapp) seguramente habría acertado mucho más, je,je. En cuanto a las series, de hecho no descubro nada nuevo, todas están repletas de fallos para mí difíciles de justificar, solo que mi estado de ánimo no estaba precisamente en su zenit y el mal humor aumentó todavía más mi percepción y opinión sobre su calidad.
      Por lo demás, vamos progresando adecuadamente, je,je.
      Un beso.

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  12. Saludos, Josep.

    Lástima que se os hayan torcido un poco las vacaciones a tu mujer y a ti. Cuidar de una persona mayor con problemas de memoria o con limitaciones a la hora de desenvolverse por sí misma es muy duro. Lo sé por experiencia. Y sí, es exactamente como tú dices, hay que armarse de mucha paciencia para sobreponerse a determinadas situaciones del día a día; y no es fácil, nada fácil. De hecho, coincido contigo es que de no haber sido por esas pequeñas distracciones (cine, música, literatura; en fin, arte), lo más probable es que uno se habría visto totalmente superado por la triste realidad, y el trance habría sido mucho más duro de soportar.

    De los autores que citas no he leído nada, pero, por lo que comentas, tampoco es que me hayan abierto el apetito. En cuanto a las series de TV, tampoco he visto ninguna de las que citas. Pero, por si te sirve de algo, yo acabo de terminar la cuarta temporada de "El cuento de la criada" (en su línea, aunque algunos giros argumentales me han chocado un poco), estoy disfrutando de la segunda temporada de "Ted Lasso" (una comedia ligera con ciertos toques dramáticos. Está simpática), "Bendita paciencia", segunda temporada, con un genial Martin Freeman, y "El espía", con un Sasha Baron Cohen en un papel diametralmente opuesto a lo que nos tiene acostumbrado (está inmenso en el papel de espía israelí infiltrado en Siria).

    En fin, espero y deseo que, al menos, en estas segundas "mini-vacaciones", tu mujer y tú consigáis desconectar un poco.

    Recibe un afectuoso abrazo.

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  13. Cuidar de a persona con cualquier tipo de demencia es triste y duro. Triste porque ves cómo se está deteriorando esa persona con la que hasta hace poco podías mantener una conversación normal, y duro por las dificultades que ese cuidado entraña. Afortunadamente, como dices, siempre hay algún recurso para evadirse, de vez en cuando, de esa realidad.
    En el capítulo de lecturas y películas, hay para todos los gustos, pero quizá por mi estado anímico he sido más riguroso o exigente de lo que suelo ser. Me pone de mal humor ver las incoherencias de algunas situaciones y escenas, que el guionista o el director, o ambos, han tenido bien idear a pesar de lo reiterativo y, hasta cierto punto, absurdo del caso. El personaje que huye despavorido de un lugar, siendo perseguido de cerca por el asesino, y al llegar a su coche y querer poner la llave en el encendido, se le caen las llaves y luego, cuando lo ha logrado, el cacharro no arranca ni a la de tres, hasta que el malo ya está a punto de romper el cristal del conductor. O la chica que, perseguida por el bosque, tropieza una y otra vez. O ese/a idiota a quien le ocurre algo terrible y, en lugar de contarlo a su pareja, padres, amigos, etc., como sería lógico, decide callárselo para, de este modo, aumentar la intriga del espectador. Y así un montón de situaciones muy manidas y que hemos visto hasta la saciedad. ¿Acaso no se les ocurre algo más original?
    En las novelas, tal como menciono, me irrita la gran cantidad de paja que suelen contener, como si el autor cobrara por número de páginas. ¿Tiene sentido contar la vida del dueño de un restaurante donde el protagonista suele detenerse a almorzar durante sus frecuentes viajes por carretera? Si no tiene ningún otro papel en la historia, por qué coño llenar tres o cuatro páginas hablando de él?
    El cuento de la criada también tiene, en mi opinión, situaciones ilógicas, sobre todo en cómo el comandante Waterfors y Serena, su mujer, soportan las insolencias (visto desde su punto de vista, claro) de June. Este trato no casa con el que reciben todas las demás criadas. En fin...
    Y en cuanto a la salud, mi mujer y yo ya estamos lo suficientemente bien como para hacer vida normal, aunque algo queda de nuestros achaques, je,je.
    Un fuerte abrazo.

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  14. ¡Hola, Josep!
    Me alegro de leerte. Yo he estado al cuidado de mi padre hasta el final de su vida y sé lo duro que es. Hace años que no viajo ni salgo de la ciudad aunque sea para ir a la playa que la tengo a 25 min en coche. Y ahora con la llegada del otoño, pues todo se torna gris... pero hay que seguir para delante.

    Bueno, Jospe ánimo y fuerza.

    Un fuerte abrazo y besos.

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    1. Hola, Mamen.
      Dicen que tras la tormenta viene la calma. En la vida hay picos malos seguidos de valles buenos. Hay que intentar superar lo mejor posible los primeros y saber disfrutar de los segundos. No es bueno quedarse en casa en tus circunstancias. Hay que salir para recuperarse de tanto encierro.
      Un abrazo y también de envío ánimos.

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  15. He tomado nota de alguna de tus novelas que nos traes aquí y la verdad leeré alguna de ellas. Yo acabando una de escritor de la terreta y la verdad me da pena que se acabe porque me ha gustado, pero ya haré la correspondiente reseña del mismo ya que se lo prometi al autor y para que lo conozcaís (veremos si no muero en el intento ya que será la primera jeje pero me atreveré.
    En cuanto al cuidado de una persona con Alzheimer o cualquier transtorno senil, debido a la avazada edad, se muy bien de que va, ya que mi abuela tuvo demencia senil severa y uf, no fue duro si no lo siguiente durisimo y acabo sus dias en una residencia, mi madre se resistio mucho y hasta que la convencimos nos costo horrores, de modo que te entiendo. Por ello te mando mucho ánimo y me alegro mucho que al menos una semana en Septiembre hayaís podido disfrutar.
    Un abrazo y que mejoren vuestras dolencias.

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    1. Espero, pues, tu reseña, a ver si descubro a un nuevo autor que valga la pena.
      Lo peor que puede suceder con una persona con Alzheimer es que no se deje llevar, que no sea dócil, sino todo lo contrario. Por mucho que la cuides y procures su bienestar, te conviertes en su enemigo y el blanco de sus ataques furibundos. Es una pena que te vea como el malo de la película.
      Muchas gracias, Tere, por tus ánimos y buenos deseos.
      Un abrazo.

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  16. Hay rachas en que te viene todo junto, luego se supera. Lo del alzheimer es peor, para quien lo padece es crimimnal y para el cuidador es terrible.
    Pero ya es septiembre y volvemos a la normalidad, que a veces: bendita sea la normalidad.
    BEsis.

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    1. La vida es como una montaña rusa, solo que a veces las bajadas son mucho más pronunciadas y duraderas que las subidas.
      Pero también sucede aquello de que tras la tormenta vuelve la calma.
      Un beso.

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