Apelo a vuestra paciencia,
pues hay tantos comportamientos por criticar que no acabaría nunca de
relatarlos. Menos mal que este espacio me da la libertad de desahogarme y, lo
que es mejor, sin límites de espacio ni de tiempo.
Hoy voy a referirme de nuevo a
los programas de televisión —de cualquier cadena—, pero en esta ocasión voy a
centrarme en los que utilizan como señuelo, para que sigamos atentos a la
pantalla, la “promesa” de que “a continuación” van a tratar un tema u ofrecer
una entrevista de gran interés, pero que no llega a producirse, en realidad,
hasta al cabo de más de una hora de programación, intercalando incluso la
insoportable publicidad. Y cada vez que vuelven a conectar, insisten en lo
mismo una y otra vez, y el sufrido espectador esperando como un imbécil a que
llegue el esperado momento. Seguro que es esta una práctica generalizada,
aunque habrá cadenas que la utilizan con mucha más frecuencia que otras,
especialmente las que pugnan por alcanzar unas audiencias, o cuotas de
pantalla, lo más altas posible.
La última ocasión que recuerdo
en que ello tuvo lugar de forma notable fue en un programa de La Sexta en el
que afirmaron que “a continuación” tratarían de la crítica que hizo Miguel Bosé
a Jordi Évole a raíz de la entrevista que este le hizo sobre la pandemia y su
negacionismo.
El momento llegó, pero tuve
que tragarme dos largos cortes publicitarios y otros muchos temas
intrascendentes de por medio.
Por no hablar de esa maldita
costumbre de interrumpir un programa para ir a publicidad durante seis o siete
minutos para luego, al volver, despedir el programa al cabo de un minuto. Esta
es una práctica habitual en el programa El intermedio, también de La
Sexta. Para ser exacto diré que a las 22:20 hay un corte publicitario de unos
diez minutos, es decir hasta las 22:30, y a las 22:35 otra interrupción de tan solo
un minuto para “regalarnos” dos o tres anuncios. A la vuelta, tras otro minuto escaso
de intervención de su presentador, El Gran Wyoming, este se despide de
todos nosotros hasta el día siguiente.
También es muy frecuente que,
tras unos pocos minutos da haber iniciado un programa, sin haber mediado
ninguna interrupción respecto al anterior, ya se produzca un corte
publicitario. Ello solo tiene por objeto haber captado la atención del
espectador y este ya no opte por cambiar de canal, cosa que quizá haría si la
publicidad se intercalara entre los dos programas contiguos.
Así pues, nos siguen tratando
como a ese niño al que se le promete un caramelo si se porta bien y está
calladito. ¿Cuándo empezarán los medios a tratarnos como adultos inteligentes? Quizá
nos lo tengamos merecido, porque si realmente fuéramos inteligentes no
volveríamos a tropezar, una y otra vez, con la misma piedra. Creo que es una
especie de pugna entre inteligencia y pasividad. Pero ¿por qué casi siempre
gana esta última?
Recuerdo un programa de "La sexta noche" con un 'A continuación' que estuvo en los rótulos, de manera intermitente, entre las 22:30 y las 2:30. El caso es que era un tema que me interesaba y por ello aguanté con santa paciencia hasta la finalización del programa. Pues bien, sin el menor atisbo de rubor, el presentador anunció que se habían quedado sin tiempo y que posponían el tema (un vídeo grabado) para la próxima semana. Lo dejé por imposible y no volví a caer en ese cebo o cebos que nos traes a colación hoy.
ResponderEliminarAhora me ha venido a la cabeza una mala costumbre que se consiguió erradicar. Me refiero a ese "Visité nuestro bar" que se usaba en los cines y en mitad de la película. Ahora solo queda erradicar los veinte minutos de trailers y publicidad que nos regalan con la entrada je, je.
Un abrazo, Josep.
Eso ya es de traca, que anuncien algo y al final lo aplacen para otro día. Lo dicho: nos tratan como a niños.
EliminarSí, me acuerdo de esos descansos entre película y película (sobre todo en los cines de sesión contínua), en los que podías salir al bar del vestíbulo a tomarte algo, ja,ja,ja.
Los anuncios en el cine no los soporto, pues ya pagamos una entrada y no deberían utilizar este sistema para financiarse adicionalmente. Es lo mismo que sucede con la plataforma de Movistar+; es de pago y, encima, antes de empezar una película o serie tienes que tragarte 20 segundos de publicidad que, además, no te puedes saltar.
En cambio, tanto a mi mujer como a mí nos gustan esos trailers que se emiten antes de la película en el cine, porque te ayudan a formarte una opinión sobre si vale la pena ver o no las películas que promocionan.
Un abrazo, Miguel.
Lo que no entiendo es que les sigas el juego.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya se dice que la curiosidad mató al gato. Entre que uno es curioso por naturaleza y espera que la cosa cambie...
EliminarUn abrazo.
Yo tengo la suerte de que la poca paciencia que tengo para soportar los parones publicitarios enseguida supera a la curiosidad por ver lo que viene después. No es que me ocurra siempre porque, con el último bote de Palapalabra, me aguanté el que parecía pero no fue y el que fue por fin.
ResponderEliminarNo soy yo de mucha televisión.
Un abrazo.
Yo tampoco soy de mucha televisión, pero por poco que veas observas ese comportamiento tan poco ético a todas horas y en todos los canales.
EliminarEso de intentar enganchar al espectador se aplica también en las series que no parecen tener fin y que parece que los guionistas no sepan por dónde tirar ni cómo acabarlas, y uno aguanta para ver si la cosa mejora y así se come tropecientos capítulos inutilmente, que al final te dejan con mal sabor de boca, por no decir cabreado.
Un abrazo.
Hola, Josep:
ResponderEliminarLa verdad es que ocurre en todas las cadenas. Diría que hasta en "las que no tienen anuncios"; sí, también en éstas porque no tendrán anuncios, pero autopromoción un montón y últimamente anuncios o propaganda institucional también un montón.
Yo diría con tu permiso, querido Josep María, que no nos tratan como niños sino como auténticos [colóquese aquí el calificativo que se desee. Ofrezco algunos que le van al pelo: imbéciles, gilis, gilipollas, subnormales...]. Y el caso es que les debe de cundir porque los telespectadores como los votantes volvemos reiteradamente a repetir el comportamiento como si estuviésemos abducidos por la secta correspondiente camuflada en canal televisivo.
Yo con "La Sexta noche" lo tengo claro en cuanto son las doce de la noche o por ahí y meten anuncios corto y me voy. Me da lo mismo de lo que estén hablando entre otras cosas porque a lo mejor luego no hablan de eso que han anunciado y si sí lo hacen al día siguiente se puede consultar de mil maneras.
Un abrazo, amigo
Hola, Juan Carlos,
EliminarEs esta una mala costumbre tan generalizada que creo que será imposible erradicar. Somos los cinejillos de indias para las cadenas y, sobre todo, para las agencias publicitarias y las empresas que las contratan.
A veces pienso que preferiría pagar un canon anual por poder tener y ver la televisión que aguantar tanta publicidad. Nunca lo he comprobado, pero estoy seguro que se incumple constantemente la norma que fija el tiempo máximo para emitir publicidad durante los programas, pues hay ocasiones que las interrupciones por tal motivo son contínuas.
Yo también, en más de una ocasión, me he cansado de soportar un corte publicitario que parece no tener fin y, o he cambiado de canal, o me he ido a la cama a leer, si es de noche, claro, je,je.
Un abrazo.
Pues mira, yo cuando estoy en casa tengo mis horas para ver en la tele lo que me interesa, y también me molestan un montón los anuncios, pero es lo que hay, así que si es por la noche y viene un parón de 6 minutos o más, me voy a recoger alguna cosa que me haya dejado por el medio, me lavo los dientes, me preparo la cama para dormir, y sino me da tiempo, lo dejo para el próximo anuncio, jajaja.
ResponderEliminarPero de cualquier forma estoy de acuerdo contigo, aunque el presentador no tiene la culpa, :))). Y ya sabes, tienen que mantener la audiencia sino el programa que sea, se va al garete.
Un abrazo Josep y buena semana.
Creo que somos muchos los que aprovechamos los cortes publicitarios para hacer otra cosa, sobre todo cuando sabemos su duración. Si es por la noche, mi mujer se va a desmaquillar y yo me preparo una infusión para antes de dormir, je,je. Y siempre va bien para hacer una visita al baño, ja,ja,ja.
EliminarNos hemos acostumbrado tanto a esos cortes que a veces incluso los estamos esperando para hacer tal o cual cosa. Pero no hay que exagerar con tanto anuncio, que parece que dedican más tiempo a la publicidad que a los programas en sí que, de este modo, se eternizan cuando podrían terminar más pronto.
Un abrazo, Elda.
No hay cadena que se libre. Da igual si es Ebole, Bosé o el Papa, las propagandas son para aburrir. Por eso, seguramente, Netflix o Prime van a la cabeza de lo que sintonizan los ciudadanos
ResponderEliminarUn abrazo
Ciertamente han salido ganandoe estas plataformas digitales, pero para informativos o ciertos documentales (tipo Españoles en el mundo o Callejeros viajeros, o tipo Informe Semanal, que me gustan especialmente) tienes que caer en manos de cadenas generalistas o autonómicas.
EliminarUn abrazo.
Hola.
ResponderEliminarYo apenas veo la tele. De hecho ayer vimos el partido en Telecinco y hacía mcuho, mucho, que no poníamos esa cadena. Creo que me he aficionado a las plataformas precisamente por el tema de la publi. Y si me apetece mcuho ver un programa lo veo on line al día siguiente.
Muy feliz día.
Hola, Gemma,
EliminarYo veo la tele a primera hora de la mañana, a la hora de almorzar y por la noche para ver las noticias, y alguna vez algún programa de sobremesa que me acompaña en la siesta de sofá, je,je, o de entretenimiento, después de cenar, tipo El intermedio, en La Sexta. El resto de tiempo libre, como soy amante del cine y de las series, si no me pongo a leer o escribir, me conecto a las plataformas a las que estoy suscrito. Por la noche, si mi mujer no está muy cansada (todavía trabaja), nos ponemos un episodio de alguna serie que no termine muy tarde. Pero cada vez que vemos la televisión tenemos que tragarnos esas tomaduras de pelo a las que hago alusión.
Un abrazo.
Y se supone que ya muy poca gente ve la tele debido al internet, que creo que una muy buena razón de su popularidad fue precisamente por poder evitar los anuncios. Aun así youtube ya nos pone anuncios más frecuentes o incluso hasta dos seguidos, pero creo que incluso así es preferible, más cuando se tiene la opción de quitar muchos de ellos. Porque sí es muy molesto ese engaño de los programas televisivos.
ResponderEliminarAbrazos amigo.
Pues del mismo modo que cada vez se venden menos periódicos en papel a favor de los digitales, quizá algún día sean muy pocos los que vean la televisión. Pero seguro que entonces se las apañan para atraer televidentes con algún truco engañoso, je,je.
EliminarUn abrazo.
Buah, Josep, yo es que hay canales que ya ni los miro, me parecen un poco abusivos en esos aspectos, de hecho, nunca veo una película por la tele si no es en alguna plataforma. Eso sí que me saca de quicio, esas interrupciones justo en los momentos de tensión, en el momento que saben cuándo no nos vamos a mover de la pantalla por si vuelven y nos lo perdemos. Hay otros que abogan por otras cutreces como el culo o codo de el Hormiguero, menos mal que nunca me gustó el programa. A pesar de todo, yo, ahora mismo, en mi caso y afortunadamente, con dos pequeños acaparando la tele casi ni la veo, y si lo hago no le presto mucha atención, para todo lo demás las plataformas, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep!
Tiene que ser una película muy buena para que la vea por televisión, ya que si su duración es de 90 o 100 minutos, a la postre, con tanta interrupción, acaba durando más de dos horas y termina a las tantas de la noche.
EliminarLos magazines y tertulias raramente las veo, pues los primeros suelen ser una estupidez (salvo honrosas excepciones) y las segundas me sacan de quicio porque suelen tratar de temas de rabiosa actualidad (política) y acaban a gritos, demostrando la poca catadura moral de algunos de sus invitados. Pero esta ya es otra cuestión no menos criticable.
Lo que cuentas sobre tus dos pequeños a mí me ocurre algunos fines de semana cuando viene a vernos nuestra hija mayor con sus dos críos, pero es la niña de 6 años (el crío solo tiene 10 meses) la que acaba acaparando el televisor para ver "sus películas" que, por cierto, siempre son de Netflix o Disney+, je,je.
Un abrazo.
Completamente de acuerdo con lo que dices y también muy molesta con esos cortes tan largos para luego despedir el programa. Lo mismo ocurre con algunas películas, a falta de dos minutos de metraje para el final, ponen media hora de anuncios, algo que si es por la noche se traduce en mi caso en que me duermo y no me entero de cómo ha acabado la peli (menos mal que siempre se puede recurrir a la repetición correspondiente o a internet).
ResponderEliminarLo de avisar la gran noticia es otra cosa que me toca bastante las narices, porque no solo va "a continuación" es que luego la gran noticia es una estupidez de tomo y lomo. En fin, que para que permanezcamos atentos a la pantalla recurren al engaño y lo único que consiguen es que dejemos de creer en esa gente, de hecho, yo ya apenas veo programas de TV, me he aficionado a las series de las plataformas digitales y así me entretengo y no tengo anuncios.
Besos.
En casa también es raro que veamos una película en un canal de televisión, a menos, como decia más arriba, que sea una muy buena y que nos apetezca vez, cosa que ya es bastante infrecuente, porque últimamente se dedican a emitir películas alemanas románticas, que son un rollo, o series turcas almibaradas y que Atresmedia nos intenta colar machaconamente (Véase Tierra amarga) como grandes producciones de la cinematografía mundial. Solo falta que ahora opten por el cine indio.
EliminarNos engañan por todas partes y por todos los medios. Es una vergüenza.
Salvo las noticias y poco más, cada vez mos decantamos más por las series y películas de las plaraformas digitales. Allá ellos.
Un beso.
La verdad como a ti me cabrea enormemente el que utilicen los largos cortes publicitarios y que en muchos casos son muy seguidos, sobre todo yo lo noto en la Sexta, que mi marido le gusta el programa que hacen el Sábado por la noche, "La Sexta Noche" y me tengo que tragar 14 minutos casi de publicidad y encima eso con el anuncio de alguna entrevista interesante, que como tu bien dices llega una hora después de modo que te entiendo perfectamente.
ResponderEliminarYo entiendo que las TV viven de la publicidad, vale hasta ahí lo entiendo, pero una cosa es entender que sea su medio de subsistir y otra es que abusen de ella, por eso este modo de actuar no lo consigo entender y me pregunto una y otra vez que quieren conseguir actuando de esa manera? y quizás tengas razón, sea una manera de llamar la atención del espectador para que no cambié de cadena, pero yo creo que al final lo que consigues es el efecto contrario, es decir que la gente se aburra y pase cada vez mas de la TV y busque las plataformas digitales donde no hay que soportar el consabido corte publicitario.
Un abrazo.
La publicidad debería estar regulada y creo que lo está, pero también creo que practican aquello de "hecha la ley, hecha la trampa". Nadie les controla y hacen lo que les da la gana, entre lo cual está tomar el pelo al sufrido espectador. No he hecho un estudio (ni lo voy a hacer, por supuesto), pero creo que La Sexta se lleva la palma en cortes publicitarios y sin guardar equidistancia. No lo hacen por ejemplo, cada media hora, sino cuando les viene en gana. A veces acaban de hacer uno de 7 minutos y al momento vuelven a cortar para un minuto más de publicidad. Alguna vez incluso han llegado a interrumpir un programa durante solo 20 segundos para ofrecer un solo anuncio, cuando hacía 5 minutos que ya nos habían ametrallado con un montón.
EliminarEn casa, últimamente solo vemos la televisión catalana (TV3) y La Sexta, la primera básicamente para las noticias locales y la previsón del tiempo en Cataluña, que es mucho más certera que cuando se hace para toda España, je,je. Y la segunda para algún programa tipo Al rojo vivo o El intermedio, pero poco más.
Creo que si siguen así, cada vez habrá más espectadores que se decanten por las plataformas digitales. Netflix, AmazonPrime y HBO, entre otras, se harán de oro gracias a la tele, je,je.
Un abrazo.
Veo poco la televisión. Tan solo los noticiarios a las 3 y a las 9. Pero eso cambia cuando estoy en león con mi madre que está abonada a Tele 5 y a esos programas difíciles de creer en que un grupo de gente zafia y gritona pone su vida y la de los demás a disposición de todo el mundo y gana con ello un buen dinero (aunque yo creo que todo está pactado y bajo guión, pero esa es otra historia). Ha sido entonces cuando he visto ese fenómeno que comentas. Toda la tarde anunciando algún escándalo suculento, para comentarlo en tres minutos y de pasada cuando está finalizando el programa; esas pausas eternas de anuncios (anuncios tan infumables como el programa) justo antes de volver para despedirse. En fin, cosas de la audiencia y de que las cadenas se financian con la publicidad. No obstante ya te digo que, salvo las visitas a mi madre, solo uso la tele para ver series y películas por lo que el tema no me afecta mayormente.
ResponderEliminarUn beso.
Dejé de ver Tele5 hace ya unos años, por lo que dices. Mi suegra, en cambio, es la única cadena que ve porque la distrae y eso que padece un principio de Alzheimer, por lo que no sé si realmente la pobre se entera de algo o simplemente ve a gente gritando y eso le llama la atención, je,je. El caso es que cuando viene a comer a casa los fines de semana y ponemos la tele, siempre nos "obliga" a poner Tele5. Menos mal que solo son unas horas, ja,ja,ja.
EliminarNo quiero ser el viejo que piensa que todo lo pasado fue mejor, pero con Franco no habían tantos cortes publicitarios. Claro que entonces no había competencia entre cadenas, solo había La 1 y la UHF, ja,ja,ja.
Un beso.
Hemos llegado a un punto en el que hoy día nos cortan los anuncios para ponernos unos minutos de series o programas en medio; o sea, el mundo al revés. Menos mal que Dios inventó el vídeo doméstico. ¡No podría vivir sin él, y sin mis pelis o series!
ResponderEliminarY hablando de vídeo doméstico, justamente anoche volví a ver en vídeo "Toma el dinero y corre" de Woody Allen (ni sé la de veces que la he visto, y aún hoy me sigue sorprendiendo). Por si no la has visto, la peli trata de un atracador de poca monta (Allen) al que todo le sale rematadamente mal. En una parte de la trama se le ocurre atracar un banco con unos compinches, y para ello esconde una cámara dentro de un pan gigante y graba unas imágenes del interior del banco. Luego cita a los compinches en su casa para proyectar las imágenes en una pantalla gigante y planificar el robo. ¿Y qué crees que ocurre cuando pone el proyector en marcha? Pues que antes de la peli aparece un documental de "La pesca de la trucha en Quebec". Jajajajaja
El abrazo de rigor te lo haré llegar después de la publicidad. Volvemos en cinco minutos...
Quizá si contáramos la duración de los programas y la de los anuncios, ganarían estos últimos por goleada, ja,ja,ja.
EliminarToma el diero y corre es una de las pocas películas de Allen que no he visto, así que tendré que remediar esta grave omisión a la mayor brevedad posible. Imagínate la antigüedad de esta película y lo actual de esa crítica, je,je.
Un abrazo, amigo.
Los cortes publicitarios son una pesadilla. Pero hay que poner publicidad porque de eso se mantienen. Pero cansa y yo me voy a otra cadena y casualmente todas se ponen de acuerdo a meter los anuncios. Así que opto por ir a hacer algo mientras eso pasa. Cada vez es peor ver la tele. Es una pesadilla. Un abrazo.
ResponderEliminarComprendo que la publicidad sustenta económicamente a la cadenas (sobre todo a las privadas, porque la públicas deberían sustentarse en los presupuestos, en el dinero público y no en el privado), pero se exceden en mucho, y no solo en el tiempo que emplean a este menester, sino en los continuos cortes en momentos inadecuados. Para mí es una burla. Y, efectivamentem, da mucha rabia cuando cambias de canal y ves que también están haciendo anuncios.
EliminarUn abrazo.