Usamos
tantos anglicismos que no he podido sustraerme a la tentación de encabezar esta
entrada con uno que se ha puesto de moda.
El
término “woke” proviene, efectivamente, del inglés y significa literalmente
“despierto”. Originalmente se utilizaba en contextos afroamericanos para
referirse a estar atento ante las injusticias sociales y raciales, es decir, ser
consciente de los problemas como el racismo, la discriminación, la desigualdad
de género, la homofobia, la xenofobia, entre otros. Ser “woke”, por lo tanto,
implicaba estar alerta y actuar frente a estas injusticias. Con el movimiento
Black Lives Matter, este término se popularizó para describir a quienes
luchaban contra las injusticias sociales, ampliándose posteriormente al
feminismo, a los derechos LGBTQ+, al cambio climático y a la desigualdad en
general.
Con
el tiempo, este término se ha empleado en debates políticos, sociales y
culturales para referirse a personas que apoyan los cambios relacionados con la
justicia social y los derechos humanos. Incluso en el mundo de la música ha
pasado a ser un sello de identidad progresista.
Más
recientemente, sin embargo, se ha acuñado con una connotación negativa,
dependiendo del contexto. De este modo, hay quien se refiere con este término a
los que consideran que exageran su conciencia social o que aplican estas ideas
de manera dogmática o extremista.
Así
pues, en los años 2010-2020, los sectores conservadores empezaron a usar “woke”
como término despectivo para señalar un progresismo considerado excesivo,
dogmático o “de moda”, apareciendo expresiones del tipo “woke culture” o
“wokeism”.
En
definitiva, “woke” es un término con doble significado:
-Positivo:
estar alerta frente a las injusticias, tener conciencia social.
-Negativo
(para sus críticos): exceso de corrección política, activismo superficial o
moralista.
Hasta
aquí, la definición y características de un término utilizado cada vez con más
frecuencia, sobre todo en el ámbito político. De existir alguna incorrección en
esta información preliminar, ya sea por error u omisión, la culpa es de la IA,
más concretamente del ChatGPT, de donde la he obtenido.
Sea
como sea, todos hemos podido observar que es un calificativo muy empleado por
el conservadurismo más recalcitrante —lo que popularmente se conoce como
“fachosfera”—, tanto en Europa como en los EEUU (Trump adora este término, que
no duda en lanzar contra sus oponentes).
Dada
la historia y orígenes de este término, me inclino sin duda alguna por su
concepto progresista y democrático, que incluye la defensa de los derechos
humanos y la oposición sin reservas a las desigualdades sociales que tanto
abundan en nuestra sociedad. Si defender el derecho a una vivienda, a un
trabajo y un salario digno, a la defensa de los derechos de los trabajadores, a
la no discriminación por razones culturales, raciales, sexuales, etc., a la
defensa de la naturaleza y el apoyo incondicional a la lucha contra la crisis
climática, y estar en contra de las guerras promovidas por dictadores, si todo
esto es ser “woke”, I’m woke (yo soy “woke”), y a mucha honra.

Ese jugar con el lenguaje, sobre todo utilizado por la derecha más recalcitrante, o simplemente ultra, nos lleva a que tengamos que explicar muy bien qué acepción del término, sacado de una palabra, es el que nos interesa.
ResponderEliminarGracias por la aclaración.
Abrazo.
En política es muy habitual esta práctica, y sobre todo el uso de eufemismos y así camuflar o maquillar la dura realidad y quedar bien ante un público ignorante: "daños colaterales" cuando se trata de una matanza indiscriminada, o "terrorismo" cuando un grupo armado se defiende de su atacante e invasor o incluso cuando un grupo social arremete enérgicamente contra un gobierno corrupto. Y los que claman en contra de tales injusticias son denostados públicamente, y para descalificarlos han concebido el término woke, metiendo así en un mismo saco a todos los defensores de la justicia.
EliminarUn abrazo.
Pienso que la raíz del problema con la palabra woke proviene precisamente del excesivo uso de anglicismos y de intentar trasponer un término de la cultura estadounidense y traspasarlo a la europea. Creo que también uno de los errores de este movimiento es el excesivo uso de la cultura de la cancelación o un cierto aire de superioridad moral que rebaja lo que en su nacimiento pudo ser un movimiento lleno de buenas intenciones y que en cualquier caso me parece mucho mejor que el supremacismo que se está instalando en los Estados Unidos por culpa de un presidente fundamentalmente bruto y con un claro desprecio por los derechos humanos y por la cultura en general.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep.
Hay quien le gusta etiquetar a la gente o a grupos sociales molestos ante el poder establecido con términos denigrantes o, como mínimo, burlescos. Todos los extremismos son igualmente criticables, pero lo que cuenta es la esencia de lo que la sociedad democrática defiende a ultranza. ¡Cómo se burlaron (Trump incluido) de Greta Thunberg, por su activismo medioambiental! Y es que a todo aquel que resulta incómodo para las clases dominantes hay que atacarlo como sea. Y como hay tantos grupos sociales incómodos, hay que acuñar un término que los englobe con caracter destructivo. Si bien el término "negacionista" aclara perfectamente su definición, el de "woke" abarca un gran número de actitudes que, simplemente, resultan perniciosas para los que practican el supremacismo o aplican medidas antisociales.
EliminarUn abrazo, Miguel.
Yo también me declaro woke bajo su acepción primaria. Ya se sabe que la derecha se apropia de vocabulario, tendencias y hasta ideas de la izquierda progresista para desprestigiarlas y hacerse pasar por gente con superioridad moral. Lo peor es que han conseguido que mucha gente de izquierdas haya llegado a despreciar el término. No debemos dejar que nos lo roben como ya han hecho con tantas otras cosas.
ResponderEliminarUn beso.
De tanto usarlo como burla y desprecio, ciertamente este término puede haber calado como algo peyorativo en la mente de gente bienintencionada. Lo malo de nuestra sociedad (y no me refiero exclusivamente a la española) es que hay una gran falta de análisis y de comprensión. Quien más alza la voz debe tener la razón es la tónica para quienes son unos ignorantes (y empleo este término textualmente: ignorante es quien ignora algo) y se creen a pies juntillas lo que dictan los populistas sin un ápice de critica por su parte.
EliminarHasta el término "progresista", mucho más adecuado en relación con la justicia social, puede ser desvirtuado y ridiculizado por quienes son unos inmovilistas redomados.
Un beso.
Si diciendo las cosas en tu idioma tienes que sacar la lupa para ver en las palabras acepciones que muchas veces son contrapuestas, ya no te digo si encima son en otro idioma y si, además, como en mi caso con el ingles, no tienes ni puñetera idea de entenderlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que decía más arriba de los eufemismos, que uno no sabe a ciencia cierta a qué se refieren quienes los usan. Hay que ser cauto y vigilante (woke, je, je) para desvelar lo que encierra realmente lo que se dice de forma maquillada. Las cosas hay que decirlas con su propio nombre, sin tergiversar la realidad. Pero ya estamos tan acostumbrados a los términos anglosajones para casi todo que nos los tienen que aclarar para no caer en la trampa.
EliminarUn abrazo.
Gracias por aclarar un termino que si había oído últimamente pero que muy bien no tenia muy claro en que consistía y que conllevaba, y desde luego tengo muy claro que yo me quedo con el termino Woke para lo último que has reseñado en tu reflexión, cualquier defensa de lo injusto, un trabajo digno, el derecho a una vivienda, que nadie se despreciado por ser de una religión o sexo, etc etc entonces yo soy "woke".
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Tere. Me alegro haberte podido aclarar su signficado, tanto positivo como negarivo, este último término, ahora en boca de los negacionistas y retrógradas recalcitrantes, siendo Trump uno de sus máximos exponentes. Para él, y para muchos otros como él, "Woke" es todo aquel que está en contra de sus ideas xenófobas y dictatoriales. Que la defensa de la naturaleza y de los derechos humanos sea considerado algo repulsivo para estos extremistas es una desgracia para la sociedad.
EliminarUn abrazo.
Yo soy woke hasta las trancas, se pongan despectivos los conservadores o no. Es alucinante cómo algo que debería ser de sentido común, esta gentuza le da la vuelta y lo convierte en algo negativo. Yo flipo con esta gente.
ResponderEliminarUn beso.
A mí me gustaría, para hacerles rabiar, llevar una camiseta con la inscripción I'm woke, pero me temo mucho que mo saldría muy bien parado, con lo bestias que son los del otro lado.
EliminarUn beso.
Hola, Josep, la verdad es que hay términos que tienen un significado en función de la moda; feminismo es positivo, por ejemplo, y machismo negativo. Si una mujer oprime es machista, no feminista, ya que la palabra está en función de las buenas acciones y no en lo que signifique. Creo que me estoy metiendo en camisas de once baras, pero me da igual, yo sé qué digo y no me gusta ir en la misma corriente del rebaño. Quiero pensar que aún pienso por mí mismo, que no me dejo engañar y que mis actos van en consonancia de algo en mayor o menor medida "auténtico". Además, que la piel cada vez es más fina, y cada vez hay que mesurar palabras para no herir lo que tiene predisposiciónha querer ser herido. Yo también soy Woke, aunque me acabo de enterar qué significa, jejej.un abrazo!
ResponderEliminarHola, Pepe. Me parece muy bien lo que dices. Algunas veces yo también tengo que ir contracorriente, digan lo que digan los demás, en lugar de seguir el dictamen de la "mayoría", una mayoría que, democráticamente, muchas veces debemos acatar, aunque no siempre esté en lo cierto, pero que en otras ocasiones nos podemos saltar, también democráticamente, je, je.,
EliminarUna de las ventajas de ser viejo es que ya no me importa lo que piensen de mí los demás, a menos que sean amigos míos y su opinión sea desfavorable, je, je, je.
No cesamos de aprender, o de conocer, nuevos términos. Junto con WOKE ahora de habla de MAGA (Make America Great Again) refiriéndose al colectivo seguidor de Trump. Vivimos en un mundo de locos.
Un abrazo.
Lo conocía primero por woke, pero si puedo reemplazarla por una palabra en español, prefiero naturalizarlo a mi idioma. Y me quedo con el término "progre", por progresista. Y quizás no tengan mucho que ver (woke con progre), quizás solo coinciden en ciertos puntos, y la derecha lo mete todo al mismo saco. Igualmente no creo que alguien por ser progre, se le deba considerar (o él considerarse a sí mismo, todavía más desquiciado) como un iluminado o una santa paloma, imponiendo sus discursos cerrados y agendas que parecen dogmas. Extremistas hay en todos lados, y de esos los de derecha se agarran para ridiculizarlos y me incluyo jeje (o bajarlos de la nube en que ellos mismos se suben, también hay que decirlo). Algún día, espero, esté de moda ser simplemente humanista. La polarización es entretenimiento para los políticos, mientras ganan adeptos. Nada nuevo bajo el Sol.
ResponderEliminarVa un abrazo, Josep. Buen lunes.
Muy cierto todo lo que dices, Julio David, sobre todo el hecho de que la polarización es un entretenimiento (malvado) para los políticos, que aplican lo de divide y vencerás.
EliminarUn saludo.