Disculpad
la desfachatez de imitar el más que famoso soliloquio del genio inglés de las
letras, nuestro admirado Guillermo Shakespeare, pero lo hago con la mejor de
las intenciones, que no es otra que la de poner en el ojo de mira una de las dudas que
más me inquietan últimamente.
Aunque
siempre he creído en la veracidad del famoso refrán “zapatero a tus zapatos”,
también pienso que hay temas en los que no se precisa ser un experto para
opinar. El de hoy solo requeriría de unos profundos conocimientos de leyes si
intentara debatir la forma, no el fondo de la cuestión. Así pues, ¿debe
prescribir un delito grave? ¿Debe extinguirse la responsabilidad penal de quien
ha cometido un acto criminal por el hecho de haber transcurrido un cierto
periodo de tiempo? ¿Por qué se fija un plazo legal para poder eludir una
condena? ¿Acaso el mal tiene fecha de caducidad?
Como
la gran mayoría de mis entradas en este blog, esta también surge a raíz de una
noticia reciente que, por su interés mediático y su reincidencia, me ha dado
que pensar largo y tendido.
El
pasado 8 de octubre, la Audiencia Provincial de Madrid dictó sentencia en el
tema de los “bebés robados”, en la que, a pesar de reconocer que los hechos
declarados en el juicio habían sido cometidos, procedía la absolución del Doctor
Vela en base a que el delito había prescrito. En otras palabras: al haber
transcurrido un tiempo determinado, ese delito tan grave no puede ser castigado
con la pena de once años que pedía la acusación. Al margen de que este caso en
concreto pueda ser revisado por consideraciones cronológicas, de cuándo debe
empezar a contarse el plazo para la impunidad, es decir la fecha a partir de la
cual debe computarse el plazo de prescripción, mi pregunta, desde el punto de
vista de un perfecto profano en leyes, sigue siendo la misma: ¿por qué deben
prescribir ciertos delitos?
Como
señalan los que son especialistas en Derecho Penal, “la existencia de la
prescripción se basa en que, aunque la pena es necesaria para la existencia y
pervivencia del orden jurídico, el transcurso de un tiempo razonable desde la
comisión de un delito sin que se haya castigado al culpable, hace que la pena
ya no pueda cumplir la finalidad de prevención e incluso pueda ser contraria a
la finalidad de reinserción de la pena, por lo que esa prescripción anula toda
responsabilidad penal” (sic).
Lo
dicho en el párrafo anterior me parecería aceptable en casos de menor
trascendencia social como, por ejemplo, hurtos bajo el efecto del alcohol o
estupefacientes o venta de drogas cuando han transcurrido varios años y el
presunto ladrón o “camello” ya se ha rehabilitado, tiene un trabajo honrado y
estable, e incluso ha formado una familia. Me parece igualmente correcto
apelar, en estos casos, a un indulto si el condenado debe entrar en prisión
después de varios años de haber sido juzgado. Encarcelar a un exdrogadicto que
cometió años atrás un delito contra la propiedad cuando ya ha abandonado esa
vida delictiva, cuando ya no representa ningún peligro para la sociedad, hay un
franco arrepentimiento y tiene una familia por la que velar, no me parece apropiado
ni conveniente. Pero tampoco encuentro justo ni apropiado aplicar este mismo
trato benevolente a delincuentes que han cometido faltas muy graves y de forma reiterada.
He aquí los plazos que establece el Código Penal para la prescripción de un delito en función de la pena máxima, que empiezan a contar desde el mismo día que se cometió el hecho delictivo:
-A los veinte años, cuando la pena máxima señalada al delito sea prisión de quince o más años.
-A los quince, cuando la pena máxima señalada por la ley sea inhabilitación por más de diez años, o prisión por más de diez y menos de quince años.
-A los diez, cuando la pena máxima señalada por la ley sea prisión o inhabilitación por más de cinco años y que no exceda de diez.
-A los cinco, los demás delitos, excepto los delitos leves y los de injuria y calumnia, que prescriben al año.
No prescriben, en cambio, los delitos contra la humanidad y de genocidio, los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado y los delitos de terrorismo si han causado alguna muerte.
A
colación de lo indicado sobre los delitos de “lesa humanidad”, quizá no se les
aplique un plazo de prescripción, pero ello suele ser, de facto, reemplazado por otros argumentos que acaban haciendo inviable su
penalización y castigo. Pero, como se suele decir cuando surge un tema sobre el
que no se pretendía discutir, “esta ya es otra historia”.
Obviamente
no es igual un delito fiscal (dependiendo de la cuantía defraudada) que uno contra la dignidad (pederastia, violación)
y la vida humana, como no lo es un crimen aislado, accidental y con atenuantes que un
crimen premeditado y reiterado. Por tal motivo no todos los delitos, al margen
de los realizados contra la humanidad o de índole terrorista, deberían
prescribir. Me repugna pensar que, por haber transcurrido veinte años, la vida
de un ser inocente parezca exenta de valor porque quien se la quitó no pueda
ser juzgado por ello; que por haber transcurrido quince, el robo de un bebé a
una madre, haciéndole creer que este ha fallecido, quede impune; o que por
haber transcurrido diez, una violación o acto de pederastia puedan quedar indemnes.
El tiempo puede borrar muchas cosas,
pero jamás el merecido castigo por unos actos tan execrables como estos.
El
Código Penal se puede modificar, hasta la Constitución es modificable. ¿Por qué
motivo se mantiene la prescripción de delitos graves? Esa es la cuestión.
Interesante tu reflexión y muy procedente es este momento.
ResponderEliminarEs algo que muchas veces me ha espantado. ¿Cómo pueden prescribir delitos que han supuesto enormes daños, que se han cometido con particular crueldad y de los que incluso el culpable se ha lucrado a costa del daño causado? Eso por comentar tan solo un caso como el del Dr. Vela.
En el otro platillo está esa gente que tiene que entrar en prisión cuando todas las causas y circunstancias por las que delinquió ya están obsoletas. ¿No es esa gente la que verdaderamente se ajusta a las causas para la prescripción?
Da la impresión de que la parte buena de la ley siempre afecta a unos y la mala a otros.
Hala, ya me he vuelto a emocionar.
Un beso.
Que un delito prescriba por el mero hecho de haber transcurrido unos años es como borrar de un plumazo ese delito y su trascendencia social. Una cosa es perdonar, cuando hay un sincero arrepentimiento y una reparación de los daños materiales y morales, y otra muy distinta hacer como si nada hubiera pasado, archivando el caso. Me parece terrible.
EliminarComo yo apuntaba y como tú bien dices, la prescripción debería solo aplicarse cuando el daño producido y las circuntancias que lo hicieron posible ya están obsoletas.
Lo malo de emocionarse reivindicando lo que creemos justo es que uno se queda con la sensación de que solo nos queda eso, sentir rabia o emoción. Pero al menos tenemos sentimientos, no somos indiferentes.
Un beso.
Las leyes están politizadas y muchas veces se endurecen o endulzan según convenga a unos intereses políticos. No sé por qué motivo se considera civilizado ser tolerante con el delincuente, sin darnos cuenta que ello conllevar dejar de lado a la víctima. Es muy sencillo ser generoso con daños que se les han hecho a los demás. A mí, por ejemplo, me parece un contrasentido que el padre o el hermano de una víctima de terrorismo puedan cruzarse con el asesino de su familiar. Ya no te digo si encima se les pitorrea.
ResponderEliminarYa sé que me he ido de tu planteamiento —que era la prescripción— pero en ese caso todavía es peor, porque el delincuente ni siquiera empieza a cumplir una condena. Me parece lamentable que así suceda, particularmente en sucesos que han destrozado una vida.
Un abrazo.
Solo tengo conocimiento de un endurecimento de una pena cuando ello redunda en beneficio de la imagen los políticos y/o responde a un clamor popular, como el caso reciente de la violación múltiple por parte de la "manada". Es semejante a cuando se mejora el estado de una carretera solo cuando ya se han producido cientos de muertos. Me parece muy bien que hayan medidas de reinserción de los presos una vez juzgados y condenados, pero otra cosa muy distinta es que hayan medidas que eviten que sean juzgados o condenados por el simple hecho de que el delito se remonta a unos cuantos lustros atrás.
EliminarA mi juicio, sea un terrorista o un violador, no debería permitirse que la víctima, o la familia de la víctima, y el agresor se pudieran cruzar por la calle (hay casos, incluso, que viven en el mismo barrio).
Un abrazo.
Hola.
ResponderEliminarPues precisamente de esto hablaba yo el otro día. Los delitos graves(y especialmente los intencionados y planeados) no deben prescribir, y no hablo de venganza, hablo de justicia y a los padres que pierden un hijo a manos de un desalmado no se les pasa el dolor a los 20 años, si el dolor no prescribe, el crimen tampoco debería.
Muy feliz martes.
Perder un hijo a menos de un asesino y ver cómo este se libra de la cárcel porque, cuando por fin han dado con él, ya ha pasado el tiempo "reglamentario" para ser juzgado y condenado, debe producir una rabia e impotencia descomunales. En tales casos, a uno le deben entrar ganas de tomarse la justicia por su mano.
EliminarUn feliz martes también para tt-
Pues yo no tengo ni idea, pero opino que los casos graves, y en los que ha habido muerte no tenían que prescribir nunca, y los demás según el grado de gravedad, que no se libre ninguno de los años que convengan. Ya lo arreglé de un plumazo, :))).
ResponderEliminarMuy buena tu elocuente reflexión Josep.
Un abrazo.
Eso es lo mismo que ocurre cuando a un asesino en serie o a un terrorista con delitos de sangre le cae una condena de muchos años de cárcel pero, por ley, no puede cumplir más de 30. ¿Por qué? ¿Es lo mismo asesinar a una persona que a veinte? En fin, no soy abogado, solo un simple ciudadano a quien le parece que la ley no es lo suficientemente dura para unos individuos que no merecen vivir en nuestra sociedad. Una cosa, como decía antes, es que durante la condena se compruebe claramente que existe un sincero arrepentimiento y que ese individuo pueda acabar reinsertlandose en esa sociedad a la que atacó. Aunque dudo que un asesino en serie, un psicópara, pueda llegar a arrepentirse y sea sensato dejarlo en libertad antes de tiempo.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante. En el caso de los bebés robados a mí me sorprendió. No porque tenga claro que la cárcel sirva ahora para algo, pero hay delitos que no deberían prescribir. Se ha usado en demasiadas ocasiones a nivel de política y a mí no me convence
ResponderEliminarUn abrazo grande, y feliz martes
En mi opinión, todos los involucrados en esa trama deberían dar con sus huesos en la cárcel, pues no fue uno ni dos los bebés robados, sino muchos, y nadie tiene la potestad de erigirse en Dios para sustraer una criatura de unos padres biológicos y legítimos para, a cambio de mucho dinero, dársela a otra pareja. Ciertamente la cárcel no repararía el mal hecho, pero me indigna ver cómo ese individuo (y la monja que colaboró con él y que ya falleció) no pagarán por lo que hicieron.
EliminarMuchas gracias, Albada Dos, por comentar.
Un abrazo.
Hola Josep, aunque no me gusta mucho apelar a la frase de aplicar el sentido común, parece necesario que las leyes se ajusten de alguna manera e este sentido pues pienso que todos estamos de acuerdo en el fondo del asunto y en como lo has explicado. Y es que es absurdo que por delitos de robos menores el encausado entre en prisión cuando ya está reinsertado mientras que por delitos como pueden ser violaciones, robo de bebés o tráfico de órganos pudieran ser prescritos. De lo que si me alegro es del siguiente párrafo que escribes y que me ha despejado dudas sobre el asunto: "No prescriben, en cambio, los delitos contra la humanidad y de genocidio, los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado y los delitos de terrorismo si han causado alguna muerte." Menos da una piedra, pero al menos es algo bastante razonable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Miguel. Las leyes deben ser justas, de lo contrario la injusticia deslegitima a quienes las dictan. Ojalá todas las normas que rigen nuestra sociedad emanaran del sentido común y de la justicia.
EliminarLa interpretacióm de las leyes es a veces más complicada de lo que parece, eso es cierto, pero nunca deberíamos ver cómo un delito menor se castiga con una pena superior que uno muchísimo más grave a causa de artilugios legales.
En cuanto al texto relativo a la no prescripción de los delitos contra la humanidad y de genocidio, también opino que algo es algo, pero, tal como decía, hemos visto casos (Pinochet, por ejemplo) que gracias también a artilugios legales y a intereses políticos, no prosperan las acusaciones contra reconocidos genocidas. Otra injusticia.
Muchas gracias por aportar tu opinión.
Un abrazo.
Muy válido tu argumento Josep. Es cierto, no se pueden juzgar igual todos los delitos, ni todos los casos son iguales. Muy interesante tu reflexión amigo.
ResponderEliminarAbrazos
Por desgracia, no siempre se cumple la premisa de que todos somos iguales ante la ley. Unos son menos iguales que otros.
EliminarMe alegro que mi humilde "disertación" te haya resultado interesante.
Un abrazo, amigo.
Desde luego el otro día con el juício del médico que robo niños, me preguntaba lo mismo, y creo que hay casos y casos, por supuesto los criminales y los robos y mas cuando como es el caso hay niños o seres humanos por medio jamas deberían prescribir, ahora estoy de acuerdo contigo en que aquel delicuente que haya conseguido rehabilitarse y formar parte de la sociedad, es totalmente injusto que pasados los años entre en la carcel, bastante merito tiene un delicuente con superar una etapa que para el fue dura y que ahora que a conseguido adaptarse a la sociedad y lo qeu no puede es pagar por algo que forma parte de un pasado el cual no quiere ni debe recordar.
ResponderEliminarUn abrazo
Es indignante ver cómo por robar uno alimentos o una bicicleta se decreta prisión y otros que han robado millones de euros del erario público parecen intocables y hay que ir con mucho tiento para instruir la causa. Luego se les deja elegir la cárcel a la que deben ingresar, o se adapta un módulo especial para el cuñadísimo dentro de una cárcel de mujeres, o se le pregunta a Bárcenas si no le importaría compartir celda con Rodrigo Rato. Decididamente, no todos somos iguales ante la ley.
EliminarMuchas gracias, Tere, por dejar tu comentario.
Un abrazo.
En el caso de Franco, sus crímenes dejaron de existir con solo llegar al poder y durante los largos años de dictadura. Ahora, cuando ya vivimos en una (supuesta) democracia, hay quien se resiste a aceptar la "ley de la memoria histórica" y rpefiere que esos crímenes sigan enterrados como las víctimas en las cunetas. Igual que la ley argentina del Punto Final, se perdona a aquellos que cometieron crímenes imperdonables. En definitiva, los poderosos son los que hacen e imponen su ley.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como siempre Josep Ma tus reflexiones son de lo más interesantes, de esas que darían para largas conversaciones.
ResponderEliminarCuando salió el juicio de ese ancianito que parecía haber roto nunca un plato, el excelente Dr. Vela y se dijo que sus delitos habían prescrito me pareció de lo más indigno. En más de una ocasión personas con errores que los han superado y que llevan vidas de lo más adaptadas han de entrar en la cárcel para cumplir un delito cometido muchos años antes y en cambio la atrocidad del Dr. Vela, ese robar a niños y decirles a sus madres que habían muerto ha prescrito. Por desgracia es otro caso más de las injusticias de la justicia, otro ejemplo es el que comentas de Rodrigo Rato ya condenado que estaba en la calle tranquilamente mientras otros por supuestos delitos están en prisión provisional, vamos que la justicia ni es justa ni imparcial y por supuesto no es igual para todos.
Besos i bona castanyada
Hola, Conxita. Para mí lo malo de las leyes es que louedan estar sujetas a interpretaciones libres por parte del juez de turno. Obviamente, debe existir una flexibilidad, como el establecimiento de agravantes, atenuantes, circunstancia que rodean a un crimen (ensañamiento, reiteración, etc.), pero en el caso concreto de la prescripción esta solo debería aplicarse, en mi opinión, en estos casos en los que el presunto delincuente ya se ha rehabilitado durante el tiempo transcurrido y el crimen cometido no es de una gravedad tan terrible como la de esos desaprensivos que han jugado con la vida de las personas.
EliminarHasta que la justicia no sea totalmente justa no podremos decir que vivimos en un verdadero estado de derecho.
Petons i que hagis passat una bona castanyada!
A mí este tema me subleva. Yo, además, sería mucho más extremista porque si por mí fuera no prescribiría ningún delito. Es cierto que el carácter "redentor" de la pena desaparece con el paso de los años, pero es que yo también (y debo ser de las pocas personas que opinan así) veo la pena como un castigo, lo siento, soy así de ¿rencorosa?, pero creo que el que la hace lo debe pagar, y chitón.
ResponderEliminarOtra cosa que me subleva es la expresión 'lesa humanidad', ¿qué pasa, que cuando se mata a una persona se es menos asesino que si se mata a cincuenta? No lo entiendo.
Creo que hice bien en no estudiar Derecho porque me habría convertido en una fiscal seguramente, y lo mismo hasta proponía la pena de muerte (esto es una exageración pero es que la impunidad de muchos me saca de mis casillas).
Genial reflexión. Por cierto, ahora no paso todos los días por el blog, pero vi que habías publicado por Facebook y como solo vi el título creí que esta entrada iba de medicamentos, de recetas en concreto por lo de "prescribir" (la cabra tira la monte, Josep Mª).
Un besote.
Empezando por el final: como suponía que podía darse esa confusión, cuando empecé a escribir esta entrada quise desfacer el posible entuerto, pero luego, en aras a la brevedad, eliminé esta aclaración y decidí entrar en materia sin más prolegómenos, jeje.
EliminarEn cuanto al meollo de la cuestión, ciertamente hay muchas cosas que a mí también me encienden. También es cierto que hay que dejar enfriar los ánimos antes de enjuiciar algo, como contar hasta diez antes de enviar a la mierda a alguien, jeje. Creo que todos, en algún momento, hemos deseado la pena de muerte o el ojo por ojo a un depravado que, enfermo o no, ha desahogado sus instintos asesinos violando y asesinando a una criatura, por poner un ejemplo. Juzgar no es fácil y, para ser ecuánime, hay que dejar de lado los sentimientos personales. Pero hay crímenes que no deben jamás quedar impunes y mucho menos por causas "técnicas". Decididamente, la aplicacion de las leyes es muchas veces, a mi juicio, errónea y absurda, como cuando no se acepta una prueba porque el método obtenido para hacerse con ella no es legal, no ha contado con el beneplácito del asesino (haber obtenido sus huellas digitales sin su conocimento) o sin una orden judicial, a pesar de que demuestra palmariamente que es culpable. Ha habido casos en que un juez no ha admitido como prueba un video o audio claramente incriminatorio. Yo tampoco habría podido ser abogado defensor de criminales, por mucho que se diga que todo el mundo necesita una defensa.
Un beso.
Una vez más, un tema que da para muchísimo!
ResponderEliminarYo no entiendo que un delito grave tenga que prescribir, no entiendo mucho de derecho y por lo tanto no sé cómo funciona en otros países. Pero aquí, el tema del robo de bebés me parece algo escandaloso, es mucho daño el se causa a una familia. Quiero decir que en temas graves, la víctima queda afectada para siempre y ese trauma o lo que pueda generar no va a prescribir, es para siempre. Entonces ¿por qué el culpable puede librarse? Me parece que el sistema judicial no es precisamente justo.
Un besito!!!
Al dictar las leyes, y sobre todo al aplicarlas, hay que ir con mucho tiento pensando en ser salomónico. Hay que estudiar y sopesar muy bien los atenuantes y/o agravantes, los pros y los contras. Y aun así se puede errar. No me gustaría estar en la piel de un juez que tiene que condenar o absolver a un delincuente cuando las pruebas no son muy concluyentes, pero hay casos de flagrante injusticia, como son los casos que he mencionado sobre la prescripción del delito, aun siendo muy grave, por el mero hecho de haber sido cometido muchos años atrás. Como bien dices, el trauma ocasionado a la víctima y a su familia no precribirá jamás, por muchos años que transcurran.
EliminarUn beso.
Josep, estaba pensando en una respuesta que añadiese alguna aportación a mayores, pero lo cierto es que no tengo ninguna. Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que has expuesto. No me cabe en la cabeza que crímenes como abusos sexuales, violaciones o incluso asesinatos puedan preescibir. Hay mucho que replantearse en cuanto a "justicia".
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues entonces todo está dicho y escrito, jeje.
EliminarYo no solo creo que ese tipo de crímenes no deberían prescribir; en realidad no debería existir el concepto de prescripción. En los casos en que el delincuente cometió un delito menor, se ha rehabilitado y han pasado muchos años hasta que llega el juicio, debería aplicarse, en todo caso el indulto, porque esto implica que se ha juzgado, sentanciado y se ha tenido en cuenta el arrepentimento del encausado y su reinserción en la sociedad contra la que actuó. Prescribir es como anular la pena e indultar es perdonarla por una causa justa.
Un abrazo.
Nada de esto sabia
ResponderEliminarCada país se encierra en tragedias como son estas
tragedias que es bueno compartirlas.
Compartir es sacarse un poco de adentro lo que se siente
Pues creo que este concepto es universal. En muchos países se aplica, quizá con un nombre distinto, como el de amnistía o perdón general, sobre todo por motivos políticos. ¿Quién ha pagado por los niños desaparecidos durante la dictadura de Argentina? Nadie.
EliminarSon estas, efectivamente, tragedias que hay que dar a conocer.
Un abrazo.
Como muy bien dices, las razones jurídicas en muchas ocasiones no coinciden con el "sentido común", esa lógica racional que a todos nos parece, de pronto se desvaneve por criterios jurídicos difíciles de entender.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ojalá no hicieran falta las leyes y nuestra sociedad se rigiera por ese sentido común que, por desgracia, no es tan común como parece. Pero si tiene que haber leyes, por lo menos que se interpeten y se apliquen de forma justa.
EliminarMuchas gracias, Norte, por dejar tu comentario.
Un abrazo.
Hola Josep Maria,
ResponderEliminarComo siempre haces unas reflexiones que remueven y hacen replantearse muchas causas sociales. Yo no creo que deberían prescribir ciertos delitos. Es más, lo veo injusto, porque hay causas o casos que se han guardado en secreto durante años, y cuando al fin han visto la luz se les concede esta clase de indulto.
Un beso.
Hola, Irene. Me alegra saber que mis reflexiones remueven algo dentro de quienes vienen a leerlas. Ello significa que no ando demasiado equivocado en mi percepción de los hechos que considero injustos y en su crítica.
EliminarTal como están las cosas, parece imposible poder arregar los entuertos que la ley a veces genera y las injusticias que de ellos se derivan, pero por lo menos tenemos derecho al pataleo y a posicionarnos claramente en su contra. Algo debe cambiar en nuestro sistema judicial y espero poder vivir alguno de estos cambios.
Un beso.