Todo cambia, la moda y las
costumbres cambian. Y la lengua no puede ser menos. A diferencia de las lenguas
muertas, las vivas hacen honor a este calificativo para ponerse al día,
actualizarse, modernizarse. Todos los idiomas, desde tiempo inmemorial, se han
ido nutriendo o se han visto influidos por los de su entorno, de otras culturas.
De ahí que la RAE incorpore continuamente nuevos vocablos en nuestro léxico, lo
cual es un signo de modernidad o, cuando menos, de dinamismo. Pero ¿son
realmente imprescindibles todas estas nuevas inclusiones?
No soy
lingüista, solo un usuario de la lengua que utilizamos para comunicarnos. Por
lo tanto, esta entrada no va de filología sino del vocabulario que llamaría
emergente y de la costumbre, mala a mi entender, de utilizar términos
anglosajones cuando existe su correspondiente versión española, una costumbre
que, por cierto, viene de muy lejos, pero que sigue en auge.
La
lengua es una seña de identidad. Forma parte esencial de nuestra cultura. Todos
estamos orgullosos de nuestra lengua, o de nuestras lenguas en el caso de ser
bilingües, pero muchas veces la utilizamos incorrectamente y no por ignorancia,
sino por “adulterarla”, voluntaria o involuntariamente, con influencias
extranjeras cuando, como ya he dicho, existe un término “autóctono”
perfectamente válido. En algunas ocasiones, el término “foráneo” resulta ser
tan potente o apreciado que se asienta de tal forma en nuestro lenguaje, que acaba
siendo aceptado por la RAE, incorporándolo al diccionario de la lengua tal cual
o con una cierta adecuación ortográfica. Entiendo esta inclusión solo cuando se
trata de un vocablo inexistente hasta ahora en nuestro léxico. Así, Boomerang se incorporó como bumerán, y football acabó como fútbol, dejando, por
cierto, al balompié totalmente fuera de juego. En cambio, decimos balonmano y
baloncesto en lugar de handball y basketball, respectivamente. Otros
términos se han admitido en su forma original, como el caso de hockey. Y así
podríamos hacer una larga lista de términos para todos los gustos y con
distintos tratamientos por parte de la ilustre Academia.
Esta
influencia extranjera en nuestro lenguaje no es nada actual, por supuesto. Yo
recuerdo, de niño, decir merci en
lugar de “gracias” con toda naturalidad, como quien dice ciao en vez de “adiós” u okey
para expresar un acuerdo. Y así encontraríamos muchos ejemplos de
extranjerismos usados coloquialmente. Es solo una cuestión de moda, esnobismo e
incluso cursilería que acaba en costumbre.
En
ciencia y tecnología abundan los términos ingleses que, aun teniendo una traducción
en nuestro idioma, se han convertido en algo natural seguramente por su
brevedad (feedback, online, login,
check-in, check-out, file, network, performance, update, input, output, y
un largo etcétera). En el mundo de la música, ya ni hablamos, pero es que
muchas veces resulta imposible hallar un término local. ¿Cómo vamos a traducir reggae o trap? Lo mismo ocurrió en su momento con rock and roll, blues o jazz.
En el
ámbito empresarial también es muy común el empleo de términos como Product Manager, Community Manager, Business
Development, Controller, stock, target, goal, benefits, offshore, etc, etc,
etc. Parece como si sus equivalentes en
español no tengan la misma importancia o distinción.
En el particular
mundo de la informática es asimismo frecuente el empleo de términos ingleses,
aunque ello es, para mí, un signo de “sumisión tecnológica” y, en algunos
casos, de comodidad. ¿Por qué no utilizar con naturalidad los términos “entrar”,
“copia de seguridad” y “reiniciar” en lugar de intro (o enter), back-up y reset? “Dale a intro, haz un back-up, resetea el ordenador” ya son
expresiones cotidianas que casi todos utilizamos. Aún tenemos que estar
agradecidos de que no haya desaparecido la letra ñ de nuestros ordenadores.
Y en
las redes sociales y en los medios de comunicación ocurre otro tanto. ¿Por qué tenemos que decir fake news en lugar de “noticia falsa” o,
simplemente, el “bulo” de toda la vida? ¿Y cómo podríamos traducir blog? Estamos rodeados de anglicismos. Antiage (anti edad), catering (servicio de comida preparada), outfit (vestimenta), flow (ritmo), pasword (palabra clave), ya son de uso normal. ¿Es bueno o malo? ¿Acabaremos algún
día diciendo “Hey, brother”, ¡Oh, my God!, o “esto es de lo más cool”?
Últimamente
he reparado que nuevos términos y expresiones han entrado a formar parte de
nuestro vocabulario con mucha fuerza y asiduidad. En unos casos son nuevamente
términos anglosajones (que parecen que molan más), pero en otros son palabras o
expresiones españolas que han adquirido de pronto una gran notoriedad y que,
por lo menos yo, nunca antes las había oído, o no tan frecuentemente y en el
contexto actual. Algunas me dan la impresión de que hayan sido inventadas
exprofeso. De todos estos términos, los que más me han llamado la atención
pertenecen al mundo del deporte y de la política.
Empecemos
por el primero. Sigo sin entender por qué en el deporte se usa, cada vez con
más frecuencia, términos como hat-trick,
pole position (o simplemente pole), final four o play-off. Si no estoy
equivocado, final four significa semifinales
(pues son cuatro ─four─ los equipos
contendientes), y play-off la final o
fase de desempate, como se ha dicho toda la vida. Entiendo que hallar una traducción
en forma de un término breve para las dos primeras expresiones (el marcaje de
tres tantos por un mismo jugador en un mismo partido y partir en primera
posición de la parrilla de salida en una carrera automovilística,
respectivamente) es tarea difícil, pero seguro que, echándole un poco de ganas
e imaginación, podríamos encontrarla (si es que ya no existe).
Sigamos
ahora con el segundo. Como los políticos no podían ser menos, en el ámbito de
la política también han “florecido” términos que han calado tan hondo que los
usan constantemente. Ahora bien, aquí no suelen haber anglicismos, pues ya se
ha visto que el inglés no es el punto fuerte de muchos de nuestros políticos.
En este caso, sus términos favoritos y repetidos hasta la saciedad son:
equidistante, escrache, cordón sanitario, sorpasso (que no quiere decir otra
cosa que adelantar, sobrepasar, pasar por delante, superar, etc.), marca
España, líneas rojas, tempo, etc.
Así
pues, siguen apareciendo palabras y expresiones que, de tanto usarlas, acaban imponiéndose. Es como si la lengua también se vistiera de moda, aunque
de un modo, a mi parecer, muy poco ortodoxo. Insisto: no soy un profesional de
la lengua. Por lo tanto, todo lo aquí dicho puede ser una sarta de tonterías. Será
que me gusta hablar por hablar.
Yo tampoco soy un profesional de la lengua, pero estoy totalmente de acuerdo contigo. A todos los niveles el inglés encandila, hasta el punto que nuestros políticos venden la moto en sus planes de enseñanza de que todo el mundo tiene que hablar con fluidez en inglés, sin darle ninguna importancia a que el español —que se supone es nuestro idioma y uno de los más hablados en el mundo— lo hablamos cada vez peor. Como tú dices, mola más decirlo todo en ingles. Nos sentimos como más cultos. En el fondo creo que somos un poco acomplejados. Vete a Inglaterra, a ver si ellos piensan lo mismo a la inversa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo diría que hay que poner cada cosa en su lugar. El inglés se ha convertido, desde hace muchos años, en un idioma imprescindible en algunos ámbitos, como la ciencia, tecnología y los negocios. Pero solo para comunicarnos con nuestros proveedores o clientes de otros países y para leer artículos y libros escritos en ese idioma, y para publicar artículso en revistas extranjeras de prestigio. Pero eso no justifica que invada otros terrenos de nuestra vida y sustituya nuestro vocabulario normal.
EliminarEn cuanto a los ingleses y los idiomas, ya escribí sobre ello en este blog en la entrada titulada "Impotencia lingüistica". La gran mayoría de ingleses no tiene interés en aprender un idioma que no sea el suyo. El inglés es el amo del mundo. Inluso los que viven en España son incapaces de articular una frase en español mínimamente bien. Somos nosotros quienes debemos intentar entenderlos.
Un abrazo.
No sé si necesitamos tantos términos en inglés, la verdad, creo que no, pero por supuesto, la lengua es una herramienta viva y se ha ido adaptando a nuevas palabras
ResponderEliminarInteresante reflexión. Un abrazo y feliz jueves
Yo creo que la mayoría de palabras inglesas que utilizamos son innecesarias y solo son una señal de modernidad absurda.
EliminarUn abrazo.
Yo creo que el término medio es lo mejor. Yo por ejemplo nunca digo outfit ni pasword, pero sí que digo pole(somos muy frikis de los deportes de motor, lo hemos ido a ver y no podemos evitarlo), pero creo que lo ideal es hablar bien nuestro idioma y si se tercia alguna palabra, pues se usa. Ayer me djo una amiga que le había ocurrido algo muy ramdom y yo estaba perdida, jejejeje. Lo malo es que el agente habla fatal, así que por mucho anglicismo que usen la falta de vocabulario salta a la vista.
ResponderEliminarMuy feliz día.
Hola, Gemma. Deberíamos empezar por hablar correctamente nuestra lengua antes de ponernos a hacer experimentos con el inglés, jeje. No podemos negar que el inglés es una lengua muy extendida en muchos ámbitos y que ha penetrado en muchos países incorporándeo a expresiones corrientes. De joven, cuando practicaba el francés, me sorprendía oir a la juventud francesa decir "weekend" en lugar de fin de semana. Eso es el equivalente a lo que yo decía sobre mi costumbre, y la de muchos en mi época, de decir "merci" en lugar de gracias.
EliminarHay palabras de difícil traducción, pero otras perfectamente traducibles. Entiendo, incluso, que hayan películas cuyo título no pueda ser traducido al español de un modo coherente y se mantenga el original en inglés, como es el caso de la famosa película de Stanley Kubrick, protagonizada por Nicole Kidman y Tom Cruise, titulada "Eyes Wide Shut", que nunca he sabido traducir.
Un abrazo.
Eye wide shut tiene una traducción muy rara, se refiere a los ojos bien cerrados, supongo que es un poco metáfora.
EliminarQué repaso tan bueno de esas expresiones foráneas que a mí me molestan bastante, dicho sea de paso. Y es que si hay términos en español no sé a qué viene utilizar los de otro idioma (especialmente el inglés, claro).
ResponderEliminarA todos esos ejemplos que tan bien has expuesto yo añadiría el mal uso que hacemos de nuestra propia gramática por injerencia del inglés. En inglés cuando se habla de las partes del cuerpo estas deben ir acompañadas por el posesivo pertinente pues su gramática así lo exige, pero en español NO. Por eso me pongo de los nervios cuando un periodista deportivo dice cosas como "se fracturó SU pierna izquierda" a lo que yo me digo "claro que se ha fracturado su pierna, no se va a fracturar la del vecino".
En el caso de la informática es ya de traca, entiendo que hay muchos términos nuevos que no tienen (o no se ha buscado) traducción, pero en cierta ocasión asistí a una conversación entre mi marido y un compañero suyo de trabajo (informáticos los dos) y aquello parecía un diálogo de spanglish porque salvo los artículos y las preposiciones que las decían en español, lo demás era inglés. Un desatino.
No tengo nada en contra de la modernización de la lengua pero creo que algunas palabras adquiridas del inglés tienen su versión en español pero no se quiere utilizarla por comodidad o por "esnobismo" (toma palabreja foránea). Por ejemplo, yo prefiero decir "destripar" a "hacer spoiler" pero poco a poco acabo cediendo.
Te gustará hablar por hablar, pero lo haces con un perfecto español, así que aquí estoy para escucharte todo lo que quieras contar. Y olé.
Un besote.
Pues me he quedado corto, amiga mía, pues era imposible relatarlas todas, a menos que aun estuviera escribiendo esta entrada, jeje.
EliminarEfectivamente, esa contaminación o influencia inglesa ha llegado a pervertir el uso correcto de nuestra lengua, haciendo gala de la sabiduría popular cuando dice que todo lo malo se pega.
Y también es muy cierto que a veces usamos algunos términos que ni siquiera nos damos cuenta que no son propios sino importados y que hemos acabado asimilando con total normalidad. Del mismo modo que decimos esnobismo, también usamos implementar, procedente del inglés implement, que significa poner algo en práctica o en marcha.
Se agradece que consideres que no hablo por hablar y que me escuches, o me leas, con el debido respeto, jajaja.
Un beso.
ja ja. Yo procuro huir de esos anglicismos cuando hay equivalente en español. Jamás me verás poner spoiler, siempre hablo de destripar o desvelas el final. Trato de no ceder, como le pasa a Paloma. tamppoco digo nunca pasword con lo fácil que es contraseña.
ResponderEliminarEn lo que hablas de términos utilizados por los políticos hay uno que me saca de quicio especialmente y es eso que se ha puesto tan de moda de "el cordón sanitario" que ni siquiera creo que se adapte muy bien a lo que se quiere expresar.
Es cierto que hay palabras que son muy difíciles de traducir y tenemos que capitular, pero en las que se puede, hay que resistirse.
Una objeción a tus palabras. Yo creo que reiniciar es distinto a resetear. Yo reinicio cada dos por tres, resetear son palabras mayores que hago cada tres o cuatro años en vez de comprar un nuevo aparato.
Un beso.
Pues haces muy bien, Rosa, en respetar nuestra lengua común. Si se habla hay que hacerlo bien, o por lo menos lo mejor posible.
EliminarEse famoso cordón sanitario también me irrita, y no es que me apriete, pues al margen de su uso repetitivo sin ton ni son, no sé de dónde ha salido. Todos heos acabado entendiendo a que se refieren, pero supongo que ha sido fruto de una invención de algún iluminado. A alguien se le ocurre una expresión que gusta, que les resulta original, y se lanzan a repetirla hasta la saciedad. Todos se la aprenden y no pierden la oportunidad de utilizarla. Son como niños.
Y no sé que decirte sobre el significado de resetear. En el diccionario inglés-español, reset se traduce por reiniciar que, en sentido estricto, creo yo, no se trata de apagar y encender el aparato de nuevo, sino de reiniciar todo el sistema operativo. Cuando un aparato ha quedado "muerto" y no se enciende de la forma habitual, hay un modo (en algunos aparatos es un agujerito en el que hay que introducir y presionar son un alambre fino y en mi libro electrónico -iba a decir ebook- hay que pulsar dos teclas a la vez durante varios segundos) que reinicia el sistema y lo pone todo en marcha de nuevo. Pero eso es lo de menos, el caso es que resetear es un anglicismo como otro cualquiera que inunda nuestro léxico. Eso que haces cada 3 o 4 años en lugar de comprar un aparato nuevo, pues la verdad es que no sé muy bien lo que es. ¿Reciclar, quizá? Tengo curiosidad, jajaja.
Un beso.
Perdonad que me meta en vuestra conversación pero es que no puedo dejar de contaros que la primera vez que leí lo del "cordón sanitario" lo hice mal y leí "condón sanitario", dado el contexto de coaliciones políticas no entendía nada de esa expresión. Lo malo fue después, cuando me sacaron de mi error y me hicieron ver que había cambiado una 'r' por una 'n', porque aún entendía menos, de hecho pensé que 'condón' se adaptaba mejor a lo que se supone quiere decir.
EliminarPerdón por la digresión.
Besos a los dos.
Esa sí que es buena, Paloma. Me has hecho reír. Aunque, dado lo absurdo de la expresión, no es descabellada la confusión. Si alguien su hubiera puesto un condón a su debido tiempo, quizá ahora no tendríamos que aguantar a más de uno y una, jajaja.
EliminarOtro beso.
Modernismo mal entendido, sumisión tecnológica,... comodidad, la realidad es que todo ello está contribuyendo a construir un idioma vivo, pero que lamentablemente está perdiendo parte de su esencia.
ResponderEliminarUn abrazo!
Tengo curiosidad por saber cómo hablarán las futuras generaciones de este país, jeje.
EliminarUn abrazo.
Estoy completamente de acuerdo contigo, Josep. ¿Para qué utilizar palabras extrajeras si ya tenemos las nuestras? Hoy se ha puesto muy de moda el inglés, en los mismos colegios se le da más importancia que a la lengua materna. Me ocurrió hace unos meses dando clase que , preguntando las partes de la flor a un niño que venía de un colegio "muy moderno", me contestó que no tenía ni idea porque él solo se las sabía en inglés, pero ignoraba completamente como se decían en nuestra lengua. ¿ Es esto de sentido común? Me parece muy bien que se aprenda a hablar el inglés con fuidez, no me opongo a ello, pero hasta el punto de olvidar nuestra lengua...¡eso nunca! Y tampoco la moda de llenarla de vocablos extranjeros cuando ya tenemos los nuestros. ¡En fin, es mi opinión! Nada más.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un feliz día.
Eso que cuentas es como empezar la casa por el tejado. Si tenemos una lengua madre, por qué hacer más caso a la madrastra, jeje. Hablando en serio, me parece absurdo darle más importancia a una lengua extranjera, por muy útil que sea, que a la del país donde vivimos.
EliminarY en cuanto a la moda de los anglicismos, me temo que no habrá quien la pare, pues cada vez estamos más influenciados por las tendencias (de todo tipo) que nos llegan de fuera, Aquí nos gusta mucho copiar. Pero lo que deberíamos copiar, nos nos interesa tanto.
Un abrazo.
En principio pienso que una lengua debe estar mu viva y ser permeable. En mi opinión la RAE está realizando un buen trabajo y adapta ya sin tapujos palabras que utilizamos en el día a día. Otra cosa sería el abuso de los anglicismos; y sobre todo en el mundo profesional. Y es que ya no hay jefes de sección, de determinados deperatamentos sino va con el manager delante o Ceo, el controller y la madre que lo parió :-). El otro día un asistent manager me decía que a qué talent quería entrevistar, y yo flipando. Ahora resulta que los actores son talents y yo no me había enterado, Para mear y no echar gota, ja,ja,ja,
ResponderEliminarAbrazos Josep.
Estoy de acuerdo contigo. Y de hecho, incluso me sorprende esa ágil (al menos aparentemente) intervención de la RAE, teniendo en cuenta que la edad media de sus miembros supera los 60 años. Parece como si este factor edad hiciera que la Academia tuviera que ser más reacia a adaptar a nuestro léxico términos provenientes de una lengua extranjera, a menos de que, como digo en mi entrada, se trate de un vocablo inexistente en nuestro idioma.
EliminarEl término Manager es realmente muy antiguo. Como bien sabes, empezó en el mundo de la música y luego se fue extendiendo a otros ámbitos, hasta llegar a las Empresas. No sé por qué puede sonar mejor decir General Manager que Director General. Y lo de talent, hasta ahora solo lo había oído en un programa-concurso de la TV (Got Talent) que precisamente nació en UK. Lo que hay que ver y oír, jeje.
Un abrazo.
*muy
ResponderEliminarSerá que a todos los blogueros nos gusta hablar por hablar mi estimado Josep, jajaja. A veces pienso eso también: no será que estoy palabreando sin sentido. He escrito algunas de las cosas que señalas en varias de mis entradas, sobre la lengua y su libertad y sobre esas palabras que nos han copado el habla. Hay lugares en este país en que pareciera que se está en Estados Unidos porque los nombres de todos los negocios están en inglés.
ResponderEliminarCoincido en que es moda y snobismo, básicamente.
Abrazos amigo.
En algo nos tenemos que entretener, compañero de letras, jajaja.
EliminarSupongo que en México la influencia "gringa" es enorme, y no solo en el habla. Si nadie le pone remedio, habrá que aguantarse, digo yo.
Un abrazo.
Es importante que las lenguas se adapten pero cada vez hay más "invasión" e incluso parece que algunos creen que los hace más interesante utilizar palabras en otros idiomas. Pero también cada vez el mal uso y la relajación con el idioma se está imponiendo. Hoy sin ir más lejos estaba leyendo un anuncio en un blog de la creación de un servicio médico y ponían una cita con falta de ortografía incluida de las graves, un a hecho, que hace cuestionarse si en todo tendrán tanta relajación. En fin será que una es muy puntillosa con algunas cosas.
ResponderEliminarBesos
Hola, Conxita. Creo que ambas cosas son males endémicos difíciles de erradicar. En cuanto a los anglicismos, cada día me fijo más en lo arraigados que están. Ayer hablaban por TV de "celebrities". Otro, en lugar de luces de emergencia del coche, no paraba de decir "los warnings" (esta no la había oído todavía). Es algo continuo. En cuanto al mal empleo de la lengua escrita, eso ya no es tan "guay" y se me ponen los pelos de punta. Y luego está el idioma hablado; que tela marinera, jeje.
EliminarUn beso.
Lo grave no es que sin querer lo hayamos hecho, que yo suelo utilizarlos poco o al menos lo intento, pero lo que me preocupa es que la generación mas joven si los suele utilizar con bastante frecuencia y es una pena porque no conocen de ese modo el castellano, tan rico, y eso que hay gente joven que lee y aún así utiliza password etc etc, en fin, espero que alguna vez se imponga la riqueza de nuestro castellano, pero de momento no es así, aunque no pierdo la esperanza. También es verdad, que los pobres jóvenes, entre el español, el inglés, el valenciano mi caso, y algún otro idioma más no se yo como no se vuelven los pobres locos.
ResponderEliminarUn abrazo y me encantara seguir escuchándote, reflexionando y aprendiendo.
Todos, en mayor o menor medida y frecuencia utilizamos, de forma espontánea, casi sin darnos cuenta, alguna palabra inglesa: show en lugar de espectáculo, casting en vez de audición, email en lugar de correo electrónico, etc.
EliminarLos idiomas hay que aprenderlos de pequeño. Los niños son como esponjas. Otra cosa muy distinta es estudiarlos de mayor y a la fuerza. La primera lengua que hablé fue el catalán, en casa y antes de ir al parvulario, luego el castellano solo con empezar primaria, con sies años. Luego vino el francés como idioma extranjero obligatorio en el bachillareato de los años 60, y cuando llegué a la Universodad me di cuenta de que el idioma del futuro en la Ciencia y los negocios era el inglés y me puse a estudiarlo en la Escuela Oficial de Idiomas con 20 años. Como he dicho, el catalán lo aprendí en casa, oyendo hablar a mis padres (y eso que mi madre era murciana), y lo fui practicando con amigos y familiares, luego leyendo libros, pero no lo llegué a estudiar hasta que me jubilé. Todo es cuatión de gusto y ganas. Yo siempre he creido que saber idiomas es un valor añadido. Aunque sí es cierto que uno puede llagar a hacerse un lío. Mi nieta, con casi 4 añitos, habla castellano y catalán pero, por ahora, mezcla palabras de una y otra lengua. Habla cataspañol, jeje.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo contigo. Una cosa es que el vocabulario vaya evolucionando y otra que utilicemos palabras extranjeras hasta tal punto que las vemos como título de un programa o una tienda... y no se sabe de qué va la historia porque además no vale la traducción literal. Más rabia me da a mí las palabras que dejan de utilizarse, yo que soy andaluza, en mi tierra hay cientos de vocablos que van desapareciendo: zarcillos, escamondao, asaura...
ResponderEliminarEfectivamente, lo bueno de un idioma es que se enriquezca con nuevos vocablos que no existían y que han aparecido por necesidad, pues se refieren a términos hasta ahora desconocidos. Pero deberíamos evitar que por un lado entren nuevas palaras y por otro se pierdan las de toda la vida y las que forman parte del acervo popular. Pronto nuestros jávenes no conocerán el significado de la palabra guijarro y dirán simplemente piedra.
EliminarUn abrazo.
Lo malo de todo esto es que sin nosotros quererlo nos vemos obligados hasta cierto punto a hacer uso de estas nuevas formas de lenguaje, está en nuestras manos respetar nuestra lengua y hacer uso de ella siempre.
ResponderEliminarUn abrazo Josep
Puri
La influencia extranjera, anglosajona en particular, es tremenda, y creo que hasta en el lenguaje estamos sufriendo una especie de globalización. Pero debemos hacer un frente común. Si tenemos una o más lenguas perfectamente definidas y tanto o más ricas, ¿por qué dejarnos vencer por una corriente modernista que impone términos que tienen su correspondencia en nuestras lenguas?
EliminarUn abrazo.
Me da a mí que tú pocas veces hablas por hablar, Josep, y también que no das puntada sin hilo cuando reflexionas en tu blog :)) Como otra usuaria más de la lengua que soy, solo puedo añadir a tu estupenda reflexión que me molesta bastante que le tengamos tan poco apego a lo nuestro, a nuestra lengua en este caso. Me da la impresión de que nos estamos volviendo un poco tontos y que a base de querer quedar de "modernos" y cosmopolitas, estamos quedando de paletos. Pero es solo mi opinión, claro.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
A mi me da (quizá solo sea una manía) que en este país solo imitamos o copiamos lo negativo de fuera, nunca lo que beneficia a la población. ¿Que en tal país se aplica una normativa generosa en tal o cual ámbito social?, pues aquí pasamos olímpicamente. Que, por el contrario, ¿se implanta una medida coercitiva o restrictiva?, pues nosotros también. Un país reduce la edad de jubilación mientras que otro lo prolonga. ¿Qué hacemos aquí? Pues ya se sabe... Y me da que lo mismo hacemos con la lengua, imitamos, por muy absurdo o ridículo que sea el término a incorporar. El caso es estar al día, no vayan a pensar ahí fuera que nos hemos quedado anquilosados. Lo que no sé, y me gustaría saber, es qué trato le dan a su propio idioma nuestros vecinos.
EliminarUn abrazo.
Si, las costumbres también incluyen al modo de comunicación social, ya sea verbal, escrito, visual o de cualquier otra índole, por lo que están sometidas al cambio o transformación, que en la actualidad por desgracia tiende a ese declive anglófono y a la influencia nefasta del lenguaje utilizado en redes sociales, aplicaciones, etc. Vamos, que últimamente la ortografía o la comprensión de los textos practicamente es un galimatías, con ese lenguaje telegráfico que acorta su riqueza semántica, anestesiando la actividad mental y favoreciendo la pérdida de curiosos vocablos.
ResponderEliminarSi, coincido contigo, Josep, la lengua es nuestra señal de identidad, lo cual también incluye las zonas geográficas donde existe históricamente el uso de otra lengua común y autóctona, como el catalán en tu tierra, lo que no constituye ninguna base para despreciarla o la obligación de imponer el uso del castellano, cuando ambas lenguas pueden coexistir perfectamente.
No me agrada en absoluto el uso tan arbitrario y en ocasiones absurdo, de «moldear» las voces gramaticales para darle «bombo» a sus discursos, porque la gran mayoría no expresan correctamente dicho significado, puesto que lo confunden, mezclan y distorsionan, aprovechándose de la ignorancia de su electorado.
Un tema apasionante en mi caso, como antigua profe de esta misma materia. Gracias por traerlo a colación en esta estupenda entrada.
Un abrazo.
No sé si ya he llegado a esa edad en la que todo parece haber empeorado, jajaja. No obstante, me llama poderosa y negativamente la atención cómo, entre los jóvenes, que por lo tanto han cursado EGB, BUP, bachillerato o lo que sea, pero que han estudiado lengua castellana, se cometen tantas faltas de ortografía, algunas realmente alarmantes. Y ya no digamos en el lenguaje hablada que, al margen de esas influencias foráneas, se maltrata sin piedad.
EliminarNo creo que sea necesario utilizar un lenguaje tan culto como el que empleó Agustín Zamarrón, el diputado de mayor edad ("el Valle Inclán del PSOE") durante la sesión inaugural de las Cortes Españolas tras las últimas elecciones generales, pero sí tener un cierto respeto a las reglas gramaticales. Como en todas las cosas, no hay que dejar que se vayan deteriorando, porque al final ya no hay vuelta atrás, como la descomposición a la que se esta sometiendo a nuestro planeta.
Un abrazo.
Ponerlos todos estos términos juntos en un post me ayuda a ver lo descuidada que estoy siendo. Y es eso mismo, la moda al hablar. Va a llegar un momento que millenials, generación X y la Z no nos vamos a entender, aunque seamos del mismo país.
ResponderEliminarMuchas veces uno se reconoce en lo que cuentan los demás, jeje.
EliminarYo mismo, después de haber escrito esta entrada (antes habría dicho "post") me doy cuenta de que, de vez en cuando, también peco de lo mismo, aunque con mucha menos frecuencia que la mayoría, y cada día descubro nuevos anglicismos en boca de presentadores y tertulianos. Es un sin parar.
Un abrazo, Fany.
Vaya compañero que recorrido de influencias lingüisticas nos traes. Muy interesante Josep Mª. Y tanto que la lengua se viste de nuevas, jeje. Me he acordado que recientemente salió la noticia de la publicación (no se si ya lo habéis comentado) de todas aquellas palabras que han muerto de nuestra lengua ¿serán porque han venido estas extranjeras? el libro de las palabras olvidadas por la RAE; nada menos que casi tres mil palabras. La autora Marta PCampos, pretende con esta publicación recuperar algunas de estas palabras. Te paso algunas: «cocadriz» (femenino de cocodrilo que no prosperó), «camasquince» (entrometido), «durindaina» (justicia) o «bajotraer» (abatimiento, humillación. Lo que me preocupa de todo esto es que muchas palabras que se acepten en el diccionario sea por el mal uso que se hace de ellas. La tecnología acorta hasta la saciedad, somos conscientes de ello con los más jóvenes. Un abrazo
ResponderEliminarPues sí, al poco de haber escrito esta entrada, vi por televisión esta noticia. Vamos perdiendo vocablos para incorporar nuevos de origen foráneo, que molan más. De seguir así, más vamos a perder. Incluso me da la impresión de que hay muchos jóvenes que desconocen el significado de palabras que todavía son de uso frecuente como vericueto, circunloquio, consuetudinario...
EliminarUn abrazo, Eme.