Mientras
la gran mayoría de seres humanos estamos inmersos en ese espíritu navideño que
llena nuestras casas, nuestros corazones, nuestras calles y vacía nuestros
bolsillos, mientras nuestros hijos y nietos cantan “Noche de paz, noche de
amor…”, ha nacido en Rusia un retoño que iluminará nuestras vidas desde el
momento en que comience a andar el próximo año. Le han bautizado con el nombre
“Avangard”. No suena mal, la verdad, aunque dudo de su verdadero significado.
En francés e inglés “avant-garde” significa vanguardia, algo avanzado. Quizá es
que sus padres rusos han optado por un símil fonético, pues hay que reconocer
que la criatura promete ser una adelantada a su (nuestro) tiempo.
Su
nacimiento, que nada tuvo de milagroso ni ocurrió en un portal, sino en unas
instalaciones militares de Oremburgo, a casi 1.500 Km al sudeste de Moscú,
revolucionará el sistema de defensa ruso y, es de suponer, que removerá las
entrañas de las otras potencias armamentísticas, tanto por celos como por
temor. Una nueva y peligrosa rivalidad competitiva está servida.
El
presidente ruso, Vladímir Putin, tuvo el honor de presentarlo en sociedad y,
lógicamente, todo fueron alabanzas. “Un gran éxito, una gran victoria”,
calificó el evento, presentándolo, orgulloso e impertérrito, ante el mundo
entero, tras su exitoso lanzamiento de prueba.
Avangard
es, cómo no, un arma de guerra, un misil supersónico (supera en 10 veces la velocidad
del sonido), provisto de un escudo antimisiles, que burlará todos los sistemas
de defensa durante los próximos 50 años, según sus creadores. Goza, pues, de
grandes ventajas respecto a sus hermanos, mucho más convencionales, como el
hecho de seguir una trayectoria impredecible (no así el blanco) e imposible de
calcular, lo que impide ser interceptado.
Aunque
el analista militar Víktor Litovkin se ha apresurado a aclarar que la finalidad
del súper misil es básicamente disuasoria, pues a partir de ahora “los
potenciales enemigos se lo pensarán dos veces antes de cometer una agresión o
ejercer una excesiva presión (¡¿?!) contra Rusia”, yo me pregunto qué
repercusión tendrá ello a nivel mundial. Yo diría que nada bueno nos deparará
ese recién estrenado engendro militar. Para empezar, habrá que ver la reacción
de China, de Corea del Norte, de los EEUU, y de otros países belicistas y si ello llevará a una
escalada armamentística sin precedentes. A esta gente siempre les ha gustado
competir a ver quién la tiene más grande. ¿Será soberbia o complejo de
inferioridad?
Todos
─hipócritas incluidos─ deseamos en estas fechas paz y amor. Incluso en las
guerras ha habido ─algo insólito y hasta cierto punto irónico─ treguas durante
la Navidad, tiempo de recogimiento y de buenas intenciones. Pero terminado ese
paréntesis de bonanza espiritual, siempre volvemos a las andadas. Todas son
buenas intenciones que caen en saco roto. ¿Dónde queda el cacareado espíritu de
la Navidad? ¿Y dónde ha ido a parar el esperanzador desarme nuclear?
No sé
qué debe opinar Ded Moroz, el Santa Claus ruso, sobre este nuevo juguete bélico
del que el mandatario ruso se siente tan orgulloso. Seguro que nada bueno. ¿Y
qué decir de nuestros Reyes Magos de Oriente que, por su origen tendrían que
estar especialmente sensibilizados sobre este tema? Lástima que hagan oídos
sordos a las peticiones de las personas de buena voluntad. Ojalá continuara
siendo niño para creer en los milagros e ignorar lo que hacen algunos adultos con
este planeta.
Hola.
ResponderEliminarDesde luego vamos para atrás, si hasta en la Primera Guerra mUndial hubo una tregua en Nochebuena...esperemos qu ede verdad sea solo disuasorio.
Muy feliz jueves.
Yo también espero que solo sea una muestra de potencia para amilanar a los posibles "enemigos" de Rusia. Pero estos actos de chulería bélica me huelen muy mal, porque algún día podrían pasar de las palabras a los hechos.
EliminarUn abrazo.
Nos creemos el ombligo del mundo y somos los animales más imbéciles. Todos escarmientan, menos nosotros.
ResponderEliminarEl que ha dicho lo de los 50 años parece nuevo. Como yo cuando me compré mi primer ordenador y creí que con su capacidad de 24 megas tenía para toda la vida.
Un abrazo.
La tecnología, como parte de la Ciencia, avanza que es una barbaridad, desde luego. A este misil, sin embargo, no creo que le hayan instalado un chip de obsolescencia porgramada. Durará lo que los militares rusos quieran o hasta que otra potencia saque su propio modelo que deje a este pasado de moda. 50 años también me parecen muchos, desde luego. El que lo dijo, no solo parece nuevo sino que también se le ha ido la pinza.
EliminarUn abrazo.
Estoy convencida que este nuevo juguete (arma nuclear rusa) se abrira la veda para ver como los otros poderes mundiales en cuestiones de armas similares empiezan a rivalizar y si no al tiempo.
ResponderEliminarY lo de la tregua dura lo que dura un suspiro, nada.
Un abrazo.
Seguro que las otras potencias militares ya están trabajando a destajo para sacar su propio modelo intimidatorio, si es que ya no lo llevan haciendo años, pues el espionaje, contraespionaje y recontraespionaje deben llevar mucho tiempo trabajando para ello.
EliminarLa treguas solo son actos simbólicos cara al público. Son muchas veces un descanso para recuperar fuerzas.
Un abrazo.
Está claro que la Navidad es para los niños, los adultos la vivimos unos intentando creer en ella y otros pasando de ella, como los rusos que han lanzado esta noticia (que yo ni me había enterado) u otros que siguen asesinando, o robando, o difamando. La humanidad no tiene cura. Saludos ¡¡¡
ResponderEliminarBendita la inocencia infantil, ajena a esta locura de los adultos que gobiernan el mundo y hacen de la Navidad algo, no solo pasajero, sino trivial e inútil. Si estas fechas no fueran un reclamo para el consumismo, no se celebrarían con tanto revuelo y parafernalia. Es una pena. Por eso daría cualquier cosa por volver a ser un niño inocente.
EliminarUn abrazo.
... y el principio de "acción / reacción" comenzará a plicarse.
ResponderEliminarA toda acción le corresponde una reacción, y esta, efectivamente, no se hará esperar. Lo curioso es que, de momento, no he visto ni oído ninguna. Se estarán preparando a conciencia. De hecho, solo han pasado unos pocos días. Paciencia, que todo llegará.
EliminarUn abrazo.
Buena información para estar al día pues la verdad es que no me había enterado. Como las noticias casi siempre son malas, sin querer, hago oídos sordos y si me entero de algo, siempre es a medias, así que no se que decir, ojalá que se guarden el juguetito en el baúl de los recuerdos y solamente lo empleen como señal de poderío, y que el espíritu del amor inunde las cabezas de las malas intenciones.
ResponderEliminarUn abrazo Josep, y pasa una feliz despedida y comienzo de año.
¡Cuidado hoy con las inocentadas! jajaja.
Cierto, Elda, casi todas las noticias son negativas. A mí también me dan ganas de no conectar la televisión, pero tampoco quiero estar aislado de lo que ocurre en este mundo cruel.
EliminarYo también deseo y espero que esta noticia solo sea una fanfarronada y no pase a mayores. Y que las cabezas nucleares se cambien por cabezas pensantes y sensatas, por el bien de todos.
Si hubiera publicado este entrada hoy, quizá muchos la habrían tomado por una inocentada, pero no lo es, por desgracia.
Un abrazo y que pases una feliz despedida y entrada de año.
Pues sí, llevamos muchos años con este tipo de matones, que no son precisamente del tres al cuarto. Como a Trump se le hinchen las narices y dentro de poco saque otro misil, un hermano mayor de Avangard, estamos bien jodidos, porque este individuo tiene la mano muy ligera y puede desenfundar más rápido que el chulo de Putin.
ResponderEliminarEspero que todo sea eso, un acto de chulería y acabe ahí la cosa.
Un abrazo.
Poco se puede comentar o añadir. Se gasta tanto dinero en armamento mientras tanta gente lo necesitaría para sobrevivir, que resulta obsceno. En Rusia se han producido hechos de canibalismo por pura hambre, pero es preferible malgastar el dinero en armas "disuasorias" y con un descerebrado como Trump al otro lado del estrecho de Bering, puede pasar cualquier cosa. La avant garde cada vez se parece más a la barbarie más bárbara de la Edad Media.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí, es realmente obsceno invertir tantísimo dinero en armas mientras que hay tanta pobreza y hambre en el mundo. Pero es cuestión de prioridades: primero es la defensa, luego la salud y las necesidades básicas del pueblo.
EliminarSiempre me han resultado abobinables esas imágenes de zonas donde el hambre y la muerte campan a sus anchas, mientras que los soldados patrullan las calles perfectamente pertrechados y con el armamento más moderno, probablemente vendido por los rusos o los norteamericanos (y quién sabe si también por los españoles).
Y por si las guerras a ras de suelo no fueran suficiente, los misiles voladores acaban de poner su granito de arena en tanta barbarie.
Un beso.
Pues este nacimiento no augura mucha tranquilidad y si volver al y yo más.
ResponderEliminarComo bien decías eso de desear paz y hacer del mundo un lugar mejor se dice con la boca pequeña, sobre todo porque lo único que priman son los intereses económicos y contra estos poco se puede hacer, da lo mismo que alguien o muchos se mueran de hambre si en algún lugar otros están haciendo mucho dinero. Nada por desgracia cambia, el poder económico siempre manda y no descansa.
Besos
Hola, Conxita. Yo me pregunto si esa gente que dedica su vida y esfuerzos a la proliferación de armas y a la creación de conflictos bélicos también brindan, el día de Navidad o en la Nochevieja, por la paz y por un feliz año nuevo. Porque lo de tomar uvas con las campanadas de fin de año solo es una costumbre española, que si no, desearía que se les atragantaran hasta que dejaran de respirar. Ay, tendré que confesarme por estos malos pensamientos, jeje.
EliminarUn beso.
Es curioso, pero siempre que algún país sale con un arma destructiva dice que es para defenderse, que no es para atacar. Y digo yo, cuando tienes un arma tiendes a usarla, y el concepto de sentirse atacado es tan difuso y tan sujeto a interpretaciones que el peligro está servido.
ResponderEliminarDe momento es invencible, pero en el armamento ocurre lo mismo que con la informática, el último modelo se queda desfasado en cuestión de meses, hasta que sale otra versión "mejorada".
A ver si este Avangard es el Anticristo que anuncia la Biblia...
Un beso.
Cierto, pero en este caso deseo que solo sea una fanfarronada para sacar pecho. Aunque con esos energúmenos nunca se sabe.
EliminarLa carrera armamentística consiste en lo mismo que sonsistió la carrera espacial: a ver quién llega más lejos y se atribuye el éxito de haber sido el primero en alcanzar la meta. Espero que en este caso la meta no sea lanzar ese pepino nuclear sobre un objetivo real. Que los dioses nos libren de esos locos militares adoradores del apocalipsis.
Un beso.
Mi estimado Josep Mª ese mundo donde vivimos, nuestro planeta azul, siempre tendrá la sombra de los locos e hipócritas, los que lo dirigen. Ellos dirigen, en cierto modo, parte de nuestras vidas, son los gobernantes, no solo las grandes, pequeñas y medianas potencias. Esta historia de misiles es el juego de la guerra donde estos dirigentes juegan a ver quién es más fuerte, en el fondo es el juego de niños, al que siempre se ha jugado, solo que con el poder "el arma" es más grande. El negocio de las armas como tantas otras hace avanzar el mundo (eso es lo que pensarán ellos, claro)deberían dedicarse a colonizar otros planetas y a quedarse allí más de uno, y crear su propia guerra de las galaxias, mira esto todavía no es un hecho real ¿o sí? jejeje. Un abrazo, y que conste que es el último de este año, el año que viene ya veremos jajaja.
ResponderEliminarSomos títeres en manos de los poderosos. Los que ostentan el poder son los que, en realidad, deciden sobre nuestras vidas. Podemos ir a las urnas y ejercer el derecho a elegir nuestros gobernantes, pero, al margen de que estos hagan luego lo que les parezca y se olviden de sus promesas, están ellos también sujetos a poderes más elevados, supranacionales. Si arriba de todo se sitúa el veradero poder y este está dirigido por locos e irresponsables, estamos apañados, pues poco o nada podemos hacer, salvo observar y quejarnos.
ResponderEliminarOjalá pudiéramos enviarlos a otro planeta y que allí hicieran sus guerras, jeje.
Un abrazo y feliz entrada de año, Eme.
Estamos en manos de poderosos locos. Espero que la furia no se active nunca, por que perderemos los de siempre, los que no nos gustan las guerras, solo la paz. Un abrazo.
ResponderEliminarOjalá esos locos soberbios y beligerantes nunca lleguen a tener el poder de declarar una guerra nuclear, porque, en realidad, perderíamos todos y supongo que esto a ellos tampoco les interesa. Aunque quién sabe lo que pasa por la cabeza de un loco.
EliminarUn abrazo.
Buenos día, Josep Mª.
ResponderEliminarUna entrada impecable, como siempre. Hacía días que no te visitaba y no era precisamente por estar comprando regalos navideños. Estoy totalmente de acuerdo contigo, solo cambiaría un detalle y es que creo que todos somos, en cierta medida, responsables de los desastres de esta sociedad tan "avanzada" que tenemos. Los que manipulan hacen bien su trabajo, pero ¿qué hacemos los que somos manipulados? La mayoría seguir como borregos...
Un fuerte abrazo y Próspero (con mayúscula) año nuevo.
Por cierto, yo tampoco me había enterado del nacimiento de “Avangard”.
Buenos días, Ana.
EliminarCiertemente, todos somos culpables en la medida en que votamos a quienes luego nos representarán y en que no hacemos mucho para imponernos contra esos poderes que nos arrastran, pero (debo haberme convertido en un escéptico o pesimista) es tanto el poder de las grandes corporaciones que están detrás de esos mandatarios, de las que no son más que unos títeres, que me pregunto hasta qué punto podemos detener esta locura armamentística y otras actividades que están deteriorando nuestro planeta. Tendríamso que convertirnos en unos "chalecos amarillos" antisistema a nivel mundial y aun así me temo que solo lograríamos que nos tacharan de terroristas y nos metieran entre rejas.
Ojalá este 2019 abriera un punto de inflexión y algo o alguien contagiara a nuestros gobernantes y todopoderosos dirigentecon el virus del sentido común.
Un fuerte abrazo.