Desde hace un tiempo,
Barcelona, al igual que, supongo, otras grandes ciudades españolas, se ha
convertido en una caja de bombones para las empresas inmobiliarias y grupos de
inversión extranjeros. Aquellas y estos se dedican a comprar, a un coste
razonable para ellas y ellos, bloques de edificios antiguos en zonas que hasta
hace poco no tenían ningún interés o atractivo, y que, en los últimos años, gracias
a las reformas urbanísticas y a la modernización de algunos barrios, han
acabado siendo un reclamo para gente de alto nivel adquisitivo.
Una vez esas empresas se han
hecho con la propiedad, solo les queda, antes de limpiarle la cara y restaurarla
por fuera y por dentro, ir desalojando a sus inquilinos. A unos, los menos, les
ofrecen una compensación económica para que se muden a otra parte, y a otros, los
más, los que no quieren volar a otro nido, les van echando a la calle a medida
que vencen sus contratos, que, por supuesto, se niegan a renovarles ni siquiera
con un incremento en el precio del alquiler. Simplemente quieren que
desaparezcan del mapa y no entorpezcan sus planes. Molestan y punto.
De este modo, los pisos
desalojados a las buenas o a las malas, los convierten en pisos “con encanto”
en lo que antes era una zona deprimida y ahora se considera privilegiada, por
su cercanía al mar, al puerto olímpico, al nuevo centro de negocios, por su
especial ubicación en zonas revitalizadas del casco antiguo, en barrios
emblemáticos o que, simplemente, se han puesto de moda. Así, la vieja zona del
Poble Nou (Pueblo Nuevo), con sus casas y naves industriales de los años
cincuenta y sesenta, sustituidas por modernos edificios de vivienda y oficinas,
es ahora una zona muy cotizada. Los alrededores de la plaza de Las Glorias, con
su emblemática “torre Agbar”, rebautizada como la ”torre Glòries” (aunque para el pueblo llano sigue y seguirá
siendo el pirulí, el supositorio o un símbolo fálico), la zona de “Diagonal
Mar” y “22@”, con sus modernos y acristalados edificios de estética singular,
van ocupando un espacio cada vez mayor donde antes no había nada “de valor”. Y,
entre tanta modernidad, los renovados edificios “clásicos” de menos de 80 m2
que valen ahora un pastón. En el distrito de Gracia, por ejemplo, ─el más
pequeño pero el segundo en densidad demográfica de la ciudad y uno de los más
interesantes culturalmente hablando─ o en el barrio del Born ─con su glamour
entre bohemio y progre─, han proliferado los pisos remozados, de compra y de
alquiler, a unos precios exorbitados. Por no hablar de los llamados pisos
turísticos, culpables del auge de los precios de los alquileres hasta niveles escandalosos. Y a
pesar de los pesares, la demanda se mantiene o incluso sigue aumentando.
Se le ha lavado la cara a una
parte importante de la ciudad, pero ¿dónde va a ir a vivir toda esa gente que,
hasta hace poco, ocupaba sus modestas y feas viviendas? El éxodo forzado les
llevará a otras zonas tanto o más deprimidas de lo que fueron las suyas, pero más
adecuadas a su modestísima economía. De seguir así se formará una especie de ghetto para los que pertenecen a la
llamada clase obrera, gente humilde que no puede quedar a la vista porque afea
la flor y nata de una ciudad que, según la consultora estadounidense Resonance,
ocupa el octavo lugar en el ranking de las mejores ciudades del mundo.
Habrá que esperar a ver cómo
se desarrollan los acontecimientos, wait
and see, como dicen los que presumen de saber inglés, pero por mucha
oposición ciudadana y del propio Ayuntamiento ante ese expolio de hogares,
mucho me temo que la suerte está echada y no hay vuelta atrás. A menos a corto
plazo. Sería paradójico que lo que no han conseguido los activistas, las
asociaciones de vecinos y la ciudadanía de base en general, lo lograra una
recesión a la que la Ciudad Condal se viera abocada como resultado de la incertidumbre
político-económica que estamos sufriendo actualmente en Cataluña. Menudo
consuelo.
Efectivamente no parece que puede servir de consuelo que la solución al problema fuera otro problema mayor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, amigo, no sé qué sería peor, si el remedio o la enfermedad.
EliminarUn abrazo.
Esa es la modernidad amigo. Las modas arrasan, eso lo sabemos bien. Y los que no somos gente bien estorbamos. Un gran abrazo para ti y los tuyos. Espero pases muy buenas fiestas querido Josep.
ResponderEliminarLos que no siguen la corriente a los que tienen el poder económico hay que dejarlos en la cuneta. Ojalá algún día las cosas cambien, aunque parezca una utopía.
EliminarUn fuerte abrazo y que disfrutes de estas fiestas, Gildardo.
No importan las decisiones políticas, ni los deseos ciudadanos. Lo que manda es la economía y los mercados. Sólo ellospueden solucionar el problema por el camino de que deje de resultarled rentable. La democracia y la política al servicio de la economía. Triste hasta la desesperación.
ResponderEliminarUn beso.
El motor de esta sociedad se llama capitalismo neoliberal. Las masas debemos seguir y acatar sus directrices. Quien no pueda estar a la altura, queda relegado a ciudadano de segunda y tiene que sufrir las consecuencias. El estado del bienestar no es para todos. Como bien dices, es triste y desesperante.
EliminarUn beso, Rosa.
Qué triste, pero es así.
ResponderEliminarUn abrazo y muy felices fiestas, que todo salga genial para ti y los tuyos.
La especulación en contra de los más débiles siempre es triste. Esperemos que el panorama mejore.
EliminarUN abrazo y que también pases unas muy felices fiestas.
Es evidente que solo importa la economía y también que no hemos aprendido nada de nada con la salvaje crisis que hemos pasado, se recupera un poco la economía y ya vuelve la especulación. Es muy descorazonador lo que se hace con tanta especulación, ese acoso inmobiliario y el boom de los pisos turísticos que proliferan por todas partes, legales e ilegales que acaban echando a los vecinos de toda la vida que no pueden competir con los precios que se piden y con las molestias que estos pisos producen a los vecinos.
ResponderEliminarDesesperante porque al final todo se convierte en un parque temático para los turistas y para los ciudadanos solo hay molestias.
Te deseo unas muy felices fiestas Josep Ma, por cierto me he regalado tu libro de relatos, a ver si estos días tengo algo de tiempo para leer.
Besos
El capitalismo salvaje se lleva por delante todo lo que puede, sin miramientos. Todo por la pasta y nada ni nadie puede impedirlo. Disfrazándose de una gran oportunidad de crear riqueza, lo que hace, en realidad, es aumentar las bolsas de pobreza.
Eliminar¡Has sido tú!, jajaja. Vi una nueva venta el 22 de diciembre. Ee como si me hubiera tocado la lotería, jeje. Muchas gracias y que lo disfrutes o, por lo menos, que te entretenga entre turrón y turrón. Y si algo te empacha, que sean estos y no mi libro.
Besos y que que pases unas muy felices fiestas, Conxita.
Josep Mª, feliz Navidad. Que el Año Nuevo sea emocionante e inspirador.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola, Fanny!
EliminarYo también te deseo que pases una feliz Navidad y que el 2018 no sea tan conflictivo como este, jeje
Un abrazo.
Coincido contigo, a veces me pregunto dónde están las personas que antes vivían en algunas zonas de la ciudad. La parte de Diagonal Mar ahora está destinada a la élite. No he mirado lo que vale un piso allí, pero vamos, prohibitivo debe de ser. Lo que pasa es que alrededor sigue siendo La mina. Además no sé que pasa con Diagonal mar pero está hecho un desastre, en obras y han cerrado tiendas. Creo que se aproxima otra lavada de cara jajajaj
ResponderEliminarLo que pasa es que han cambiado un espacio muy pequeñito para convertirlo en algo "muy guay" o como lo quieras llamar. Yo tampoco sé dónde está la gente que vivía allí antes.
Yo ahora vivo en el Clot, desde hace medio año, antes y siempre he vivido en Badalona. Ahora tengo Glorias muy cerca de casa y creo que lo han dejado bastante bien. A pueblo nuevo hace bastante que no voy, pero en mi juventud (jajajaja me siento vieja ya)era de las que iba a Razzmatazz y a la Ovella negra, y sí, eran todo naves. Tengo la sensación de que Gracia está destinado a los estudiantes o de que es un barrio sumamente juvenil. Antes eran familias que llevaban allí toda la vida.
Un besito, muy buena reflexión y entrada.
La ropa sucia se esconde, María. Todavía quedan zonas marginales, o abandonas de la mano de Dios, y allí debe ser donde se refugian los que son expulsados de su antiguo hogar. Las bolsas de pobreza irán aumentando en paralelo a esas zonas "guay", unas en las antípodas de las otras. De este modo el turista solo ve lo bonito (y caro).
EliminarYo nací en un extremo del Poble Sec, en la zona del Paral·lel que después pasó a formar parte del distrito de Sants-Montjuic, muy cerca de la plaza de España. Un barrio de la clase media y media-baja, a la que, poco a poco, le han ido lavando la cara. De momento se conserva bastante bien, pero algún día alguien decidirá darle un "toque" y sacarle más provecho económico para la especulación.
Un beso.
Compartimos opinión al 99% por ciento, Josep Mª. El tema de las viviendas me parece escandaloso, y con perdón, de más relevancia que otras aspiraciones política actuales. La especulación es un cáncer para las ciudades, junto al turismo mal llevado. Y está claro que en Barcelona, al menos, las cosas se han hecho regular tirando a desastre. Es increíble el precio que he llegado a ver por pisos zulo de 50 metros cuadrados, viejos y hasta roñosos, incluso por estudios. Vamos, que a pesar de que me apetece salir de mi ciudad y Bcn es una candidata ideal por proximidad, de momento creo que va a ser que NO. Un fuertísimo abrazo y felices fiestas! ; )
ResponderEliminarEl derecho a una vivienda digna es un derecho fundamental, al igual que al trabajo, y ya ves cómo está el tema del paro. Frente a esos monstruos de la especulación, el propio ayuntamiento poco puede hacer. Se intenta frenar la expansión de pisos turísticos, por ejemplo, pero resulta muy difícil controlar tanto descontrol. Resulta increíble, pero aun viendo esos precios desorbitados, sigue en alza la demanda, y se venden. Muchas veces, antes de siquiera construir los cimientos, los pisos ya están vendidos sobre plano. Los precios suben y la gente sigue comprando y, por lo tanto, van subiendo cada vez más. La brecha entre pudientes y pobres es cada vez mayor. Un desastre que no sé adónde nos llevará.
EliminarUn fuerte abrazo también para ti, Ramón, y felices fiestas.
Hola Jose Mª hace unos días vi una película que te recomiendo ver "Doña Clara" del 2016, también aparece como "Aquarius" el nombre del edificio de donde la quieren echar. Doña Clara es un ejemplo de resistencia urbana: ella es la última inquilina, la única que rechaza el dinero de la constructora (el nuevo rostro capitalista con sus nuevos métodos de seducción) que quiere levantar allí un moderno bloque de apartamentos turísticos. Ya ves tal como lo cuentas aparece en otros muchos lugares, la especulación donde antes eran barrios marginales, viejas casas que nadie quería y que nadie del lugar quiere, pero si los que vienen de fuera. Gracias por traerlo a contar. Un abrazo a puertas de la navidad, ya aprovecho para desearte lo mejor, de lo mejor. Agradecer los buenos ratos que hemos compartido con ese viaje a Ainsa a dos manos y que ha animado a otros compañeros a participar, por tu buen hacer como compañero de letras con tus relatos y tus reflexiones sociales, gracias también por ese valor impreso en tus comentarios, valiosos y muy tenidos en cuenta para esta "escribidora de las letras" que a veces se le revela La Zurda, y mira lo que pasa. Gracias por estar. Un abrazo
ResponderEliminarLa especulación tiene los brazos muy largos y llega a todas partes donde haya una oportunidad de oro para hacer dinero. Esta película que citas no la he visto, pero es este un tema que ha ocupado más de una historia llevada al cine. Incluso en el cine de animación. La película "Up" es un ejemplo de ello.: Un anciano viudo que vive solo en la última casa de un enorme solar donde quieren construir viviendas modernas, se resiste, contra viento y marea, a abandonar el hogar donde fue tan feliz con su esposa. Y ahí empieza la aventura, en este caso, muy fantasiosa, con la compañía de un pequeño boy scout que quiere hacer su buena acción del día.
EliminarAgradezco profundamente tu hermosas palabras. Este "portal" es una fuente, no solo de inspiración, sino de expansión, donde hacemos amistades (aunque sean virtuales) con las que compartimos reflexiones e inspiraciones. Con tus fotos, viajes y relatos, lo he pasado francamente bien y espero poder seguir disfrutando de esos gratos momentos de lectura por mucho tiempo.
De momento, a disfrutar de estos días de reuniones familiares, con más o menos encanto (según cada cual, jeje) y que el próximo año amanezca con unos ánimos mucho más templados por estos lares.
Un fuerte abrazo, Eme.
Desgraciadamente, lo que cuentas es "real como la vida misma"; aunque uno prefiriese que fuese algo más propio de la ficción que de la realidad. En fin, en dos mil y pico años no hemos aprendido nada. Y suma y sigue. : /
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Josep. Os deseo, a ti y a tus lectores y visitantes al blog unas felices fiestas.
Quizá, amigo Pedro, en este caso también pueda decirse aquello de que la realidad supera a la ficción. El hombre, por naturaleza, está condenado a repetir sus errores. El hombre busca el poder y, cuando lo ha conseguido, no lo suelta y hace uso y abuso de él. Don dinero es el Rey del Universo. Si uno se opone a esta especulación irracional es tachado de anti-sistema, anti-capitalista, como si esto fuese el peor de los insultos. Es el estás conmigo o contra mí. Yo soy anti-monárquico y no soy comunista, jeje
EliminarMuchas gracias, amigo, por tu presencia y también te deseo lo mejor.
Un abrazo.
Unos aprovechan el poder para especular con la construcción y me da a mí que va por desgracia en aumento, y creo que no hay quien lo pare, una pena, en fin así son las cosas por desgracia.
ResponderEliminarEspero y deseo que hayas pasado unos buenos días festivos junto a la familia y aprovecho para desearte una buena entrada y salida de año y que este que comienza te traiga buenos momentos que siempre puedas recordar con mucho cariño. Un abrazo.
Parecía que, después de que explotara la burbuja inmobiliaria y con la crisis, esto se acabaría, pero no, los especuladores han vuelto a la carga. Además, la crisis, a quien más ha afectado es a los de la clase media y baja. Los ricos incluso de han hecho más ricos. En fin, no sé cómo va a acabar todo esto pero no deberíamos desanimarnos del todo.
EliminarYo también espero que hayas pasado unos días felices y que el cambio de año os sea favorable.
Un abrazo.
Tengo familiares en Barcelona que ya me habían comentado esta nueva situación. Es terrible que a veces el "progreso" y el crecimiento económico traiga consigo desventajas tan injustas para quienes forman parte del sistema, que, cómo no, casi siempre son los que menos recursos y posibilidades tienen. ¿Y ahora cómo luchar contra los intereses y el poder de Don Dinero?
ResponderEliminarPasa unas buenas fiestas, Josep.
Un fuerte abrazo.
El "progreso" no siempre trae consigo un mayor bienestar, especialmente para los que, como bien dices, no forman parte, no son seguidores ni afines al "establishment", los amantes de ese Don Dinero que todo (o casi todo) lo puede.
EliminarUn abrazo y que pases unas felices fiestas.
El poder del capitalismo está detrás del negocio. Aquí en Donosti pasa lo mismo, lugares como la parte vieja está creciendo los pisos turísticos y carísimos. Al final los que pierden con los que no tienen recursos.¡Felices Fiestas, Josep! Un abrazo
ResponderEliminarSin dinero no hay poder ni negocio, querida amiga, y quien no esté por la labor queda fuera de la sociedad del bienestar. Por desgracia, aquí también puede decirse aquello de que en todas partes cuecen habas.
EliminarQue acabes de pasar unas felices fiestas, Mamen.
Un abrazo.
Sabes una cosa Josep Mª?,... creo que hace unos cuatro años que no voy a Barcelona, y si puedo la evitaré a pesar de ser una ciudad bellísima y magnífica,... la culpa para mi: el turismo descontrolado (y fíjate quién te lo dice).
ResponderEliminarUn abrazo!
Realmente es una pena que el turismo sea una fuente de problemas cuando es, a la vez, una fuente de divisas y de popularidad internacional. Hay metrópolis que reciben tanto o más turismo y no se produce este agobio. Si cortamos el turismo, cortamos el suministro económico a hoteles, restauradores y comerciantes. Yo no me imagino poniendo cortapisas al turismo en Roma, París o Londres. Será que la densidad demográfica de Barcelona es tan alta que los millones de turistas que nos visitan al año la hacen más evidente e insoportable. Difícil solución. En todo caso, dile a Norte que venga en temporada baja, jeje.
EliminarUn abrazo.
Y mientras algunos hacen negocio otros miran a otro lado... con voluntad política se regularía este tema para evitar estas prácticas, pero como siempre, manda don dinero... qué realidad te triste, yo también espero que esto se frene, no puede ser... abrazo amigo, muy buen post!
ResponderEliminarTodo en aras de un supuesto desarrollo económico que solo favorece a unos cuantos. La balanza siempre se decanta hacia el poder económico y político. Y en muchos casos, los políticos que sí intentan frenar esos desmanes son tachados de anti-sistema, anti-capitalistas y anti-todo. Si no están en el ajo, no tienen nada que hacer. Una pena y una vergüenza.
EliminarUn abrazo, Maite.