¿Dónde acaba la libertad de expresión y empieza la protección del honor y de la imagen? Un insulto al Rey puede ser delito pero un ultraje verbal a los ciudadanos de una determinada comunidad autónoma, a las mujeres, a los inmigrantes o a un colectivo suele ser considerado producto de la libertad de expresión. Hay ejemplos cuya línea divisoria entre ambos supuestos es confusa pero hay casos tan vergonzantes que merecen el mayor de los desprecios, no solo hacia el autor de las injurias o calumnias sino también hacia la justicia que, al parecer, no siempre es ciega.
Ciertas expresiones u opiniones se consideran apología del terrorismo. Otras, que son vejatorias o bien fomentan el odio social o intercultural son, muchas veces, calificadas como simple opinión personal y, por lo tanto, están amparadas bajo la libertad de expresión. En otras ocasiones, finalmente, se finge perseguir al autor pero el tema queda en el olvido y acaba archivándose.
Podría poner muchos ejemplos de lo anteriormente dicho, pero en este caso actuaré a la inversa del famoso adagio que indica que se puede decir el pecado pero no el pecador.
Así pues, acogiéndome a la libertad de expresión (y a hechos contrastables), voy a poner como ejemplo de insultadores públicos, calumniadores y autores de comentarios vejatorios, a cuatro –solo cuatro- personajes que son un nefasto ejemplo de cómo la trillada libertad de expresión se convierte en algo deleznable para cualquier ciudadano respetuoso con el prójimo, sean cuales sean sus ideas políticas, religiosas, su origen, su raza o su orientación sexual. La imagen de sus caretos figura en la cabecera de este post, pero por si alguien no los reconoce, he aquí sus señas de identidad.
De izquierda a derecha y de arriba abajo:
Pepe López
Conocido por algunos como el telepredicador de la ultraderecha española. Propietario del canal tinerfeño Mi Norte TV y cara visible del programa “El Chanchullo”.
Sus intervenciones más “logradas” son las que expresan sus opiniones contra todo representante político que no sea de su agrado (todos a la izquierda de la ultraderecha), y que consisten en vilipendiarlo/a con insultos generalmente dirigidos a su físico, con términos indignos y más propios de un barriobajero malhablado. Guarro y asqueroso son solo los calificativos más suaves que salen de su –esa sí que es asquerosa- boca y que me atrevo a reproducir aquí.
Creo que quien, para atacar políticamente (en el buen sentido de la palabra) a un oponente, basa sus críticas en burlas e insultos denigrantes, es que no tiene otros argumentos y eso debería bastar para desacreditarlo públicamente. Por desgracia, sin embargo, estos individuos siguen teniendo sus seguidores.
Armando Robles
Empresario malagueño que desempeñó la función de jefe de prensa del polémico Jesús Gil, y presentador del programa “La ratonera”, de Alerta Digital, con clarísimos tintes xenófobos y ultraderechistas.
Un reciente comentario, que le valió una multa de 60.000 euros, fue: “¿Dónde meteremos a esos 70.000 cerdos vascos y catalanes que van a acudir a la final de la Copa del Rey….Yo les echaría al mar pero no sé si van a caber todos”. No solo no se retractó de lo dicho sino que se envalentonó subiendo todavía más el tono de su airado ataque en defensa de sus palabras, haciendo un alegato sobre la libertad de expresión y contra la persecución a la que, según él, le han sometido.
Jesús Calvo
Sacerdote falangista, párroco de El Burgo Ranero (León), férreo defensor de la pena de muerte, que colabora habitualmente con Armando Robles en el anteriormente mencionado programa y con quien contacta habitualmente por vía telefónica.
Una de las perlas que salió de su beatífica boca fue que la reciente muerte por cáncer de páncreas del político socialista Pedro Zerolo era un castigo divino por su homosexualidad, añadiendo que no cambiaría la vida de un perro por la de Zerolo. Para este cura, el Papa es un hereje y el Rey un traidor.
A todo esto, el obispado, si bien le ha amonestado en alguna que otra ocasión, dice respetar su libertad de opinión.
Emilio Rodríguez Menéndez
Polémico y controvertido abogado, antiguo fugitivo de la justicia española y colaborador puntual del mismo programa de Alerta Digital.
Su trayectoria profesional y vida pública es sobradamente conocida, pero es su actitud y comportamiento lo que lo hace un ser asocial y un energúmeno sin ningún reparo a la hora de insultar públicamente a quienquiera que le haya criticado.
Palabras y gestos soeces son su forma de arremeter contra sus enemigos, que no son pocos.
Es curioso y lamentable que, quienes más persiguieron la libertad de expresión sean los que ahora se valen de ella para escudarse, con total impunidad, en lo que considero en realidad una libertad de insulto.
Excel·lent i valent article.Jutges i govern espanyol participen de tot això. A Felipe González, amb l'entrevista que té a la pel·lícula "La pelota vasca", mai no se l'acusarà d'apologia del terrorisme per lloar els Gal. A Eric Bertran, un noi de catorze anys,amb amenaces inconsistents, sí. Imagina només què hauria passat si la frase:“¿Dónde meteremos a esos 70.000 cerdos vascos y catalanes que van a acudir a la final de la Copa del Rey….Yo les echaría al mar pero no sé si van a caber todos”, en lloc de dir vascos y catalanes hagués dit "españoles" o "castellanos" o "andaluces". Una frase amb qualsevol d'aquests qualificatius, en un o altre sentit, és impresentable, però ja sabem què és el que ha passat amb la frase que s'ha dit: absolutament res i donant ales per a més. Aquesta és la "llibertat d'expressió" que el feixisme fa seva i se'n vanta, mentre molta gent mira a un altre costat.
ResponderEliminarI els autors dels tuits menyspreant els morts d'origen català en el vol de German Wings què? El senyor ministre de l'interior va dir que es castigarien. Has sentit quelcom al respecte? Res.
EliminarPot semblar un tòpic pèrò la balança de la justícia sempre es decanta cap a qui ostenta el poder.
Moltes gràcies, Joan, per deixar el teu comentari.
Madre mía!!!!! No he visto esos programas y solo conozco al último de esos personajes pero desde luego...lo de la enfermedad de Zerolo me deja sin palabras, pero que tenga cuidado porque a lo mejor un castigo divino hace que también el la padezca por homófobo y mala persona.
ResponderEliminarDesde luego hemos perdido todo el respeto, es vergonzoso porque la gente ha confundido la libertad de expresión con libertad para insultar.
Un artículo muy interesante, y triste porque me pregunto que país estamos dejando a nuestros hijos.
Un abrazo y feliz martes.
Yo veo un programa de televisión diario que tiene un espacio dedicado a otras cadenas televisivas de España y, muy a menudo, muestra la intervención de esos especímenes que solo saben vociferar exabruptos contra los que consideran que no están de su parte.
EliminarEs una pena que, una vez, conseguida una democracia -lo que muchos políticos llaman un estado de derecho cuando les interesa-, todavía existan este tipo de opiniones. Como digo en el post, se aprovechan de la libertad -que ellos no quieren para los demás- para engendrar odio.
Muchas gracias, Marigem, por acercarte a este rincón para la reflexión y dejar tu comentario.
Un abrazo.
Es de vergüenza que, amparándose en la libertad de expresión, algunas de estos "seres" se dediquen a insultar y vilipendiar a otros, qué triste. Lo que cuentas del sacerdote es lo que más me ha impactado, no entiendo esa falta de humanidad, respeto y, si me apuras, decencia.
ResponderEliminarUn artículo estupendo, Josep. Coincido con Gema en que me parece muy triste el mundo que van a heredar nuestros sucesores.
Un beso enorme
Si, Chari, es una vergüenza que haya quienes se comporten de ese modo y, sobre todo, que nadie con potestad para hacerlo, se lo impida. Si no se autoriza un partido político porque se considera que su ideología es contraria a derecho, no entiendo como se permite a una cadena de televisión, por muy privada que sea, a apoyar y difundir estos mensajes y conductas antisociales.
EliminarMientras haya audiencia que las sustente, seguirán adelante irremediablemente. Es una verdadera pena.
Un beso.
Es verdaderamente vergonzoso que haya gente, por no calificarla de otra manera, yo soy mas educada que ellos, que se amparan en la libertad de expresión para descalificar y insultar al prójimo, sinceramente me parece que se a llegado un punto donde todo vale, y no debería ser así pero en fin.
ResponderEliminarDe los personajes que has mencionado en tu muy buen post, solo conozco a Rodriguez Menéndez, al cual en cuanto lo he visto ne la pantalla del televisor he cambiado inmediatamente de canal, de modo que ya para que veas, y lo del cura me ha dejado absolutamente perpleja, desde luego no entiendo como sigue ejerciendo en la iglesia, en fin así es el mundo. un abrazo y esperemos que un día se ponga limite a esta mal llamada libertad de expresión, por no extenderme te contaría la polémica que hay en Alicante con una concejal que suelta cada perla, que alucinarias. buena Semana Santa. TERE.
Ciertamente es descorazonador ver cómo se ha deformado el concepto de libertad de expresión hasta tal punto de que hay programas de televisión en los que el insulto, incluso entre los propios contertulianos, es lo que prima por encima de cualquier otra consideración. Y lo peor de todo es que, como decía más arriba, estos programas tienen una gran audiencia.
EliminarGracias, Tere, por expresar tu opinión dejando este comentario.
Que pases tú también una feliz Semana Santa.