Recientemente ha sido un
famoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein, pero hace algún tiempo fue el
no menos famoso actor y showman de
televisión, Bill Cosby, los que han saltado a la palestra por su conducta “inadecuada”,
habiendo sido acusados de acoso, abusos sexuales e incluso de violación a
actrices, jóvenes aspirantes a estrellas del cine y de la televisión
norteamericana.
Nunca había oído hablar de ese
productor cinematográfico, pero conozco muy bien al actor de color, quien, en
un famoso show televisivo que llevaba su mismo nombre, representaba a un
ejemplar y encantador padre de familia.
Ambos casos me han producido asombro,
pero en el caso de Mr. Cosby consternación, al igual que cuando un pederasta resulta
ser un monitor que tenía bajo su responsabilidad a niños a los que debía cuidar
y proteger. Simplemente, el actor representaba un papel muy alejado a la cruda
realidad. Pero mi asombro ─ingenuo de mí─ no solo se debe a que hechos de esta
índole sigan ocurriendo en un país, como los Estados Unidos de América, donde parece
que las mujeres tengan más poder y sean más respetadas que en otras latitudes,
sino por el hecho de que esa conducta delictiva fuera conocida o sospechada por
personas del ambiente artístico e incluso por compañeros de trabajo. Algunos
han indicado que era un secreto a voces. Si era así, ¿por qué nadie alzó la voz
para acusar al abusador y evitar que reincidiera?
En el caso de Weinstein, el
escándalo ha salido a la luz por boca de Zelda Perkins, una antigua asistente a
quien el productor había pagado una generosa suma de dinero para que mantuviera
la boca cerrada sobre el acoso al que fue sometida en más de una ocasión,
acuerdo al que ella, por lo visto, accedió. Otras actrices, hoy famosas, entre ellas
Lupita Nyong’o (que saltó a la fama con la película “12 años de esclavitud”),
Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie, han admitido haber sido también objeto de
acoso y/o proposiciones deshonestas. Otras han declarado que también aceptaron
un acuerdo de confidencialidad por parte del acosador Weinstein, para que no
revelaran públicamente su improcedente actitud, acuerdo al que accedieron por
consejo de un bufete de abogados.
Ahora son muchas las voces, en
el entorno de Hollywood, que critican y abominan de la conducta del famoso
productor. Matt Damon y Quentin Tarantino incluso han admitido que sabían que
era un acosador. ¿Cuántos más lo sabían y callaron? ¿Cuántas actrices famosas
se sumarán ahora a la lista de acusadoras, pero callaron en su momento?
¿Cuántos otros acosadores sexuales saldrán a la luz? La actriz Emma Thompson
afirma que eso es solo la punta del iceberg. ¿Cómo es posible que hoy en día
ocurran estas cosas y se sigan ocultando? ¿Por temor a represalias? ¿Por
interés?
Lo que seguramente nunca
sabremos es cuántas actrices principiantes accedieron en su momento y siguen
accediendo a este tipo de proposiciones a cambio de un papel en una obra de
teatro o en una película.
Y yo me pregunto: ¿Qué
estaríamos dispuestos a hacer para llegar a ser famosos?
Es cierto, es muy triste. Pero el mundo aunque ha avanzado sigue siendo injusto. Un abrazo
ResponderEliminarEfectivamente, Esperanza, el mundo ha avanzado pero no en temas de ética y moralidad. En eso seguimos muy atrasados.
EliminarUn abrazo.
Evidentemente no es lo mismo si la víctima es una persona indefensa, como un niño, que si es una persona adulta que saca provecho de la situación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un niño no puede defenderse y resulta una presa fácil; un adulto, a menos que sea agredido físicamente, puede aceptar o rechazar las propuestas inmorales que le hacen. Aceptarlas o no es su responsabilidad, pero el cuerpo, la mente o el ego es débil ante ciertas promesas y chantajes.
EliminarUn abrazo.
¡¡¡¡Hola!!!! A mí lo de Bill Cosby me dejó en shock, con lo que me gustaba a mí la serie y la idea que tenía yo de ese señor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Marigem. La imagen de alguien aparentemente tan buena persona se hace añicos cuando te enteras de su conducta vergonzosa y delictiva. Cuando supe lo que había hecho Jordi Pujol yo también quedé temporalmente en shock, jeje. Pero todo el mundo, famoso o no, poderoso o no, tiene que pagar por sus fechorías.
EliminarUn abrazo.
Toda la razón, pero parece que de un político no nos sorprende tanto porque es dinero, y el dinero es muy tentador, ojo que no lo justifico pero es como algo más común, pero un actor que era gracioso, que fomentaba la familia...un shock. No sé si me he explicado es que escrito suena de una manera y dicho de otra y no quiero normalizar el robo o la corrupción.
EliminarUn abrazo.
Weinstein fue el cerdo jefe y los demás actuaron de acólitos, encubriéndolo. Y, efectivamente, en estos casos siempre está la plata de por medio. El dinero compra voluntades.
ResponderEliminarSaludos,
Decía Estela Reynolds, personaje de "La que se avecina", que el "chou bisness" era como una gran caca pintada de purpurina: de lejos te deslumbra, pero de cerca apesta y te dan ganas de vomitar. Pues así tal cual es el sucio inframundo hollywoodiense.
ResponderEliminarMe enferma que estos cerdos machistas se aprovechen de su poder para abusar sexualmente y humillar a mujeres que tienen que venderse para conseguir el éxito. Otra prueba más de que la mujer solo es un trozo de carne en esos ambientes de poder y aparente glamour. Asimismo, me hierve la sangre esa falta de moral por parte de los que callaban a sabiendas de lo que ocurría, pero, sobre todo, me da mucha rabia que se ponga un precio a la dignidad. Es precisamente esa avaricia la que hace que este mundo esté tan podrido.
Un abrazo.
En este mundillo, y en otros en los que el poder mueve mucho dinero y voluntades, existe un verdadero tráfico de influencias y de personas. El chantaje material y moral está en el orden del día. O estás conmigo o contra mí. Y esos abusadores saben que su poder e influencia obligará a sus víctimas a doblegarse a su voluntad, y a sus colegas de oficio a cerrar la boca si quieren seguir donde están. Son unos perfectos mafiosos y nadie, al parecer, se atreve con ellos. Solo cuando un acto de valentía saca a la luz su comportamiento, otros se apuntan. Aquí la unión hace la fuerza. Quien no se atrevió a denunciarlo en solitario, sí lo hace cuando el grupo crece. Esperemos que esto sirva de ejemplo en futuras situaciones similares.
EliminarUn abrazo.
Esos secretos a voces suelen ser bastante más habituales de lo que creemos. Por interés, por temor, o por un mal sentido de la lealtad se opta por callar y mirar para otro lado.
ResponderEliminarLa podredumbre y la basura están en todas partes y en todos los sectores. Ahora, y al rebufo del productor de Hollywood, también se habla de un fotógrafo famoso, este directamente estaba desnudo cuando fotografiaba a algunas modelos. Y parece que lo sabía "todo el mundo". Pues nada, a aguantar.
No sé hasta qué punto salir en una película y saltar al estrellato compensa el abuso o la violación. Supongo que cada cual tiene su precio y ha de estar dispuesto a asumir las consecuencias.
Un abrazo.
Resulta fácil decirlo desde la distancia, pero quienes callan son tan culpables como quienes abusan, a menos que estén sometidos a una gran presión o chantaje. Que alguien calle por temor, puede tener una cierta explicación, pero que se calle para quedar bien con el delincuente, para no incomodar al "sistema", me parece un acto ruin. Que ahora algunos afirmen haberlo sabido, no les exime de su corresponsabilidad.
EliminarY, efectivamente, hay quien pone precio a la fama, tanto por parte del que ostenta el poder como por la de quien quiere ser famoso.
Un abrazo.
Hola Josep, el relato que hacía Lupita Nyong'o en la mansión del tipo este era realmente entre sobrecogedor y de estupidez máxima por parte del acosador. El mundo del cine y de la moda por desgracia siempre ha estado salpicado de estos comportamientos abusivos por ciertos productores y directores y creo que es un buen momento, para con denuncias de este tipo, parar esta forma de destruir el talento y las buenas intenciones de las actrices o modelos que tienen su ilusión por triunfar en el mundo del espectáculo. Curiosamente y aún más ocultado, también se han dado casos de abusos hacia hombres actores o modelos, sin ir más lejos el actor español José Coronado, declaraba en recientes fechas y a colación de este asunto, un sórdido episodio en el que fue drogado para intentar ser víctima de un abuso sexual, por suerte pudo escapar ileso. Otro grupo de actrices españolas, entre las que se encuentra Aitana Sánchez Gijón se empiezan a
ResponderEliminarsumar al carro de denuncias. Tu pregunta final, también merece reflexión, hay gente dispuesta a venderse y tampoco se puede ocultar.
Un abrazo.
Está claro que estos no son unos casos aislados, más bien lo contrario. En el mundo de la belleza, en los famosos certámenes de Miss lo-que-sea, ya se hablaba de que muchas jóvenes pretendientes a la corona debían pasar por el aro, por el filtro de algún individuo influyente. Aquí nos encontramos con la disyuntiva de quién es peor, el que pide "favores" a cambio de la fama o quien acepta otorgarlos a cambio de conseguirla. Es una disquisición de índole moral y que cada uno piense lo que quiera. Si no hay oferta no hay demanda. Pero, claro, muchas veces el temor a las represalias hace que se dobleguen a las "exigencias del guión". Y aquí podríamos entrar y divagar en otras muchas cuestiones, como el hecho de que rechazar hacer una escena con una alta carga y realismo sexual puede condenar al actor o actriz al ostracismo.
EliminarDesconocía los casos de abusos a hombres, pero ya me imaginaba que también habrían.
Un abrazo.
No sabia yo lo de Bill Crosby, penoso.
ResponderEliminarEs terrible que sigan habiendo tantos casos y lo peor es que no es necesario irse tan lejos para saber que siguen funcionando este tipo de conductas. Cierto que hay el que ofrece y el que compra pero a veces y en según que trabajos no es tan fácil porque también funciona y mucho el "ocultismo" y aquel que rechaza acaba ninguneado y sin ninguna posibilidad porque son gentuza con poder, ya se ha visto en este caso la de tiempo que este tipejo Weinstein ha estado haciendo y muchos tapando.
Un abrazo
Es realmente reprobable que alguien se valga de su poder para chantajear a quien necesita un trabajo o bien conservarlo. En el ambiente laboral se dan casos de este tipo y también se ocultan por temor a las represalias y al despido. Hay que ser valiente para atreverse a denunciarlo cueste lo que cueste. Entiendo que si el/ la agredido/a calla, los compañeros que están al corriente también lo hagan, pero si el afectado lo denuncia es cuando los conocedores del delito se hallan ante la disyuntiva moral de hablar o callar.
EliminarUn abrazo, Conxita.
Uy, un tema espinoso Josep Mª y más ahora, cuando debo comentar como mujer a esta presentación tuya. No se bien como empezar. Siempre ha existido este abuso "de poder sexual" en todos los ámbitos, no solo laborales, familiares, escolares, eclesiásticos. El hombre tiene ese poder "coger -termino que en latinoamérica significa fornicar- la sartén -mala, horrorosa comparación para una mujer- por el mango -susodicho pene-" Muchas mujeres han claudicado por ese sueño, por la pasión de un oficio, por ser reconocida o si eres niña, por desconocimiento. Pero esto que nos cuentas es algo que nos llama la atención porque es el cine ¿qué extraño? ¿porqué? el cine es imagen es una proyección artística de tu talento en una pantalla, con más razón, si te dicen si no lo haces nunca vas a ser reconocida, es así de fuerte. Lo mismo en política, cuántas, cuántas mujeres ante "El poder del mango" así de simple y así de abominable. Gracias por tu aporte compañero.
ResponderEliminarP.D. seguimos muy preocupados por todo esto que está afectando a Cataluña, tu tierra, como os está afectando, como puede seguir afectando a vosotros y a nosotros. En un mundo globalizado todos dependemos de todos, cualquier hilo que se quiere cortar, rompe el equilibrio. Un abrazo muy fuerte Josep Mª
Mientras sigamos viviendo en una sociedad básicamente machista, el hombre ejercerá su dominio en muchos ámbitos, especialmente en aquellos en que son mayoría los hombres que ostentan el poder y en cuyas manos está la potestad de hacer triunfar o, por el contrario, hacer fracasas a una pretendiente a actriz o a ejecutiva. Y esta situación ha perdurado en el tiempo y se sigue dando porque hay quien no se ha atrevido a oponerse por temor a ese fracaso o por no sentirse apoyada por quienes deberían denunciar esos abusos.
EliminarEn fin, es un tema más complejo de los que parece, pues encontraríamos actitudes muy diversas ante este tipo de abuso. Ahora mismo estamos viendo como cada día se suman más voces que dicen haber sido objeto de proposiciones o abusos deshonestos que, en su día, aceptaron y callaron.
Un abrazo, Eme.
P.D.´Muchos somos los que estamos viviendo una verdadera pesadilla, de la que esperamos despertar. Nunca habría imaginado que hubiéramos llegado tan lejos. Solo espero que haya un punto de retorno y, sobre todo, que no haya violencia en las calles. Muy agradecido por tu sincero interés y preocupación.
Josep Mª enhorabuena por traer este espinoso tema a tu Cuaderno de Bitácora, un tema que desde luego pienso como Enma T. que seguramente es el pico del iceberg porque solamente en la época en que vivimos se ha podido destapar un tema así. En la historia de la humanidad el acoso sexual sobre las mujeres debe de haber sido un tema recurrente. En cualquier conflicto bélico o en cualquier momento de tensión las mujeres son utilizadas como un producto más, es un mundo salvaje que ejerce la violencia en cualquier tipo de cultura. Me imagino que en una cultura rica y sofisticada como la del cine de Hollywood las prácticas serán más sofisticadas pero el ejercicio de "poder" abusando del más débil sigue en el perfil del acosador y depredador sexual. Muy triste pero muy importante denunciarlo y darle visibilidad al problema.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte Josep Mª y gracias por traer a tu blog un problema tan importante y polémico.
Efectivamente, Xus, en países subdesarrollados culturalmente y en situaciones bélicas extremas, se producen continuos abusos y aberraciones contra las mujeres, tratadas como trofeos y el sujeto de la venganza del invasor. Esto viene dándose desde tiempos inmemoriales, en los que el hombre (el macho) era un depredador y ejercía su poder contra el vencedor raptando y abusando de las mujeres.
EliminarHoy en día, en pleno siglo XXI, parece mentira que todavía se den casos, por sofisticados y velados, en los que quien manda en un determinado sector se quiera cobrar una presa a cambio de promesas. Y lo peor es que quien es conocedor de esas prácticas miren para otro lado y hayan casos en que la persona chantajeada acepte someterse al chantajear. Hay que acabar de una vez por todas con esos abusos, y la única forma es denunciarlos públicamente y hacerlos pagar caro.
Un abrazo.
Lo más escandaloso de estos casos, y otros tantos que aún no conocemos, es el silencio cómplice de quienes sabían y callaban. Imagino que la presión en un mundillo como el de Hollywood es mucha, que las actrices aspirantes se cuentan a cientos y que algunas, antes de llegar arriba, asumen el abuso como un mal trago necesario, ¿pero qué hay de quienes no tenían nada que perder por ser ya actores y actrices consagrados y que callaron? Da escalofríos tener que reflexionar sobre un tema como éste en pleno siglo XXI.
ResponderEliminarUn estupendo post, Josep. Creo que estos temas hay que hacerlos visibles para crear conciencia de todas las maneras posibles y tú, hoy, has puesto tu granito de arena.
¡Un abrazo!
El silencio, querida Julia, es es un cómplice necesario para que el "villano" quede impune, y es casi tan culpable como el propio abusador. Aireando estos comportamientos, tanto de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de las jóvenes impacientes por llegar al estrellato, de los que callan y miran hacia otro lado, como de las que se dejan tentar con palabras grandilocuentes, esperemos que se acaben estas prácticas. Quizá es un deseo demasiado ingenuo, pero todo se andará. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Qué es peor, la oferta o la aceptación? Todo un dilema moral.
EliminarUn abrazo.
Se de una conocida que se planchó la mano por un tatuaje que tenía que pensaba que haría que no la seleccionaran para un puesto de trabajo. Literlmente se puso una plancha ardiendo, aunque al menos consiguió el trabajo.
ResponderEliminarYo no quiero la fama, aunque nunca se sabe... todos tenemos un precio. Y el que diga que no, seguramente lo tenga muy bajo.
Hola Holden!! Bien hallado de nuevo.
ResponderEliminarLo que me cuentas es alucinante. Ya no se trata de sucumbir al acoso de un indeseable, sino de auto-infligirse un tormento para agradar, o no contrariar, a quien tiene la potestad de decidir sobre tu (posible) futuro.
A mí la fama, pues como que no me va, pero estoy de acuerdo en que todos tenemos un precio, aunque no creo que aceptara bajarme los pantalones para conseguir un empleo.
Un abrazo.
muy triste lo de Bill Cosby,yo era una fanática de el parecia una gran persona y un cómico fuera de serie
ResponderEliminarLa otra cara oculta de la luna
terrible ver la verdad
Cuando descubres la verdadera identidad, la cara oculta, de alguien a quien admirabas, la decepción es tremenda, mucho peor que cuando sabes que Papá Noel o Santa Claus no existen, jeje
EliminarUna cara oculta que da miedo.
Un abrazo.