Mi compañero de letras y del mundo bloguero, Oscar Ryan, ha tenido a bien nominarme y, de este modo, pasarme el testigo para un juego –si así puede llamarse- que consiste en elegir una serie de libros, con la particularidad de que dicha elección debe hacerse bajo el punto de vista de la película Insite Out. Originalidad no se le puede negar a esta idea pero yo, al igual que Oscar, no he tenido ocasión de ver esta película. Así que empezamos mal, me dije cuando leí mi nominación en su blog y las bases del juego (la otra base es simplemente pasarle el testigo a otros compañero/as y esperar a que esto/as quieran seguir el juego).
A mi edad, la verdad, ya no juego a casi nada, salvo al parchís, a la brisca y poco más, pero tratándose de libros, una de mis aficiones favoritas junto con el cine y la música, cómo iba a negarme. Pero luego pensé que la cosa tenía su enjundia, no era nada banal, pues elegir un libro, UNO, que me haya marcado en mi vida no es moco de pavo. Bueno, en realidad son cinco libros, tantos como categorías de sentimientos (alegría, asco, miedo, tristeza e ira) que, al parecer, son el leitmotiv de esa película.
Así que debo decir, de entrada, que me ha resultado altamente difícil pronunciarme por uno de entre tantos como habré leído en mi vida. Tanto es así, que una vez hecha la elección, me arrepentía al poco rato, pensando que quizá ese otro…
Pero como tampoco voy a ser motivo de una azotaina por parte de aquellos libros a los que no haya tenido en cuenta, ni se pondrán celosos los que haya olvidado, vamos allá con mi selección:
Un lugar llamado libertad, novela escrita por Ken Follet, es, como dice su título, un canto a la libertad. Y al amor. La acción transcurre en la Escocia del siglo XVIII, donde un joven minero, propiedad –sí, digo bien- del amo de la mina, se enfrenta a la esclavitud a la que le tienen sometido, decidiendo finalmente huir. En su odisea, que le levará hasta América, vive todo tipo de situaciones en las que acaba imperando el amor y la entrega al prójimo, llegando a saber lo que es ser un hombre libre. Todo ello, existiendo, como telón de fondo, una historia de amor que al principio parece condenada al fracaso. Estas historias y situaciones en las que finalmente se hace justicia y se reparan los daños causados, siempre me han producido Alegría.
Diría, sin temor a equivocarme, que he leído todas las novelas de Henning Mankell, uno de mis escritores favoritos dentro del género policiaco, de suspense. Huesos en el jardín es la última de la serie de novelas de Mankell teniendo como protagonista al sesudo inspector Kurt Wallander. ¿Por qué me dio asco? Pues la verdad es que no me asqueó nada. No soy proclive a sentir asco cuando veo o leo escenas que el resto de los mortales consideran “asquerosas”. Pero debía escoger una novela y he escogido ésta porque contiene descripciones bastante explicitas de cómo se hallan, casualmente, unos cadáveres en el jardín circundante a la casa que el inspector Wallander está decidido a comprar para retirarse.
Stephen King es también uno de mis escritores favoritos dentro del género de terror aunque también debo decir que, más que miedo, lo que me producen sus novelas es desazón, aprensión y grima con solo imaginarme que lo que describe pudiera ocurrir en la vida real. El cementerio de animales no es, para mi gusto, su mejor novela, pero sí es la que más se adapta al concepto de terror. No sentí pavor pero si escalofríos al imaginarme lo que ocurría en ese cementerio indio del bosque cercano a la nueva vivienda de los protagonistas, ese cementerio donde todo animal que es enterrado cobra vida a los pocos días. El verdadero terror comienza tras comprobar la veracidad de ese poder en la mascota de la familia. Y no cuento más para no destrozar la trama a quien decida leerla.
El niño con el pijama de rayas es el libro que más tristeza y angustia me provocó al leerlo. Pocos habrán que me hayan causado tanta tristeza. Relata y describe el horror de un campo de concentración nazi desde la perspectiva de la inocente mirada de un niño, Bruno, hijo de un oficial alemán encargado del campo. Recién llegada la familia a su nueva residencia junto al centro de internamiento para judíos, el niño interpreta a su manera lo que allí dentro ocurre y observa, creyendo que los trajes de rayas de sus “residentes” son pijamas. Hasta que conoce, a través de la alambrada, a un niño, como él, que va vestido con un pijama a rayas. El final es realmente demoledor.
La tapadera (The firm, en inglés), de John Grisham, llevada a la gran pantalla y protagonizada por Tom Cruise, es el retrato de la corrupción existente dentro mismo del gran bufete de abogados que recluta al joven y recién licenciado en derecho Miichell McDeere (Tom Cruise). Ira sería el mejor calificativo para definir lo que se sentí al ver (y leer) cómo el protagonista y aspirante a famoso abogado queda atrapado en la red de mentiras y comportamientos fraudulentos de la que parece una firma ejemplar y que solo es una tapadera que oculta una terrible realidad. El descubrimiento de lo que realmente ocurre en el bufete y la disyuntiva del protagonista ante lo que debe hacer, pone su vida en peligro.
Y esto es todo, amigos. Espero que mi selección literaria os haya agradado. Y sin más, doy paso a la lista de los blogs nominados para jugar al juego de los libros que más nos han impresionado:
- Carmen Rubio: Relatos en la red
- María Jesús Fernández: Reinvenciones
- Federico Rivolta: Relatos oscuros
- Edgar K. Yera: Rincón creativo de Edgar K. Yera
- Yolanda Roman: Timshel (tú podrás)
- Campanilla Feroz: Las letras suicidas
¡Hola, Josep! Yo también hice este juego y me lo pasé muy bien, aunque también me costó muchísimo elegir sólo cinco libros. De los que tú mencionas no he leído ni el de Ken Follet ni el de Stephen King (he leído otros de este autor que también me gusta). El de "El niño con el pijama de rayas" estuvo a punto de caer en mi lista, pero al final elegí otro. Y de "La tapadera" no me acordé, pero me encantó, es buenísimo. También he leído "huesos en el jardín" y, como dices, lo que da algo de "cosilla" son las descripciones tan buenas y tan explícitas.
ResponderEliminarEstos juegos son divertidos porque nos permiten conocernos un poquito mejor, compartir experiencias y hablar de libros (somos todos lectores apasionados).
Un beso, me ha encantado leerte
Para mí, este jugo ha representado un esfuerzo memorístico, más que si me hubieran preguntado qué comida me gusta más o qué vacaciones recuerdo con más alegría. Tantos libros habré leído desde que, a los 15 o 16 años empezó mi gusto por la lectura...
EliminarMi primera novela la leí cuando debía contar con unos diez años, durante mi convalecencia en cama de una gripe invernal, y fue Tom Sawyer. Todavía la recuerdo con gran cariño. Desde entonces ha llovido tanto...
Muchas gracias, Chari, por compartir tu opinión conmigo.
Un abrazo.
Josep María, te agradezco la recogida del guante en este interesante juego literario.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que elegir solo un libro por categoría es difícil. La sensación que te ha producido a posteriori, de haber errado en la selección, y desear cambiar alguno de los escogidos, he de reconocer que me ha pasado a mí también.
Sobre tus libros señalados, diré que me parecen excelentes, y que coinciden a la perfección con el sentimiento en que se catalogan.
Concretamente “Cementerio de animales” me parece perfecto para reflejar “El miedo”. La idea base de ese libro es estremecedora. El hecho de que un animal, o una persona (Sin ánimo de hacer spoilers) puedan regresar de la muerte y volver a casa, puede ser esperanzadora. El problema es el estado en que vuelve su alma y su comportamiento.
En cuanto a “El niño del pijama a rayas” Te felicito, ya que es una novela que encaja perfectamente en la categoría solicitada. He de reconocer que es una de las pocas novelas con las que he llorado.
Un fuerte abrazo.
Con tantos libros que hay, forzosamente debíamos coincidir con alguno, jaja
EliminarAl final no resultó un ejercicio tan farragoso como pensé al principio. Claro que si hubiera dedicado horas enteras a la reflexión, habría salido con toda probabilidad otra selección. Pero ésta me parece muy adecuado. no me arrepiento.
Habrás observado que he incumplido el plazo que yo mismo me fijé pues cumplí el reto a las 24 horas. Y es que en eso también soy un poco especial. Siempre aplico el principio de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy (siempre que no sea totalmente imposible, claro). De otro modo, hubiera pasado todo el puente pensando en los "deberes" sin hacer.
Un abrazo.
Me parece un buen lema el "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", pese a estar un poco anticuado en los tiempos actuales en que prima más el "No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana"...Jajaja.
EliminarUn abrazo.