Día a día vemos cómo niños y jóvenes desatienden lo que, cuando teníamos su edad, considerábamos de buena educación. Los niños ya no ceden el asiento a las personas mayores, los jóvenes ya no ceden el paso ni abren la puerta a una persona anciana. Muchos ni siquiera se disculpan por haber dado un empujón involuntario a alguien que pasaba por su lado. Y así podría citar una larga lista de ejemplos en los que la llamada urbanidad brilla por su ausencia. Pero lo peor de todo es que muchas de estas manifestaciones de mala –o poca- educación tienen lugar muchas veces en presencia de sus padres, que son los verdaderos culpables.
Creo, además, que las malas conductas y malas costumbres se contagian, y no solo de padres a hijos, de arriba abajo, sino también en sentido ascendente. Los jóvenes aprenden de sus mayores, pero éstos ahora parecen imitar a la juventud en su comportamiento y modales. Supongo que es algo inconsciente. Hay quien dice que todo lo malo se pega y creo que tienen razón. Aquello de que la manzana podrida corrompe a las demás del mismo cesto.
Pero mi propósito, en esta entrada, no es analizar este tipo de comportamiento en el ámbito de toda la sociedad. No soy sociólogo, ni psicólogo, ni antropólogo. En definitiva, no me siento lo suficientemente preparado para realizar un análisis en profundidad de esta deriva de la sociedad hacia la pérdida de las “buenas costumbres”.
Sí, en cambio, me atrevo –y espero no ofender a nadie- a llevar a cabo una reflexión basada en mi propia experiencia y en un ámbito tan concreto como cerrado como es el de la llamada blogosfera. Concretamente, me refiero al comportamiento de algunos –cada vez más- bloguero/as.
¿A qué viene el título de esta entrada? Viene a colación de algo que observo desde hace algún tiempo y que me llama poderosamente la atención: que algunos –insisto que cada vez son más- de lo/as “compañero/as de letras” no se toman el tiempo, o la molestia, de responder a los comentarios que les dejan –dejamos- sus lectores. Me parece una falta de desconsideración no hacerlo, aunque sea con un simple “gracias”, a quienes han invertido una parte –aunque sea pequeña- de su tiempo a leer y a dejar un comentario que, además, es halagador. ¿Quizá es que están tan atareado/as escribiendo nuevas entradas que no tienen tiempo para leer los mensajes que les dejan sus seguidores? ¿Acaso es que, como reciben tantos comentarios, no darían abasto a responder a todo/as y cada uno/a de sus lector/as? Quizá sea eso, pues generalmente obvian responder quienes más comentarios reciben. Pero, a ver, estamos hablando de decenas, no de miles. No se trata de un club de fans, con cientos de miles de seguidores, lo que obliga al artista a disponer de un/a secretario/a para que atienda la correspondencia.
Y como decía antes, parece que esta –mala, a mi entender- costumbre se va extendiendo, pues ahora me encuentro que bloguero/as que siempre respondían ahora ya no lo hacen. O algo que me parece aun peor: responden solo a uno/as poco/as, que serán, digo yo, amigos y conocidos de mucha confianza. Pues, aun así, no me parece bien. O todos o nadie, caramba, que todos somos dignos de ser tenidos en cuenta, creo yo.
Así que me formulo dos peguntas: a) ¿Por qué hay quien no responde nunca a sus lectores, esos que amablemente les han dejado un comentario al pie de su publicación?, y b) ¿Qué es lo que ha ocurrido para que quienes sí tenían la deferencia de contestar, hayan dejado de hacerlo? ¿Se han cansado? ¿No es rentable?
Es tanta mi curiosidad que si algún amable lector/a conoce la respuesta, le agradecería encarecidamente que me lo haga saber. Así me ilustrará y me quedaré más tranquilo. Espero que no suceda lo del refrán, ese que dice que la curiosidad mató al gato.
Por cierto, gracias a quienes sí responden a mis comentarios, por simples y anodinos que puedan ser.
Josep, estoy totalmente de acuerdo contigo en la perdida de las buenas costumbres -en general-. Y la verdad es que es una pena. =/ Con respecto al mundo bloguero no sabría que decirte, aún llevo muy poco tiempo. Pero lo que si te puedo asegurar es que yo disfruto muchísimo con la entrada de comentarios e interactuando con los lectores. Creo que es lo que enriquece al blog, las opiniones, criticas... que ayudan a mejorar. Me gustaría pensar que quien no responde es debido a una falta de tiempo y no de interés. A saber, cada uno tendrá su porqué.
ResponderEliminarCreo que no he resuelto tu duda pero aquí te he soltado mi discurso, jeje =P
Un abrazo. :)
Cuando uno menciona la pérdida de las buenas costumbres parece que retroceda mil años, que hable desde la antigüedad, que sea un fósil, un "carca", vamos. Si se fomentara mucho más la educación que la competición creo que viviríamos en una sociedad más humanizada. Si tuviéramos más tolerancia que intransigencia seriamos más humanos. Si fuéramos más humildes y menos orgullosos, seríamos más buenos.
EliminarNo te apures si no me has sacado del pozo de mis dudas. Soy curioso por naturaleza y me gusta saber más el "por qué" y el "cómo" que el "qué". Quizá en el fondo mi pregunta era retórica, de esas que no esperan respuesta porque la saben o a adivinan.
Desde que me jubilé, tengo mucho tiempo para reflexionar y para mirar a mi alrededor (qué cosas, ¿verdad?) y no paro de advertir el gran ego que tienen algunas personas, un ego enorme que les pide alimento sin cesar y a todas horas.
A todos nos agrada (y esperamos) recibir comentarios halagüeños, de esos que nos animan a seguir haciendo lo que hacemos, que nos dicen que no lo hacemos del todo mal y, a ser posible, que lo hacemos muy bien. Y si tenemos la fortuna de recibir ese tipo de comentario, qué menos que agradecerlo por escrito a su autor o autora.
Yo me doy por satisfecho con las escasas pero creo que sinceras muestras de apoyo que recibo (como ésta). Podría decir aquello de que lo que importa no es la cantidad sino la calidad, que el tamaño no importa, jaja, pero todos sabemos que no es del todo cierto. O quizá debería aplicarme la famosa frase (creo que era de Baltasar Gracián) de "lo breve si bueno, dos veces bueno".
Muchas gracias, Soledad, por pasarte a hacerme compañía y, por supuesto, por dejar tu amable comentario.
Un abrazo.
ResponderEliminarEscribimos porque tenemos ganas
Pero si hay mucha gente que no lo hace
Por lo tanto no comentes en lugares donde no seras bien recibido
Un abrazo enome
Hola MuCha. Tienes toda la razón. Y es que no aprendo, tropiezo siempre con la misma piedra.
EliminarSeguiré tu consejo.
Muchas gracias y recibe un abrazo.
En la primera parte de tu post estoy totalmente de acuerdo contigo, Josep, la buena educación y el civismo se están perdiendo de forma alarmante y en todos los ámbitos. Es rara la persona que da las gracias cuando le sostienes la puerta de entrada o le esperas con el ascensor bloqueado hasta que llegue. Mi marido y yo lo comentamos con frecuencia, es terrible lo brutos que nos estamos volviendo. Y no sigo poniendo ejemplos que me enciendo jajajaja.
ResponderEliminarY respecto a la segunda parte de tu post, más de acuerdo todavía. En estos casos lo que sucede es que no me da tiempo a enfadarme porque cuando me hacen algo así la primera vez, no vuelvo a visitar ese blog. Hay mucho que leer como para perder el tiempo con alguien que o bien va de sobrado o bien no tiene modales o bien solo considera digno de respuesta el comentario de unos pocos. No tengo una explicación a por qué hacen algo así, pero sí sé que no fomento la conducta porque no les doy ocasión.
Ea, yo soy así de borde jajajaja.
Un abrazo, compañero, y buen sábado!!
Hola Julia. Siempre me satisface recibir tus comentarios pero en esta ocasión más, si cabe. Que compartas conmigo mis apreciaciones me hace sentir "normal" y no un "bicho raro".
EliminarEn la primera parte me he explayado sin problema alguno por cuanto me sabía seguro y me intuía comprendido en lo que decía. En la segunda tenía mis dudas en ser igualmente correspondido. Podría decir, sin mentir, que poco me importa lo que puedan pensar quienes se sientan señalados. Quizá tengan sus razones ocultas para actuar como lo hacen pero yo las ignoro y me gustaría conocerlas y comprenderlas. De ahí que lanzaba la pregunta al aire.
Sea como sea, que cada cual obre de la forma que quiera. Yo también lo hago manifestando mi opinión y mi desacuerdo. Hasta ahora solo he desagregado un blog de entre mis favoritos por inactividad cierre del mismo. Ahora creo que también lo haré en estos casos por "silencio administrativo". De este modo, podré abrir la puerta o otros más amables.
Muchas gracias por tu apoyo y compañía.
Un abrazo y buen fin de semana.
Josep Mª (M'ha agradat molt la teva reflexió) Me ha gustado mucho tu reflexión.
ResponderEliminarEs muy posible que yo no sea la persona adecuada para comentar en tu fantástica (A mi entender) publicación, debido a que soy una persona (No por edad ya que nací en el 64…Tampoco estamos hablando de la prehistoria) con ideas y convencionalismos “Vintage” por decisión personal.
Podríamos hablar de la música por ejemplo. Muchos que me conocen saben que soy fan de Sinatra, del Jazz, y de la música de los años 40, 50, 60. En cuanto al vestir, soy clásico (Que no antiguo) me gusta un buen traje, unos buenos zapatos, y por supuesto una bonita corbata. ¿No está de moda? Pues no lo estará, pero como le decía Red Butler a Scarlet O’Hara al final de “Lo que el viento se llevó”:
—Francamente cariño, eso me importa un bledo.
En mi vida personal, me gusta llevar sombrero, y me encanta quitármelo en señal de respeto cuando hablo con una señora. Me encanta ceder el paso en las puertas a todo el mundo, y hablar de usted a la gente que no conozco. ¿Soy raro? Pues sí. Podría seguir hablando de este tema, hasta llenar tu blog por completo, pero eso sería una falta de respeto.
He regañado a mi hijo de dieciocho años por no ceder el paso a una dama en un ascensor, y él lo ha entendido.
La falta de educación hoy en día se debe a los pocos valores que los padres aportemos en la formación de nuestros hijos. Pero tienes razón, vivimos en una sociedad en la que los adultos queremos ser adolescentes, y eso es debido a la publicidad.
— ¿Tiene usted cincuenta años, no le gustaría aparentar veinticinco?
—Pues no señor mío, ¿Sabe usted los años que me ha costado llegar a la edad que tengo?
No quiero ser joven, ya lo fui. Ahora estoy en otra época de mi vida y la disfruto igual o más. No pienso vestirme de skater, ni de rapero, porque cuando veo a un alopécico con barriga vestir como un quinceañero siento vergüenza ajena.
Como tú muy bien señalas, renunciamos a los valores de nuestros mayores, para adoptar los de nuestros jóvenes, y eso nos convertirá en una sociedad de niños mimados.
Aunque de todos modos, no nos encontramos ante algo nuevo. Ya lo decía Sócrates "Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros".
Ahora centrándonos en el tema que planteas sobre la ausencia de respuestas a los comentarios en los blogs.
Primero creo que es un reflejo de la sociedad actual, que es egoísta. “Voy a lo mío”. La gente publica y espera que le demos alabanzas, después ya te contestare si me apetece.
— ¿No has sido tú el que me ha dicho que mi publicación es magnífica? Pues tienes razón, soy un genio y no tengo tiempo que perder con mediocres como tú.
También puede deberse a una falta de tiempo. En realidad, estoy contestando a tu artículo, y tengo cinco comentarios en mi blog a los que responder. Aunque lo hare en breve, siempre lo hago.
Yo no me molestaría por la falta de respeto. Si lo miras por el lado positivo, has descubierto a una persona a la que no le importa en absoluto perder un segundo de su tiempo agradeciéndote que hayas comentado en su blog.
Un consejo, léelo si quieres, pero no vuelvas a comentar, no lo merece. Que sus reflexiones o relatos queden en el limbo para él y su ego.
Cuando yo publico, estoy deseoso de leer la opinión de los demás, ya que para mí es importante. Si no contestara, no haría saber que agradezco su atención.
Es como el que te dice que nunca le dice a su mujer “te quiero”, ya que ella ya lo sabe.
—Te equivocas amigo, el fuego hay que avivarlo.
Perdón por el tocho, pero me ha parecido un tema muy interesante.
Un abrazo.
PD- He visto en tu perfil que vives muy cerca de mí. Si te apetece quedamos un día, tomamos un café y hablamos de todos estos temas.
Caramba Óscar, me has dejado anonadado. Tu/s comentario/s valen por cien, jaja. Es una reflexión todavía más amplia que la mía y me alegro que mi opinión no solo sea compartida sino que, además, haya dado pie a una reacción tan prolija y rica en consideraciones sobre el comportamiento humano y las buenas costumbres.
EliminarDebo reconocer y reconozco (parafraseando hasta cierto modo al desaparecido Adolfo Suárez) que he publicado esta entrada temiendo reacciones airadas por parte de quien se pueda sentir aludido/a pero luego he pensado dos cosas: la primera tan simple y vulgar como que "quien se pica ajos come" y la segunda, mucho más pragmática, que a mi edad (soy de la generación del 50) estoy aprendiendo (nunca es tarde cuando llega y cuando la dicha es buena) a tomarme las cosas con filosofía. En otras palabras: intentando que no me afecten tanto como antes las críticas negativas u opiniones en contra, aunque todavía estoy un poco "verde". El "pasotismo" todavía no me ha alcanzado.
Es lógico que quien escribe y publica (en un blog o en cualquier otra plataforma) lo haga con la esperanza de ser leído y, a ser posible, apreciado por la calidad de sus escritos, sean del tipo y género que sean. Hay blogs que no dan opción a dejar comentarios. Están diseñados así y me parece perfecto. Lo que no me parece tan bien es que si existe, porque así se ha diseñado, la posibilidad de dejar comentarios, éstos no reciban, en justa compensación, una respuesta por mínima que sea. Da la sensación de que el propietario/autor del blog solo desea acumular alabanzas como quien colecciona trofeos o bien que está tan acostumbrado a recibir parabienes que lo encuentre normal y no juzgue necesario agradecerlos.
Es bien cierto que hasta de las malas experiencias pueden extraerse enseñanzas positivas y en este caso la enseñanza debería ser que no hay que perder ni un minuto de nuestro tiempo en aquellas personas que no nos dedican ni un segundo de su vida.
Te agradezco, pues, que hayas invertido mucho más que eso en dejar tu opinión en este rincón que, como reza en su encabezamiento, está pensado para publicar pensamientos, reflexiones y experiencias personales. Siempre es agradable saber que uno no está solo en sus elucubraciones.
Si, como dices, vivimos cerca (ya debes saber que vivo en Molins de Rei), estaré encantado de departir contigo éste y los temas que te apetezcan tomando un café o lo que sea. Invito yo.
Un abrazo.
Josep Mª, en primer lugar te repito mis disculpas por haberme extendido tanto…Jajaja.
EliminarEn muchas ocasiones no puedo evitarlo, sobre todo al leer una reflexión que me toca tan profundamente.
Si, vi en tu perfil que vives en Molins. Aunque en el mío pone “Barcelona” es un dato generalista, ya que vivo en Vallirana, por lo que somos prácticamente vecinos.
Encantado de compartir un café, un bourbon, coñac o cerveza contigo, y tener un rato de charla amena. Ya conozco personalmente a uno de los usuarios de relatos extraordinarios, hemos compartido tertulia y bebida en un bar, y es una experiencia sumamente gratificante.
Lo único que discrepo sobre quien pagara…
Un abrazo.
Yo también suelo participar en una tertulia de café con otros miembros del taller de escritura creativa al que asistimos y es muy gratificante, en efecto. Como seguramente tengo más tiempo libre que tú (ya he pasado a pertenecer al excelso grupo de pensionistas) y tu agenda estará más llena que la mía, dejo en tus manos el hallar el día y la hora más conveniente para tal encuentro.
EliminarSi quieres, puedes contactarme a través de Facebook (utilizo mi verdadero nombre) o bien en mi correo electrónico: panadesjosep@gmail.com.
Una abraçada.
Josep María, será todo un placer. Esta semana tengo una intervención quirúrgica de mi mujer, pero la próxima te envío un mail y hacemos ese café.
EliminarUn abrazo.
Oscar. Ya sabes dónde estoy. Cuando te vaya bien me das un "toque".
EliminarY espero que la intervención de tu mujer no sea nada serio y que vaya todo muy bien.
Un abrazo.
Hola Josep, lamentablemente es así, la educación brilla por su ausencia y afecta tanto a jóvenes como a los no tan jóvenes, y me incluiré en el lote, aunque yo intento corresponder a quienes tienen la consideración de tener algún tipo de atención conmigo, aunque sea un saludo; en mi blog no tengo apenas comentarios, el tuyo amablemente es el que siempre está y me alegra verlo, y pienso que sí, que al menos debemos tener la atención de contestar a quienes nos han brindado parte de su tiempo, pues como dice el dicho "El tiempo es oro", y más valioso que eso... Un abrazo y buena crítica.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen, por haber dedicado tu tiempo (que, como bien dices, vale un potosí) para leer y comentar esta entrada.
EliminarEs una verdadera lástima que vayamos a la deriva en cuestión de educación. Mi mujer y yo enseñamos a nuestras hijas la educación que nos enseñaron a nosotros y recuerdo con qué asombro (positivo, desde luego) nos las alababan nuestros amigos y vecinos. !Pero qué niñas más bien educadas!, nos decían. Y todo porque pedían las cosas por favor y daban las gracias al recibirlas. El abc de la educación en su grado más elemental. Eso indicaba, ya entonces, que la buena educación no era lo habitual.
La falta de educación no es, por otra parte un problema exclusivo del ámbito "callejero" ni de gente humilde o que no ha tenido estudios (que hoy en día la gran mayoría de jóvenes han tenido que cursar la ESO hasta los dieciséis años) sino también de gente culta. En este caso, sin embargo, la mala educación se confunde o se solapa con algo, a mi entender, peor: el engreimiento o la soberbia. El/la engreído/a no cree necesario agradecer nada a nadie.
Un abrazo.
Hola!!!! Llegó aquí desde el blog de Julia C y tengo que darte toda la razón.
ResponderEliminarEn la primera parte cien por cien de acuerdo, yo intento que mis hijos sean educados y me han felicitado porque hacen cosas que no merecen felicitación alguna pues deberían ser normales, como subirle las bolsas de la compra a la señora mayor que vive en el primero o ceder el asiento en el bus.
Respecto a los segundo, aún más de acuerdo.
Mi blog no es de literatura aunque el otro día me atreví a compartir un relato, es de temática variada pero intento contestar siempre a los comentarios.
Me organizo para llevarlos al día y los de la mañana temprano los contesto casi en el acto y los del resto del día los contesto cuando puedo. Esta semana tuve muchos problemas y se me acumularon los comentarios y dejé la mañana de ayer exclusivamente para eso porque los lectores se han molestado en leer mi post y comentar y qué menos que devolverles la visita y contestar.
Tampoco es que reciba una cantidad enorme, mi blog es muy muy normalito y suelo recibir entre 20 y 30 y los contesto siempre excepto un post muy triste en el que ya dije que no me veía capaz.
Y no es ningún esfuerzo porque aprendo tanto de lo que me dicen que merece la pena.
Un saludo y una entrada muy acertada.
Bienvenida, Marigem, a este rinconcito para la reflexión.
EliminarEstoy recibiendo más comentarios de los que jamás ha recibido este blog, lo cual indica a las claras que éste es un tema que no solo me atañe a mí y que no voy desencaminado con mis apreciaciones.
Lo importante, sin embargo, es que estemos de acuerdo en lo principal: que la educación está sufriendo un desgaste importante. Lo que ya no tengo tan claro es cómo se puede resolver. La educación es una responsabilidad fundamental de los padres y a escuela (o los profesores) solo es un refuerzo a lo que los niños y jóvenes ven y aprenden en casa. El gran problema es que muchos padres la delegan totalmente a la escuela y esta se inhibe. De este modo, los niños y adolescentes solo tienen un punto de referencia: el cine, con violencia y sexo, y la televisión con sus programas basura.
En cuanto al segundo punto de mi entrada (que era en realidad el motivo central de mi reflexión pues el primero era una introducción), entiendo que quienes reciben gran cantidad de comentarios se les acumule el trabajo de responder, jeje, pero siempre queda la posibilidad (sobre todo si uno/a ha estado desconectado/a unos días y a la vuelta se encuentra con 20 ó 30 comentarios) de responder con un agradecimiento colectivo. Es lo menos que puede hacer quien reciben esas visitas de sus seguidores.
Saludos.
Hola Josep, estoy de acuerdo contigo en la primera y segunda parte.
ResponderEliminarSobre la educación de los jóvenes hoy día da mucho que desear aunque afortunadamente, creo que hay todavía bastantes que siguen esas normas de educación mínimas, digo mínimas porque llevan los ojos siempre ocupados en sus smartphone (que no sé ni como se escribe), con lo cual van están en babia.
Sobre lo segundo que expones, es muy cierto, yo he comprobado que lo suelen hacer quien tienen muchos comentarios pero tampoco los disculpo por eso. Me encanta un señor al que leo algunas veces que tiene una cantidad increíble de lecturas, creo que es un periodista y tiene libros editados, y sin embargo responde a todos con una amabilidad que da gusto.
Una buena entrada que me ha encantado leer.
Un abrazo y buen domingo.
Hola Elda. Espero que no legue un día en que la gente educada sea un espécimen extraño y escaso. Hay que predicar con el ejemplo. Efectivamente, las nuevas tecnologías han agravado ese problema, sobre todo lo referente a la comunicación. Al final la gente ya no se hablará, se comunicará por WhastsApp, SMS, Facebook, etc, etc, donde el vocabulario está totalmente deformado y la cortesía no existe. Nuestra responsabilidad, como padres y madres, es inculcar y trasladar a nuestro/as hijos/as las noemas de convivencia y educación, y ello/as deben seguir con la cadena. De lo contrario, se irán perdiendo irremediablemente y acabaremos como empezamos: con un palo en la mano y comunicándonos con gruñidos.
EliminarLos buenos modales deben estar en todos los ámbitos de nuestra vida y el de la escritura y los blogs no están exentos. Por muy importante que sea el autor, o por muy importante que se crea, no debe abandonar la buena y sana costumbre de atender, aunque solo sea con un pequeño gesto de agradecimiento, a sus lectores.
Un abrazo y también te deseo un buen domingo.
Amigo Josep Mª, ¿ves como en el fondo no eres tan "extraterrestre" como piensas? Por ahí fuera hay muchas más personas afines a ti de lo que te crees. Yo, que soy de una generación posterior a la tuya, comparto esos valores de los que hablas. Y aunque a veces seamos minoría y se nos quede cara de "gilipollas" cuando no somos correspondidos en nuestros gestos de cortesía hacia el prójimo, uno no puede evitar seguir comportándose como ha sido educado, ya que lo otro, no sólo nos igualaría con los maleducados, sino que nos haría ser lo que no somos.
ResponderEliminarYo, como sabes, contesto siempre siempre siempre a todos los comentarios que me dejan en el blog. Absolutamente a todos. Y digo que "lo sabes" porque tengo la gran suerte de contarte entre mis asiduos, lo cual no sólo me llena de orgullo y satisfacción como cierto regio personaje, sino de agradecimiento hacia tu persona.
Un abrazo, Josep. : )
Hola Pedro.
EliminarMe gustaría creer que no somos una minoría, pero lo importante es que hagamos lo que creemos que es lo correcto. De todos modos, decepciona no ser correspondido en la misma medida.
Sé de sobras que eres una de las personas que saben agradecer la visita y los comentarios que tus lectores dejan en tu blog. Esperemos que no seamos una especie en extinción.
Un abrazo y gracias, una vez más, por venir a visitarme.
Hola, Josep Mª Panades, llego a tu blog a través de mi gran amigo Oscar Ryan que menciona tu publicación. Me ha encantado leer tu publicación, con la que estoy de acuerdo. La educación se va perdiendo, sí, aunque mi experiencia en lo concerniente a blogueros/as parece que depende del círculo en el que te muevas, pues a mí de momento me suelen contestar (no tod@s) pero sí la mayoría. Ha sido un placer leerte. Un abrazo amigo Josep
ResponderEliminarHola Mercedes. Bienvenida a este blog.
EliminarPues eres afortunada. Has dado con unos compañeros que "cumplen", a mi entender, con las normas básicas de la buena educación. Como ya he dicho, si alguien tiene la delicadeza de dejarte un comentario, es de recibo agradecérselo.
Muchas gracias por acercarte hasta este rincón y, ya sabes, puedes volver siempre que te apetezca. Yo sí contesto a mis lector/as "comentaristas".
Un abrazo.
Hola, Julio David.
ResponderEliminarSupongo que esa es una razón. No obstante, para mí esa conducta es reflejo de un egocentrismo muy acusado. Están seguro/as que su "público" no les abandonará (por las causas que sean) y esta seguridad les hace pensar que no necesitan corresponderles con un simple agradecimiento o respuesta.
Un abrazo.
Estimado Josep.
ResponderEliminarLlego por estos lares de tu blog gracias a Oscar Ryan del que soy seguidor, y veo con grata sorpresa que un caballero me condujo a otro. Opino como tú y subscribo todo lo escrito.
Automáticamente me hago seguidor de tu blog y lo pongo como enlace en el mio para estar pendiente de tus publicaciones. Y si no es mucho pedir me gustaría que te pasases por el mio y que te instalases entre mi gente interesante.Puedes tener la seguridad que serás respondido y acogido como te mereces.
Por cierto me encanta encontrarme en tu casa con personas a las que conozco y respondo por ellas.
Un gran abrazo.
Observo que este tema ha atraído una gran cantidad (para lo que estoy acostumbrado) de comentarios y eso significa dos cosas:
Eliminar1)que hay seguidor/as, como Oscar, que tienen el detalle de transmitir mis humildes escritos y
2)que el tema de los buenos modales interesa a más gente de lo que pensaba.
Te agradezco que hayas venido hasta este rincón de la reflexión a leerme y que tengas, en lo sucesivo, este blog entre tus favoritos. Observarás que también tengo otro blog en castellano, "Retales de una vida" pero que está destinado a los relatos cortos de ficción.
Por supuesto que me pasaré por tu blog y puedes contarme desde ya como uno más de tus seguidores.
Un abrazo.
Vengo recomendada por nuestro compañero Oscar y si te parece bien me quedo, :)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo la educación es una base que nos permite mejorar, perder los buenos hábitos es un error que solo nos llevará a generar malos hábitos, y si suele ser contagioso por eso este tipo de entradas merece la pena ser leídas, para espabilarnos y no caer en la superfluidad.
Un abrazo.
Bienvenida, Irene, a este blog, a esta tu casa.
EliminarPor supuesto que puedes quedarte. Ya he reservado un asiento para ti. Espero que te sientas cómoda.
Es agradable ver cómo, a medida que pasa el tiempo, voy recibiendo visitas que coinciden conmigo en este tema. Nunca deberíamos olvidar que el ser agradecido y cortés, honra a quien posee estas cualidades. Una comunidad (y hablo en general) en la que no prevalezca la cortesía y el respeto al prójimo no merece ser tenida en cuenta.
Agradezco a Oscar que os haya indicado el camino hasta este rincón y a ti en articular por haber dedicado un tiempo a la lectura de esta reflexión y a dejar tu amable comentario.
Un abrazo.
Hola, Josep. Llegué a este artículo a través de Oscar Ryan y coincido plenamente en todo lo que expresas. Yo tampoco entiendo que no se conteste a un comentario, pero es que la pérdida de valores se refleja en todos los ámbitos y éste no iba a ser menos. Una auténtica pena.
ResponderEliminarUn beso.
Nuestro compañero común, Oscar, ha tenido la amabilidad de indicaron el camino hasta este reducto que, a diferencia de mi otro blog, "Relates de una vida", no tiene nada que ver con la ficción o la fantasía, sino con la realidad.
EliminarY realidad es, a mi juicio, que la gente no corresponda a sus semejantes con la misma deferencia que uno tiene al visitar y comentar lo que ha leído en un blog y que le ha agradado.
Si tu has dedicado, aunque solo sean unos minutos en leer mi entrada y otro en dejar un comentario, ¿cómo no voy a corresponder a este detalle del mismo modo? No hacerlo me parece una falta de consideración y una muestra de egocentrismo. Hay quien cree que los demás le deben leer pero ello/as no están obligados a demostrar agradecimiento alguno. Ni siquiera se dan por enterado/as.
Yo acabo de eliminar de mi lista de blogs que sigo con asiduidad a unos cuantos por ese motivo. Son personas que, en su día, contactaron conmigo a través de uno de mis blogs y que dejaron un comentario amable con la única finalidad de que les devolviera la visita y me hiciera seguidor suyo. Una vez conseguido su objetivo, ya no se sienten obligados a visitarte más.
Muchas gracias, Chari, por seguir el consejo de Oscar y dedicar parte de tu valioso tiempo en venir a leerme.
Un beso.