Almas y corazones negros, ataviados con ropaje negro, empuñando negras armas que vomitan negros instintos.
Almas y armas enloquecidas, embrutecidas por una mal entendida y peor divulgada doctrina, la ideología del odio y del fundamentalismo.
Almas y corazones intolerantes. Enemigos de la concordia, de la igualdad entre géneros, razas y culturas. Enemigos de la cultura ancestral, de la historia de sus propios antepasados, de occidente.
Ropaje y manos teñidas de sangre de inocentes: de niños, de mujeres, de ancianos, de rehenes decapitados por verdugos en actitud arrogante y soberbia de quien se cree en posesión de la verdad, superior a sus semejantes, a los que observa con desprecio y quiere dominar, dando la espalda a la cordura, desde su torre de marfil, ennegrecida por su maldad.
Se hacen llamar Estado Islámico, bajo cuyo nombre se esconde el terror en su forma más cruenta. ¿Hasta cuándo tanta barbarie? ¿Hasta cuándo tanto despropósito? ¿Hasta cuándo tantas muertes?
Hola Josep, me estaba dando un descansito de leer, y mira por donde he venido cuando has abordado este tema tan presente y que me hierve la sangre solo de pensar que existen estos energúmenos, a los que mataría con mis propias manos (no soy capaz de matar una mosca), es algo que me indigna tanto, y además me parece una cosa muy grave, y están extendidos por todos los lugares como moscas. Ya veremos como resulta esto, porque ellos al no tener amor por su propia vida, fíjate por la de los demás.
ResponderEliminarEn fin, un relato muy bien escrito y muy prudente... como tiene que ser.
Me gustó mucho.
Un abrazo.
A lo largo de la historia se han cometido atrocidades en nombre de la religión pero resulta increíble que en la actualidad siga ocurriendo. En cualquier tipo de terrorismo, el diálogo suele ser en vano pero cuando hay tal fanatismo, resulta imposible. Y cuando no se atiende a razones, cuando la razón no sirve de nada, solo queda el camino de las armas. Combatir las armas con las armas. Es una desgracia para la humanidad. Espero que podamos erradicar ese tipo de fundamentalismo asesino de la faz de la tierra.
EliminarUn abrazo.
Hola Josep. Es indignante, como tú bien dices, que hoy día la atrocidad entre seres humanos perviva y de manera tan salvaje. Conocemos bien a lo largo de la historia que la barbarie se ha justificado con argumentos tipo ideología, pero ¿cómo podemos caer en la misma trampa? No creo que haya tal intención de defender nada, solo hacer el mal. Todos los gobiernos deberían de sumarse a combatir la atrocidad que estamos presenciando de estos personajes sin escrúpulos, dejar que se agrande este fenómeno repulsivo será contraproducente a todos. Cuando sea causa perdida vendrán los lamentos o las películas tipo holocausto. Un abrazo.
ResponderEliminarJosep Ma. me sumo a lo dicho ya en los anteriores comentarios. Parece ser que en cuestión de religión estamos dando pasos de gigante hacia atrás y que eso de matar en nombre de cualquier dios cada vez tiene más adeptos. Tal vez, si probaran con una alta dosis de educación y libertad de pensamiento se irián resolviendo tantas atrocidades.
ResponderEliminarUn placer leerte. Buen fin de semana. Saludos cordiales.
Los dogmas, sean religiosos o políticos, crean fanatismo, son excluyentes, y se creen en posesión de la única verdad.
ResponderEliminarEse es el problema. ¡Ojalá un día podamos tratarnos todos como seres humanos, de forma pacífica.
Un abrazo.
Solo la unión entre los pueblos amantes y defensores de la libertad, sin intereses económicos ni políticos de por medio, puede vencer a esos bárbaros, llámense Yihad, EI, Boko Haram, etc., etc.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen, Candela y Fanny por vuestras palabras. Todos estamos en el mismo barco pero las olas y la tormenta lo hacen zozobrar. Esperemos que se mantenga a flote.
Un abrazo.
Hola! Te he hecho una nominación para los Liebster Awards, pásate por mi blog cuando puedas: http://relatoscortosconcafe.blogspot.com.es/
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Geus. Me pasaré por tu blog y así, de paso, tengo el gusto de conocerlo y de conocer lo que en él expresas.
EliminarUn saludo.
Es realmente terrorífico, nunca conocí algo igual. Me falta conocimiento, quizás muchos por qués sin resolver, no alcanzo a comprender como quisiera o debiera tal vez, pero ha de haber alguna solución.
ResponderEliminarUn saludo
El terrorismo, por su obcecación e irracionalidad, nos deja impotentes pues no llegamos a comprender, y mucho menos a aceptar, las motivaciones que les impulsan a esos "individuos" a cometer tales barbaridades que ni un animal cometería. Esperemos poder ver algún día no muy lejano una solución a este conflicto religioso-cultural.
EliminarMuchas gracias, Geus, por venir a leerme y dejar tu comentario.
Un abrazo.