Recientemente, me he presentado a varios certámenes literarios de relatos breves y microrrelatos. De los siete concursos concluidos hasta el momento, he resultado finalista en tres que, curiosamente, han sido impulsados por la misma entidad literaria, cuyo nombre no revelaré. En los tres casos, el premio en metálico es muy modesto, nada que objetar al respecto, pero lo notable es que las obras ganadoras y finalistas (que se cuentan en centenares) pasan a formar parte de una antología que luego se ofrece a todos los concursantes a un módico precio que oscila alrededor de los 15 euros. No hay obligación de compra, faltaría más, pero supongo que, al igual que yo he hecho, muchos serán los que adquieran un ejemplar, como mínimo, para ver su obra publicada.
Haciendo un sencillo cálculo, suponiendo que los tres primeros premios estén dotados con 300, 200 y 100 euros, la empresa invierte pues 600 euros en premios. Solo con que compraran la recopilación de relatos unos mil escritor/as noveles, el ingreso por este concepto ascendería a unos 15.000 euros, a los que hay que descontar los 600 invertidos en premios y los gastos de edición.
Los veredictos de estos tres certámenes a los que hago alusión se han publicado con unas pocas semanas de diferencia, y hay más en curso y bastantes más anunciados, de modo que los ingresos anuales de la editorial por este concepto no deben ser nada despreciables.
No hay nada sancionable y mucho menos ilegal, pues uno es libre, tal como indican en el correo en el que dan a conocer los ganadores y finalistas, de adquirir o no la publicación, pero se me antoja un poco descarado aprovecharse de la ilusión de quienes participan con ánimos de hacerse un nombre, un currículo literario, para hacer negocio. Puede ser una fórmula interesante para ambos bandos (escritores y editorial) pero a mí no me convence este juego y no creo que vuelva a participar en las próximas ediciones. Solo espero que los premiados realmente lo hayan sido por méritos propios y no se hayan elegido al azar. Al menos, de este modo, pueden vanagloriarse de haber sido galardonados por la calidad de sus escritos.
Con la adquisición de las tres recopilaciones, mi participación en sendos concursos me ha costado 41,65 euros. Nadie más que mi ego me ha obligado a hacerlo. ¿Soy un ingenuo, un romántico, un gilipuertas o tal vez un egocéntrico que goza con ver su relato publicado en un libro de bolsillo? Sea como sea, no volveré a caer en la tentación. Creo.
Jajajaja, eso me lo conozco, y la primera vez piqué, pero claro no se me ha vuelto a ocurrir. Ni idea tengo de donde he puesto el libro en cuestión, que ni he leído... porque me di cuenta que los poemas editados eran tan deficientes como los míos. Yo creo que escogen con el, "el pinto pinto gorgorito". De todas las formas, defendiendo mi ignorancia, diré que me picó la curiosidad, y desde luego está visto que es un negocio...
ResponderEliminarÁnimo Josep, que tu escribes de maravilla, seguro que llegará el día que alguien te edite, y sino, pues no pasa nada, el caso es entretenerse.
Un abrazo.
Bueno, lo de la calidad de los demás escritos es otra historia pero, claro, ahí entramos en un terreno resbaladizo pues es notorio que los "críticos" o "jueces" no siempre son ecuánimes y en cuanto a gustos hay de todo en la viña del señor.
EliminarLo de ver tu relato ( o tu poema) publicado pues es una tentación comprensible, pero cuando ves que te están utilizando para su propio beneficio y que lo que has escrito es lo de menos, pues te desilusiona y dejas de confiar en estos certámenes.
Gracias, Elda, por tu "piropo" pero esto de la edición se me antoja una misión imposible.
Un abrazo.
Vaya, pues yo no sabía cómo funcionaba eso, pero ahora que lo explicas tiene sentido. Nunca me he presentado a ningún concurso, creo que debo mejorar mi escritura un poco, pero es cierto que he pensado en la posibilidad de hacerlo, y bueno, seguro que tarde o temprano lo terminaré haciendo, aunque ya sé de antemano un poco de qué va la cosa, jeje, pero me gustaría hacerlo alguna vez porque así al menos materializaré una pequeña ilusión.
ResponderEliminarCoincido con Elda, tú escribes de maravilla, y nunca se sabe, el día que menos lo esperamos llega el momento.
Un abrazo
Hola Geus. Hay quien opina (y he seguido su consejo, en vano, claro) que hay que presentarse a cuantos más concursos mejor pues nunca se sabe cuándo puede saltar la liebre y que alguien se fije en ti y te acabe publicando.
EliminarNo sé cuánto tiempo libre tienes pero si quieres perfeccionar tu estilo (siempre se puede mejorar) podrías apuntarte a un curso o taller de escritura creativa si sabes de alguno en tu población. Yo reía hacerlo medianamente bien pero ahora que asisto a uno me doy cuenta de mis limitaciones pues, aunque me guste escribir, no soy hombre de letras, quiero decir con formación de letras, sino de ciencias.
Aunque ni (escasa) experiencia en esto de los concursos ha resultado ser un fiasco descorazonador, sigo creyendo que hay que intentarlo pero seleccionado el tipo de certámenes según qué entidad los organiza. El premio es lo de menos, aparte de que los mejor dotados económicamente ya son para escritores experimentados y géneros literarios de envergadura, tipo novela.
Te agradezco tus elogios pero todavía siento que tengo mucho que aprender. De todos modos, escribo porque disfruto y no para hacerme un nombre pues a mi edad creo que ya pasó el tren de largo.
Un abrazo.
Yo también soy de ciencias, jeje, me gusta escribir a veces pero se que estoy muy limitado. Me parece muy interesante eso que me dices de la escritura creativa, no se si tengo a la mano algún curso de esos pero echaré un vistazo. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Muy interesante, Josep. Yo no suelo participar en concursos con premio en metálico, así que nunca me había encontrado con nada parecido. Creo que los cálculos que haces son muy acertados y dan que pensar.
ResponderEliminarSi te sirve de consuelo, yo también habría comprado esos libros, es lo más natural del mundo.
Enhorabuena por ser finalista y gracias por la información.
Un abrazo!!
Si el jurado, si lo hay, de estos concursos a los que me refiero, fueran realmente ecuánimes, te diría que tendrías muchas probabilidades de ganar pues tienes madera de escritora, y de la buena. Lo de quedar finalista, en mi caso, no tiene mucho mérito pues los finalistas con derecho a ver publicado su relato, se cuentan por cientos de entre miles de participante, según la editorial.
EliminarHasta cierto punto es lógico que a uno le pique la curiosidad o el orgullo por ver su nombre y su relato publicado aunque conociendo ahora el percal pues ya no tiene tanta gracias. De todos modos, gracias, Julia, por no hacerme sentir tan iluso. Es bien cierto aquello de mal de muchos...
Un abrazo.
Eres un hombre bueno, Josep, has tardado un poco en darte cuenta del asunto.
ResponderEliminarYo pensé lo mismo que tú hace tiempo. No suelo participar en concursos (por puritita vagancia) pero, si algún día lo hago, miro muy bien que no sean del tipo "El relato ganador y los seiscientos finalistas se publicarán en una obra colectiva que bla, bla, bla..." Está claro dónde está el truco.
Un abrazo, amigo.
No sé si soy un hombre bueno (quiero creer que sí), ingenuo o simplemente tonto. Uno de mis mayores problemas en esta es mi credulidad, mi confianza en quienes aparentan actuar seria y honradamente. Siempre he seguido las normas dictadas por quienes me han parecido dignos de confianza. Parece mentira que a mi edad todavía caiga en semejantes trampas. Será que ese niño que siempre he dicho que todos llevamos (y debemos conservar) dentro, se ha quedado en la edad preescolar.
EliminarMuchas gracias, Fefa, por tu comentario.
Un abrazo.
Yo pienso como tú, Josep. También he participado en concursos en los que la editorial es la que hace el negocio. Encima los primeros premios no eran en metálico. Solo regalaban unos ejemplares de la antología a los ganadores. Y tambiéne compré el librito, en cuestión, porque me hizo ilusión ver publicado mi texto. Son pequeños momentos que tampoco son tan malos. Ahora me lo tomo con calma y participo sólo en algunos, porque me sirve de estímulo. También soy una ingenua.
EliminarUn abrazo.
Yo pienso como tú, Josep. También he participado en concursos en los que la editorial es la que hace el negocio. Encima los primeros premios no eran en metálico. Solo regalaban unos ejemplares de la antología a los ganadores. Y tambiéne compré el librito, en cuestión, porque me hizo ilusión ver publicado mi texto. Son pequeños momentos que tampoco son tan malos. Ahora me lo tomo con calma y participo sólo en algunos, porque me sirve de estímulo. También soy una ingenua.
EliminarUn abrazo.
Podría decir aquello de "mal de muchos..." Yo también decidí comprar un ejemplar porque me hacía gracia (casi ilusión!) ver uno de mis relatos publicados aunque fuera a través de ese sistema. Es como si pagaras para que te publicaran. En fin, el mundo está sembrado de ingenuos pero mejor así.
EliminarMuchas gracias, María Del Mar, por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Un abrazo.
Hola!!!! He leído la entrada intrigada por lo que dices en el post de hoy. Algún día si quieres por privado te digo en qué concursos he participado y en los que he visto transparencia y a cuales no vuelvo ni loca. A veces el jurado no lo sabe todo y podemos no coincidir en el gusto, tal vez el relato ganador no es de nuestro gusto pero si está bien escrito, es original, bien estructurado y sin faltas pues nada qué decir, pero a veces se ve cada cosa que de verdad no es normal. Yo he tenido suerte en los concursos y he ganado algunos(hace años que ahora ando de capa caída y no participo apenas) pero jamás he ganado en los de las editoriales. Mi hermana y mi madre también escriben y ellas tampoco han ganado ninguno de editoriales, todos en los que la suerte nos acompañó son de ayuntamientos o asociaciones que se esfuerzan y les interesa la cultura. Y te diré más, el que más ilusión me ha hecho fue uno cuyo premio no era dinero sino una escultura, y era en Huesca precisamente, y otro en mi ciudad que me lo dio una autora conocida y el premio era un librito con mi relato, nada de dinero, pero la ilusión y la transparencia eran palpables y lo que queremos las personas que escribimos es eso, ilusión y que se valore lo escrito no que le den el premio a quien ellos quieren y que encima nos intenten vender un libro.
ResponderEliminarYo tengo claro que no pienso gastar un euro en enriquecer a editoriales, ni participo tampoco online, no me da la gana. Cuando me anime participaré en concursos que parezcan limpios. Hay un foro que se llama Premiosliterario.com así todo junto donde se habla mucho de estos temas, de hecho ellos ayudaron a mi hermana con un problema de plagio y hablan mucho personas que participan asiduamente en concursos.
Un abrazo y vaya rollo te he metido, no creas que quiero ir de listilla o algo así, es que esto de los concursos y las editoriales me enciende.