Por
definición, y abreviando, la astrología es el estudio de la posición y del
movimiento de los astros como medio para predecir hechos futuros y conocer el
carácter y comportamiento de las personas.
Las
críticas que recibe la astrología se basan, como no puede ser de otro modo, en
que sus predicciones carecen de validez científica o capacidad explicativa de
acuerdo a los estándares de la ciencia moderna y, por lo tanto, son
consideradas pseudocientíficas. Así pues, ¿por qué hay tanta gente que cree en
ellas? Mi opinión es que se debe a la superstición —que aún persiste en
nuestros días— y a la ignorancia, que van de la mano. Uno cree en lo que quiere
creer, y punto.
Pero
si bien yo tenía asociada esta práctica a personas, o personajes, de cierta
edad —léase Sandro Rey, Aramis Fuster, Octavio Aceves, Paco Porras, Rappel, y
toda esa caterva de vividores—, mi sorpresa ha sido ver en un programa de
televisión, un espacio dedicado a la astrología, una o dos veces a la semana y en horario de
mañana —cuando antes solía emitirse este tipo de espacios en horario nocturno
dedicado a los echadores de cartas y videntes de pacotilla—, de la mano de un
tal Jabifus (nombre artístico, por supuesto), un jovencísimo creador de
contenido (como ahora se llama) especializado en astrología y signos del
zodíaco, y en el que hace un repaso de lo que le espera al personal según el
signo del zodíaco al que pertenezca.
En
la era de los instagramers, influencers, tiktokers y otros especímenes que
nutren las redes sociales, solo faltaba llenar este hueco: el de la adivinación
o predicción del futuro inmediato. Pero si en las redes sociales, estos
personajes ganan bastante dinero según las visitas que reciben y allá cada uno
con su conciencia, lo que me parece increíble es que sea una cadena de
televisión que presume de seriedad informativa (LaSexta), la que divulgue este
tipo de espacios para ingenuos crédulos y supersticiosos. Y es que, además, las
predicciones de este joven son gratamente acogidas por el equipo de
presentadores y colaboradores. Aun tratándose —todo hay que decirlo— de un
programa en el que el humor está siempre presente, aun así me parece una
tremenda tomadura de pelo a la audiencia, ya que esta sección no se presenta
como una más de las chanzas que en dicho programa se emiten, sino que se trata con
el mismo nivel de aceptación que la sección dedicada a la meteorología y la
predicción del tiempo.
Si
los meteorólogos a veces se equivocan y se basan en pronósticos científicos,
cómo van a vaticinar lo que nos ocurrirá el día de hoy o durante la semana
alguien que se dedica a inventar sus predicciones con la connivencia de una
cadena televisiva.
La
astrología adivinatoria debe tener muchos adeptos, solo hay que ver las páginas
de periódicos y revistas dedicadas al horóscopo. ¿Puede haber alguien que
dedique un tiempo de su vida a leer esos pronósticos para saber qué le espera
tan pronto salga de casa o qué le deparará el futuro a corto plazo?
Y,
para terminar, una nota de humor a este respecto:
Me
gusta leer mi horóscopo porque es el único lugar donde tengo pareja, dinero,
trabajo y salud, todo junto en el mismo mes.
(Anónimo)
Me gusta leer mi horóscopo porque es el único lugar donde tengo pareja, dinero, trabajo y salud, todo junto en el mismo mes.
ResponderEliminar(Anónimo) MEJOR DICHO, IMPOSIBLE. Ahí tienes la respuesta a por qué tanta gente lee eso
Como decía en esta entrada, hay gente que quiere oír, ver y leer lo que le interesa, y creen a pies juntillas cualquier mentira que les satisfaga.
EliminarUn saludo.
Sigamos con el humor aunque más bien lo siguiente es una tomadura de pelo. Rappel, caradura-dura mayor de reino, ha declarado en otro programa de televisión lo siguiente: ""igual que el ombligo es, por ejemplo, el nacimiento de la vida lo que nos lleva unidos a nuestra madre. El culo, el ojete te marca la longevidad de tu vida". Sin comentarios, porque además predice a partir de una revisión del citado lugar.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep.
Vaya panda de estafadores. Lo que más me indigna es que vivan a expensas de los crédulos que se dejan engañar. Recuerdo haber visto a Rappel leyendo la buenaventura en el trasero de no recuerdo quién. Deplorable. Y en lugar de censurarlos, les dan publicidad en los medios.
EliminarUn abrazo, Miguel.
Veo que nos hacemos las mismas preguntas. ¿Cómo se puede creer en tales patrañas? Es algo que uno se espera de ancianos supersticiosos de los de antes, del tiempo de mis abuelos, que mezclan la religión con la magia, pero de gente joven, se supone que formada, es increíble. No creen en el cambio climático y creen en el horóscopo. Increíble.
ResponderEliminarUn beso.
Nunca he creído en esas cosas y menos en el zodíaco. Los charlatanes que lo venden siempre tienen argumentos para justificar sus equivocaciones. Tú puedes ser aries pero, como tienes un ascendente distinto, cualquier cosa que te pase tiene explicación.
ResponderEliminarUn abrazo.