jueves, 1 de mayo de 2025

¿Broma o burla?

 


Recientemente, se ha publicado en las redes un video realizado por IA en la que aparece el recientemente fallecido Papa Francisco junto a Jesús, quien sostiene un gran vaso de agua que se convierte en vino ante las risas de ambos para, acto seguido, salir volando (se supone que hacia el cielo) donde les espera una hermosa joven, que se supone que es María, formando así un trío feliz. Por la música y canto que acompaña al vídeo se podría pensar que, como algunos dicen, se ha hecho, no como burla, sino como forma simpática e incluso cariñosa en recuerdo del fallecido. Yo tengo mis dudas. Pero, sea como sea, me ha hecho pensar en las numerosas muestras de falta de respeto hacia creencias ajenas.

Educado en el seno de una familia católica y en un colegio religioso, aunque con el tiempo me fui alejando de las creencias y preceptos en los que había sido adoctrinado, hasta llegar a considerarme agnóstico, algo debe haber quedado de aquella educación porque siempre he sido sumamente respetuoso con las creencias religiosas de todo tipo. Podré considerarlas absurdas, ancestrales, supersticiosas, etc., pero jamás me burlaré de ellas y mucho menos ante uno de sus practicantes, para no herir su sensibilidad. Obvia decir que no entran en este grupo las prácticas inhumanas propias de extremistas religiosos. A estas hay que combatirlas.

Pero hoy día, la libertad de expresión ha llegado muchas veces a cruzar una línea roja, llegando al insulto, al menosprecio y a la burla más encarnizada. Y muchas veces con el único fin de hacer una gracia ante un público insensible y, añadiría, ignorante y maleducado (en el sentido más estricto de la palabra).

Hace muchos años que veo este tipo de bromas de mal gusto, unas simplemente pueriles, ante las que no hace falta molestarse, aunque los más intransigentes —como los Abogados Cristianos, anclados en el pasado más rancio— se rasguen las vestiduras, al estilo fariseo; y otras realmente desagradables e innecesarias, a las que no veo justificación alguna, excepto la de irritar a los creyentes. Una cosa es criticar y otra muy distinta es ofender los sentimientos ajenos.

Podría mencionar muchos ejemplos, pero han habido expresiones anti religiosas que considero muy osadas, como la procesión del coño insumiso, una vulgaridad fuera de serie, por no hablar de chistes y sketches televisivos que, aun no siendo muy ofensivos —excepto para los ultra conservadores e intolerantes—, los considero simplemente de mal gusto, como la parodia que emitió el programa de la televisión catalana, “Està passant”, en plena Semana Santa del pasado año, en la que aparecía una humorista disfrazada de “Virgen del Rocío”, con una muñeca en brazos, representando al niño Jesús (ver la imagen del encabezamiento). Dicha parodia hacía alusiones maliciosas a la vida sexual de la Virgen. Como era de esperar, se produjeron enérgicas protestas por parte de representantes de la Iglesia católica y de algunos partidos políticos, ante las cuales el director y presentador de dicho programa, no solo no echó mano de la típica disculpa no sentida para templar los ánimos de los supuestos ofendidos, sino que afirmó, con lo que yo calificaría de chulería, que continuarían las emisiones de programas blasfemos de este tipo, en aras de la sacrosanta libertad de expresión.

A este respecto, una mención especial, por la gravedad de la respuesta producida, se merece la publicación, en la revista satírica francesa Charlie Hebdo, en 2015, de una caricatura de Mahoma —una más de las muchas que solía publicar— que motivó el grave atentado perpetrado por terroristas de Al Qaeda y que acabó con la vida de doce trabajadores de la revista e hirió a otras once.

Que quede claro como el agua cristalina que no justifico tal acto terrorista, ni de lejos, pero siempre me he preguntado cómo se atrevieron aquellos periodistas a mofarse reiteradamente del venerado profeta del islamismo. ¿Acaso no preveían las consecuencias de tal acto? ¿No sabían de qué pie calzan los fundamentalistas islámicos? ¿Pensaban que se quedarían de brazos cruzados ante, para ellos, tamaña herejía? ¿Acaso no recordaban lo ocurrido con Salman Rushdie por haber escrito los versos satánicos, que los islamistas consideraron una blasfemia contra el islam, poniendo precio a su cabeza?

La proclama “Je suis Charlie”, en boca de todos los demócratas, me pareció acertada en cuanto que reivindicaba el libre pensamiento y la memoria de quienes sufrieron el atentado, pero para mí no significaba que aprobara su línea editorial, plagada de burlas anti religiosas contra cualquier creencia, tanto islamista, católica, como judaica. Una editorial crítica —y cualquier persona educada y tolerante— debe ser respetuosa con los piensan de otro modo y no arrogarse la verdad absoluta, pues este comportamiento no es precisamente democrático. Y añadiría que debería ser cauta (y no cáustica) cuando la chanza va dirigida a una comunidad que no duda en usar la violencia contra los que considera herejes.

Una cosa es que una publicación se arriesgue a recibir una severa crítica social o política en aras de la libertad de pensamiento, al censurar vehementemente lo que considera un comportamiento inadecuado y sancionable de ciertas personas, organizaciones e instituciones, y otra muy distinta es hacerlo despreciándolas y mofándose de ellas sin ningún reparo ni pruebas en contra, con el único fin de desprestigiarlas públicamente.

Para mí, no hay que luchar contra el que piensa de forma distinta, sino contra quienes defienden sus creencias violentamente y utilizan la amenaza contra quien se atreva a criticarlos.

Uno de los males de nuestra sociedad es precisamente el no saber convivir con quienes son y piensan de forma distinta a la nuestra. La falta de respeto y de tolerancia suele llevar a un campo de batalla en el que todos salimos perdiendo. Y así nos va.


14 comentarios:

  1. Esa es la frase Josep: Así nos va... Solo diré, porque todas estas cosas me indignan, que ya no es que haya libertad de todo tipo, hay libertinaje en todos los sectores, refiriéndome al poco respeto que supongo viene de una penosa educación, donde la violencia cada vez tiene más eco, y con la difusión de las redes sociales... "así nos va".
    Caray con Cuaderno de bitácora me... jajaja.
    Un abrazo.

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    1. Hay quien no sabe tomarse la libertad dentro de lo razonable, quizá porque no están acostumbrados a ella, y se pasan de rosca. Evidentemente, ello es debido a la falta de formación y de educación, como el que no sabe distinguir entre el bien y el mal.
      Un abrazo, Elda.

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  2. También educado en una familia católica, estudiado en un colegio religioso y también bastante alejado de las creencias recibidas, coincido contigo en el respeto a las mismas y cualquier otra que no excluya la tolerancia.
    Un abrazo.

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    1. Me alegro que coincidamos en esto. Supongo que somos unos cuantos los que hemos vivido esta progresión vital que, afortunadamente, hemos sabido encauzar sin salirnos de madre.
      Un abrazo.

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  3. Veo que hemos tenido una evolución similar hasta cierto punto. Mis padres no es que fueran muy religiosos. No eran practicantes, peo mi madre sí se declaraba creyente. Yo estudié en un colegio de monjas entre los cinco y los quince años y menos de un año después de salir de él ya me declaraba agnóstica. Siempre he dicho que las religiones, si no existieran, habría que inventarlas y de hecho cuando no existían se inventaron. Ante la evidencia de la muerte el ser humano necesita inventarse un más allá; ante la miseria en la que muchos viven aquí necesitan inventarse un lugar después de la muerte donde se les recompense ese sufrimiento. Respeto las religiones y respeto a la gente religiosa siempre que sea respetuosa, porque otra cosa que yo digo es que lo único que no merece respeto es la falta de respeto (lo he dicho hace un par de días en otro comentario.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo. Cuando sucedió lo de Charlie Hebdo, y sin disculpar ni justificar ni nada similar el bestial atentado, yo también comenté que qué necesidad había de burlarse y faltar al respeto a toda una población con una religión determinada. La falta de respeto no iba solo hacia los terroristas sino hacia todos los musulmanes y no me pareció adecuado. Una cosa es lo legal y otra lo moral y ético. Burlarse de la religión no es para que te metan en la cárcel, como han intentado hacer aquí en algún caso, pero tampoco es algo adecuado ni respetable.
    Un beso.

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    1. Siempre me ha llamado la atención ver cómo la mayoría de los asistetes a misa son gente bastante mayor. Supongo que es porque al llegar a una edad avanzada necesitan agarrarse a algo que les prometa una vida mejor en el más allá. De jóvenes, seguramente no se lo plantaban porque les faltaba mucho para eso.
      En cuanto al respeto por las creencias de los demás, esto es (una vez más) una cuestión de educación. Los que se burlan de las religiones, haciendo gala de una gran estupidez, no son más que individuos ignorantes o bien quieren llamar la atención para acaparar la atención de seguidores tan estúpidos como ellos. No me extrañaría que muchos de ellos también formaran parte de grupos intolerantes, machistas y xenófobos.
      En cuanto a Charlie Hebdo, no veo qué sentido tiene crear una revista satírica que básicamente se dedica a mofarse de las religiones. Me resulta penoso que este tipo de revistas y de programas tengan tantos seguidores.
      Un beso.

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  4. La IA se está desbocando y por así decirlo es un bebé con los pañales aún puestos. Bromas pesadas como la que cuentas, suplantación de cuerpos y caras con motivaciones sexuales o la revelación de secretos bancarios ya están al orden del día. Hay cuestiones sensibles como la de la de la religión en la que no se debe ofender -si bromear- a sus seguidores pues no hay necesidad ninguna. El respeto es la mejor guía y la denominación, por ejemplo, de la procesión del coño insumiso va por el camino contrario al sentido común.
    Un abrazo, Josep.

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    1. Al igual que internet, que tiene sus grandes ventajas y sus inconvenientes, la IA va por ese camino, y hay quien ya ha encontrado en ella una fuente de bulos y burlas. Una cosa es publicar un montaje simpático que no daña a nadie y otra muy distinta es emplear esta aplicación con fines demoledores, ya sea contra políticos como contra la religión. Y ya sabemos que las redes han propiciado la aparición, o bien el crecimiento, de negacionistas. Como no se regule estrechamente este tipo de actuaciones, vamos hacia el caos informativo y ético. Hacer un uso indebido de estas plataformas debería estar penado, pero ya se sabe que siempre se alude a la libertad de expresión.
      Un abrazo.

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  5. A mí me pasa algo parecido a ti. No soy creyente, pero me parece fatal que la gente se meta con las religiones, con cualquiera. Cuando hablamos de fe, de creencias, todos deberíamos ser respetuosos porque en cuestiones así no se puede razonar, no son temas a debatir por muy estrambóticas que nos puedan parecer esas creencias.
    Esta noche vieja pasada en un canal de TV una presentadora/influencer se permitió el lujo de hacer una broma de mal gusto utilizando la estampa de un Sagrado Corazón de Jesús donde le habían cambiado la cara por la del dibujo de una vaca. Se da la casualidad de que dicha influencer se caracteriza por su elevado sobrepeso; supongo que más de una vez habrá tenido que soportar burlas y bromas inaceptables sobre su figura y ella, con toda la razón, habrá pedido respeto hacia su persona. Bueno, pues ella debería aplicarse el cuento y respetar las creencias de los demás.
    La libertad de expresión no puede amparar el insulto y el desprecio.
    Un beso.

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    1. Este es otro defecto muy común: ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Criticar es muy fácil; lo difícil, según parece, es ser ecuánime. O estás conmigo o contra mí, tanto en política como en cualquier creencia, incluida la religiosa. Que cada uno crea y piense como quiera, siempre y cuando respete las creencias y pensamientos de los demás, a menos que estos sean extremistas e intolerantes y que vayan en contra de los derechos humanos, claro está.
      Habría que ser muy estricto a la hora de juzgar la diferencia entre el insulto y la libertad de expresión, pues parece que muchos no lo tienen claro.
      Un beso.

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  6. A mi me educaron en la religión cristiana y no soy soy preticante. Creo en un Dios y algo tiene que haber por que el mundo y el universo está. Soy respetuosa con las creencias de los demás religiones. Las burlas no son necesarias, son una falta de respeto con los que creen y siguen las religiones. No me gusta ver las burlas innecesarias a las imágenes y demás cultos. Estoy de acuerdo con lo que suscribes. Un abrazo.

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    1. Como decía en mi entrada, el gran problema de la humanidad es no saber, o no querer, respetar a los demás en todos los sentidos: por razones de raza, de origen, de estado social, de sexo, ni por la forma de pensar. Seríamos mucho más felices viviendo en concordia, pero esto parece imposible, y cada vez hay más gente intolerante.
      Un abrazo.

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  7. Hija y nieta de agnósticos jamás se me ha permitido burlarme de creencias ajenas, me parece de mal gusto, irrespetuoso y vulgar.
    Vamos para atrás.
    Muy feliz semana.
    Por cierto, hace ya algo de tiempo que te respondí en Facebook, tardé mucho en recuperarlo, creí que lo había perdido pero mi hijo pudo rescatarlo.
    Feliz día.

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    1. Esa es la actitud correcta, muestra de educación y tolerancia, cosa que parece que está decayendo en nuestro país.
      Un abrazo.

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