Hemos llegado a un nivel
extraordinariamente agresivo ─de momento solo verbalmente─ que las Cortes
parecen más bien un cuadrilátero con púgiles que se saltan las normas más
básicas de un luchador profesional. Increpaciones, puyas, abucheos, insultos,
amenazas veladas, acusaciones sin base alguna, son el pan nuestro de cada día,
dando una imagen de algunos políticos más propia de un chulo barriobajero.
¿Dónde ha ido a parar la educación y el buen hacer parlamentario?
Y en contraste con esa degeneración y
bajeza moral de algunos parlamentarios, observo, incrédulo, cómo hemos adoptado
un puritanismo, o buenismo, que no viene a cuento. Ya no solo han aparecido
críticas por el uso de ciertos adjetivos ahora malsonantes, censurando los
términos enano, gitano, maricón, por poner unos pocos ejemplos, que ciertamente
se han utilizado muchas veces despectivamente, e incluso algunos cuentos
infantiles que encierran, sin habernos percatado de ello, conductas machistas,
sino que en el ámbito político se está empleando, a mi modo de ver de forma generalizada
e innecesaria, el adjetivo “presunto”, supongo que para quedar bien ante el
público y no ser tachado de injusto y de obrar de mala fe.
La presunción de inocencia, algo
sagrado en nuestro derecho constitucional, se aplica cuando solo existen
sospechas y pruebas circunstanciales que hay que esclarecer y mientras no se
demuestre fehacientemente la culpabilidad del sospechoso. Pero por qué llamar
presunto delincuente o presunto culpable cuando queda perfectamente demostrada la
culpabilidad de alguien que ha cometido un delito y que incluso ha acabado
confesando. Y no señalo a nadie.
Constantemente oímos que alguien ha
cometido “presuntamente” un desfalco, una apropiación indebida de fondos, un
abuso de poder, una agresión, incluso un asesinato. ¿Por qué a un maltratador
que ha asesinado a su mujer, pareja o ex pareja, se le llama presunto asesino,
y al violador confeso presunto violador? ¿Cómo deberíamos llamar al testigo que
miente descaradamente en una comparecencia ante un juez, cuando, según la ley,
está obligado a decir la verdad? ¿Presunto mentiroso?
Creo que nos hemos pasado dos pueblos,
como se dice coloquialmente, en ambas circunstancias, tanto en sede
parlamentaria, donde la honestidad brilla por su ausencia, siendo sustituida
por la bronca más burda, como en los calificativos a utilizar para definir al
delincuente que ha sido pillado con las manos en la masa.
Quien roba es un ladrón y quien viola
un violador. Blanco y en botella. Dejémonos de parches. Y es que en esto de los
calificativos también existe un partidismo evidente. Solo aquellos a los que
les resulta desfavorable que se tache de delincuente a uno de los suyos,
defenderá a ultranza la presunción de inocencia, a pesar de las múltiples
pruebas en su contra. Y quien está en la oposición, sea del color que sea, no
se atreve a ser duro llamándole por su nombre, para no ser acusados de
partidistas aprovechados del mal ajeno y porque, supongo, también tienen en sus
filas a alguien igual de culpable en algún que otro affaire.
Y, para terminar, declaro ser el
presunto autor de esta entrada, presuntamente publicada en mi blog Cuaderno de
bitácora, presuntamente de forma voluntaria, no obligada, presuntamente sentado
ante mi ordenador, tecleando presuntamente su teclado, creyendo presuntamente
en lo que aquí se ha escrito, presuntamente el día 25 de noviembre de 2025. Así
pues, me ratifico en que soy presuntamente el culpable de todo ello. A ver
quién es el guapo que puede demostrar todo lo contrario.

¡Ay, Josep Mª, presuntamente has escrito una entrada que me ha hecho reír a carcajadas mientras presuntamente sorbo mi tercer café matutino en este presunto 25 de noviembre de 2025! ¿O debería decir que presuntamente estoy riendo, porque quién sabe si en realidad no estoy llorando por el estado de nuestra presunta democracia? Mira que tienes razón: el Congreso parece más un ring de lucha libre mexicana, con máscaras y todo, donde los diputados se lanzan presuntos insultos como si fueran confeti en carnaval. "¡Presunto chulo barriobajero!", gritan, mientras se pegan presuntas zancadillas verbales. Y luego, para compensar, nos ponemos en modo puritano extremo, envolviendo todo en "presunto" como si fuera un jamón ibérico. ¿Presunto ladrón? ¡Por favor! Si lo pillan con las manos en la masa, es ladrón a secas, no "presunto".
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Josep.
A mí un exceso de presunciones también me hace reír por fuera y lloriquear por dentro. Esa práctica es la mejor forma de eludir una verdad como la copa de un pino. El caso es no reconocer una falta, por grave que sea y salirse por la tangente.
EliminarMe alegra que te lo hayas pasado bien con esta lectura, je, je.
Un fuerte abrazo, Miguel.
Cuánto más presuntamente impresentables, más presuntamente gilipollas.
ResponderEliminarUn presunto abrazo.
Y lo malo es que todos podemos ser considerados presuntos lo-que-sea.
EliminarUn abrazo.
Presuntamente tienes toda la razón del mundo. Parece ser que cuando aprendemos una palabra olvidamos su significado y simplemente la utilizamos a todas horas. Esto ya no tiene arreglo. Presuntamente.
ResponderEliminarSAludos
Sí, nos gusta acuñar nuevos términos para luego utillizarlos indiscriminadamente. Cuando se abusa así de un calificativo, este pierde todo su sentido. Pero hay quien sigue con él, sea como sea, orque les resulta favorable.
EliminarUn saludo.
Parece que los periodistas reciben consignas y las siguen a modo de mantra. De pronto ya nadie es culpable sino presunto culpable. Eso no me resulta tan raro. Imaginaba que era algo obligado cuando no hay sentencia, aunque a veces sí que he pensado que habiendo pillado al sujeto con las manos en la masa poco tiene de presunto. Ahora hay otro mantra informativo que me tiene frita y es el de los migrantes. Da igual que vengan, vayan o estén fijos, para los informativos todos son migrantes, como si estuvieran en tránsito eterno. Casos de personas que llevan años trabajando en España y les llaman migrantes... En fin.
ResponderEliminarUn beso.
Y parece que la "modernidad" obligue a emplear términos que hasta hace poco desconocíamos. Dana es uno de ellos, cuando antes se hablaba de "ciclogénesis explosiva", de "gota fría" o simplemente de "tormenta". Ahora es Dana por aquí, Dana por allá. Estamos rodeados de Danas, que hacen cola para atormentarnos. Pues con lo de presunto tal o presunto cual sucede exactamente lo mismo. Me parece ridículo tanta mano fina por un lado, cuando por otro hay completa libertad para ensuciar la imagen de alguien antes de haber sido juzgado e incluso imputado. Algunos no pierden la oportunidad de acusar a su enemigo político a la menor de las sospechas. Y bueno, lo de migrante sí que parece ser una especie de moda perversa en manos de los xenófobos, por no hablar de la vinculación indecente entre inmigrantes y delincuencia.
EliminarUn beso.
Madre mía Josep, ¡cómo está la política!, menuda pandilla de mal educados, esto no se ha visto nunca.
ResponderEliminarY los presuntos a ver si van entrando en la cárcel ya de una vez, que parece ya han empezado. Ahora solo falta que los que han entrado, estiren de la manta, y este patio de colegio se termine para siempre, y se ocupen de atender las desgracias del pueblo que es para lo que se supone está el gobierno para ir arreglando cosas, y no poniendo a los votantes, unos en contra de otros.
Un abrazo y buen fin de semana.
Supongo que una vez en la cárcel dejarán de ser presuntos, o acaso serán presuntos reclusos que están entre rejas porque presuntamente han cometido un presunto delito, je, je.
EliminarEn mi más absoluta ingenuidad, me resulta increible que con tantos delincuentes que acaban juzgados y condenados, todavía hayan listillos que crean que a ellos no les pillarán.
Si todos los políticos se dedicaran a lo suyo, que es velar por el bien de los ciudadados en lugar de llenarse los bolsillos con dinero ajeno, otro gallo nos cantaría.
Un abrazo.
Coincido contigo que para algunas cosas en este país somos muy brutos y para otras nos la cogemos con papel de fumar. Ni tanto ni tan calvo.
ResponderEliminarPor cierto, en portugués "presunto" es el jamón, a ver si aquí estamos insinuando cuando decimos lo de presunto que, en realidad, es un cerdo... Ahí lo dejo.
Besos.
Y del cerdo salen las chistorras, ¿no?, ja, ja, ja.
EliminarCerdo sería el calificativo correcto para esa gentuza y dejanos de presunciones.
Un beso.
Siempre pensé que se dejaba de ser "presunto" lo que fuera cuando un juez dictaba sentencia. Pero incluso en estos casos escuchamos a los políticos decir que no, que no es como ese o aquel juez ha dicho sino como ellos sostienen. En fin, así está el patio.
ResponderEliminarLo de maleducados les viene a todos nuestros parlamentarios del ínfimo nivel que tienen. A falta de razones lo mejor es un soplamocos, deben de pensar; y no sólo lo piensan, sino que constantemente lo practican. El nivel cultural está por los suelos y quienes nos mandan en el estado o en las autonomías hacen todo lo que está en su mano para que no suba no vaya a ser que los entendamos mejor y veamos el trampantojo que nos tienen puesto ante los ojos y que no nos deja ver más allá de esa muleta con la que nos torean y nos esquilman.
Un abrazo y muy buenos días
Justo ayer, por televisión, informaron que había sido detenido el PRESUNTO agresor sexual que había tocado reiteredamente las mamas a unas activistas de Femen durante un acto en honor a Franco. ¿Cómo podían hablar de presunción si todos vimos en vivo y en directo cómo ese individuo, con un puro en la boca, manoseaba varias veces a esas chicas? En fin, así están las cosas, que a veces somos tan tolerantes que nos pasamos de la raya, mientras en otras cuestiones la intolerancia campa a sus anchas.
EliminarY en cuanto al nivel de nuestros políticos, no sé si lo que tienen bajo es el nivel cultural o de educación. Yo me inclino por lo segundo. Parece que algunos tengan patente de corso y no se cortan ni un pelo a la hora de decir verdaderas barbaridades. Debería exitir un código deontológico que penalizara, e incluso expulsara del parlamento, a quienes no respetan las normas más básicas de comportamiento. Aunque, de hacerlo, creo que el arco parlamentaro quedaría reducido a la mitad.
Un abrazo.
Tampoco entiendo muy bien la lógica periodística tras el "presunto" cuando ya están descartadas todas las presunciones. Ni Einstein se atrevería a relativizar tanto los hechos jaja Buen tema, Josep, y mejor cierre. Va un presunto abrazo.
ResponderEliminarDebe ser una moda, un tanto puritana entre tanto despropósito, que espero sea pasajera y se acabe diciendo las cosas por su verdadero nombre.
EliminarUn abrazo.